Cuando Jaejoong salió de la casa de Little pig, le costó unos segundos perder toda la estabilidad, sus manos se apretaban con fuerza en el volante. Condujo unas dos o tres cuadras cuando no pudo más, su vista estaba empañada por las lágrimas contenidas. No podía soportarlo, su corazón dolía mucho al separarse de Changmin. Su alma se quebraba al sentir que no había vuelta atrás, al saber de su desprecio, ante la conciencia de que nunca podría ser aceptado por él. Jaejoong lo sintió como un puñal encajándose en su corazón. ¿Cuántas veces no se lo había dicho antes? Y sin embargo, seguía doliendo. «Idiota» se dijo apretando los ojos. .
—No hay amor —dijo Changmin, dando un paso más cerca del rubio—. De mi parte no, ¿pero de la tuya? ¿En verdad hay amor? Te he condenado, con tu cuerpo y tu mente. Tu corazón no me importa y jamás llegará a importarme. Ahora sí tendrás motivos para odiarme Jaejoong. Esa es mi venganza…”– el rubio recordó entre lágrimas esas palabras frías que salieron de la boca de Changmin antes de que este saliera de esa habitación. mas lágrimas, derramando todo lo que sus heridas abiertas y profundas tenían para expulsar, mientras se abrazaba a su cuerpo.
La noche se había dado su tiempo en caer, y mientras manejaba las horas habían pasado tan lentas que parecía jamás podría huir de Changmin …Como si la historia estuviese destinada a ser igual que hace dos años atrás, Jaejoong se detuvo frente al hermoso departamento de su mejor amiga. Ya había dejado de llorar pero sus ojos se encontraban hinchados, sabía que eso preocuparía a Tiffany, y más si era casi media noche y estaba ahí con esas fachas. Estaba terriblemente cansado, ya que evadir pensar en Changmin no había sido nada sencillo. No se detuvo solo estacionó su carro y bajó tratando de que no sea muy evidente su estado, ya que no deseaba que fuera encontrado por alguien conocido, subió el ascensor rogando porque Tiffany estuviera sin compañía, solo cuando estuvo frente la puerta toco el timbre y en menos de un minuto su amiga estaba mirándolo atónita.
— ¿Jae, amor? ¡¿Qué tienes?! —preguntó Tiffany asustada cuando vio las lágrimas que resbalaban por las mejillas de Jaejoong nuevamente, este negó con la cabeza, No tuvo que preguntar por segunda vez la pelirroja, para saber el estado de su amigo, ella se acercó a consolarlo. Y entonces Jaejoong rompió en amargos sollozos aferrándose a Tiffany. —Fue Changmin ese maldito te hizo algo.
—Fanny soy un imbécil. —su voz salió demasiado débil. — debí haberte hecho caso, lo siento Fanny, lo siento. Ya todo se fue a la mierda, no aguante más se lo conté todo, él lo sabe y ahora jamás querrá verme.
—No cariño, no te disculpes, si el no supo aprovecharte es un imbécil, ya no llores y menos por una patán como es Changmin, el no merece tus lágrimas.
—Me duele Fanny, duele mucho porque, yo… lo amo —confesó en voz baja—. Amo a Shim Changmin —repitió sintiéndose liberado de un gran peso—. Y aunque sé que él me desprecia, no puedo negar lo que siento. Quise negármelo, quise culparlo a él, cuando el único culpable soy yo.
—Tú eres una víctima, no eres culpable de lo que pasó.
—Te equivocas, soy culpable desde el mismo momento en que le hice eso hace dos años el jamás me lo perdonara, y el ahora solo se está vengando y yo acepto su forma de hacerlo si puedo tenerlo a mi lado.
—Shhhh no hables más, ven vamos a dormir es tarde tienes que descansar. —replico Tiffany, odiaba tanto la forma en que Jaejoong se sometía a los placeres de Changmin, pero ella no podía impedírselo si su amigo estaba completamente enamorado, no por ahora —vamos cariño descansa, yo estaré aquí no te dejare solo.
—&—
Una, Dos y Tres semanas habían pasado y Jaejoong tenía un sentimiento de desilusión y agradecimiento porque Changmin no haya ido a buscarlo y haberle reclamado como el esclavo que era, pero también sabía que era difícil que le fuera buscar después que se le confesara, de seguro ahora Changmin estaba por ahí revolcándose con esas putas de mala muerte. Pero tampoco podía negar que lo extrañaba demasiado.
—¡Maldición! —dijo en voz alta al recordar esa puta que se llevó a Changmin aquel día que tuvo que vender drogas.
—Otra vez maldiciendo Jae, porque no dejas eso de lado.
—Fanny solo déjame, es la única forma que tengo para desahogarme. —respondió Jaejoong con hastíos. Ambos callaron por un tiempo, hasta que los ojos de Jaejoong vieron el rostro afligido de Tiffany con esa extraña mirada que siempre tenía la pelirroja cuando tenía que contarle algo pero no sabía por dónde empezar. — Ohh ya suéltala Fanny.
— He!! Que yo….— la pelirroja bufo de fastidio— Ok Jae odio que me conozcas tanto, pero lo que te contare quizás no te guste, pero prefiero contarte yo antes que lo sepas por otros y por favor no me interrumpas que te lo diré todo de una sola vez. Es sobre…….. Changmin.
Los ojos de Jaejoong se agrandaron, y sus sentidos se colocaron en alerta, no tenía idea que era lo que tenía que contarle Tiffany y menos de Changmin.
—Jae esto te va sorprender tanto como a mí, pero el Changmin que tú conoces el pobre, el pandillero, el que se alcoholiza, se droga y vive en una fábrica. No es lo que el aparenta ser…. El Jae es hijo de un poderoso hombre de negocios, su padre es el presidente de la asociación B&W. él te mintió a ti y muchas personas más. —Jaejoong miraba atónito a lo que su amiga le contaba y no daba cavidad a lo que estaba escuchando, era tan irreal, eso debía ser una vil mentira, Changmin no podía ser hijo del presiente de B&W. —Te puedo prometer por mi vida que es así, yo lo descubrí ayer cuando acompañe a la oficina a papá y claro nos encontramos con el presidente y nos llevó a su oficina a charlar y tomar unos café, estuvimos hablando muy amena, hasta que soltó la bomba de su único y heredero hijo de toda su fortuna cuando dijo el nombre Shim Changmin, jamás paso por mi cabeza que fuera el mismo que conocimos ambos, pero la foto en el móvil del señor Jarrod me lo confirmo todo. Changmin es un maldito millonario, el tiene mucho mas que tu y yo juntos, Changmin no tiene un pelo de pobre, el te engaño a ti a sus amigos hasta su misma familia.
—Como desearía odiar en estos mismos momentos al maldito de Changmin. —Replico furioso enfatizando sus palabras, aunque deseaba que fuera así, jamás podría hacerlo.
—&—
—Min esta hecho un desastre—dijo Jessica entrando a la habitación de Changmin y ver como todo estaba desordenado y Changmin tirado en esa gran cama hecho un lio.
—Jess déjame en paz, vete, solo quiero descansar.
—Creo que eso no se podrá, tú y yo hoy tenemos una cita y no puedes negarte.
—Olvídalo preciosa hoy no, estoy muerto tuve una noche agitada y no me puedo el culo.
—CHANGMIN!!! —el grito de Jessica retumbo en la cabeza del nombrado—No es mi culpa que lleves esa puta vida que tienes fuera de acá. Te odio, te odio como puedes olvidarlo así de fácil.
—Ese no es tu problema Jess, y que podría Olvidar —Dijo Changmin mirando a la rubia que tenía una mirada dolida….abrió sus ojos al darse cuenta de su error, como podía olvidar el cumpleaños de su mejor amiga, él sabía que Jessica era muy sentimental ese día…. —Oh Jess lo siento, lo he olvidado, perdóname.
—Eres un maldito Shim Changmin, a veces eres tan idiota, pero solo te perdono si hoy sales conmigo, celebrare mi cumple en el hotel de papá.
—Pero Jess tu sabes que tus fiestas las odio, pídeme cualquier otra cosa menos eso.
—Bien te espero en mi casa a las diez, si no vienes no te lo perdonare jamás, ah y no quiero verte con esos trapos de ropa que sueles usar será algo súper exclusivo, un traje no sería nada de mal Min—dijo la rubia guiñándole un ojo y saliendo de la habitación con una sonrisa triunfante.
Changmin solo dio un bufido de aburrimiento, Jessica cuando algo se le atravesaba en su cabeza no había quien para quitársela, y ahora no podía declinar a su invitación y menos si la rubia estaba de cumpleaños.
—&—
—Fanny porque tengo que ir a esa fiesta, que ni siquiera fui invitado que te pasa.
—Hey como que no, si hasta la misma Jessica se acercó a mí y me pidió que te llevara para su cumpleaños, quizás está interesada en ti esa chica. —dijo Tiffany en tono meloso, pero sabía que eso no podía ser, solo lo hacía para molestar al rubio.
—Pues que se joda y que mejor se quede con Changmin que muy bien se ven juntitos.
—Ya no seas agua fiesta y vamos, no me dejes sola en esto, quiero ir a esa fiesta y también te servirá para distraerte, quien sabe por ahí encuentras un buen culo donde meter ese pene que debe estar que revienta.
—Oh diablo que hice yo para merecer una amiga así. — dijo Jaejoong rodando los ojos al oír las palabras de su amiga.
—Te amo y me amas, así que soy feliz. Entonces no vemos en un par de horas.
—Bien iré, y espero que encuentre algo entretenido.
—uuuff ni te lo imaginas.
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Chagnmin odiaba verse al espejo con esas ropa, y no es que jamás la haya usado si no que él creía ciegamente que no le quedaba para nada. Pero si ahora estaba vestido con traje de color negro y peinado era solo por Jessica.
Salió de su habitación para pasar a la oficina de su padre y pedir uno de los carros que el tenia, porque no tenia deseos de ir en taxis y de seguro si lo hacía Jessica lo mataría, así que no le quedó otra opción de ir en un Ferrari rojo último modelo.
—Wow hijo te ves realmente hermoso, dios tengo un hijo tan guapo—decía su madre cuando lo vio salir de la oficina de su marido.
—Tú crees, me siento como un muñequito de esos que irán a la fiesta de Jess.
—Pero seras el más bello de todos, enamoraras a todas las jovencitas.
—Es lo que menos me importa—refuto Changmin, ya que lo menos que quería era ligar con alguien, si en su cabeza había un rubio que no lo dejaba en paz.
Miro el reloj de su muñeca solo faltaban 30 minutos para ir al encuentro con Jessica, así que se despidió de su madre y se fue directo al carro para salir a toda velocidad. Cuando llego a su parada, espero casi por 10 minutos más a Jessica ella bajo las escaleras, y sin duda su amiga era la belleza en persona, un vestido dorado pegado totalmente a su hermosa figura, su pelo rubio suelto formado hermosas ondas y su maquillaje suave y sencillo que a ella le queda espectacular.
—Estas realmente hermosa Jess. —dijo Changmin extendiendo su mano para que bajara los últimos escalones la rubia.
—Gracias Min, Tú te vez realmente guapo con esas ropa definitivamente deberías usar esos trajes en vez de esos trapos.
—Solo déjame con lo que me gusta y ya, mejor vamos que supongo que deben estar esperándote a la estrella.
—Claro Min. —dijo la rubia tomando el brazo de Changmin para salir de la casa. —Min gracias por lo que haces por mí, no sabes lo feliz que me haces te amo. —dijo está acercándose para besar la mejilla de Changmin. —ah te tengo una sorpresa, espero que sea de tu gusto.
—Tú sabes que no me gustan las sorpresas. —respondió Changmin arrancando el vehículo.
—Está la amaras lo sé…—termino por decir la rubia.
Cuando llegaron al lugar todo estaba perfectamente arreglado, no podía ser menos si se estaba hablando de la hija de Hans una de las familias más millonarias del país. Ambos bajaron del carro y se dirigieron al salón el cual se podía escuchar la música y ver la gente de la más alta clase.
—Recuérdame que esto lo pagaran para mi cumpleaños. —dijo Changmin rodando los ojos al ver tanta gente plástica. La rubia lo miro y se largó a reír por las palabras de su amigo.
—&—
Tiffany y Jaejoong estaban cerca del bar tomando un par de tragos, llevaban alrededor de 2 horas en la fiesta y Jaejoong ya se estaba aburriendo, no encontraba ninguna caza y necesitaba desahogar ese deseo sexual que llevaba por más de 2 semanas.
El lugar se volvió silencio y una voz potente anuncio que la anfitriona había llegado, todo los presentes rodearon la entrada para ver a Jessica entrar, Cuando los ojos de Jaejoong se toparon con la perfecta figura de Jessica en la entrada, no pudo negar que esa chica era realmente hermosa pero sus ojos se desviaron inmediatamente al ver una figura alta y fornida entrando tras las chica. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, al reconocer a Shim Changmin, el estaba ahí con un traje que lo hacía lucir como un príncipe, Changmin se veia demasiado espectacular para ser verdad, su vista no se despegó en ningún momento del otro.
Hasta que Tiffany lo saco de su mundo
—Te encuentras bien.
—Que mierda hace el aquí Fanny.
—Yo pensé que te gustaría verlo.
—No me digas que esta era lo que tanto iba amar, —Jaejoong la miro fastidio. —me voy, esta es lo peor que me podía haber pasado.
—No Jae, por favor solo un rato más, él no ha notado que estas aquí. —Decía Tiffany con suplica con sus ojos. —Tienes que afrontar tus miedos y si quieres olvidarte de Changmin deberías empezar hoy.
—Disculpe que interrumpa,—musitó una voz sincera, los ojos de Tiffany y Jaejoong miraron al causante de su interrupción, pero Jaejoong sonrió al reconocer a la persona frente el —, pero… ¿Me permites hablar con este chico? —dijo apuntando al rubio.
Jaejoong y Taffany se miraron, la pelirroja le preguntaba con la mirada muchas cosas, pero este no quizo hacer caso y solo le hizo un gesto.
—Claro —logró balbucear Tiffany al ver que Jaejoong le hacía un gesto de que se largara, y Tiffany sonrió al comprenderlo.
Tiffany se alejó de los chicos para ir a buscar un trago, cuando giro su cabeza se encontró con los ojos de Changmin que miraba peligrosamente al chico que ahora hablaba alegremente con Jaejoong. ya lo habia visto y ahora su amigo estaba perdido.
—Que grato es verte después de mucho tiempo, espere tu llamado.
—El agrado es mío Liam—respondió con una sonrisa pícara, fijando sus ojos unos metros más allá viendo como una figura alta lo fulminaba con la mirada—Mierda—dijo en su mente—Siento mucho no haber llamado, pero tu tarjeta la perdí, pero si gustas ahora me las y lo anoto en mi móvil—termino por decirle guiñándole un ojo.
—Sera un Placer.
Estuvieron hablando por más de una hora, no había duda que Lian era un hombre muy apuesto y tiene muy buen temas para charlar. Pero a la conversación le faltaba algo para remojar sus gargantas así que ambos fueron por algo que tomar.
Jaejoong Se paró con orgullo de su lugar, mirando de reojo al causante de todos sus males y percatándose de la manera inquisitiva en que este le miraba. Aunque tampoco era el único que le veía, además de Tiffany, Jessica, y una buena parte de la gente del lugar que seguían cada uno de sus pasos al avanzar. Ni bien hubo llegado al bar cuando sintió un brazo rodear su cintura y plantarle un beso en su mejilla frente a toda la gente, sus amigos, sus compañeros y… Changmin.
—Que fue eso—dijo el rubio mirando al más alto.
—Solo un beso, me disculpo si te ha molestado.
—Está bien, no me ha molestado solo me tomaste por sorpresa.
Cuando ambos llegaron a la barra siguieron conversando, solo que ahora las copas y la coquetería de ambos era demasiado evidente. Poco a poco se fueron acercando Jaejoong podía sentir como las carisias del más alto subían por su cintura. Sabía que había una conexión pero no era nada más de lo sexual.
Al cabo de los minutos Jaejoong había sentido unos labios presionar contra su boca era lento pero cálido, y aunque trato de dejarse llevar, los labios de Changmin vinieron a su cabeza tenía un sabor tan distinto a él… Su forma de besar era tan diferente, tan hueca, tan falta de esa sensualidad que Changmin sabía transmitirle.
«Changmin…»
Y entonces cerró los ojos y dejó que fuera su boca la que recorriera la de su compañero, la que le besara y saboreara, la que poseyera como siempre lo había hecho con otros chicos, transmitiendo con pasión todo aquello que sentía, agotando el oxígeno con rapidez. Muy lento, fue separándose de los labios de Lian sin abrir los ojos, dejando que en su hiperactiva imaginación la imagen de otra persona perdurara ahí.
Hasta la voz ronca le despertó del ensueño momentáneo en el que había caído.
—Wow, Jaejoong… ¡Qué forma de besarme! Jamás me habían besado de esa manera, hasta me hirvió la sangre —soltó el chico entre risas
—mmmrrr Siento interrumpir pero necesito a mi amigo con urgencia—Decía Tiffany acercándose a la pareja, mirando fríamente al chico alto, algo tenía ese chico que no le entraba.
—Solo uno minutos Lian vuelvo enseguida—dijo el rubio alejandose con su amiga ¿Sucede algo? —Pregunto el rubio cuando se habían alejado del chico alto…
—Qué diablos estás haciendo con ese chico.
—Puf que no lo ves esta buenísimo y solo necesito un poco de diversión.
—Jaejoong que imbécil eres, solo lo haces por despecho porque sabes muy bien que Changmin está acá.
—Fanny la persona que menos me interesa en esta puta fiesta es ese maldito mentiroso.
—A quien quieres engañar. Tu….
De seguro empezarían una nueva discusión pero la voz de Jessica interrumpio.
—Tiffany cierto, un gusto soy Jessica me alegra verlo a los dos por acá.
—Si, mucho gusto igualmente, nosotros estamos agradecidos por la invitación, muchas felicitaciones por tu cumpleaños estas hermosa. —dijo la pelirroja mirando lo bella que se veía Jessica. — te presento a Jaejoong.
—Lo conozco, lo he visto muchas veces con Min.
—Ah claro lo había olvidado, y donde está el.
—Fue por unos tragos y viene. —dijo haciendo un gesto cuando vio que Changmin la buscaba.
Jaejoong miro atónito como este se acerca a los tres, su cuerpo comenzó a temblar, con solo una mirada de Changmin su cuerpo se volvía loco.
El rubio miro como Changmin lucia como jamás pensó verlo, su traje negro lo hacía lucir tan hermoso y ahora si no le cabía duda que ese chico era hijo del presidente de B&W.
Antes de que establaran una conversacion un hombre se acercó a Jessica y le hablo a su oído, y esta hizo un gesto de desesperación.
—Pasa algo Jess. —dijo Changmin cuando vio a su amiga con los nervios se apoderaban de ella.
—Sí esto es horrendo Min, George se lastimo y no podrá tocar el piano. —dijo ella casi en un sollozo.
—Disculpa que sea una entrometida pero si ese es el problema, Jae puede hacerlo, el toca como los dioses el piano y para que decirte de su voz es espectacular. —termino de decir Tiffany y miro a Jaejoong que este estaba mirándola amenazadoramente. —vamos Jae no creo que sea tan difícil para ti, siempre tocabas y cantaban para el colegio y en las reuniones de nuestros padres.
—No lo hare. —respondió fríamente sin mirar a nadie.
—No seas malo Jae, solo será un tema nada más, hazlo por el cumpleaños de Jessica.
—Que no lo hare, así que deja de molestarme.
—Pero…..
—Solo déjalo, no le rugues a alguien que no puede hacer nada por lo demás, ya sabes Jess él es….— no termino la frase ya que la voz de Jaejoong le interrumpio.
—Donde está el piano. —Hablo Jaejoong mirando con odio a Changmin— llévame hasta el ya estoy harto de esta plática. —Termino por decir el rubio sin antes mirar a Changmin y comprobar cómo este tenía una sonrisa de triunfo en su rostro—maldito—dijo en voz baja
—&—
Jaejoong se sentó en frente al piano, su mente sintió pánico al ver el rostro de todos, quizá no podía hacerlo después de todo. Pero ya no podía hacer nada ahora ¿verdad? La peor parte era que no podía ni siquiera decir honestamente qué lo asustaba más. ¿Sería la reacción de Changmin o la de sus amigos? ¿Qué dirían o harían ellos? O ¿Cómo mirarían a Jaejoong? Oh Dios, no lo sabía.
Justo en ese momento no podía pensar con claridad por que la adrenalina recorría por sus venas, dejando su cabeza en un completo desastre. Iba a tener que comenzar en cualquier momento. Y tendría que afrontar todas esas emociones que estaba sintiendo. Cerró sus ojos y respiro hondo para poder calmar su ansiedad y nervios, después de toda esa canción significaba todo.
Pronto escucho la voz dulce de Jessica callar a todo.
Jaejoong intentó acomodarse en su asiento, una pequeña banquita en frente de un elegante piano. Mientras el recinto se volvía un silencio total, sus manos subieron a las teclas y empezó a tocar el instrumento delicadamente.
Tomó un respiro, tenía que hacerlo ahora. Tenía que mandar a la mierda todo y empezar.
Cerró sus ojos mientras el suave tono llenaba el salon y luego abrió sus ojos para enfocarse en las teclas, dejando su mirada del instrumento para ver momentáneamente a la multitud, además se dio cuenta que Changmin nunca lo había oído cantar. Sin embargo, cantar era su vida, lo único que no podían tocar.
Tenía que controlar sus nervios y sintió su garganta empezar a trabajar. Bajo su mirada a sus manos y su voz salió lentamente era grave y baja, pero iba muy bien con el ritmo. Las primeras palabras.
Recuerdo que años atrás
Alguien me dijo que debía tomar
Precauciones cuando se trata de amor, y lo hice
Tú eras fuerte y yo no lo era
Mi ilusión, me equivoque
Me descuide, lo olvidé, lo hice
Y ahora que todo está hecho, que no hay nada que decir
Te has ido y sin ningún esfuerzo algún.
Has ganado, así que ve y diles.
Sus ojos se cruzaron con los de Changmin y su voz casi se va fuera de tono por lo que vio, la mira de Changmin era casi de súplica y sintió quebrarse por dentro.
Cerró sus ojos como si con eso el dolor se iría, Jaejoong alzó su voz y comenzó con las notas altas, soltando su alma en las palabras.
Diles todo lo que ahora sé
Grítalo desde los techos
Escríbelo en el horizonte
Todo lo que teníamos se ha ido
Diles que fui feliz
Y que mi corazón está roto
Todas mis cicatrices están abiertas
Diles que lo que yo esperé era.
Imposible, imposible
Imposible, imposible
Caer del amor es difícil
Caer por traición es peor
Confianza traicionada y corazones rotos
Lo sé, lo sé
Y pensar que todo lo que necesitas está allí
Depositar fe en el amor y en las palabras
Las promesas vacías se desgastarán
Lo sé, lo sé
Con todo el poder de su voz pudo repetir el coro una vez más, sintiendo como si finalmente estuviera soltando todo pero a la vez sintiéndose triste consigo mismo. No es que no supiera que Changmin era un completo idiota por lo que había hecho, aunque sentía un poco de miedo, quería que Changmin supiera como verdaderamente se sentía.
Y ahora, que todo está hecho, que no hay nada más que decir
Y si te has ido avergonzándome
Por tu cuenta puedes seguir adelante, diles
Diles todo lo que ahora sé
Grítalo desde los techos
Escríbelo en el horizonte
Todo lo que teníamos se ha ido
Diles que fui feliz
Y que mi corazón está roto
Todas mis cicatrices están abiertas
Diles que lo que yo esperé era.
Imposible, imposible
Imposible, imposible
Imposible, imposible
Imposible, imposible
Imposible, imposible
Imposible, imposible
Su voz y el piano hicieron silencio en el salón, lo cual hizo que todo el ambiente se sintiera incómodo. Jaejoong ya no estaba mirando a Changmin, estaba mirando su regazo sin atreverse a alzar la mirada, hasta que escucho la voz de Jessica.
—Démosle un fuerte aplauso a un talento en bruto. —la ovación no se hizo esperar y todos aplaudían y gritaban acorde de sus emociones.
Jaejoong se inclinó dando las gracias y salió del lugar necesitaba mojar su rostro, ya que sus emociones estaban a flor de piel, no quiera volver a sentirse débil y menos ahora que ahí estaba Changmin. Tomo un poco de aire para sus pulmones y cerro fuerte los ojos para no dejar salir ninguna lágrima. Hoy no estaba permitido llorar, sí que no lo haría aunque sus ojos se pusieran rojos.
Llego a los sanitario y miro su rostro en el espejo, estaba totalmente rojo y su mirada mostraba mucha tristeza, tomo una gran cantidad de agua y se hecho en el rostro, mientras pensaba sintió como la puerta del sanitario era abierta y cerrada con rapidez, no le dio importancia solo siguió mojando su rostro, pero la voz grave lo hizo detener sus movimientos.
—Lo imposible, puede volverse posible. —Escucho una voz detrás de él pero no quiso darse la vuelta, porque sabía de quién era y no había razón para encarar esas palabras. —era una canción muy extraña.
—Ha que has venido a burlarte, no estoy de ánimo vete.
—Tú no me dirás lo que tengo que hacer Jaejoong. —Changmin sabía que esas palabras habían salido mucho más severa de lo que él pensó, y algo dentro del tuvo la necesidad de remediarlo—Si estoy aquí es porque no tolero ver tanta gente de mierda.
Jaejoong esta vez se giró para mirarlo a la cara, y toda su rabia broto, como podía decir Changmin todo eso si el más mierda de todo era él.
—¡Eres un maldito mentiroso! —se acero y lo encaró rápidamente y lo empojo, obligando a Changmin retroceder un tanto. —Hasta cuando pensabas ocultar tu estúpida mentira no Shim Changmin hijo de Shim Jarrod — A punto estuvo de insultarle, de recordarle cuánto le había hecho sufrir con la presión para volverlo su esclavo cuando aquellos ojos castaños le detuvieron. Pero… ¿por qué Changmin le veía así? Como si quisiera decirle algo, transmitir, convencerle de algo que jamás podría creerle.
—Jaejoong… —Dio un paso para acercarse a él, pero el rubio retrocedió asustado hasta la puerta. No le gustaba esa mirada. Prefería mil veces la fría, autosuficiente e imperturbable que ya conocía, a esa que no entendía… o no quería entender.
—Vete. —musitó firme, si bien desvió la vista lejos de él.
No quería seguir viéndole ahí, donde percibía su olor y su mirada de deseo y algo más, que tanto le hacía reaccionar. Estaba casi seguro de que si Changmin continuaba insistiendo, si llegaba a robarle los sentidos como hacía siempre, quizá… No, no quizá, estaba seguro que caería y volvería a su cama aunque no a su corazón.
—Escuchame!!
—No quiero escucharte, no quiero verte, ni saber de ti. Ojalá te furas de mi vida, odio las mentiras y tú has querido engañar a todos. Pero sabes no voy a preocuparme, ocuparé mi agenda a tal grado que…
—Sabía que tarde o temprano pasaría —le interrumpió—. Pero bien si no quieres oírme hoy no te obligare, pero si no me buscas, ten por seguro que yo iré por ti.
Sin esperar más, Changmin avanzó hacia él, aunque Jaejoong se hizo a un lado para evitar a toda costa su cercanía. Sus ojos oscuros no perdieron ni un solo movimiento de Changmin. Pudo ver una de esas manos tomar el pomo de la puerta y comenzar a girarlo. La puerta se abría, Changmin empezaba a salir por ella y Jaejoong sintió en ese momento cómo su corazón saltaba a latir desenfrenado; como si esos pedazos que había comenzado a enmendar fueran a caer nuevamente al suelo.
Lo amaba…
Pero su corazón dolía, al saber cómo era todo.
Y Changmin estaba a punto de irse de los sanitarios, y no sabía si de su vida. Pero debía ser fuerte, porque el Changmin no le amaba, no podía, no debía ni quería creerle.
Bajó la vista lastimera por instantes, pero más pronto volvió alzarse cuando algo tibio le tomó por la barbilla. Se encontró de frente con aquellos ojos castaños que le miraban insistentes y no supo qué decir, la voz se le fue y sólo fue capaz de sentir aquella corriente recorrerle desde la barbilla hasta los pies. No pudo moverse al notar que el rostro de Chanmin se acercaba y, de improviso, le plantaba un suave beso en los labios, tan sólo rozando sus labios con los propios y sus lagrimas bajaron por sus mejillas.
Se sintió acalorar, con su cuerpo reaccionando ante aquella tierna caricia que, sin darse cuenta, le provocó a cerrar los ojos para disfrutar de aquel beso que no parecía exigirle nada.
— No llores Jaejoong —Changmin pasó su brazo por el hombro del rubio y lo apoyó junto a su pecho para susurrarle al oído. —No merezco tus lagrimas.—abrazo fuertemente el cuerpo del rubio paso una mano por su cabello consolándolo y se acerco nuevamente para hablarle— “Yo estaré contigo desde ahora”
si bien la alarma en su interior se lanzó en advertencia; se separó de golpe y arrugó el ceño.
—No vuelvas a tocarme, jamás perdono a la gente mentirosa, Vete y te garantizo que no te buscare. Esto se acabó Shim Changmin ya no te temo. —dijo para salir corriendo cerrando la puerta de los sanitarios con un portazo.
Un segundo después, Jaejoong corría hasta la puerta y alejarse de esa fiesta, cerrando ambas manos temblorosas sobre la misma. Su corazón dolía. Quería gritarle que no lo odiaba que lo amaba, que se quedara o lo llevara con él, que lo amaba ahora y siempre. Que todo estaba olvidado, que volvieran a empezar. Pero tenía orgullo, y no quería volver a ser utilizado. No quería más desprecios, ni palabras hirientes. Aunque su corazón rogaba que le creyera, su cabeza se negaba a tomar las palabras de Changmin y esta vez su corazón no había tenido voz ni voto.
Mil disculpas se que el fic no esta largo, pero he esto ultra ocupada u.u pero esperen por los fic de damaris que ella les traera unos muy buenos ;)
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