martes, 31 de marzo de 2015

ROADS CROSSED EPISODE 8

Jaejoong se despertó sobresaltado cuando el teléfono de su habitación sonó abruptamente, el reloj indicaba las tres de la tarde, Changmin dormía plácidamente… encima suyo.

Se estiro como pudo y alcanzó el teléfono.

— ¿Hola? —dijo con la voz ronca por el sueño.

—Hola Jae  ¿Qué sucede? ¿Por qué no contestaste al celular? 

— ¿Andy? ¿Qué sucede? —pregunto adormilado.

— ¿No íbamos a salir hoy? Con Tiffany, Centro comercial —dijo Andrés con un tono fingidamente exasperado— ¿Lo olvidaste?

—Oh mierda, no —soltó Jaejoong con rapidez— bueno… si —admitió al final, ¿Cómo iba a saber el que Changmin aparecería de la nada en su habitación y que tendrían increíble sexo salvaje?

—Umm ¿Estas bien cierto?

— ¿Qué? Si… lo estoy ¿Por qué? —pregunto Jaejoong bostezando, aunque no pudo estirarse como habría querido ya que estaba cómodamente apresado.

—Bueno… por un momento pensé que te habías peleado con tu papá de nuevo y que él no te había dejado salir—Jaejoong suspiro, estaba castigado y técnicamente no podía salir a menos que fuera bajo la sombra de Iván o Saki, era exasperante.

—lo lamento Andy no debí olvidarlo, es solo que no creo que hoy pueda…

— ¿Día difícil? —pregunto Andy con suavidad en su voz, brindándole su incondicional apoyo sin importar cual fuese el problema.

—Sí, algo así —contesto, sin saber que su día iba a ser uno de los peores en ese momento. Andy hablo con él un momento más y luego le colgó, Changmin seguía dormido encima de él, Jaejoong suspiro… pero entonces tuvo una idea.

                                                                        —&—

Un par de horas después Jaejoong conducía su Audi, Changmin iba al copiloto, su padre se encontraba de viaje y el rubio había aprovechado esa ausencia para llorarle a su madre que le dejara un poco de libertad, claro que con algunas mentirillas de por medio, como por ejemplo, él le había dicho que quería estar a solas con Tiffany sabiendo que su madre la quería como nuera, además de que ella era una mujer romántica y no le costó convencerla de que lo dejara partir solo, Changmin logro salir de su habitación sin ser visto por pura suerte, pues Jaejoong sintió su corazón latir como loco todo el recorrido desde su habitación hasta el garaje, temiendo ver aparecer a alguien a cada vuelta de la esquina, por fortuna nadie los vio.

—Mi madre siempre fue fácil de manipular… bueno al menos cuando se trata de mí, mi padre nunca lo ha conseguido —Jaejoong encendió un cigarrillo y condujo solo con una mano, Tiffany conducía como una diosa pero él no se quedaba muy por detrás en sus habilidades frente al volante.

—Usualmente mi madre es quien logra conseguir lo que quiere de mi padre… —Changmin se calló abruptamente, Jaejoong se tensó y aguardo a la espera de que el de copiloto dijera algo más, era la primera vez que Changmin hablaba de sus padres… Sin embargo el chico no dijo nada más, Jaejoong llego a un par de conclusiones por su propia cuenta, no es como si hubieran fallecido, eso significaba que estaban vivos, pero… entonces ¿Por qué Changmin no vivía con ellos? ¿Por qué vivía en un asqueroso barrio de baja categoría? Sobre todo ¿Por qué demonios vivía en un apestoso almacén abandonado? Hubiese preguntado, después de todo él no tenía nada de tacto con esas cosas, pero con Changmin era diferente y la expresión seria de su rostro lo convenció de mantener la boca cerrada— toca la bocina, más allá esta Don —cambio Changmin de tema mirando por la ventana el rubio toco la bocina, el conductor de la destartalada motocicleta se giró, Changmin le hizo señas, para el asombro de Jaejoong el motociclista se metió entre los autos algunos le vocinearon molestos pero este los ignoro, a pesar del peligro que su vida acababa de correr, pero a Changmin no le impresiono nada de eso, el jinete de la moto se acercó a la ventana cerca de Changmin sin temer por su vida y abrió su casco para mostrar su rostro osco.

— ¿Qué haces hermano? Veo que recuperaste a tu inútil “empleado” —grito por sobre el ruido del viento en la carretera.

— ¿A dónde vas? —grito Changmin de vuelta.

—A trabajar hermano ¿Te vienes?

—Sí, necesito dinero…  Kim, tu solo síguelo, él nos guiara —Jaejoong asintió sin discutir, el, al igual que Changmin, estaba acostumbrado a mandonear a todo el mundo y  obedecido al instante porque sabía que no quería problemas, no cuando estos tenían que ver con Changmin, pues estaba claro que el dominante era el chico del copiloto y a Jaejoong no le quedaba más opción que doblegarse.

Don los llevo hasta un barrio lleno de edificios abandonados y basura en las calles, algunos negocios abiertos, era un lugar más decente que Villa Hope pero los tipos de negros y demás maleantes y criminales poblaban las calles, en cada esquina, jugando basquetball en las calles, en las canchas, o donde se les jodiera la gana hacerlo. También habían varias radios portátiles que sonaban al son del rap, dos tipos con pinta muy amenazante jugueteaban con un cuchillo lanzándolo al aire y atrapándolo ágilmente por el mango sin lastimarse a sí mismos, demostrando su agilidad con esa arma blanca…

— ¿Qué Mierda es este lugar Changmin?— no pudo evitar quejarse, odiaba que su auto estuviera ahí entre esa mugre, y entre todos esos mal nacidos ladrones de partes de autos— Si algo le pasa a mi auto…

— ¿Qué harás? — le corto Changmin con tono molesto— Nada, porque tú no puedes hacer nada contra ellos, aquí en el guetto no vale nada tu “apellido” ellos te cortaran el cuello antes de preguntarte quien jodidos eres, y lastimosamente un cadáver no habla —Changmin dijo tranquilamente, Jaejoong solo suspiro molesto sintiendo la ira hervir en sus entrañas pero al final lo acepto, Changmin tenía razón, aunque los demandara o algo siempre habrían más personas de su calaña en las calles, además ¿Qué ganaría metiéndolos en la cárcel? Ellos igual podían matarlo desde ahí dentro si se les apetecía, sin mover un solo dedo gracias a sus contactos, ellos eran como hormigas— deja de lloriquear por tu estúpido auto, si estás conmigo no pasa nada —Changmin le indico que se estacionara en un descampado apestoso lleno de  basura frente a una calle inmunda. Los edificios le daban la espalda a ese lugar, sin ninguna ventana apuntándolos, a excepción del edificio que estaba de frente a ellos, quizás ese era el perfecto lugar para el “comercio” de Don.

— ¿Qué pasa si viene la policía? —pregunto Jaejoong tratando de no parecer asustado, él no podía verse involucrado en un escándalo así, su padre lo castraría y después lo metería a una academia militar por el resto de su vida si se veía involucrado con drogas de nuevo.

—La policía no conoce este lugar olvidado de la jodida mano de dios y todos los que creen en él, ahora ven conmigo —Jaejoong se bajó e inmediatamente aseguro su carro con el control remoto que tenía junto a la llave, tenía el mejor sistema de seguridad después de todo, no podrían robárselo a menos que lo desarmaran en piezas. Don dio dos vueltas al campo y estaciono su motocicleta al lado del Audi después de levantar una tremenda polvareda, Jaejoong se abanicó con la mano.

—Debería golpear tu rostro por tratar de huir de Max, maldito riquito ¿No tienes modales por tus superiores? —fue lo que dijo Don condescendientemente al verlo, Jaejoong le mostró el dedo del medio, Don no era su dueño… el que Changmin si lo fuera no le daba derecho a hacerse ideas— maldito infeliz —Don se acercó amenazante, listo para golpearlo, y Changmin lo detuvo con un gesto.

—No te gastes con él, aun que le partas el culo cien veces el seguirá siendo un maldito impertinente, es incapaz de aprender modales, solo olvídalo —Don le dio un fuerte empujón al rubio con el hombro al pasar por su lado, casi tumbándolo al piso con el tremendo golpe, Don se quitó el bolsón enorme que traía y se lo paso a Changmin, después saco un celular viejo y antiguo de su bolsillo— voy a encenderlo —Changmin asintió.

Ni bien lo hubo prendido comenzó a sonar, Don contesto— ¿Si? Si hermano, el lugar de siempre, no quiero ver a nadie que no conozca o te disparare en el culo —y apenas colgó entró otra llamada y otra, joder, sí que habían muchos viciosos en este país.

Al poco rato comenzaron a llegar, Jaejoong noto que respetuosamente se acercaban en grupos pequeños y nunca más de tres o cuatro personas a la vez, poco después un deportivo rojo con pinta de ser caro se estaciono al frente, Changmin saco una pequeña cajita de su bolsillo y se la dio a Jaejoong— ve donde ese carro, y no le des la cajita antes de contar el dinero, son quinientos dólares —el rubio agarro la cajita asombrado, joder ¿Esa mierdita costaba tanto? ¿Qué demonios era? ¿Oro?

—Pero…

—Solo hazlo o te cortare la cara —dijo Changmin molesto mientras se alejaba a atender a otro grupito de chicos, Jaejoong camino asustado hacia el coche ¿Y si era un poli encubierto? Mierda, ¿En qué jodidos líos se estaba metiendo? Cruzo la calle vacilante y se acercó al coche, este bajo el vidrio polarizado y revelo a alguien a quien Jaejoong conocía muy bien, su rostro se petrifico en una mueca de asombro y por un momento creyó que se había convertido en una estatua del susto.

— ¿Jaejoong? ¿Eres tú? —Preguntó el apuesto sujeto— Mierda… ¿Qué demonios haces tú aquí?

—Vincent… —el modelo lo miraba incrédulo, Jaejoong se preguntó si él tendría la misma expresión de encontrarse con alguien con quien nunca debió encontrarse en una situación así, ambos se miraban idiotizados, joder ¿Vince? Jaejoong lo había conocido cuando había modelado ropa en Francia hace algunos años, Vince era rubio y con el pelo ondulado, habían tenido una pequeña aventura después del desfile, Jaejoong se lo había follado en su camerino, había sido cosa de una sola vez, jamás pensó que volvería a verlo— Bueno… ¿Qué haces tú aquí? —contraataco. 

—Me toca modelar con autos dentro de dos días en esta ciudad, joder Jaejoong ¿Por qué estás aquí? ¿Necesitas dinero? ¿Qué paso?

—No quebré ni nada por el estilo —Jaejoong se apresuró a aclarar, ya que le daba “cosa” la idea de que Vince pudiera creerlo pobre, Kim Jaejoong nunca sería un pobretón que necesitara vender droga para sobrevivir— En realidad es una larga historia… y bueno no tengo mucho tiempo para quedarme a conversar —Jaejoong se giró nervioso a ver a Changmin y este seguía ocupado pero… podría llegar notar que estaba hablando demasiado tiempo con su “cliente”, Vince siguió su mirada y pareció comprender.

—Tenemos mucho de qué hablar, ¿quizás podríamos vernos después? —Vince saco su celular y le pidió el número, Jaejoong le dicto rápidamente su número sin pararse a pensar si debía hacerlo o no, después Vince saco un fajo de billetes, el rubio ni siquiera los contó— son quinientos, deberías contarlos, el otro sujeto los cuenta siempre que vengo, no te metas en líos por mi culpa —Jaejoong le agradeció con la mirada ya que él no tenía ni idea de cómo funcionaba todo eso del micrográfico de drogas, contó rápidamente el dinero que efectivamente eran quinientos dólares, le paso la cajita a Vince y le sonrió, le había gustado verlo de nuevo aunque sea en esas circunstancias.

—Aunque no lo creas, Vince me alegro de verte de nuevo —le dijo Jaejoong a modo de despedida, ya que Vince lo había ayudado mucho en Francia cuando el tubo problemas con el modelaje, el chico sonrió de lado con una sonrisa que podía derretir al menos un par de glaciares, se inclinó rápidamente hacia delante robándole a Jaejoong un beso de sus labios, el gesto duro tan poco que Jaejoong apenas pudo reaccionar y solo atino a quedarse quieto como una estúpida estatua.

—Nos vemos, hermoso —susurro Vince acomodándose rápidamente en el asiento y arranco el deportivo, que se perdió en menos de un par de segundos entre los destartalados edificios, Jaejoong estaba ruborizado podía sentirlo, el no solía tener vergüenza pero en esa ocasión era como si no pudiera evitarlo, trato de que se le pasara, respiro profundamente y se giró encontrándose con la fiera mirada de Changmin, quien lo miraba como si quisiera asesinarlo en ese mismo instante, el rubio comenzó a sudar, se limpió las palmas de las manos en sus jeans y avanzo hacia su verdugo… joder lo había visto ¿Cierto? ¿Estaría enojado por el beso?

— ¿Qué demonios crees que haces? —Gruño Changmin cogiéndolo del brazo con demasiada fuerza, lo llevo detrás del Audi y lo estampo contra el auto— solo tenías que venderle la coca no besarte con el tipo ¿Qué crees que haces llamando la atención de ese modo? —Jaejoong gimió adolorido.

—No fue mi culpa… el me besó —trato de explicarse.

—No me mientas, parecía que tú y él se llevaban bastante bien… 

—Yo… nos conocíamos de antes —fue toda la explicación de Jaejoong mientras el aire abandonaba sus pulmones, Changmin siempre lo aplastaba de esa forma cuando quería lastimarlo, asombrado Jaejoong descubrió que podía soportarlo un poco mejor.

— ¿Follaron? ¿Tú y ese sujeto follaron? —pregunto Changmin amenazante Jaejoong asintió asustado.

—Solo fue una vez… yo se lo hice, tú fuiste mi primero —dijo el rubio con la voz ahogada, el antebrazo de Changmin presionando fuertemente sobre su cuello, sorprendido de sí mismo, de que esas palabras salieran de su boca, como si estuviera justificándose ante Changmin, pero antes de que pudiera decir algo más noto como la presión disminuía.

—Que no vuelva a pasar, si hay algo peor que ser un soplón aquí, es ser un marica y si vienen a asesinarte yo no voy a meterme esta vez, tal vez me canse de cuidar tu culo del peligro en el que siempre estas metiéndote, así deja de hacer estupideces si no quieres enfurecerme Kim, estoy tentado de sacarte la mierda justo ahora.

— ¿Qué te tiene tan molesto? —se aventuró a preguntar el rubio, por alguna razón Changmin parecía celoso... No, no podía ser, era totalmente imposible.

— ¿Qué? Mira este lugar no es precisamente la avenida Liberty, aquí ningún maricón es bien visto, y si relacionan eso conmigo estas jodido, así que deja de hacer esa mierda homosexual, me enferma ver cosas así, es totalmente asqueroso ver a dos tíos besándose, tu eres asqueroso —Jaejoong se sintió esas palabras como un puñetazo en el estómago, y una punzadita de dolor se instaló en su corazón, como mierda podía estar enamorado de alguien así, pero no iba a darle el gusto a Changmin de verlo sufrir por sus palabras, el todavía conservaba su orgullo, quizás no intacto pero estaba ahí siempre acompañándolo, olvidándose del dolor que estaba matándolo por dentro saco a su diva interior y se puso su máscara de indiferencia, solo entonces era invulnerable a esas duras palabras, con su armadura contra los sentimientos que pugnaban por liberarse ante Changmin.

—Si bueno, como digas “amo” —dijo Jaejoong con total asco al pronunciar la palabra conformada por tres letras, ¿Respeto? Sus testículos guardarían respeto pues él estaba harto de hacerlo.

—Cuida tu tono conmigo si quieres mantener tu lengua pegada a tu boca —Changmin lo empujo una última vez y se alejó— ¡Qué esperas! Aún hay trabajo y tu maldita deuda de vida no se va a pagar sola.

Unas chicas bastante bulliciosas se acercaron entonces con un sujeto vestido de la peor manera que Jaejoong pudo haber visto, parecía treinta años mayor solo por esas ropas anchas, manchadas de grasa y mugre, las chicas iban en mini falda que apenas cubrían sus voluminosas nalgas, sus curvas eran excesivas a pesar de que tenían sus vientres planos y unos rostros totalmente aceptables, no eran para nada hermosas pero encajaban perfectamente con la descripción de “caliente y sexy” 

—Don, mi amigo ¿Cómo estás? —el sujeto saludo amistosamente a Don con un apretón de manos y un golpecito hombro-hombro.

—Desmond, señoritas —saludo el aludido galantemente hacia las chicas, ellas rieron bobamente, sus impresionantemente altos tacos las hacían mucho más altas de lo que en realidad eran, dejando en ridículo a Don y al otro tipo que lucían más bajitos a su lado.

—Hola chicos —saludaron ellas coquetas, sin soltarse las manos una de la otra, la primera era morena y su compañera tenía el pelo de un rubio teñido totalmente pésimo, la morena se acercó a Changmin como un felino en celo.

—Mmm Maxi, hace tiempo que no te veía ¿Cómo has estado? —Changmin sonrió de lado atrayéndola por la cintura —miaw —dijo ella arañando el pecho de Changmin de una manera vulgar, Jaejoong sintió que el mundo se le caía a los pies en ese momento, los celos comenzaron a hervir lentamente en su estómago, esa tipa era tan vulgar y aun así Changmin la abrazaba de esa forma, sus dientes se apretaron fuertemente.

— Ahora mejor que estas aquí querida Trisha —le dijo en su pose de “papi” más buena, ella prácticamente se derritió y se hizo agua entre sus brazos.

—Humm, ¿Y quién es tu amigo? —ronroneo ella señalando con la cabeza a Jaejoong quien se preguntó si ella siempre hablaría como un jodido gato en época de apareamiento o solo hacía en ese momento para fastidiarlo más.

—No te gastes con el linda, es un amante de los penes —dijo Don rápidamente para no perder la atención de las chicas sobre él, ya que Jaejoong era mucho más apuesto y una amenaza en cuanto a conquistas, ella hizo un pucherito.

—Miaw, que desperdicio, con lo lindo que es ¿No crees Mindy? —la rubia asintió comiéndoselo con la mirada, el bufo y levanto el mentón sin darles más atención.

— Genial, necesitaba alguien como tú —le comento Desmond— ¿No estarías interesado en trabajar para mí? —pregunto a Jaejoong, este lo miro confundido pero sin perder las duras facciones en su rostro que lo hacían ver enfurecido.

— ¿Perdón? —pregunto como si hablara con un total idiota.

—Sí, ya sabes, como mi puto, ellas son mis chicas… — las señalo con el pulgar ¿Ese tío era un proxeneta? Joder que asco… Jaejoong quería golpearlo por siquiera haberle preguntado algo así, ni todo el dinero del mundo podía pagar el cuerpo de Jaejoong y él lo sabía.

—Ni si quiera en tus sueños, yo soy demasiado bueno para ti o cualquiera, y no creo que todo el dinero que puedas tener en este momento alcance si quiera para una mirada mía —Desmond soltó una carcajada mostrando un par de dientes picados y amarillentos, el rubio  sintió arcadas inmediatamente.

—Dios, eres todo un caso “principito”, mira esa ropa de marca ¿Qué jodidos haces aquí? Parecer un pez fuera del agua.

—Ese con una jodida no es tu asunto… —contesto Jaejoong cruzándose de brazos.

—Bueno, que desperdicio, hubieras sido una enorme fuente de ingresos con ese culo follable que tienes —Jaejoong lo miro con verdadero odio antes de apuntarlo con un estilizado dedo.

—Tú ni siquiera deberías hablarme como si fueras igual a mí, joder ¿Qué pasa con la gente? —Jaejoong se alejó del sujeto, se apoyó en su coche con una pose sumamente molesta, saco su porta cigarrillos de titanio del bolsillo de su pantalón y encendió uno de sus caros cigarrillos y lo prendió degustando su sabor, e ignorando totalmente a todos los que le rodeaban como si para el no existieran, el sujeto volvió a reírse.

—Mierda, él es peor que todas mis chicas juntas, y eso que es un hombre, es una “diosa” ¿o algo así?
—Solo se la tiene muy creída, el muy imbécil piensa que por tener dinero lo hace mejor que nosotros, mierda como el debería estar enterrada tres metros bajo tierra, las personas así me dan asco —dijo Don mirándolo como si fuera una cucaracha cubierta debasura— ¿Y bien cuanto y que quieres?

Desmond comenzó a surtirse de todo tipo de droga mientras Mindy se pegaba con su ardiente cuerpo a un contento Don, eso le hizo acordarse de la “gata” y de Changmin, volteo la vista y los vio, ellos escuchaban música compartiendo los audífonos de un gastado mp3, Jaejoong se rio ¿La gente seguía usando esos aparatos? ¡Hace años que habían pasado de moda! La chica hablaba emocionadamente de cada canción y hasta a veces se ponía a cantarlas con una horrible voz desentonada, Jaejoong gimió adolorido por sus pobres orejas sufrientes, que pésimo gusto musical, el rubio quería vomitar.

—Oye Maxi… ¿No quieres subir un momento al cuarto? Yo no voy a cobrarte… eres muy bueno para eso —le escucho decirle a Changmin, Jaejoong sintió que su corazón se detenía, mierda, no, que Changmin se negara, no podría soportar saber que este iba a follar con esa maldita zorra después de haber tenido sexo con él, recordar cada caricia, cada roce, cada cosa que habían hecho anoche e incluso esa mañana, pensar que estaba creyendo que comenzaba a llevarse mejor con Changmin y dejar nacer una pequeñísima y minúscula esperanza de que este pudiera sentir algo por el… 

—Mmm, no lo sé linda.

—Oh por favor Maxi, prometo hacerlo bien, te dejare meterla por mi culo si quieres —ella comenzó a restregarse contra Changmin, Jaejoong vio horrorizado como la erección de este comenzaba a hincharse a través de los pantalones, Changmin la estrujo más cerca, ver a una chica prácticamente desnuda sobre Changmin le dolía, se hizo a los desentendidos tratando de no mirar algo que le producía tanto dolor en el pecho, cuando escucho que Desmond acababa de hacer su “tramite” un par de minutos después, levanto la cabeza y vio a Changmin a la lejanía, no les había oído alejarse, estaban cruzando la calle, y se metieron a un edificio, Desmond se marchó con la otra chica y Don lucio derrotado cuando ella no lo invito a su habitación.

—Con una mierda, Max fue el que tuvo suerte esta vez —mascullo Don enfurecido, Jaejoong apago su cigarro y trato de evitar que se notara la humedad de sus ojos, abrió su auto y se encerró dentro, puso música y respiro profundamente, joder de verdad dolía tanto, Changmin iba a follar con esa maldita perra, como si lo que ellos habían hecho no significase nada.

Pero era el idiota por haber creído que acostarse con el significaba algo para Changmin, estaba claro que el solo buscaba su placer, quizás había tenido curiosidad de hacerlo con chico pero nada más, sin sentimientos de por medio, Tiffany siempre le dijo que había sido un error que él se enamorase de Changmin, y esa fue la primera vez que comenzó a creerlo de verdad en su corazón y no solo en su cabeza, quizás era hora de comenzar a matar poco a poco lo que sé que hubiera estado germinando dentro de él, hacia Changmin, pues nunca iba a resultar en nada.

Don toco el vidrio de la ventana con fuerza, Jaejoong lo abrió ligeramente y bajo el volumen de la música— hay un auto estacionado al frente, ve a trabajar de una vez, Max no te trajo para que te quedaras sentado calentando el asiento con tu inútil culo —Jaejoong bufo molesto y bajo del auto, lo aseguro sin importarle que Don golpeara el piso con su pie y rodara los ojos exasperado, le dio unos paquetitos y cajitas— es mil doscientos, no te dejes estafar o te juro que me olvido de Max y de tu deuda de vida, yo mismo te lanzare al océano con una piedra atada a tus pies.

—Si como sea —contesto de mala gana arrebatándole a Don todo lo que iba a vender de muy malas maneras y sin esperar ninguna respuesta se giró en dirección a los “clientes” Jaejoong suspiro resignado echándole una última mirada al edificio, pero sabía que no podría olvidarse de Changmin y la fulana esa mientras se acercaba al coche negro para hacer el “negocio”. Su pecho no dejo de dolerle y el nudo que se hizo en su garganta tampoco aflojo durante el resto de la tarde.

Trisha se desnudó y se tumbó en la cama, Changmin se abrió la bragueta y se tumbó sobre ella, la chica rompió un condón y se lo paso, Changmin se lo puso, y descubrió asombrado que su erección estaba más flácida que cuando la había sentido restregarse contra el allá abajo en la calle, no estaba siendo fácil ponerse el condón, joder se le resbalaba de las manos…

— ¿Qué sucede? —pregunto ella abriendo más sus piernas, dejando su rosado sexo expuesto a Changmin, eso le parecía erótico si… ¿O no? ¿Porque de repente sentía que no tenía ganas? Comenzó a asustarse, cuando Trisha le había restregado su caliente cuerpo allá abajo él había reaccionado, obvio, ¿Qué hombre no reaccionaria con una mujer tan caliente ofreciéndose?  Pero ahora que la tenía a su entera disposición de repente solo no sentía ganas, no tenía asco ni nada, tampoco se estaba volviendo gay, porque sabía que le seguía gustando una mujer.

¡Le seguían gustando las mujeres! Tenían que hacerlo… Changmin metió dos dedos dentro de la húmeda cavidad para ver si su libido aumentaba, sintió un ramalazo de placer recorrerlo al imaginarse penetrándola, pero el placer desapareció tan rápido como apareció, era como si no pudiera retenerlo en su cuerpo; como arena escapándose de sus manos, se recostó sobre la gimiente chica y lamió sus pezones, manoseo con su mano libre uno de los enormes pechos y disfruto viéndolos rebotar de arriba hacia abajo con el ritmo de las embestidas de sus dedos que ahora estaban empapados, el placer volvió a él con la imagen que observaba, esta vez duro un poco más pero el cosquilleo en su ingle desaprecio rápidamente y su pene colgaba flácido, joder ¿Y ahora qué demonios iba a hacer?

Tocaron a la puerta y la voz de Desmond resonó a través de la madera barata— Trisha, Alexander pregunta por ti, ¿Ya acabaste con Max…? 

—No, ¡solo lárgate! ¡Bajare después! Estoy ocupada —ella sonrió felinamente, abrazando a Changmin por el cuello para besarlo, pero él se apartó rápidamente antes de que ella llegase a tocar sus labios.

—Deberías ir, después de todo yo no voy a pagarte, y tú necesitas el dinero ¿Verdad?, tranquila, podremos hacerlo en otra ocasión, te prometo que te haré ver las estrellas —él le sonrió esperando con todas sus fuerzas que ella se lo creyera, la chica suspiro resignada y se vistió con su escasa ropa.

—No pensé que fueras tan comprensivo Maxi, de verdad necesito el dinero, pero sabes que me gustas ¿Cierto? —ella acaricio su rostro haciendo un sonido como “ras” al pasar sus uñas por la cortísima barba de Changmin, el asintió— eres lindo.

—Tú también —ella se marchó y el suspiro aliviado, no sabía cómo hubiera podido evitar el tema sin parecer un “impotente” ante ella,  joder seria su peor pesadilla hecha realidad, él no era impotente, él era Shim Changmin el Dios del sexo, miro discretamente por la ventana que traía una persiana para evitar la luz del día, utilizo sus dedos para separarla y observo, Jaejoong cruzaba la calle hacia un auto azul, Don atendía a un grupo de chicos más allá, todo normal, Jaejoong… recordó como el chico le había dejado metérsela sin vacilación la noche anterior, joder el agujero del rubio era tan aprieto y rosado, asombrado, Changmin noto que su pene se hinchaba— joder ¿Por ese maldito teñido si te paras? —le grito furioso, recordar la voz de Jaejoong gimiendo con cada estocada, pidiendo que la metiera más adentro en su cuerpo, joder el era tan caliente, el hecho de haber penetrado ese culo, el antes que nadie, lo excitaba todo referente a Jaejoong lo excitaba.

“No soy gay” pensó desesperadamente en su interior, se alejó de la ventana y fue al baño para ducharse, era un pequeño baño pero estaba limpio al menos, se quitó la ropa dejando a la vista su duro pene, mierda, ¡Él no era un maldito marica! No se gastaría pensando en el asunto simplemente no le apetecía Trisha y ya, pero Jaejoong… no pudo evitar pensar que le apetecía Jaejoong en ese momento.

Quizás era el morbo de que el rubio fuera un hombre y alguien a quien odiaba al mismo tiempo, quizás era como Loren había dicho y solo tenía que dejarse llevar, después de todo podría ser una de esas “etapas de curiosidad” seguramente se le pasaría y todo volvería a la normalidad, entonces él podría acabar con la deuda de vida que lo unía a Jaejoong, solo era una maldita etapa en su vida, se repitió Changmin mentalmente.

El agua tibia relajo sus músculos, aunque en ese edificio no duraría mucho así que se apresuró en jabonarse, pero su verga seguía dura rogando por atención, totalmente resignado bajo sus manos y sujeto su miembro, estaba caliente, si, iba a ser rápido… trato de no pensar en nada pero su mente traidora le trajo recuerdos, recuerdos cercanos ya que no habían pasado ni veinticuatro horas desde que se follara al rubio, esos recuerdos eran frescos, el sabor de Jaejoong cuando mordió su cuello, la presión de su cuerpo sobre su verga, sus gemidos.
La voz de Jaejoong no se parecía en nada a la de una chica, podía gemir tan o más eróticamente que una a pesar del tono ronco y su voz de hombre, eso le gustaba mucho, tampoco le había incomodado en ese entonces y menos ahora que se masturbaba pensando en ese demonio rubio, incluso le gustaba la parte en la que el tomo su pene en su mano para ayudarlo a correrse, la primera vez que tocaba el pene de otro hombre y en realidad había sido como masturbarse a sí mismo, y no podía siquiera describir el maldito placer que se sentía cuando Jaejoong tenía un orgasmo y sus paredes se contraían apresando su pene, incluso podría decir que era mejor que el éxtasis o el LSD, Changmin gruñó como un animal salvaje, jalo fuertemente dos veces más y se corrió en su mano, en sus oídos resonaban los gemidos de Jaejoong y el tono de su voz diciendo su nombre al momento del orgasmo, Changmin respiro agitadamente, el agua comenzó a enfriarse tal y como lo esperaba, se apresuró en enjuagarse y salió, se vistió y se miró al espejo de cuerpo entero que Trisha tenía en su habitación, el haberse corrido le daba un aspecto de “satisfecho” y su pelo mojado era evidencia de que se había duchado, lo que le daría más credibilidad a su mentira.

Ni en un jodido millón de años admitiría que no había podido “cumplir con su labor” eso sería matar, asesinar y aniquilar su hombría, él tenía que haber follado como el macho que era, no iba a quedar menos ante los ojos de Don ni mucho menos ante los de del rubio, mientras bajaba por las escaleras y escuchaba los gemidos de las putas y sus clientes, escucho una pequeña voz en su cabeza, esa voz decía que quizás estaba haciendo todo eso en “venganza” por el beso que Jaejoong se había dado con ese maricón en sus propias narices, pero eso sería admitir que se había puesto inhumanamente celoso al ver la escena, sin embargo Changmin el gangster jamás lo admitiría.

Ojalas les guste este cap, Este Changmin es tan de puta madre  pero me encanta xd Gracias por sus comentarios