miércoles, 16 de abril de 2014

The Castle Of Count Cap. 8

En ese momento el príncipe pudo darse cuenta que su sueño no había sido algo normal, las palabras de aquel hombre habían quedado grabadas en su cabeza, que las ideas de caer en algo con el conde no lo dejaban descansar tranquilamente, es por eso, que se levantó sigilosamente y se acercó a la ventana para tomar un poco de aire fresco a ver si podía dormir.

Yunho: -colocando sobre sus hombros un gran abrigo negro-
Rey: espero no tenga alguna molestia conde, no quiero que mi gente lo haga enojar
Yunho: saldré de esta manera solo porque hoy no hay sol, a mas no creo que hayan cosas que me molesten hoy –sonriendo-
Rey: ¿Por qué anda tan alegre?
Yunho: ¿Qué le importa? Oh si debería importarle –riendo-
Rey: que hizo señor…-mirándolo-
Yunho: no hago nada interesante aun, nada interesante….

El conde decidió salir por un momento del castillo ya que no había ninguna luz que le molestara solo debía tener precaución ya que cualquier tipo de luz le haría daño, así que uno de sus sirvientes llevaba en sus manos el abrigo con capucha negra que siempre solía llevar a cuestas, solo quería averiguar cómo estaba la gente del pueblo, nada más que para ver qué hacer si las cosas en el castillo no le resultaban.

Yunho: ha hecho un buen trabajo –mirando a todos lados-
Rey: gracias, más que hacerlo yo, lo ha hecho mi hijo
Yunho: el príncipe, es realmente bueno… espero sea así para todas las cosas
Rey: a que se refiere…. ¿Qué quiere decir con eso?
Yunho: nada rey, lo siento… no mido mis palabras de vez en cuando
Rey: se le está haciendo demasiado habitual no hacerlo conde
Yunho: no se ponga así rey, se pondrá viejo… -riendo sarcásticamente-

El conde sabía perfectamente cómo manejar al rey, su punto débil era su hijo, siempre dijo que si alguien se atrevía hacerle algo el saltaría y mataría a quien se le cruzara por delante, el único problema, es que, si se trataba de Yunho sería muy difícil poder acabar con el…

Prince: Buenos días –en el castillo-
Sirvientas: buenos días príncipe –reverencia-
Prince: -preguntándole a su soldado- ¿es un buen día?
Soldado: digamos es no mucho señor, el cielo está un poco cubierto
Prince: oh no hay problema –sonriendo-
Soldado: -venia-
Prince: soldado saldré a dar una vuelta, por favor llame a los demás escoltas y unas cuantas sirvientas.
Soldado: como diga señor –saliendo de la habitación-

Sin duda el joven no tenía nada claro, mucho menos de las cosas que vendrían al castillo, su padre, el rey… trataba de ocultarle a su hijo estos ocultos secretos que se escondían, pese a los rumores de las muertes de mucha gente del pueblo, de la matanza de aves que se había presentado hace algunas semanas y pese todo la presencia del conde, él quería proteger a su querido hijo.

Prince: vamos….-saliendo del castillo-
Soldado: su padre anda en el pueblo con el conde señor
Prince: eso no me preocupa, sabes que siempre doy mis paseos –visualizando al conde-
Yunho: como está el príncipe –venia-
Prince: bien gracias y usted

Yunho: muy bien –mirándolo con sensualidad-

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