Nunca hubo un punto en su vida antes que Changmin haya estado así de entusiasmado cuando despertó la mañana del viernes. Había notado eso, aunque Jaejoong no le haya dicho ni una palabra, había extrañado la presencia del encantador rubio toda la semana, más de lo esperado.
No había hecho nada más por el resto de la semana pasada, era lo suficiente inteligente para darle a Jaejoong un poco de espacio, lo cual sabía que el rubio lo necesitaría, Changmin se había dado cuenta que la había cagado de verdad y que el arreglo de la situación no iba a ser tan fácil. Algo en su cabeza apareció de pronto la semana pasada, no había descubierto que era todavía, pero lo hacía querer luchar por Jaejoong como si de ello dependiera su vida. Realmente lo sentía de esa forma, aunque quizá estaba siendo un poco dramático.
Changmin se sentía seguro de seguir con su plan para que Jaejoong vuelva con él. Pequeñas cosas habían aparecido en su mente durante la semana y sentía que se volvería loco en cualquier momento si no podía sentirlo una vez más.
Sabía que se estaba volviendo un tanto obsesivo con todo eso y que estaba convirtiendo todo a una meta de vida, sin embargo intentó no pensar de ese modo. Así que quizá era un poco cursi y…enamorado. Ese último hecho le permitía hacer cosas estúpidas ¿verdad? Además, si incluso uno de esos gestos le hacían a Jaejoong sonreír de la manera en que sabía a veces podría sonreír cuando algo realmente lo atrapaba, entonces Changmin haría eso todo el tiempo.
Ya tenía algo en su cabeza para hoy, porque sabía que Jaejoong odiaba los viernes y por ahora, bueno, sí pensó en algo muy simple que había saltado en su cabeza. Era fácil y corto pero no sabía si tenía las agallas para hacerlo. Lo haría, si no fuera por el hecho del tiempo que tenía, inconscientemente, Al menos, ahora estaba en casa y se estaba diciendo esto así mismo.
Pero realmente lo haría. Tenía que hacerlo. Tenía que superar esa cosa estúpida; incluso sus células cerebrales grises ya se dieron cuenta que esos amigos que suponía que tenía ahora no significan nada para él a excepción de dos que desde el día en que todo supieran de la verdadera realidad de Changmin, el no tuvo otra opción que irse de esa fábrica, para nunca volverá a verlos.
Flash Back
—Mira, mira a quien tenemos aquí—decía Don mirando a Changmin que entraba a la fábrica. —no has traído a tu peón, o ya te aburriste meter tu pene en su culo. —rio Don mientras veía la cara de enojo de Changmin.
Este miro a Don con odio definitivamente su paciencia tenía un límite y ahora había sido la gota que rebalso el vaso. Saco la navaja que tenía en su bolsillo y con ágil movimiento la desvaino y llego donde Don para tomarlo por el cuello y estamparlo en la muralla.
—Escúchame maldito imbécil, mi paciencia tiene un límite y ya la pasaste, te lo advertí.
—Me advertiste que—Lo reto con la mirada Don. —que yo recuerde dijiste que no podía tocar a tu noviecito.
Cuando Don dijo la última palabra Changmin dejo un ligero corte en el cuello, Lee, Little Pig, Alex, miraban atónito la situación no querían realmente meterse porque cuando Changmin se enojaba no había nadie que lo pudiera controlar.
—Debo admitir que ese puto marica tiene un muy rico culo, y si no te hubieses adueñado de seguro lo tendría en mi cama todas las noches, metiéndole mi pene. —Termino por decir Don, sabía que si decía eso se metería en más problemas, pero que más daba ahora Max quizás lo mataría.
—Me das pena Don, mi navaja no merece ser clavada en tu asqueroso cuerpo. —dijo este cargando la navaja en el cuello y acercándose al oído de Don. —Ahora vete de una maldita vez o lamentaras a ver venido aquí. —dijo Changmin viendo ahora los ojos de Don, para acercarse una vez más —lo olvidaba, ese culito tiene dueño y se llama Shim Changmin ósea Yo Max. Y sabes algo mas no sabes la exquisita sensación de tener tu pene en un culo como el de Jaejoong. —termino de decirle eso para alejarse y plantarle un seco golpe en el rostro, haciendo a este caer al suelo del dolor y derramando la sangre que salía a chorros de su nariz y boca. —Vete maldita escoria ahora!!!!
Don Tomo sus cosas y salió de la fábrica sin mirar a ninguno de los demás, estaba furioso aunque quería matar a Max, de seguro todo lo saldría el tiro por la culata.
—Max viejo que fue todo eso—dijo Little Pig cuando Changmin llegaba a su lado con un pack de cervezas.
—Es lo que debería haber hecho hace mucho tiempo Pig, solo que ya no aguante más y mande a volar a Don. —respondido Changmin tratando de calmar sus emociones.
—Bien no preguntare más, Don realmente es un estúpido, toma—dijo Little pig pasándole un porro a Changmin—Olvidemos y tomemos como los viejos tiempos
Los ánimos poco a poco se fueron calmando los cuatro chicos compartían y ya cuando iban por su sexto pack de cerveza, el alcohol está a flor de piel, los chico hablaban, gritaban y decían palabras incoherentes. Cada uno trataba de poner un tema y siempre terminabas hablando de cosas sin sentidos.
—Max amigo puedo preguntarte algo. —dijo Little Pig ya con su rostro sonrojado por tanta cerveza.
—Mientras no sea del maldito de Don, puedes preguntar. —respondido Changmin.
—Claro que no es de el
—Ok entonces anda.
—Porque jamás no nos dijiste que eras hijo de Jarrod Shim. —Dijo Little pig serio mirando a Changmin a los ojos, pero no encontró ninguna extrañeza en ellos—un día estuvimos por esos típicos barrios ricos con Lee para dejar una merca y vimos en una pantalla de una tienda dos fotos tuyas, de principio pensábamos que era alguien muy parecido a ti, pero cuando escuchamos una chica decir que era el hijo del empresario más millonario del país y su nombre era Shim Changmin, Lee y yo quedamos boca abierta fue impactante enterarnos de eso, aunque para nosotros te llamas Max Shim no es muy difícil saber que tú y el son los mismos.
—Porque eso a ningunos de ustedes de incumbe. —respondido Changmin sin tomar importancia a las palabras de pig, ya nada le interesaba si ellos se enteraban, le daba igual.
—Max somos tus amigos, quizás en estos momentos estás pensando que todos somos igual a Don, pero no te equivoques si Lee y yo no te dijimos nada, teníamos la esperanza de que tu nos dijeras, pero quiero que tengas algo claro, no porque estés forrado en dinero nosotros te vamos a dejar, somos tus amigos y quiero que sigamos siéndolo, sabes yo te admiro por lo que eres no por lo que tienes. —termino por decir Little pig.
—Viejo Esto es una mierda, mi vida es una mierda, porque siempre termino cagandola con las persona que más quiero.
—Porque.. Porque era un estúpido Max, —dijo sin temor Little pig— yo puedo decirte que he pasado por tanto en esta vida que ahora se valorar las cosas a mi alrededor y aunque me veo un chico malo y hago cosas mala, no puedo dejar pasar cosas así. —dijo Little pig muy calmado.
—Estas tan borracho que no sabes lo que dices Pig. —respondido Changmin sin poder creer lo que había salido de la boca del chico.
—Pero si los borrachos decimos la verdad, ya Max no te hagas conmigo se todo lo que pasaba contigo, hasta ni me molesta que te guste el chico bonito ese el rubio. Ah y descuida me cae muy bien solo porque pensó que mi apodo es genial. —termino por decir pasando un brazo por detrás de Changmin, para que sintiera que no estaba solo.
—Realmente me sorprendes, pero eres un muy buen amigo, gracias Little pig.
—De nada viajo. Para eso estamos los brother no —dijo este pasándole una cerveza—ahora a seguir tomando.
Fin de Flash Back
No valía la pena arruinar algo que podría durar…. Changmin quería algo con Jaejoong. Realmente quería. No estaba seguro que era, como llamarlo, como ir sobre eso, pero lo quería. Incluso pensando sobre pasar sus días con nadie más que el encantador rubio que había tropezado en su vida.
No quería a nadie más. Al principio esa pastilla había sido difícil de tragar.
Enterrado profundamente en sus propios pensamientos, caminó hacia la universidad del rubio, quizás necesitaría ayuda de Tiffany y para entrar a esa universidad.
—&—
Era sábado y Jaejoong no tenía ganas de salir, había rechazado la invitación de Tiffany para ir a otra fiesta que se estaba programando en la casa de Darío. Pero no el no deseaba eso, sí que se quedó en su casa, solo para mortificarse un poco más pensando en Changmin. Estaba tan metido en sus pensamiento que el sonido de su móvil lo sobresalto.
Jaejoong ladeó su cabeza y sintió mariposas revolotear en su estómago. Estaba sorprendido que ni siquiera tuvo el reflejo de contestar. Todo lo que pudo hacer fue mirar el nombre en la pantalla como un bobo.
No va a dejar de llamarte si no contestas, Jaejoong se dijo a sí mismo. Contesta el maldito teléfono.
Tragó fuerte, del modo que si alguien hubiera estado en la habitación, lo hubiera ciertamente escuchado. Presionó el botón verde y llevó el teléfono a su oreja, se quedó callado por un par de segundos.
—… ¿hola?
— ¿Jae…?
—Eso parece.
Se quedó callado por un minuto otra vez.
—Hola. —La otra persona en la otra línea dijo callado e inseguro. Jaejoong sintió su corazón latir muy fuerte en su pecho. Era estúpido. Se estaba volviendo totalmente loco por algo tonto como una llamada telefónica.
Pero Jaejoong no se podía controlar, podía sentir el pulso de su arteria a través de todo su cuerpo a esas alturas.
— ¿Por qué estás llamando? —Preguntó, intentando no sonar muy grosero, te dije hace un par de horas que no deseaba habl….
—Yo, uh…no lo sé. Quería…uhm, oír tu voz.
—Oh…
Respuesta brillante, Jaejoong Muy, muy elocuente.
—Jae, te quiero conmigo. —La voz de pronto dijo, claramente teniendo problemas para decir aquellas palabras. Jaejoong notó que sus cuerdas vocales estaban temblando y sonaba un poco sorprendido.
—Yo…
—No tienes que decir nada —Changmin dijo de nuevo en un tono tranquilo —Solo quería…no lo sé. Tenía la urgencia de decirte eso.
Silencio.
— ¿Recuerdas cuando te pedí que me besaras? Estaba tan molesto contigo esa vez y sentí que iba a explotar por dentro, entonces te besé o tú me besaste, aún no tengo idea. Bueno, por supuesto que recuerdas…
Jaejoong tragó. Recordando las imágenes claramente.
—Nunca sentí algo como eso, con nadie que haya besado. Maldición, se sintió como tener un huracán dentro de mi estómago. Desde ese momento, ninguna chica o simplemente nadie excepto tú puedes hacerme sentir algo así. Sigo adormecido por eso.
¿Estaba ebrio? ¿O drogado de nuevo? Sonaba tan extraño, pero extrañamente consciente. ¿Por qué estaba diciendo todo esto? ¿Y Por qué Jaejoong estaba teniendo cierta fuerte reacción con las simples cosas que Changmin le estaba diciendo? Jaejoong de pronto se sintió alborotado, caliente y frío al mismo tiempo. La vista borrosa.
—Recuerdo —Dijo en un susurro.
— ¿Sí? Bueno eso es…eso es bueno. No quiero que lo olvides.
— ¿Cómo podría…?
Por un suspiro ahogado, Jaejoong podía decir que Changmin había presionado su mano libre contra su rostro. El rubio comenzó a tener ese sentimiento que sabía lo que estaba mal con el otro chico. No confiar en sí mismo en no sonar ronco. Aclaró su garganta antes de hablar.
— ¿Qué es lo que quieres, Changmin? —Preguntó intentando poner el tono correcto en sus palabras para asegurarse que Changmin le diga la verdad y nada más que eso.
—Yo…solo quiero…—Estaba claramente luchando. Intentando decir lo que quería dejando de lado el… ¿miedo? Jaejoong sintió una punzada de culpa cuando se dio cuenta que Changmin estaba asustado. Estaba asustado de que Jaejoong lo rechazara si se abría hacia él.
—Solo dime —Jaejoong susurró una vez más.
—Yo…quiero. A ti. Te quiero. Te quiero demasiado, no tienes ni una maldita idea, es como si estuvieras en todos lados alrededor de mí y…¡me estoy volviendo loco!
— ¿Qué es lo que quieres de mí, Changmin?
—Quiero…ugh. —Changmin se pausó, tomó un respiro tembloroso antes de continuar —Quiero sostenerte cerca de mí, sentir el calor que irradias…
Jaejoong sintió una punzada familiar en su estómago. Oh Dios…
— ¿Qué harías si yo estuviera ahí?
Jaejoong no podía creer que estaba realmente preguntando. Seguir con esto. Estaba entrando a un terreno peligroso. La conversación estaba siendo dirigida a un terreno peligroso.
Changmin gimió ligeramente y siguió con su respuesta —Yo…llevaría mis manos a tus cabellos, masajearía tu cabeza, atraería tu espalda contra mi pecho… —Suspiró —llevaría mis manos a tus piernas largas para sentir tu piel caliente con cada movimiento, tocaría tus muslos, tu cadera…
Jaejoong estaba imaginándose todo. Cielos, se lo estaba imaginando y sabía que estaba muy, muy mal pero no podía evitarlo. Sus padres estaban en la otra habitación. Y él estaba en el maldito teléfono y no podía detenerse, tampoco quería para que negarlo. Lo estaba poniendo cachondo.
— ¿Y luego? —preguntó, sintiendo su voz ronca.
Changmin parecía notar que Jaejoong lo estaba disfrutando, así que ganó confianza.
—Lamería tu cuello y detrás de tu oreja, giraría tu cabeza y así…podría besarte. Nuestras lenguas fueron hechas el uno para el otro. Saborearía tu boca. Oh, mierda, Jaejoong, te quiero demasiado, el beso sería desesperado, húmedo y caliente, te tendría más y más cerca…
Changmin estaba gimiendo ahora y la visión de él masturbándose saltó a la cabeza de Jaejoong haciéndolo ruborizar más de lo que estaba.
—Minnn —Jaejoong siseó sintiendo su estómago arder placentero —Sí, me gusta. ¿Qué harías después? Dime.
—Mis dedos se sentirían fríos contra tu piel caliente, tomaría el borde de tus boxers y los bajaría ligeramente, solo ligeramente así tu gemirías ansioso, ambos sin ninguna prenda, disfrutando la sensación de piel contra piel…
Cerrando sus ojos fuertemente, Jaejoong llevó una mano a su entrepierna. Necesitaba…joder. ¿Lo haría? Estaba en el teléfono. Y sus padres…
Pero Jaejoong estaba perdido en un torbellino que una vez más lo había encontrado.
—Changmin —suspiró, lentamente sintiendo sus paredes caerse. Solo esta única vez. Pensando en aquellos momentos en los que habían tenido sexo. El rubio sabía que lo necesitaba. Lo quería. —Dime que tanto lo quieres.
— ¿De todo esto?
—Dime —Jaejoong tragó. No sabía de dónde venía todo esto pero el solo pensamiento iba hacer que se corriera. —Solo cuánto quieres una vez más empujar tú, ahora, sin duda doloroso y palpitante pene dentro de mí, haciendo que me arqueara contra tu cuerpo…
—Ohh…
—Estás hambriento de esto ¿cierto?
Oh, no, Jaejoong definitivamente estaba mal, pero era como que toda la frustración que no sabía de dónde venía salía a la superficie.
—…Y si estuviera en algún lado cerca de ti ahora, rogarías por eso. Rogarías que abra mis piernas para ti, ansioso, dispuesto para que lo tomes todo.
—Mierda. Joder, Jae. Sí, yo lo haría…
Jaejoong sonrió. Sentía tener el control y era intoxicante. ¿Cuánto tiempo llevaban en el teléfono? ¿Cinco o diez minutos? ¿Cómo de pronto en esos minutos llegaron a tal punto de, prácticamente, tener sexo telefónico? Jaejoong no tenía idea, pero empujó cada pensamiento que tenía a un lado de su mente. No pensar. No sentir. El mundo daba vueltas otra vez y una parte de los sentimientos estaban de regreso.
De pronto Jaejoong recordó que era eso que había hecho que se rindiera hacia Changmin tan fácilmente.
Ese sentimiento de necesitar nada más en el mundo que ellos dos.
Ni siquiera lo había notado, pero durante el proceso de hablar con Changmin, había agarrado su propio pene y ahora movía su muñeca de arriba hacia abajo, gimiendo a la fricción y rodando los ojos que estaban fijos en el techo. No le gustaba masturbarse, o al menos ya no más. Preferiría tener a alguien más haciéndolo para él.
—Oh, Minnie…—Jadeó sin ni siquiera le importó que sonara como una maldita puta —Quiero tu mano en mi pene. Ahora. ¿Podrías…? Ugh… ¿podrías estar en mi cama ahora?
—Tú eliges los momentos, sabes. —Changmin gruñó, pero la excitación no se había ido. Solo estaba frustrado. —Yo siguiéndote durante todos los malditas días y ahora estoy en mi cama escuchándote decir que quieres que este en tu cama.
Jaejoong sonrió, aunque Changmin no podía verlo por supuesto —Tu despiertas mi lado latoso.
— ¿Latoso? ¿Te estás escuchando? Estoy despertando esa jodida estrella porno, esa sexy cat, tanto como sé.
—Cómo desees. —Jaejoong respondió, gimiendo, como si ya no fuera capaz de pronunciar un comentario sarcástico. Blancas flamas calientes sentía dentro de su estómago y sintió el orgasmo acercándose cada vez que oía los suaves gemidos al otro lado de la línea.
—Dios, quiero tocarte…—Changmin se quejó de pronto —Tocarte, saborearte, estar dentro de ti.
Jaejoong comenzó a ver puntos blancos en frente de sus ojos. Sentía el sudor formándose en su frente, su cabello ya se estaba pegando en su rostro y la humedad en su entrepierna sobre su eje.
Sentía pequeños espasmos y estaba anhelando que Changmin lo follara en ese momento. Eso era lo que quería, maldición, quería ser follado en ese momento, fuerte, rápido y apasionado.
Jaejoong quería todo eso, el placer, casi volviéndose en un dolor difícil de soportar. Era demasiado, pero no suficiente, eso era él y Changmin. Todo estaba lleno de extremos y Jaejoong se sentía un drogadicto miserablemente adicto.
Se mordió su labio inferior y se sintió ligeramente rojo aunque sabía que nadie más podría verlo o saber, colocó el teléfono a un lado entre su oreja y la almohada. De esa manera podría bajar su segunda mano mientras se masturbaba con fuera, llevando dos dedos a su trasero.
Soltó un jadeo tembloroso, empujó un dedo dentro de él. Jadeó a la deliciosa fricción. No era lo que necesitaba, no siquiera estaba cerca. Su cabeza estaba lanzada hacia atrás, su boca abierta en un grito silencioso y su cuerpo arqueado encontrando una forma de tomar todo ese placer que recorría en todo su cuerpo.
Las sábanas se retorcían debajo de él, prácticamente sofocándolo, o así se sentía. Así que Jaejoong estiró las piernas para empujar las sábanas a un lado de la cama, el aire frío inmediatamente cubrió su cuerpo, haciéndolo sentir la piel de gallina, pero estaba muy concentrado en meter y sacar su dedo, Sintió sus músculos trabajando contra la intrusión, así que no dudó en meter un segundo dedo. Gruñó. Su voz ronca y su garganta seca.
— ¿Qué estás haciendo? —Changmin preguntó casi sin aliento al otro lado de la línea, también gimiendo y suspirando.
Jaejoong no respondió por un momento, concentrado en follarse con los dos dedos. Deseaba tener un dildo en algún lugar.
No era que hubiera tenido demasiado penetración, siempre era el quien penetraba pero desde que Changmin lo hizo, se volvió adicto a esa sensación de ser penetrado, era los más excitante y además ya había pasado un tiempo así que estaba estrecho, lo suficiente estrecho para ganar placer con ese dos dedos que lo hacían jadear.
Su respiración se volvió inestable, tomando grandes bocanadas de aire. Sus gemidos eran consecutivos y quería detenerse, sonaba ridículo, pero no podía.
Alzó su cabeza, quería detenerse pero en su lugar aumentó el ritmo. Se sentía bien ¡demasiado bien!
Jadeando y con el corazón zumbando en sus oídos, lanzó su cabeza hacia atrás una vez más.
—Oh Dios…Min… ¡Changmin!...Mierdaaa
—Jae ¡ugh!..¿-Qué….Qué estás ha-haciendo? —Changmin preguntó claramente tan cerca como Jaejoong.
—Me follo así mismo imaginando que es tu pene dentro de mi…—Jaejoong fue capaz de decirlo en voz alta.
Como esas palabras llegaron a al cerebro de Changmin en la línea. Jaejoong oyó un gemido fuerte y supo que Changmin se estaba corriendo. Oh demonios, deseaba estar justo ahí.
A los sonidos eróticos de Changmin, Jaejoong comenzaba a correrse, fuerte, sintiendo el semen caliente en su vientre.
Temblando, limpió su mano sobre el colchón y agarró su teléfono.
Se quedó callado por un momento. Ambos jadeando pesadamente en el auricular.
—N-Nunca me había corrido por sí mismo así en mi vida —Jaejoong dijo con la boca seca.
—Ni yo.
Hubo un silencio entre ambos, quienes intentaban recuperar el aliento.
—Quisiera verte follar así mismo —Changmin dijo de pronto.
Jaejoong gruñó ruborizándose inmediatamente. —Sí, bueno, con suerte.
—Quizá la próxima vez.
Jaejoong cerró su boca y sus ojos se abrieron a la no disimulada forma de Changmin de expresarse así mismo.
—Sí…quizá.
Nadie dijo nada en los siguientes minutos y Jaejoong pensó que Changmin se había quedado dormido, ya que siempre después del orgasmo Changmin caía dormido, hasta que oyó al muchacho susurrar su nombre.
— ¿Hmmm? —respondió.
—Buenas noches.
Jaejoong sonrió —Buenas noches, Minnie.
Y ambos colgaron, Jaejoong miro su cuerpo no podía negar que Changmin estaba muy cambiado y eso le encantaba, no sabía si podía estar mucho tiempo lejos de él.
—&—
Había pasado una semana desde que no había hablado con Changmin desde aquella vez y ahora era viernes estaba en la universidad y durante sus dos primeras clases, que a Jejoong no le interesaba, le dio tiempo para pensar sobre todo lo demás. No tenía ganas de pensar pero parecía que no podía detener su mente. Habían tenido la misma explicación sobre la segunda guerra mundial las pasadas clase y la verdad es que no podía importarle menos.
En su mente, estaba reproduciendo como una cinta el momento en el que el chico vino a entregarle un ramo flores en la sala de música. Bueno, en realidad no recordaba al chico, y por supuesto, lo que más recordaba era esa nota de Changmin. Sonrojándose al ver en la pequeña tarjeta decir “No dejare que esto acabe así, si tengo que conquistarte lo hare. Te amo Changmin”.
Jaejoong nunca en su vida pensó que Changmin hiciera eso y se sintió halagado. No por las rosas, aunque habían sido hermosas, sino por el hecho de haber sido capaz de mortificarlo.
Muy bien, eso sonaba sádico de algún modo, Changmin realmente no necesitaba sentirse mortificado. Bueno, quizá un poco. ¡Eso era parte del mundo! Lo que realmente amaba era que estaba moviendo a Changmin. Como si tuvieran este tipo de química enredada entre ellos cada vez que estaban cerca y de pronto la energía empezaba a sacar chispas.
Jaejoong pasó el resto de las horas intentando callar su mente, pero no pudo. Siguió pensando más de lo normal y poco a poco se iba volviendo loco pero no había forma de patear a Changmin fuera de su mente ahora mismo. Estuvo feliz cuando la campana finalmente sonó, indicando la hora de descanso. Al fin. Se alisó su ropa y se colocó su chaqueta negra, salió del aula sintiendo el aire de invierno.
El viento se sentía frío en su piel e intentó meterse más en su chaqueta, pero no funcionó. Estaba pensando en comprarse esos pantalones de invierno, pero realmente no era de su gusto y no lo hacía sentir cómodo, pero al menos sentiría menos frío. Quizá el próximo invierno.
Andy se le unió en su usual esquina dónde siempre paraban y conversaban. Comenzaron con su pequeña charla hasta que Jaejoong oyó voces altas aproximándose. Intentando separar esas voces de las otras personas, el rubio sabía que se trataba de su amiga ese peculiar tono, no cabía duda que era Tiffany. La chica se acercó con una hermosa sonrisa en sus labios.
—Jae cariño necesito que me acompañes. —decía la peliroja con una sonrisa sincera.
—Fanny es necesario ahora mismo junto estaba por ir por un café, este frio de mierda me está congelando. —decía el rubio frotando sus manos por sus brazos.
—Te conviene que vengas conmigo, es mejor el calor humano que un café, ven vamos—dijo Tiffany tomando la mano de Jaejoong no dejando que replicara.
La pelirroja llevo a Jaejoong al último patio de la universidad lo cual en ese momento no había nadie. Estaba todo totalmente en silencio.
—Para que estamos aquí Fanny, si querías hablar a solas perfectamente podrías haber esperado al salir de la U para ir a mi casa. —replico Jaejoong sintiéndose hastiado con la situación.
—Solo cállate y déjate sorprender.
Jaejoong sintió su garganta secarse tanto como disimuladamente giró su cabeza a la otra dirección, cuando algo que ni en sus más salvajes sueños hubiera esperado, sucedió.
—Hola Jae.
¿Fue esa la voz de Changmin? Fue la voz de Changmin. La boca de Jaejoong se abrió y su corazón comenzó a latir con fuerza. Se quedó ahí de pie, mientras por dentro estaba gritando de nervios. Sintió que su cuerpo de desinflaría como un globo y ya estaba comenzando a ver estrellas por la respiración que aguantaba.
—Uh…—Jaejoong intentó decir —Hola.
Casualmente, Changmin empezó a caminar en dirección a una esquina, Jaejoong vio tomar una guitarra que estaba escondida en una esquina del edificio. y acomodarse en una banca. Cuando sus ojos se conectaron Changmin le sonrió a Jaejoong
Los ojos de Jaejoong siguieron los movimientos de Changmin, no entendí nada de lo que estaba pasando solo cuando sintió un codazo en su castilla despertó.
—Solo disfruta, y ya no seas imbécil que esto no se ve todos los días. Adiós cariño—termino de decir Tiffany para mirar a Changmin y hacerle un gesto e irse del lugar y dejar solo a Changmin y Jaejoong.
Este último pestañó intentando descifrar que había sucedido.
—No tengo una voz tan hermosa como la tuya, pero quiero responder a tu canción—dijo Changmin antes de concentrarse y fijar sus ojos en Jaejoong. Respiro hondo y las primeras palabras salieron de su boca.
Te extraño mi amor, una persona como mis lágrimas
A pesar de que fluye interminablemente, te extraño una vez más
Vives en mis ojos y dentro de mi corazón
Si sólo pudiera abrazarte una vez más
Te extraño mi amor, mi amor,
¿Puedes voltear y mirarme?
Te llamaré hasta que mis labios
Estén resecos, pero eso no te alcanzará
Donde quiera que estés, iré a buscarte
Incluso cuando el día que deje
De respirar llegue, esperaré por ti
Quiero amarte otra vez, mi amor
A quien extraño locamente
Mi amor
Te miro, mi amor, aunque no pueda tocarte
Dolorosamente miro a tu cara, a aquellos ojos
La única persona que envuelve mis lágrimas y mis cicatrices
En este mundo, sólo eres tú
Te extraño mi amor, mi amor,
¿Puedes voltear y mirarme?
Te llamaré hasta que mis labios
Estén resecos, pero eso no te alcanzará
Dondequiera que estés, iré a buscarte
Incluso cuando el día que deje
De respirar llegue, esperaré por ti
Quiero amarte otra vez, mi amor
A quien extraño locamente
Como el viento, estaré a tu lado
Aunque no me puedas ver
Te protegeré para siempre
Te amo, te amo - Te llamo hasta que
Mi corazón estalle, ¿no puedes oírme?
Donde quiera que estés, iré a buscarte
Incluso cuando el día que deje
De respirar llegue, esperaré por ti
Quiero amarte otra vez, mi amor
A quien extraño locamente
Cuando Changmin termino de cantar dejo la guitarra de lado y camino hasta donde estaba Jaejoong mirándolo aun asombrado con sus ojos con llenos de lágrimas.
—Jaejoong —dijo Changmin cuando ya estaba frente a frente al rubio, subió su mano y el poso sobre la barbilla de Jaejoong para conectar sus ojos con los del rubio. — Te amo, Te necesito, vuelve a mi….quieres que seas parte de mi vida, TU… quieres ser mi novio. —termino por decir Changmin mirándolo nerviso para escuchar sus respuesta.
Jaejoong miro a Changmin como si se tratara de un ángel, jamás espero una pregunta como esa. Sus emociones estaban a flor depiel, claro que deseaba ser parte de la vida de Changmin, porque lo amaba con toda su vida, cuerpo y alma.
—De verdad me tomaste por sorpresa—decía Jaejoong abrazado a Changmin. —Te amo estúpido, quiero ser parte de tu vida ahora y siempre. Y es un placer ser novio del chico más rudo del país—respondido Jaejoong separándose un poco del agarre de Changmin para mirarlo a los ojos.
—Gracias mi teñido hermoso. —dijo Changmin acercando sus labios para besar esos labios que tanto extrañaba y no deseaba esperar más para sentirlo una vez más.
Ambos se besaban sin ningún miedo, mientras los finos copos de nieve caían en sus cuerpos.
—&—
Así que Changmin lo había finalmente logrado. Jaejoong no podía estar más ansioso, amaba la atención que Changmin le estaba dando, hacía que su corazón latiera rápido y no estaba la mayoría de veces preparado y eso era…o eso no era bueno para su salud. Tampoco era bueno para su memoria porque cada vez que Changmin le mandaba un mensaje o hacia algún gesto, Jaejoong ya habia olvidaba lo completo idiota que había sido en los días pasados, olvidaba como lo había tratado como si fuera solo un polvo casual. ¡ya no quería recordar eso!
Comió su cena en completo silencio esa noche. Sus padres había estado intentando descubrir cuál era la situación de él en los pasados días, pero Jaejoong se negaba a hablar al respecto.
De todos modos, en casa no decía una palabra más y sus padres se habían rendido en ese caso.
Cuando fue a su cama esa noche, prendió su Ipod, escucho uno que otros tema que le gustaba, ya no quería seguir pensando en Changmin lo extrañaba tanto que hasta su cuerpo empezaba sentir la falta del cuerpo cálido de él. Su verga empezaba a dolor y se rehusaba a usar su mano, ya no quería tocar su cuerpo solo quería que Changmin lo tocara.
Miro el reloj de su burro eran las diez de la noche, estaba totalmente aburrido quería algo más, así que tomo su móvil y mando un mensaje a Changmin.
—Que haces, te extraño. —escribió Jaejoong. Su sonrisa creció cuando su teléfono sonó.
—Pensando en ti…
—Quiero verte. —escribió una vez más.
—Entonces baja, estoy afuera esperándote.
Jaejoong no pudo contener su sonrisa y su emoción, Changmin estaba afuera esperándolo, tomo su chaqueta y salió del lugar sin hacer ningún ruido. Ya que no deseaba dar explicación.
—Te extrañe mucho porque me tienes tan votado—dijo Jaejoong cuando estuvo en los brazos de Changmin.
—Lo siento, pero todo tiene una explicación, ven sube te llevare a un lugar.
Jaejoong subió al carro que Changmin había llevado con él, no tenía la menor idea donde iría pero si era con Changmin podía ir al fin del mundo.
Cuando llevaban más de una hora manejando, Jaejoong se sentía nervioso era la primera vez que estarían solos realmente, aunque eran novios oficiales, se sentía como si esto fuera su luna de miel.
—Quita esa cara, no te hare nada que tu no quieras—dijo Changmin mirando de reojo a Jaejoong.
—Es la única que tengo. —dijo Jaejoong rojo, sabia lo intenciones de Changmin.
Cuando Jaejoong vio que Changmin estacionaba el carro en una cabaña bastante hermosa, supo leer la mente de este, el lugar sin duda era un paraíso.
—Quiero que tú y yo empecemos de nuevo, sé que la he cagado pero quiero construir hermoso recuerdo contigo—dijo Changmin tomando la mano del rubio para guiarlo dentro de la cabaña. —vamos no quiero que resfríes.
Ambos estuvieron compartiendo, una deliciosa cena, era de madrugada pero todo valía si podían estar así de juntos, el lugar era perfecto la cabaña estaba cálida, la chimenea estaba prendida ya que afuera estaba a punto de caer la nieve, estuvieron viendo películas abrazados y besándose cuando sus labios los llamaban para probarse.
-- Yo tengo todo lo que quiero de ti – dijo levantando la mano de sus labios para acariciar la suave mejilla del rubio que lo miraba con sus ojos negros.
Jaejoong vio que Changmin se aproximaba hasta su rostro y volvió a sentir que su corazón se aceleraba con cada centímetro. Sentía la respiración tibia cerca de su oído, acariciando de forma suave su piel, mientras una de sus manos se depositaba de forma suave sobre su hombro y la otra reposaba sobre su espalda.
-- Si y yo– dijo el rubio totalmente sonrojado.
Jaejoong cerró los ojos al sentir que Changmin se aproximaba de nuevo a su rostro para depositar esta vez un beso sobre sus labios. La última vez que habías disfrutado de un beso de él había sido hace días atrás.
Era un beso cálido y embriagante, lleno de deseo y pasión. Abrió los labios en cuanto sintió la lengua de Changmin urgiéndolo a hacerlo, sintiendo como el asalto sobre su boca le hacía temblar. Sentía como si fuego comenzaba a recorrer su cuerpo, haciéndolo entrar en calor de forma acelerada. Haciéndolo comenzar a sudar ligeramente debido a los besos de Changmin y a las caricias que comenzaba a sentir sobre su cuerpo.
—Te lo agradezco, gracias por esto – dijo sonriendo.
-- No me agradezcas nada – dijo Changmin pegando sus labios a las mejillas sonrojadas del rubio.
Jaejoong sintió de nuevo como el fuego comenzaba a correr por todo su cuerpo, comenzaba a quemarle las venas. Quiso levantar sus brazos para pasarlos por el cuello de Changmin,
-- Minnie… Hazme el amor, quiero sentir tu dulzura.
--lo hare – murmuro en respuesta.
-- Minnie… ahhh
Un gemido escapo de los labios de Jaejoong al sentir las manos de Changmin recorrer su pecho ya desnudo, mientras los labios de Changmin volvían atrapar los suyos en un beso apasionado.
Con una mano Changmin recostó a Jaejonog sobre la cama, sin dejarlo protestar por algo mas.
-- Cha… Changmin… - dijo Jaejoong en un jadeo – hazlo! – volvió a decir en cuanto Changmin se separó de sus labios.
-- Si – volvió a responder levantando la cabeza para ver a Jaejoong a los ojos.
Su cuerpo había comenzado a temblar bajo las caricias que Changmin estaba dando sobre su pecho. Las sensaciones eran intensas y de sus labios escapaban de forma inconsciente gemidos de placer.
Jaejoong sintió su corazón latiendo a mil mientras abría y cerraba la boca sin poder pronunciar ninguna palabra. Solo escapaba su respiración acelerada de ella. Y los gemidos que Changmin le provocaba.
La mano de Changmin comenzó a moverse de forma circular sobre el pezón derecho del rubio haciéndolo dar un pequeño brinco en la cama. No se había dado cuenta cuando había sacado sus zapatos de sus pies.
-- Ahh Min! – grito al sentir como Changmin retiraba su mano de su pezón y lo cubría con sus labios haciéndolo gemir más fuerte.
-- Solo dilo – dijo Changmin pegado a su pecho.
-- Re… re…
La mano de Changmin comenzó a bajar de forma lenta por todo el pecho lanzando corrientes eléctricas por toda la piel del rubio. Se detuvo sobre las cintas del pantalón elástico esperando las palabras del rubio.
-- Retira el maldito cinturón que me está molestando! – dijo Jaejoong por fin totalmente sonrojado ante sus propias palabras. Le estaba dando a Changmin el permiso que necesitaba para continuar.
-- A mí también me molesta mucho – dijo Changmin jalando el pantalón del rubio y dejando deslizar su mano dentro del pantalón para obtener el pene ya endurecido por las caricias.
Jaejoong soltó un suspiro al verse libre de aquello que tanto le estaba molestando y dirigió su vista a Changmin que se hincaba en la cama y comenzaba a retirar su playera y desataba su propio pantalón, arrancando los boxer y dejar al descubierto su pene también erecto.
El sonrojo en las mejillas de Jaejoong se intensifico aún más al ver Changmin quedar por completo desnudo.
-- mmh Changmin! – dijo Jaejoong en un jadeo al ver la perfección en el cuerpo de este.
-- Ya no necesitaras esto – dijo Changmin empujando a Jaejoong y comenzando a jalarle los pantalones para después lanzarlos al suelo juntos con los de él.
Jaejoong cerró los ojos al sentir como Changmin se apoderaba de nuevo de sus labios, urgiéndolo a abrir su boca para saborear de nuevo su sabor. Pero en esta ocasión las manos de Changmin se deslizaron por detrás de la espalda del rubio.
-- Eres libre – dijo Changmin mientras dejaba deslizar su mano hasta el miembro despierto de Changmin – pero no de dejarme.
-- Jamás te dejaría Minnie – respondió Changmin a su oído, entrelazando sus brazos, al cuello de Changmin para unir sus labios.
Jaejoong gimió de forma sonora al sentir la mano de Changmin moverse de forma maestra sobre su miembro crecido. Una sensación que le hacía retorcerse de la pasión llego hasta él. Haciéndole enterrar sus uñas sobre la espalda de Changmin.
Changmin acariciaba de forma suave al principio su miembro endurecido, pero con forme sus gemidos aumentaban, la velocidad en la mano de Changmin también lo hacía.
-- Oh Minnie!! – escapo un gemido de sus labios de forma inconsciente.
Al escuchar Changmin de los labios del rubio su nombre le hizo estremecer de pasión. Había estado masajeado pene de su rubio, mientras el suyo rozaba de forma seductora sus largas piernas. Cada gemido que escapaba de los sensuales labios de Jaejoong le hacía estremecer. No era necesario que Jaejoong lo tocara… aun. Podía excitarse con la suave música que eran sus gemidos.
Jaejoong se quejó al sentir que Changmin dejaba de masturbarlo para casi al mismo tiempo sentir una oleada de placer que casi lo hace gritar…
-- Aaahhh Changmin… Minnie!!! – grito.
Sentía como algo cálido había rodeado supene y como de forma seductora subía y bajaba provocándole infinito placer, como rodeaba con su lengua su excitación, como tocaba la punta con la misma y se volvía a sumergir introduciendo por completo su miembro en su boca de nuevo.
Donde había aprendido Changmin a hacer eso? Pero el placer que sentía comenzaba a borrarle cualquier pregunta que cruzara su cabeza en esos momentos.
Estaba por completo perdiendo la razón, sintiéndose llevar por emociones muy distintas a las de la primera vez. Al grado de hacer cosas que solo había visto retratadas en una hoja de papel. Pero ahora sabía que le gustaban y le gustaban mucho.
Un ligero quejido escapo de los labios de Jaejoong al sentir que algo penetraba su entrada. Pero era un dolor ínfimo comparado con el placer que la boca de Changmin le estaba proporcionando.
Changmin había aprovechado el placer que sentía había despertado en el rubio para irlo preparando. Sabía que era mejor tener la vaselina con ellos, pero no quería interrumpir la melodiosa música que escapa de los labios de Jaejoong para ponerse a buscarla.
-- Minnie!! – un gemido más fuerte escapo de los labios de Jaejoong al mismo tiempo en que sus manos viajaron hasta la cabeza de Changmin para acariciar sus rebeldes cabellos.
Changmin dejo deslizar un segundo dedo dentro de la entrada del rubio, al mismo tiempo en que sintió como el pene que tenía en su boca comenzaba a palpitar más fuerte. Sabía por experiencia que Jaejoong no tardaría en llegar al clímax.
Moviendo ambos dedos dentro de Jaejoong, comenzó a torturarlo de forma suave. Metiendo y sacando, logrando que la pequeña entrar se estirara para hacerle más fácil la entrada, mientras su boca continuaba moviéndose sobre el pene casi realizado del rubio.
-- Aaaahhhh mierda Min!!! – trato Jaejoong inútilmente de avisarle que se venía dentro de su boca, pero Changmin no hizo el mínimo intento por apartarse.
Con un grito ahogado Jaejoong lleno con su blanca semilla la boca de Changmin, llevando un sabor almizclado con ella. Era un sabor exquisito, como podía Jaejoong tener sabores tan distintos? Sus besos, su piel y ahora su semilla. Y los tres tan intoxicantes como el más finos de los vinos.
Jaejoong respiraba de forma agitada, esperando lo suficiente para que su corazón dejara de latir tan apresurado y poder hablar. Pero Changmin subió hasta sus labios y los atrapo en un beso apasionado compartiendo el sabor del exquisito vino que había probado.
Jaejoong rodeo a Changmin con sus brazos haciendo aún más profundo el beso dejando que la lengua de Changmin recorriera su boca de forma dominante, mientras movía sus manos por la espalda del capitán sintiendo como los dedos no dejaban de moverse en su interior.
-- Minnie…
Jaejoong escucho el gemido quedo que escapaba de los labios de Changmin al mismo tiempo en que sentía retirarse los dedos de su entrada, ya lista, para recibirle.
-- Changmin…
Volvió a escuchar de los labios del rubio mientras sentía como los fuertes brazos de Changmin abrían sus piernas y se acomodaba entre ellas dejando en su entrada la excitación despierta.
Jaejoong vio fijamente los ojos cafe cubiertos por un brillo de deseo y pasión que ya le había visto antes. Y subió los brazos hasta su cuello al tiempo en que solo asintió, dándole el permiso que necesitaba para penetrarlo.
Un fuerte quejido escapo de sus labios al sentir como el pene de Changmin entraba de forma lenta en él, pero el dolor fue menor de lo que esperaba. Pensaba que por no haber utilizado un lubricante, el dolor sería muy intenso, pero no había sido así.
De forma instintiva rodeo la cadera de Changmin con sus piernas y comenzó a moverse de forma rítmica al no sentir moverse a Changmin dentro de él.
Changmin se había detenido al escuchar el quejido de los labios de Jaejoong, pero al sentir sus sensuales movimientos, había comenzado a moverse de forma suave, entrando y saliendo con el mayor cuidado, hasta que los gemidos de placer del rubio escaparon haciéndolo moverse de forma cada vez más y más rápida.
Los gemidos escapaban de uno y de otros labios al mismo tiempo, haciendo que el pene antes dormido de Jaejoong volviera a erguirse.
Changmin al sentir la dureza en su vientre, dejo deslizar su mano de nuevo hasta el pene del rubio y comenzó a masajearlo con forme cada embestida.
El ritmo se fue incrementando con forme los gemidos, haciendo que los dos cuerpo mostraran una ligera capa de sudor. Las respiraciones se fueron acelerando, lo mismo que los latidos de ambos corazones para dar las ultimas resistencias.
En poco tiempo los cuerpos se tensaron dejando escapar al mismo tiempo toda su pasión. Jaejoong sobre la mano y estomago de Changmin, manchando al mismo tiempo el suyo y Changmin dentro de Jaejoong.
Respirando agitadamente, Changmin se retiro de forma suave del interior del rubio y se acomodo a su lado, abrazando de forma posesiva el cuerpo largo y delgado que estaba del lado contrario.
-- Jae… - murmuro de forma entrecortada, aun con el corazón latiendo a mil.
Jaejoong solo levanto la vista topándose con los ojos cafe que le veían de forma detenida con una mezcla de sentimientos que no alcanzaba a entender.
-- Mm? – pregunto curioso.
-- Te… amo.
Jaejoong abrió grandemente los ojos al escucharle decir esas palabras, que a pesar que no era la primera vez que se las decía, si era la primera vez que sabía eran verdaderamente ciertas.
-- Changmin!!! – dijo levantándose a la carrera para apoyarse sobre su pecho y rodear su cuello – yo también te amo!
-- Ahora si me crees? – pregunto Changmin viéndolo fijamente.
-- Si, jamás volveré a dudar de ti. Lo siento, en verdad lo siento mucho. Yo no debí…
Pero en esos momentos los labios de Changmin le asaltaron haciéndolo callar de inmediato.
-- Cierto, no debiste… - dijo Changmin con una media mueca en forma de sonrisa. Jaejoong sonrió en respuesta. Para después quedarse pensando un momento – Ahora que sucede?
-- Es que…- comenzó Jaejoong de forma nerviosa.
-- Es que qué?, no te quedes callado – insistió Changmin.
-- Es que tengo una duda – dijo Jaejoong desviando la mirada.
-- Hn? – cuestiono sin decir nada más. Jaejoong volteo a verle y sonrió un poco de forma nerviosa.
-- Donde aprendiste a hacer eso? – Los ojos de Changmin se abrieron con sorpresa, haciendo que un casi imperceptible color rojo apareciera sobre su rostro. – Eso me preocupa – dijo Jaejoong al ver el ligero color sobre las mejillas de Changmin.
-- Recuerdas tu chat porno? – pregunto Changmin.
– sí, la recuerdo, por qué?
-- tome tu cuenta y vi algunas cosas, que quería intentar contigo – Creo que lo tome como una especie de tutorial – y Jaejoong volvió a reír.
Después que Jaejoong se hubo calmado de la risa, volteo a verlo de nuevo de forma seria. Changmin solo arqueo una ceja al verlo de esa forma.
—Me siento tan feliz estando a tu lado Minnie.
—Y yo.
—&—
La luz golpeaba por completo su rostro haciéndolo mover sus brazos para tratar de taparse de los rayos de sol que se colaban por aquel ventanal de vidrios ahumados que no tapaban por completo el sol invernal de aquella bella mañana.
Con parpadeos pesados comenzó a abrir los ojos tratando de identificar donde estaba. Fijo su mirada en el techo sin poder reconocer el lugar. Volteo siguiendo la luz del sol y se topó de lleno con un ventanal.
Donde estaba?...
Giro su vista del otro lado y vio un reloj digital sobre el buró que marcaba las nueve de la mañana… entonces de golpe regresaron sus recuerdos a su memoria haciéndolo sonreír.
-- LAS NUEVE DE LA MAÑANA!! – dijo sentándose de golpe sobre la cama con un grito.
La puerta de la habitación se abrió y un Changmin totalmente vestido apareció por ella a toda prisa.
-- Dios mío Minnie!! – grito totalmente alterado mientras Changmin se acercaba a él sin entender nada – me he quedado toda la noche, PAPA VA A MATARME!! – dijo parándose a la carrera sin importarle estar totalmente desnudo e ignorando el malestar que había sentido al hacerlo, mientras Changmin solo lo veía ir de un lado a otro buscando sus ropas.
Jaejoong camino de un lado de la cama a otro, buscando sus ropas, pero no encontraba nada. Miro sobre el sillón que estaba a un costado de la cama y tampoco allí había nada. Entonces regreso su vista hasta la cama de nuevo y vio que Changmin le observaba sin perder detalle de su cuerpo y su cabello que se movía graciosamente con forme sus movimientos.
Changmin tenía los brazos cruzados y una ligera mueca en forma de sonrisa se dibujaba sobre su rostro haciéndolo ver aún más apuesto de lo que ya era. No pudo evitar que un repentino sonrojo le inundara por completo el rostro. Sintió que su corazón comenzaba a latir de forma apresurada cuando Changmin se levantó de la cama y comenzó a caminar hasta él.
-- Cha… Changmin? – dijo de forma nerviosa, mientras sentía como Changmin atrapaba su cintura y depositaba un beso sobre sus labios para después hablar.
--Jae—Changmin saco el cobertor de la cama y tomo la mano de Jaejoong para guiarlo al ventanal, tomo el cuerpo de Jaejoong y junto la espalda del rubio y su pecho para posar sus manos sobre su cintura y cubrir ambos cuerpos con el cobertor. —Mira esta es la última sorpresa—dijo Changmin haciendo que Jaejoong mirar por el ventanal y encontrarse con un hermoso paisaje, todo totalmente verde, pero sus ojos negros cayeron en un lugar del patio que estaba rodeado de rosas rojas que decía, “Eres lo que amo, quieres ser parte de mis mañanas y noches. Jaejoong múdate conmigo”
Jaejoong no sabía si estaba aún dormido y todo era un sueño.
-- Changmin esto es un sueño?... – pregunto Jaejoong con los ojos y la boca muy abiertos.
-- No – dijo Changmin mostrando una mueca en forma de sonrisa mientras agitaba su cabeza de forma negativa.
-- Júrame que esto no es un sueño! – insistió Jaejoong tomando fuertemente las manos de Changmin entre las suyas.
-- Puedo jurarte que esto no es ningún sueño – le repitió Changmin.
-- Júrame, júrame que no estoy soñando! – insistió de nuevo Jaejoong apretando las manos de Changmin.
-- Cuantas veces quieres que te diga que esto no es ningún sueño? – respondió Changmin.
-- Hasta que esté totalmente convencido que no estoy soñando y que tú me amas y eres mi novio y que viviremos juntos y que… - dijo Jaejoong interrumpiéndose de golpe.
-- Y qué?... – pregunto Changmin cada vez más divertido con la actitud del rubio.
-- Y… que estoy locamente enamorado de ti, y que quiero eso y mucho mas contigo– dijo Jaejoong de forma muy seria.
Changmin jaló las manos del rubio para abrazarlo a su cuerpo al tiempo en que atrapaba sus labios entre los suyos obligándole a abrir su boca para poder introducir su lengua en la del rubio y saborear ese delicioso elixir que le volvía loco.
—Te amo Minnie eres mi sueño hecho realidad, no puedo pedir nada más, todo lo que quería eres tu, y ahora te tengo.
—Y siempre me tendrás precioso mío.
Como sea, ahora que las cosas estaban solucionadas y no tenía que preocuparse tanto sobre todo. Changmin podía reírse de ello. Tenía que admitirlo, no le desagradaba convertirse en una especie de caballero místico en una brillante armadura del cual todos especulaban. Todo era con buenas vibras, no una molestia en lo absoluto. tenia a Jaejoong y eso era lo que mas deseaba.
The end.
Gracias a todas muy preciosuras por leer mi fic, gracias por su comentarios y sus like nos estamos viendo en el proximo fic INTERVENTION DIVINE