Tal y como él pensó su aspecto fue totalmente efectivo, a Jaejoong solo le basto verlo de reojo y poner una cara… como si hubiera chupado un limón, ¿Acaso estaba celoso? Changmin sonrió satisfecho, no había hecho nada con la chica pero aun así saber que el rubio sentía celos de él y que no podía hacer nada al respecto era, era una sensación de poder increíble. Jaejoong debía estarse muriendo por dentro pero no podía decir nada, el jamás lo admitirá, tal y como Changmin no admitiría lo furioso que se puso al ver el beso.
—Tengo que volver a mi casa, mi madre ya me llamo —dijo Jaejoong en tono totalmente demandante, Changmin se volvió hacia el con una sonrisa satisfecha, ¿Así que su manera de desquitarse seria esa? Él no iba a jugar esos jueguitos.
— ¿Y a mí que demonios me importa? —Changmin saco tres paquetes de marihuana y se los paso a Jaejoong de forma brusca— aquí no es cuando tú quieras o decidas, aquí es cuando yo digo “bien puedes irte a casa” pero yo no dije nada de eso ¿Cierto? Así que pon tu desgraciado culo a trabajar, ahora mismo —Changmin se alejó en dirección a Don, este le indico a Jaejoong cuanto tenía que cobrar y se sentó al lado de Changmin en la moto ambos fumaban cigarrillos.
—Ese idiota… no sé cómo no lo has matado de una buena vez, andar por ahí dictando ordenes como si fuera algo aquí en el guetto, maldito imbécil, ¿Qué clase de tipo no entiende la lección? Quizás necesita que lo golpees más fuerte y así le cabe en la cabeza quien manda.
—A veces pienso que él jamás se va a dejar domesticar al cien por ciento Don, sé que me teme, puedo verlo en sus ojos cuando me acerco a él, pero en vez de asustarse me enfrenta, como un animal salvaje cuando es acorralado, lo hice llorar tantas veces, lo lastime tantas veces, y lo hice rogar tantas veces y aun así sigue desafiándome una y otra vez hasta el cansancio.
—Quizás sea difícil pero no imposible, solo déjamelo una noche y será tan sumiso como un chihuahua, solo ver su rostro me hace sentir un vagabundo a su lado, simplemente lo detesto, caminando como si fuera el rey del mundo, y tratando a los demás a su alrededor como si fueran basura estorbando su paso. Quizás si su rostro no fuera tan lindo dejaría esa pose chulesca —Don acaricio el filo de su cuchillo con hambre asesina, Changmin no dijo nada, solo le dio otra calada a su cigarrillo.
—Changmin… enserio me tengo que ir —dijo Jaejoong apareciendo frente a ellos con un rostro neutral y una mirada indiferente llevaba su celular en las manos. Don bufo a su lado, moviendo el cuchillo ágilmente entre sus dedos y mirando al rubio como si quisiera lanzárselo en el pecho.
—Me importa una mierda —dijo Changmin, pero un auto los distrajo, era un viejo auto que se estaciono frente al de Jaejoong, de él bajaron siete chicos que seguramente habrían estado viajando apretujados en esa carcacha vieja.
— ¿Quién de ustedes es Max? —dijo uno de ellos acercándose seguido por los demás, Changmin metió las manos a los bolsillos tranquilamente sujetando su arma y dando tres pasos dejando el cuerpo de Jaejoong inconscientemente detrás del suyo.
— ¿Quién pregunta? —dijo el aludido.
—Nos dijeron que podríamos encontrar buena merca contigo —el sujeto alzo sus manos en un gesto aparentemente desinteresado— así que vinimos a buscarte.
—Oh no me digas, nigga —dijo Don en el mismo tono calmado que Changmin— sucede que nosotros no les vendemos a desconocidos, si querías merca primero haberte presentado como es debido —Don se bajó de la moto— después de todo sería incomodo tomarse ciertas confianzas antes de tiempo —Changmin enfrento a los sujetos con la mirada.
— ¿Quién les hablo de mí? —pregunto mirando al que parecía ser el vocero de los demás.
— ¿Eso realmente importa hermano? ¿No es más importante que estemos aquí para comprar droga? —contesto el sujeto que parecía tener un tic nervioso en sus manos, las movía alrededor de su cinturón barato, enganchando sus dedos en los hilos que se desprendían de su ropa vieja.
—Yo creo que realmente importa, porque necesito saber quién fue el maldito imbécil que les hablo de mí, para darle un mensaje no muy amigable —Changmin sonrió con grandeza.
— ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo que él nos haya hablado de ti?
—Porque hay ciertas reglas que respetar, una de ellas y la más importante es jamás hablar de Max sin su permiso, simplemente estoy furioso por que algún hijo de puta está repartiendo mi nombre por la ciudad como si fuera confeti, especialmente sin consultármelo ¿Comprendes ahora “hermano”? —Changmin le imprimió todo el asco posible a la última palabra, podrían ser más que el pero no le importaba.
— ¿Estas rechazando a unos posibles clientes? —pregunto otro de los sujetos.
—Mira la diferencia conmigo y con otra escoria que vende merca es que yo elijo a mis clientes ellos jamás me elijen a mí —Changmin sujeto su arma listo para sacarla pero lo que sucedió a continuación lo descoloco, uno de los tipo se acercó sigilosamente por detrás y agarro a Jaejoong bruscamente y lo abrazo por atrás mientras le apoyaban un arma con silenciador en la sien, ahora el “vocero” de los tipos esos parecía regocijarse en su propia salsa.
—Bien bien, parece que ahora las cosas han dado un giro interesante ¿Aun sigues con la misma mentalidad Max? —él podía ver el pánico en los ojos del rubio teñido al verse apuntado con un arma, pero también podía notar su tenacidad haciendo todo lo posible por soltarse, sin embargo el sujeto que lo sostenía era más fuerte.
—Mátalo, él no es de importancia —escucho que decía la voz de Don, y tuvo que morderse la lengua para no gritarle que se callara, trato de mantener su cara con la misma expresión mientras sacaba su arma del bolsillo.
— ¿Qué demonios quieres viniendo aquí con armas? ¿No sabes que está prohibido en mi territorio? —el sujeto agarro a Jaejoong con más fuerza, este tenía una cara de psicópata, de esos que no le temen a matar y convertirse en asesinos. De pronto aparecieron más tipos, por suerte era de los que Changmin conocía, uno de ellos saco una metralleta, de pronto los siete tipos estaban asustados, Changmin sonrió sin ningún humor.
—Creo que no sabes con quien te estas metiendo nigga, si te metes con Max te metes con nosotros también “brod” —le dijo el sujeto apuntándolo con el arma.
—Bien… nos iremos, pero no olvidaremos esto Max… —el sujeto hizo una seña y soltaron a Jaejoong mientras volvían a meterse a su lata de sardinas andante.
—Todo bien ¿Max? —pregunto el sujeto que les había defendido.
—Normal, gracias por la ayuda —sus clientes siempre lo protegerían no porque lo apreciaban o algo así, lo hacían por la droga.
—Entonces nos retiramos…
Ellos se fueron como llegaron y poco después Don también se fue dejándolos solos.
—Genial, casi me matan ¿Qué sucedió con lo de “no pasara nada” y toda esa mierda? —pregunto Jaejoong molesto.
—Bueno, nada paso, por desgracia sigues vivo, solo supéralo quieres —Changmin le indico que abriera su auto y Jaejoong lo hizo, ya dentro del auto se hizo un silencio mientras el rubio conducía aparentemente sin rumbo. Changmin aún no podía asimilar el pánico que le había entrado al ver a ese rubio en un peligro real, ¿Por qué? ¿Por qué le importaban lo que pudiera pasarle a ese tipo? Porque se siento tan turbado al ver sus ojos, no entendía realmente que le estaba pasando y con ese rubio. Necesitaba habla con Loren lo antes posible porque no quería creer, ni meno pensar lo que su mente le gritaba.
Jaejoong condujo hasta la ciudad donde Changmin le dijo que se estacionara, este lo hizo Changmin prendió un cigarrillo y lo fumo suavemente, Jaejoong lo observaba pero él no le devolvió la mirada.
— ¿Así que lo hiciste con ella? —escucho que le preguntaba, le dieron ganas de reír, no sabía por qué pero logro contenerse en una sardónica sonrisa.
— ¿Eso qué demonios importa?
—Que te pones como un loco por un beso y al momento siguiente te vas a follar con cualquier ramera, simplemente me parece injusto —dijo con su vocecilla autosuficiente, Changmin volteo a mirarlo para encontrarse con su negra mirada, Jaejoong se apartó un mechón del rubio y no dijo nada más, ¿estaba celoso? Si eso era evidente.
—Eso es porque yo no te debo nada a ti, recuerda que tú me debes algo que al menos para ti es importante, si es que valoras tu penosa vida, no tienes por qué recriminarme nada —por un momento creyó ver una mirada de dolor, de auténtico dolor en sus ojos pero pronto fue opacada por la rabia que inundaba esas orbes negras.
—Es solo que me da asco pensar que nosotros follamos y luego follaste con esa, ¿Qué clase de enfermedades tendrá después de haberlo hecho con todo el mundo?
—Qué más da si nosotros usamos protección, mira, no te pongas sentimental ¿de acuerdo? Esta mierda me cansa, no lo soporto ni siquiera en una chica mucho menos si eres tu quien viene a echarme cosas en cara, tu solo te callas y yo solo te ordeno ¿es eso lo suficientemente claro para ti?
—Claro que no…
—Creo que no entendiste —Changmin lo agarró del cuello apretando con fuerza, Jaejoong comenzó a ahogarse y sujeto su mano con ambas suyas y ni aun así pudo zafarse —dije que yo digo lo que se tiene que hacer y tú solo callas, asientes como un perro obediente y obedeces, el día en que entiendas que el mundo no gira a tu alrededor será el día en que piense que de verdad tu vida podrá llegar a valer tan siquiera algo —Changmin lo soltó mientras el tosía, sus ojos lagrimeaban debido a la falta de aire, Jaejoong recobro el aliento y lo miro con un gran odio, a veces lo confundía, pues lo miraba con tanto anhelo, y al segundo siguiente solo podía odiarlo, era realmente una mierda pensar en ello y Changmin estaba harto de pensar.
>>—Lárgate —le dijo antes de bajarse del auto y cerrar la puerta con fuerza, Jaejoong era un idiota, pero era uno que poco a poco comenzaba a despertarle sentimientos demasiado complicados como para poder entenderlos, mierda era tan confuso…
Changmin camino alejándose mientras escuchaba los neumáticos chirriar al alejarse el auto de Jaejoong, necesitaba hablar con alguien, con la única persona en el mundo que podría explicarle por qué estaba volviéndose loco.
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Loren observo a Changmin sentarse en el sillón negro, y acomodarse cómodamente en él, le había sorprendido el hecho de que Changmin buscase ayuda por sí mismo hace dos años, pero el… había buscado ayuda de la manera incorrecta y Loren sabía que cometió un error con el cuándo trato de ayudarlo al principio.
Lo había tratado, pensando en que Changmin llegaría a aceptar que podrían llegar a gustarle los chicos también, no se había dado cuenta que la verdadera intención de Changmin era “olvidarlo” todo, las cosas no se solucionaban así, enterrándolas en lo más profundo de la mente y olvidándose de ellas, tarde o temprano iba a explotar, y Loren esperaba que para ese momento Changmin fuera a buscarla para contarle lo que sentía quizás ese era el día.
— ¿Cómo estas Min?
—Loco, totalmente loco —dijo mirando perdidamente al techo, desde que Changmin había entrado a su consultorio ella se había dado cuenta del estado de ansiedad y tensión del chico, era envenenante verlo así de confundido, parecía que su misma existencia estaba en duda en esos momentos.
—Los locos nunca admiten su locura, mucho menos la andan gritando como si fuera un hecho, así que no estás loco —trato de bromear ella— solo un poco confundido.
—Loren… yo quise seguir tu consejo.
— ¿Y cómo te fue con eso? —pregunto la mujer interesada, jamás pensó que Changmin le haría caso y que se rendiría ante sus impulsos, el chico era tan jodidamente terco que le sorprendía que se la hubiera tomado enserio esa vez.
—No lo sé… bien o mal, yo… mierda, me acosté con el —ella abrió mucho los ojos sorprendida, sabía quién era “el” esa era la manera en la que Changmin se refería al “chico” misterioso que lo había acosado en el colegio y le había hecho sexo oral sin su consentimiento, en un principio creyó que trataba con un caso de violación ya que todo acto sexual en contra de la voluntad de una persona era considerada una violación, pero pronto descubrió que ese no era el problema, Changmin nunca estuvo horrorizado por la “violación” ósea, nunca estuvo asustado del acto mismo, solo se acobardaba con la idea de que un hombre le había tocado, y que eso le había gustado, la mente “hetero” de Changmin no podía digerir eso, simplemente era demasiado para el chico, pero al parecer ahora estaba más confundido que nunca.
— ¿Y cómo te sentiste? —pregunto ella acercándose para sentarse en el sillón que estaba cerca del que Changmin ocupaba, se sentó mientras el chico explicaba.
—Malditamente bien —Changmin se cubrió la cara con el antebrazo, Loren pensó que el chico estaba reviviendo los momentos— el… no dijo nada, solo dejo que lo tomara.
— ¿Y por qué te sorprende?
— ¿Después de todo lo que le hice? —Loren sabía que Changmin había lastimado física y mentalmente al chico en cuestión, sabía que era la manera de Changmin de defenderse de los sentimientos que lo atacaban, pero si el otro chico no se había alejado era porque sentía algo por el ¿Verdad? A menos que Changmin le estuviera ocultando algo— a veces no entiendo por qué el sigue volviendo a mí.
—Te has puesto a pensar… ¿Que tal vez ese chico este enamorado de ti? —Changmin se puso rígido como una tabla, Loren pudo notarlo apenas las palabras abandonaron su boca, las relaciones físicas eran una cosa totalmente diferente a las sentimentales, si ese chico había dejado que Changmin… tuviera sexo con él, era por algo.
— ¿Enamorado? —jadeo bajo su brazo.
— ¿Te horroriza la idea?
—Si… yo no creo que… “el” me haya hecho todo eso por amor, mierda, me creo un maldito trauma cuando me hizo eso en contra de mi voluntad, ¿Quién le hace algo tan horrible a alguien que ama? —Loren entendía el punto de vista de Changmin, de verdad que sí, pero quería que entendiera el punto de vista del chico misterioso, se preguntó si algún día se enteraría de la identidad del joven, le gustaría poder conocerlo y hablar con él. Pues sabía que ese chico también estaba afectado por esa situación.
—Tienes que pensar en la posibilidad de que él lo haya hecho porque no sabía de qué otra manera de acercarse a ti, si mas no recuerdo me dijiste que lo mandaste a volar ni bien se acercó a hablarte, podría ser que sucumbió ante la frustración, y esta le gano al final —Changmin se acomodó mejor sin descubrirse la cara, parecía que el chico no podía encontrar su comodidad por más que lo intentara, Loren suspiro internamente, Changmin era frágil aunque no lo demostrara, algo había pasado en la infancia del chico que lo había cambiado un tanto, y cuando “el chico misterioso” le hizo a Changmin sexo oral en contra de su voluntad, detono algo dentro de él, Loren no era tonta, sabía que Changmin andaba metido en algunos problemas desde hace dos años, a veces solía verlo por zonas muy incorrectas para su status social, ella como psicóloga tenia visitas a las comunidades más pobres para hablar con algunos niños que habían sufrido de traumas recientes, solo había visto a Changmin por ahí una vez, y él no estaba haciendo nada malo, además de caminar apresuradamente, así que no le tomo importancia, pero… ¿Por qué iría a un sitio con el cual no tiene nada que ver? Jamás creyó verlo en los barrios bajos, después de todo Changmin vivía en una de las zonas más residenciales del lugar, rodeado de tantos lujos uno pensaría que alguien como Changmin odiaría los lugares como las villas más pobres.
—Eso fue porque ya sabía cómo él era en realidad, siempre fue la maldita estrella del colegio, siempre vistiéndose con esa ropa ajustada y llamativa, ¿Todo un Rock Star? él siempre fue una persona acostumbrada a salirse con la suya, cuando alguien le daba la contra acababa muy mal en el colegio, humillaba a los demás solo para su satisfacción.
— ¿Qué sucedía?—pregunto Loren, estaba contenta de que Changmin al fin se abriera para hablar del chico misterioso por su propia cuenta sin que ella le presionara.
—Una vez una de las porristas le grito a ese chico, no sé por qué se pelearon, pero a la hora del almuerzo todo el mundo sabía que iba a pasar algo, como yo era nuevo en ese sitio no estaba muy seguro de que era exactamente lo que era, ese día “el” tomo su venganza, le hecho una malteada en la cara a la chica y la humillo delante de todos, asombrosamente nadie hizo nada, cuando averigüe más sobre el tema supe que le tenían miedo y por eso nadie se enfrentaba a él y cuando decidía hacerle la ley del hielo a alguien los demás solo obedecían, desde aquella ocasión lo odie, siempre he odiado a las personas que hacen sufrir a los demás solo por su propia diversión y yo… me estoy convirtiendo justamente en eso —Changmin al fin le revelo su preocupación, el la iba a tener difícil al reconocer sus verdaderos sentimientos, pero quizás ahora estuviera un paso más cerca.
— ¿Y ese chico sigue teniendo ese carácter?
—Sí, el mismo, solo que ahora me tiene miedo y conmigo él es diferente, él es más humano, pero después vuelve a ser la misma mierda que era antes y es una decepción… aunque creo que no tiene sentido —Changmin se sentó como dispuesto a irse, pero Loren no iba a dejarlo ir tan fácil.
—Espera, ¿Contigo es diferente a como es con otras personas? —Changmin se vio confuso.
—A veces si, a veces vuelve a ser el, no lo sé, parece como si el tuviera muchas personalidades dentro de su cabeza, es confuso, a veces hasta pienso que me agrada, pero luego él hace o dice algo que me recuerda lo cabrón que en realidad es y vuelvo a odiarlo de nuevo.
— ¿Y se puede saber por qué el y tu pasan tanto tiempo juntos? —Changmin se quedó estático en su lugar, Loren supo que no iba a sonsacarle nada cuando el negó con la cabeza suavemente.
—Loren yo no me atrevo a contarte muchas cosas, lo siento.
—Está bien Min, te entiendo y no te voy a obligar, ¿De acuerdo? Recuerda que lo único que quiero es ayudarte, Min, estoy muy orgullosa y agradecida de que hayas escuchado mis consejos, me gustaría darte otro —Changmin asintió— trata de pensar un poco como si estuvieras en su situación, me refiero al chico misterioso, trata de ponerte en sus zapatos.
— ¿Qué? Imposible, somos demasiado diferentes como para tratar de imaginarme lo que siente, nunca se lo que siente, solo me gusta joderlo… ¡No me refiero al sexo! Me refiero a que me gusta fastidiarle la vida, no me preocupo mucho de lo que siente, después de todo él tampoco se preocupó en lo absoluto de lo que yo sentía he hizo lo que le dio la gana conmigo —Changmin se puso de pie, molesto, Loren también, ella nunca iba a dejar que se largara de su consultorio en un estado de ánimo negativo, eso crearía un recuerdo para Changmin y este comenzaría a distanciarse de ella.
— Min, te estas comportando como un tonto, ¿Acaso él no te pidió perdón por sus acciones del pasado?
—Si lo hizo… pero esto no puede solucionarse con un simple perdón Loren.
— ¿Por qué no? ¿Por qué no olvidas la venganza y encuentras el perdón dentro de ti?, serás más libre cuando lo hagas, deja de cargar con ese peso Min, a él también le pesa igual, ¿Por qué no le preguntas?
— ¿El qué?
—El por qué te hizo eso, tú no lo sabes ¿Verdad? Pues pregúntaselo directamente ¿O le temes a la respuesta que él pueda darte? —Changmin se estremeció.
—Yo no tengo miedo, mucho menos de lo que él pueda decirme, la razón por la que me amarro a una cama y me hizo “eso” no cambiaría en nada lo que siento…
—Bien, pues si saber el por qué no cambiara en nada la situación solo pregúntaselo y ya, qué más da si de todas formas seguirá igual ¿Cierto? —Loren se aplaudió por ser tan lista, Changmin estaba tratando de negarse y ella no le dejaba el camino libre, él tendría que acceder si o sí.
—De acuerdo, le preguntare, ¿ahora puedo irme?
—Min, ¿Nunca lo vas a perdonar? Quiero decir, aun cuando dejaras de verlo e hicieran sus vidas uno lejos del otro, ¿Seguirías sin otorgarle el perdón? —Changmin no dijo nada, pero Loren vio cómo su mirada se suavizo al instante, era casi piadosa, como si estuviera recordando un momento muy difícil pero a la vez muy importante de su vida, quizás…— olvídalo, no me contestes, solo quiero verte feliz, te quiero mucho Min, eres como un amigo para mí —Changmin se relajó y le dio un breve abrazo antes de irse
¿Y si el chico misterioso había cambiado por completo la vida de Changmin? ¿Podría ser posible?
Quizás no estaba tan equivocada de la vida de Changmi, pero de algo estaba seguro era que su paciente empezaba sentirse fuertemente atraído por ese chico misterioso y solo que él tenía una venda muy gruesa en sus ojos y no quería darse cuenta.
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— ¡¿Qué tu qué?! —Jaejoong se arrojó hacia delante y tapo con brusquedad la boca de Tiffany, si, buen momento para contarle que se había acostado con Changmin. En medio de la jodida clase de Deporte, Jaejoong se sintió estúpido al haber elegido ese momento.
— ¿Quieres callarte? No necesito que todos aquí se enteren —ella hizo silencio, sin embargo sus ojos seguían abiertos como platos, Jaejoong oculto una sonrisa, Tiffany siempre tan “sencilla” con sus gestos.
—Mierda… tú y el ¿Follaron? Quiero decir, un pene y un culo…
—Que sí, mierda, tu entiendes el funcionamiento de eso…
—Espera, tu nunca eres el de abajo… ¿No me digas que Changmin se dejó follar? —Jaejoong enrojeció violentamente y negó con la cabeza— oh madre… ¿Ya no eres virgen? —Jaejoong volvió a negar sin mirarla— Oh padre… ¡Santa mierda!
—Cállate.
—Deberías estar feliz, después de todo tú estabas reservando tu culito virgen para Changmin, misión cumplida ¿O no? —Jaejoong la miro dubitativo, Tiffany estaba radiante por alguna razón, como si Jaejoong fuera su mejor amiga que se había casado recién, y como si ambas estuvieran chismoseando sobre la luna de miel, pues no, esto no era así.
— ¿Quién dice que me estaba reservando para él? Simplemente las cosas pasaron así, Changmin no me iba a dejar meterla y yo estaba caliente como el infierno, solo nos desahogamos y ya —Tiffany suspiro, el brillo de sus ojos fue desapareciendo, ella engancho sus dedos con los de él, para demostrarle así cuanto lo quería.
—Jae, cariño, deja de fingir que no estás enamorado… puede que hayan pasado dos largos años, pero sé que tus sentimientos hacia el nunca cambiaron.
— ¿Cómo demonios puedes saber eso? Mira lo que te dije aquel “día” después de que Changmin se fue, bueno eso cambio, ya no me gusta el, solo está muy bueno, admítelo yo nunca pude resistirme a una buen culo, solo fue sexo.
— ¿Cómo lo se? Pues porque no hubieras salido corriendo detrás de el en la fiesta de Darío si no hubieras estado enamorado… Además no hubieras permitido que él te hiciera su esclavo con la tonta excusa de que le debes la vida, tu no le debes nada a nadie, no importa lo que él diga —exclamo ella exasperada, Jaejoong la miro molesto.
— Yo fui tras el por qué quería aclararle un par de cosas, yo no tengo la culpa de que su amigo estuviera loco y tratara de matarme, tú mismo lo viste, iba a abrirme el cuello en mitad de esa asquerosa plaza si tu no sacabas del camino con el auto, Changmin impidió que el cumpliera su trabajo al final, así que creo que su punto es muy razonable…
— ¿Pero es que no te das cuenta? —ella le corto algo más airada al notar como Jaejoong comenzaba a defenderlo— cuando tu padre te castigó sin dejarte salir, tu por poco te volviste loco en esos días, estabas insoportable y tu única preocupación era volver con Changmin, ¡No lo niegues! Ni siquiera pensaste en que tenías el castigo como excusa perfecta para librarte al fin de ir a limpiar ese maldito almacén.
—Fabrica —la corrigió Jaejoong.
—Bueno lo que sea, mira yo nunca creí decirte esto pero… quizás deberías evitar tener mucha cercanía con Changmin… ¿Qué pasara cuando él te rompa el corazón? —Jaejoong suspiro.
—Nada Fanny, no me pasara nada, todo seguirá igual.
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Jaejoong reviso su celular cuando este emitió un pitido, era otro mensaje, de Vincent que decía que pasaría a recogerlo al día siguiente a su universidad, Jaejoong se había animado a aceptar la invitación, no supo por qué motivo, pero extrañaba el ambiente de gente de su… mismo status social por no encontrar otra forma de decirlo, hacía mucho tiempo que no iba a las fiestas que sus amigos organizaban, y con horror descubrió que se había estado acostumbrando a los tragos de baja calidad y la coca cola, además de los cigarrillos baratos, era hora de un poco de su propio ambiente.
— ¡Fanny! —Llamo una de las porristas— la entrenadora te espera para entrenar…
—Maldición me olvide del entrenamiento ¿Estarás bien Jae? —pregunto ella preocupada hacia su amigo.
—No soy un niño pequeño —dijo enfurruñado.
—Bueno, actúas como uno por lo cual me preocupo… ¿Me pasas a recoger luego de practica?
—Vale, vale adiós —ella se alejó rápidamente y Jaejoong camino sin prisa hacia su auto, algunos estudiantes lo saludaban amablemente tratando de llamar su atención de cualquier forma, el solo contestaba cada saludo con un gesto neutro pero ensayado para parecer seductor al mismo tiempo, y mantener su fachada de super star.
Llego hasta su audi y lo abrió para subirse, recién atardecía, tomándolo totalmente por sorpresa una persona abrió la puerta del acompañante y se metió a su lado, Jaejoong salto asustado, un poco más y habría salido corriendo del auto como un loco asustado, después de todo habían muchos ladrones que utilizaban esa técnica para robar…
Pero asombrosamente se relajó al ver que solo era Changmin, aunque no entendía por qué ya que su reacción debería ser exactamente lo contrario, sobre todo después de lo que había pasado la última vez que se habían encontrado. No todo termino tan bien después de que Jaejoong le echara a Changmin en cara unas cuantas cosas.
—Conduce —fue el seco saludo, Jaejoong encendió el motor y salió de la universidad lo más rápido que pudo, no quería ser visto con Changmin, este vestía demasiado extraño, demasiado “callejero” comparado con la ropa más cara, de último modelo en las tiendas, que solían usar sus amigos.
— ¿Hacia dónde? —pregunto una vez salieron del universidad.
—Hoy tengo ganas de emborracharme así que iremos a un hotel —dijo Changmin tranquilamente— el que tú decidas.
—No sé mucho sobre hoteles —dijo Jaejoong.
—Entonces busca alguno, joder —Changmin parecía bastante nervioso porque saco un join de marihuana y comenzó a fumarlo rápidamente, Jaejoong busco algún hotel y no vio ninguno, se alejó de la zona escolar y pronto un alto edificio con el nombre “Diplomat” los recibió, Jaejoong entro al lugar donde le indicaron, era un espacioso estacionamiento, ambos se bajaron, Changmin con sus manos en los bolsillos y oliendo a hierba.
—Una habitación —dijo Changmin simplemente extendiendo una tarjeta de crédito, Jaejoong se sorprendió ¿Acaso la habría robado? Se encogió de hombros y siguió a Changmin, unos niños pasaron corriendo mientras su madre les gritaba que dejaran de hacer el tonto, subieron por el ascensor y entraron a la habitación 305.
— ¿Y ahora qué? —pregunto Jaejoong sentándose en la cama, esta era suave y cómoda, había un enorme televisor a uno de los costados.
—Pide un vino, o cualquier cosa que tenga alcohol —dijo Changmin encerrándose en el baño, Jaejoong se encogió de hombros y pidió un vino, ¿Por qué Changmin lo habría traído a este lugar? ¿Quería repetir…?
Bueno, Jaejoong no se lo permitiría esta vez, no después de lo de la prostituta. Pronto trajeron la botella y dos copas, el rubio dejo todo dentro y espero, minutos después Changmin salió del baño con la cara húmeda, se notaba que se había mojado el rostro y el cuello con agua fría pues su piel se había puesto de gallina, Changmin sirvió rápidamente en las dos copas y se bebió la suya de un tirón, Jaejoong solo bebió un sorbo, y el otro volvió a llenar su copa pero no dijo nada, aunque esta vez bebió más lento.
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Su teléfono vibro por tercera vez, cuando vio el identificador “casa” tomo la decisión de apagarlo, no quería volver a casa, no quería que lo siguieran molestando, era mayor de edad por favor, el sabía lo que hacía o no hacía.
Además después del vino, el fernet y el vodka estaba algo ebrio, al parecer Changmin también, ya que hablaba sin parar…
—…realmente odio cuando esos tipos se aparecen así como así, es ridículo, no tienen modales, como si fueran dueños de la maldita calle, si quieres comprar mi mierda preséntate como es debido puto de mierda, esto no es un negocio local a la vuelta de la esquina, esto es algo serio, hijos de perra… —decía Changmin molesto, recordando a esos sujetos que se habían atrevido a ir a buscarlo sin previa cita para comprar drogas, se acabó el vaso de vodka de un solo trago, ya no había más, Changmin lo dejo a un lado y se dejó caer en la cama— extrañamente estas muy callado.
—Y tu demasiado hablador —dijo Jaejoong trabándose tremendamente con las palabras, se acabó su propio vodka y se tumbó en la cama, estaba totalmente adormecido así que comenzó a reír.
— ¿Realmente estas tan borracho? —pregunto Changmin con una matiz de diversión en su voz.
—Oh sí, estoy ebrio, tendrás que conducir… espera, tu estas peor… olvídalo —Jaejoong se cubrió la cara con el antebrazo— ¿Por qué estabas tan nervioso? —pregunto el rubio más decidido gracias al alcohol.
—Es por que… tenía que hacerte una pregunta —comento Changmin con algo de duda en la voz, no solía dudar nunca, solo iba y hacia lo que se le daba la gana, verlo tan indeciso sobre algo, lo hacía ver más humano de algún modo…
— ¿Solo eso? ¿Por qué no solo preguntas y ya? —le animo con un pequeño golpecito.
—Porque es una estupidez ahora que lo pienso, tan solo olvídalo —Changmin saco más marihuana y cargo una pipa, le dio la primera calada antes de pasársela, Jaejoong agarro el objeto llevándolo sensualmente a sus labios, fumo con tranquilidad aun que en la primera calada sintió arder su garganta.
—De acuerdo… joder esa mierda es buena —dijo sintiendo al instante los efectos de la hierba.
—Si lo es, estoy bastante “contento” —dijo Changmin riendo, Jaejoong se sentó y se tambaleo en dirección al baño— ¿Vas a vomitar? —le molesto el otro.
—Realmente no lo sé —dijo desde el baño— tal vez…
—Asqueroso —mascullo Changmin encendiendo la tele después de un rato Jaejoong regreso con la cara y el pelo mojados, y luciendo menos mareado— ¿Ya?
—No pasó nada, solo quería refrescarme, no debimos mezclar tantas cosas distintas —mascullo caminando hacia la cama donde Changmin estaba sentado observando la tele, sin darse cuenta Jaejoong piso uno de los zapatos de Changmin y tropezó hacia delante, unos brazos lo sujetaron con fuerza, de todas formas no se habría hecho daño cayendo a la cama pero Changmin lo había sujetado para que no cayera sobre EL precisamente.
— ¡Mierda! ten cuidado, casi me golpeas las bolas —señalo Changmin su entre pierna, la rodilla de Jaejoong estaba a centímetros del amiguito de Changmin, apoyada sobre la cama un poco más adelante y lo hubiera aplastado, auch, Changmin lucia algo pálido y asustado al ver a su orgullo tan cerca de ser lastimado, el rubio quiso reírse pero no lo hizo porque de repente se dio cuenta de lo cerca que estaban uno del otro, con Jaejoong sobre él y con Changmin sujetándole los brazos para estabilizarlo, en esa posición sus caras quedaban tan cerca.
—Lo siento —dijo Jaejoong observando sus labios, estaban tan accesibles y nunca los había probado ¿Pero quienes si lo habían hecho? ¿Quizás Changmin había permitido a esa prostituta besarlo en la intimidad de la cama? Pero si sabía con certeza de alguien que los había probado, porque él lo había visto en primera fila, Jessica, ella sabía lo que se sentía besar esos perfectos labios y juguetear con esa lengua… y él se sentía tan malditamente celoso de eso, no podía evitarlo por más que quisiera, suavemente se fue acercando hacia Changmin.
—Hey ¿Qué crees que haces? —dijo Changmin deteniéndolo.
—Nada —dijo Jaejoong sonriendo inocentemente de lado, antes de adelantarse bruscamente hacia delante y juntar sus labios con los de Changmin, sintió como este trataba de empujarlo, pero el rubio se aferró a su cuello con sus largos brazos, y no se dejó empujar, debido al alcohol ambos perdieron el equilibrio y cayeron hacia atrás provocando que se separaran por breves instantes, pues Jaejoong rápidamente volvió a atrapar sus labios con firmeza, aprovechando de la embriaguez del otro lo aplasto contra la cama, Changmin se mantuvo tenso todo el tiempo, al menos casi todo el tiempo ya que en el último momento se relajó y dejo que Jaejoong disfrutara de su boca, pero quizás solamente lo hizo para despistarlo, pues ni bien bajo la guardia Changmin aprovecho para empujarlo fuertemente a un costado.
— ¡¿Qué demonios estas…?! —Changmin se tocaba los labios, incrédulo, tenía las mejillas rosas— te dije nada de besos…
—Lo siento —dijo Jaejoong encogiéndose de hombros— estoy algo ebrio —se excusó casi inútilmente, una excusa que ni el mismo deseaba dar, a él le gustaría gritarle a Changmin en la cara que lo había besado porque en realidad había querido hacerlo, simplemente porque lo amaba.
— ¿Jaejoong tu…? —comenzó a preguntar el de otro chico, pero entonces solo se mantuvo en silencio, como si no tuviera el valor de acabar de formular su pregunta.
— ¿Qué? ¿Qué me ibas a preguntar? —Dijo Jaejoong caminando de rodillas sobre la cama, hasta quedar muy cerca de Changmin— quiero besarte —agrego inclinándose nuevamente sobre Changmin que se mantenía recostado, todo el tronco del rubio se inclinó hasta que su pelo rubio toco la cara del pelinegro, ambos estaban bastante ebrios y no eran muy conscientes de sus actos.
—Olvídalo —dijo Changmin en un susurro, tratando de quitarle importancia, Jaejoong inevitablemente volvía a acercarse a sus labios, esta vez descubrió con asombro que Changmin se dejó hacer aunque no respondió el beso, el solo aprovecho esa oportunidad y beso a Changmin con todo lo que tenía aunque este no le estuviera respondiendo, eso no le importaba en ese momento, el sabor de la boca del otro lo estaba volviendo loco, sentir su lengua junto a la suya frotándose, repentinamente Changmin alzo sus manos para apoyarlas sobre sus hombros, Jaejoong no se lo esperaba así que fácilmente Changmin lo empujo volteándolo, inmediatamente fue el quien quedo sobre el cuerpo del rubio, aplastándolo contra el mullido colchón, Jaejoong sintió la caliente barra que formaba el pene de Changmin clavándose en su cadera, aun entre las capas de ropa podía sentir el calor que el miembro irradiaba sobre su piel, repentinamente la boca de Changmin reclamo sus labios, obligándolo a abrir la boca con su lengua que lo profanaba sin piedad, Jaejoong gimió tan fuerte dentro del beso, era tan placentero que estaba acaparando todos sus sentidos, sus brazos envolvieron a Changmin posesivamente mientras disfrutaba de su repentino cambio de opinión en cuanto a los besos entre hombres, para ser la primera vez que Changmin se besaba con otro chico lo estaba haciendo de puta madre, Jaejoong estaba casi inconsciente y estaba más que encantado con el beso.
Cuando se separaron en busca de aire Jaejoong no perdió el tiempo y sus manos comenzaron a jalar de la camiseta del otro, este dejo que se la quitara, el rubio jamás se cansaría de observar sus músculos bien tonificados, amaba el hecho de que eran perfectos.
Changmin comenzó a desabrochar su cinturón y se detuvo a observar a Jaejoong, este levanto las manos de Changmin y el mismo desabrocho los jeans deslavados que traía sobre sus piernas, la prenda resbalo hasta sus rodillas, Jaejoong tuvo que alzarse para que Changmin pudiera quitarse su camiseta, el rubio desabrocho sus propios jeans rápidamente y los jalo hacia abajo junto a su ropa interior, no tenía vergüenza de que Changmin lo viese, quería exhibirse, quería mostrarle lo caliente que podía ser entre ellos, sin importar que ambos fueran hombres. Vio la vista de el centrarse en su pene, la entrepierna de Jaejoong era de un color de piel bastante claro dejando ver las venas por debajo la piel, y tenía la punta de un color rosado que enrojecía violentamente a cada instante.
Changmin llevo su mano hacia el pene del rubio como tanteando el terreno, Jaejoong trato de no reírse, solo espero que este fuese a su propio ritmo, lo vio tomarla con su mano y jalarla un par de veces, un fuerte placer recorrió su espalda, se arqueo y gimió bajito, cuando volvió a mirarlo se encontró con los ojos de Changmin sobre los suyos, mientras este lo acariciaba suavemente, Jaejoong se preguntó que estaría pensando, ¿Le estaría gustando todo eso? ¿Quizás tocar tan de frente el pene de otro hombre lo haría retroceder? Changmin ya lo había masturbado antes, pero cuando se lo estaba follando de cuatro, más centrado en su pene apretada por el culo de Jaejoong que en su mano masturbando otro pene, así que eso no contaba mucho; esto era diferente, Changmin lo estaba acariciando totalmente centrado en eso, además de que sus ojos estaban observando todo el espectáculo gay de primera fila.
Todo eso junto ¿No sería demasiado para él? Jaejoong cerró levemente sus piernas mordiéndose los labios.
— ¿Qué sucede? ¿Te lastime? —pregunto Changmin deteniéndose, Jaejoong a veces no podía creer que ese Changmin fuera el mismo, Changmin que vendía drogas en la calle, simplemente era tan cuidadoso a veces que lo desconcertaba.
—No, es solo que… no tienes que hacerlo si no quieres —mascullo el rubio algo ruborizado sus manos bajaban para cubrir su pene, Changmin las aparto de un golpe.
—Entonces házmelo tu a mí también, para que parezca que yo me lo estoy haciendo a mí mismo —dijo Changmin pateando sus pantalones y su ropa interior a un costado, se puso sobre Jaejoong presionando su pene contra el del rubio, la de Changmin era al menos un centímetro más larga, y su color era más dorado no tan blanco como el de Jaejoong, pero ambas estaban duras y tenían una gotita húmeda en las puntas, y cuando el rubio las vio juntas, la de Changmin apoyada sobre la suya, tuvo que pensar en algo realmente feo para evitar correrse con la visión.
Jaejoong llevo sus manos hacia ambos penes y la de Changmin las cubrió, realmente no podía seguir viendo eso o inevitablemente se correría, busco los ojos de Changmin, pidiéndole silenciosamente algo que inmediatamente le fue concedido, Changmin se inclinó hacia su rostro y capturo sus labios, mordió suavemente el inferior y sus alientos se fundieron, sus jadeos eran aspirados por el otro mientras su lenguas se fundían en una ardiente batalla, Jaejoong gimió cuando el líquido que emanaban ambos fue suficiente para lubricarlos, y que las caricias fueran más placenteras, un ronco gemido de Changmin invadió su boca.
—Quiero… entrar —casi gruño este besándolo, ambos tenían los labios hinchados pero no podían detenerse.
—Hazlo —pidió Jaejoong lastimeramente, su mano empujo a la de Changmin más abajo, su mojado dedo acaricio sus testículos y luego bajo hacia su entrada, Jaejoong rodó los ojos antes de cerrarlos y arqueo la espalda.
—Mierda Jaejoong, eres tan caliente —le susurro Changmin metiendo su dedo lentamente girándolo y hundiéndolo hasta el fondo, Jaejoong sintió la molestia inmediatamente pero la ignoro mientras sus manos seguían masturbándolos a ambos, Changmin besaba suavemente sus hombros y su cuello, relajándolo mientras metía otro dedo, Jaejoong suspiro, eso era casi irreal, era muy diferente a tener sexo, al menos el lo sentía mucho más íntimo que tener sexo, era casi, casi, como hacer el amor.
Changmin saco sus dedos y escupió sobre ellos, pronto Jaejoong tuvo tres dedos incrustados dentro, uno de ellos llegaba a tocar su próstata ocasionalmente, lo que era suficiente para tenerlo derretido sobre las sabanas.
—Ya —gimió el rubio girando su cabeza de un lado a otro, podía sentir su cabello haciéndole cosquillas en la cara por moverse tanto sobre las sabanas, nunca se había sentido tan listo para recibir a Changmin como en ese momento, hasta que una pregunta acabo con parte de la magia que se había creado en esa habitación de hotel:
— ¿Tienes condones? —pregunto Changmin sin dejar de acariciarlo, Jaejoong sintió como una piedra se instalaba en su estómago.
—No… por favor dime que tu si traes —después de todo estaban en un hotel, no en un motel dudaba que hubieran condones, ¿O sí? Él no iba a preguntar se negaba a pasar esa vergüenza.
—La verdad es que no —Changmin no dejaba de atormentarlo con sus dedos, Jaejoong no podía parar ahora, realmente no podía.
—Yo nunca he follado sin condón… así que estoy limpio —le dijo el rubio mirándolo con decisión a los ojos, podía sentir que aún estaba borracho, pero aun así era mucho más consciente de las cosas, no podía parar ahora que era consciente de eso en especial.
— ¿Confías en mi para que te penetre sin condón? —pregunto Changmin ligeramente sorprendido, Jaejoong suspiro, ¿Changmin tendría alguna enfermedad? Después de todo… el follaba con las prostitutas de los barrios, quiso decirle que olvidaran todo eso pero, lo quería tanto en ese momento… así que hizo a un lado sus temores— tampoco he follado sin condón, jamás —agrego Changmin.
—Entonces hazlo —dijo Jaejoong decidiéndose, ahora no le importaba, si luego tenía que afrontar las consecuencias lo haría pero en ese momento simplemente no quería pensar. Abrió sus piernas incitadoramente, los dedos de Changmin entraron más adentro cuando las piernas del rubio fueron jaladas hacia atrás, Jaejoong lo observo escupir en su mano y masajear su propio miembro, su trasero consintió la pérdida de los dedos, pero se tranquilizó, pronto tendría a Changmin adentro, eso era mucho mejor que sus dedos.
— ¿Listo? —pregunto Changmin posicionando la punta de su desnudo pene en su entrada, Jaejoong asintió abrazándose a su cuello, cuando sus cuerpos estuvieron juntos sintió el pene de Changmin entrar unos centímetros en su orificio, engancho sus piernas alrededor de la cintura del otro, aguardando el embate, que nunca llego, Changmin entraba lentamente tratando de no apresurarse, le lastimaba pero no tanto como cuando había entrado de golpe la última vez que habían follado, los labios de Changmin atraparon su pezón distrayéndolo del dolor, Jaejoong se arqueo ofreciéndole su pecho, los dientes de Changmin lo mordieron provocándole dolor, pero un dolor suave que solo hizo incrementar su placer, su liquido mojo su vientre al sentir a Changmin al fin completamente dentro, se quedaron quietos solo besándose con calma, Changmin se alejó de sus labios.
—No pienses ahora —le dijo Jaejoong acariciando su mejilla— muévete y no pienses en nada —dijo suspirando mientras Changmin comenzaba a moverse, este se acomodó en su cuello dejando suaves besos y mordidas mientras sus embestidas aumentaban de velocidad, Jaejoong gimió cuando sintió el placer subir por su columna —mas… —jadeo casi sin voz, Changmin mordió fuertemente su cuello sacándole un desesperado gemido, levanto sus caderas hacia arriba, apoyándolo sobre sus piernas, el nuevo ángulo hizo que el rubio gritara, Changmin atrapo su boca tragándose sus gemidos, Jaejoong no iba a aguantar mucho más, enterró sus uñas en los hombros del otro y se corrió, Changmin seguía penetrándolo lo que hizo que su orgasmo se intensificara, el rubio sintió asombrosamente como su pene soltaba dos chorros más como si no acabara de descargarse, dos embestidas después Changmin se apretó tanto contra el que lo dejo sin aire en los pulmones, Jaejoong podía sentir cada latido que daba la verga de Changmin al descargarse dentro de él, sus músculos se relajaron lentamente, Changmin hizo el ademán de salirse pero Jaejoong lo detuvo con sus piernas.
— ¿Qué? —pregunto Changmin aun algo agitado, el rubio lo atrajo y beso castamente sus labios por un momento, luego lo dejo ir.
—Me duelen las piernas —comento cuando Changmin dejo que las bajara a la cama— entre otras cosas… —agrego con una sonrisa.
— ¿Qué esperabas? Después de todo acabas de acostarte conmigo —dijo Changmin abrazándolo, Jaejoong sintió como casi de inmediato se dormía, era más que obvio que los orgasmos le provocaban a Changmin un profundo sueño, minutos después el rubio escuchaba la tranquila respiración del otro, Changmin se removió entre sueños, Jaejoong sonrió cuando lo sintió acomodarse casi encima de él, ¿Quería aplastarlo o qué? Poco a poco el alcohol y el cansancio hicieron su esfuerzo y Jaejoong se quedó dormido esperando que el mañana sea mejor para los dos.
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