Girando de un lado a otro y dándose la vuelta otra vez. Jaejoong parecía no ser capaz de encontrar un buen ángulo para acostarse en la cama. Su cabello aplastado y sus ojos hinchados de tanto llorar, por alguien que no valía la pena sin duda.
Maldición.
Se sentía patético. La gente lo supera todo el tiempo ¿verdad? ¿Estaba exagerando con su drama o había sido realmente doloroso lo que había experimentado? Dios, no estaba seguro. No sabía cómo podía empeorar, pero quizá en una semana, dos semanas, dos meses…ya encontraría una forma.
Mierda ¿qué se estaba diciendo así mismo? No lo haría. Sabía eso.
De alguna manera, Jaejoong no había esperado que suceda eso. Aunque se había dicho así mismo miles de veces no sentirse atraído, a esas alturas, admitirlo haría que su amor hacia a Changmin creciera increíblemente.
Inconsciente de ello, había empezado a confiar en que Changmin se quedaría con él. Ser la persona que podría amar, aunque nunca lo había sido y ahora la verdad lo estaba golpeando directamente en el rostro.
¿Cómo? Changmin había sonreído al ver el rostro de Jaejoong ¿Acaso lo había olvidado? ¿O era todo falso?
La garganta de Jaejoong parecía cerrarse cuando pensó en ello. No podía estar seguro de todo lo que había experimentado la pasada noche.
Incluso más que estar asustado del futuro, Jaejoong estaba asustado de no saber que pasaba por la cabeza de Changmin realmente. Estaba asustado en pensar que había conocido a Changmin y que había sido una mentira y que había empezado a amar a alguien que no existía. Estaba asustado de no saber nada real sobre Shim Changmin. Todo eso lo volvía loco.
Y se preguntaba, se preguntaba si alguna vez sería capaz de tener de regreso su corazón. ¿Cómo podría alguna vez ser así de apasionado con alguien más? Parecía imposible. Jaejoong no podía imaginarlo. Ser así de apasionado con alguien más no parecía ser saludable. Estaba en un territorio peligroso, respecto a sus sentimientos hacia Changmin, ese pequeño empuje, esas primeras miradas y sonrisas, y palabras lo llevaban al borde. Sabía que esto sucedería.
Oh dios, pensó a la vez que se cubrió el rostro con sus brazos. ¿Cómo iba ser capaz de dejar ir a Changmin?
Sin fuerzas y esperanzas, se levantó de la cama y caminó alrededor de la habitación sin ningún propósito. Eventualmente se dirigió al espejo. Tragó. Lentamente se quitó los pantalones y la camiseta, solo desnudo en sus boxers.
Se miró así mismo.
¿Acaso no era lo suficientemente bueno? ¿Un rostro hermoso? ¿Cuerpo esbelto?....Acaso ¿Valía menos que los estúpidos amigos de Changmin?
Se sentó de rodillas y miró su propia expresión.
El punto era, Jaejoong no quería rendirse. No quería rendirse ante Cahngmin, quería luchar por ello pero ¿Podría soportar todo el daño, una vez más? La respuesta era no. No podía hacerse eso así mismo. ¿O sí?
Aun sintiéndose dañado por Changmin parecía miles de veces mejor que intentar vivir una vida sin Changmin, volviendo a lo de antes. Jaejoong no quería regresar a lo de antes. Sentía como si su vida sin Changmin fuera un agujero negro que pronto lo consumiría.
Qué ironía. Había estado todos esos años viviendo la vida loca, acostándose con hombre que se le ofreciera, su vida era sexo y moda. No cabía en su cabeza el amor que trato de esconder en el fondo de su corazón. Porque sabía que Changmin siempre estuvo. Y ahora estaba sufriendo de un chico que lo hacía querer morir. Ironía.
Los ojos de Jaejoong vagaron por la habitación, tratando de buscar su móvil y nada, y recordó que su bolso y todas sus pertenencias las había dejado en la fabrica, al salir casi corriendo de ahí, bufo molesto, tendría que ir por ellas. de igual manera se sentía aliviado ya que no deseaba hablar con nadie.
Changmin no fue a buscarlo, supuso que no quería encargarlo a esas alturas. Por otro lado, no sabía cómo sentirse respecto a eso. ¿Feliz por no tener que ver su rostro? ¿Triste por la misma razón? ¿Feliz de que Changmin se sintiera culpable? ¿O triste porque parecía no importarle en lo absoluto? No había ido a disculparse con lágrimas en los ojos, no había intentado solucionar la situación. No es que esperara eso, excepto por algún lugar de su mente, en un sueño distante.
Sus ojos cayeron sobre el escritorio en el rincón de la habitación y el pensamiento apareció sobre él. Una canción. ¿Escribirá una canción? Estaba seguro que podía hacerlo ahora mismo, tenía tantas ideas en la cabeza, estaría bien soltarlo todo. Sí, debería.
Por la mañana, la tinta probablemente sería a penas visible por las lágrimas. Ugh, Don pudo haber tenido razón, lloraría todo el día.
Jaejoong intentó sacar la melodía de la canción, sabía que era perfecta.
Era agridulce.
—&—
Jaejoong realmente no sabía que estaba pasando cuando despertó de pronto ¿Dónde estaba?
Oh sí, se había quedado dormido en el escritorio mientras leía la canción y sintiendo lástima de sí, se había perdido la cena y el resto de la noche. Debió haber estado realmente cansado, pero sin ni siquiera notarlo por toda la preocupación que tenía en la cabeza.
¿Qué lo había despertado de todos modos? Sentía que podía seguir durmiendo.
De pronto algo cayó al suelo.
—Owh…la puta madre…
Jaejoong se tensó, esa voz la conocía jamás podría equivocarse, se giró y lo vio ahí. Era Changmin.
Lo vio murmurar algo, su pies se había enredado en un montón de ropa, eventualmente, después de un minuto o dos, Changmin notó a al rubio sentada en el escritorio.
— ¿Jae? —Preguntó con un tono inestable. Jaejoong alzó sus cejas.
Por un momento asombrado por la apariencia de Changmin que estaba de pie en frente de él.
— ¿Qué rayos te ha pasado?
Mientras dejaba que Changmin pudiera formular alguna oración con sentido. Jaejoong buscó su celular sobre el escritorio para revisar la hora. Pero recordó que lo había pagado y de seguro debe tener miles de llamadas perdidas, entonces miro el reloj de su escritorio. Eran las 5 am y Jaejoong suspiró. De pronto sintiéndose más cansado, pensando en que tenía que levantarse en un par de horas.
—Yo…uh…ugh...no lo sé.
Mierda. Le había tomado un montón de esfuerzo tener que llegar a esa conclusión.
Jaejoong no creía que estuviera ebrio. No olía a alcohol y tampoco parecía como si hubiera bebido. Fue entonces cuando notó otro olor. Uno familiar.
Lo recordó. Era el olor a marihuana que Changmin y la pandilla siempre fumaban, aunque ahora parecía que Changmin había fumado más de lo debido.
— ¿¡Estás drogado!? —Jaejoong preguntó incrédulo, sin embargo no esperando por una respuesta.
Y estaba en lo correcto. No llegó una respuesta, solo Changmin soltando ruidos extraños de su garganta. Jaejoong agachó la mirada y cerró los ojos por un minuto, intentando aclarar su cerebro, todo era tan perturbador hasta que oyó la voz de Changmin más cerca que antes.
—Jae…
El rubio abrió los ojos de golpe y miró directamente a Changmin — ¿Qué?
El corazón de Jaejoong estaba a mil ¿qué estaba haciendo? No podía dejarlo suceder ¿verdad? Changmin no debería estar así de cerca. No ahora. No nunca. No, no, no.
—Te necesito, Jaejoong. Te necesito tanto.
Oh dios ¿Iba a empezar a llorar? Changmin se acercó más hasta inhalar y exhalar en el cuello de Jaejoong.
—Min, deten-
—No. Lo siento, Jae, lo siento mucho.
Jaejoong sintió su corazón derretirse lentamente.
¡No! Jaejoong, agárrate de la situación! Está drogado y no sabe lo que está diciendo.
—Escucha, no creo que…
—Cállate no quiero….
Jaejoong de pronto fue interrumpido por el agarre de unas manos en su cadera.
—Déjame decirte lo que pienso, Jae —Changmin susurró —No creo que pueda…uh…—Agarro el rostro del rubio y conecto sus ojos con los hermoso ojos negros del rubio —Vivir sin ti…
Jaejoong quería abrazarlo pero… ¿Qué carajos se supone que debía hacer? Sentía que su alma se desgarraba por la elección, como si fuera un gran lío. Sabía muy bien qué tenía que hacer ¿Este era una especie de prueba?
—Jaejoong. —pidió quedo, pero él ya no estaba dispuesto a soportar más, a escuchar sólo mentiras. Ya había confirmado lo que el mismo Changmin le había dicho y no quería seguir más al lado del.
—¡No! — No quiero escuchar más. Ya he escuchado suficiente este día, no quiero escucharte más. —afirmó tapándose los oídos como si buscara huir o desaparecer. Changmin volvió a pararse, pero no se acercó.
—Escúchame. —insistió.
—No, no quiero. —y presionó más sus oídos, pero Changmin acortó la distancia para obligarle a apartar las manos, forcejeando con Jaejoong que no se la dejaba fácil.
—¡Pues aunque no quieras, vas a escucharme!
—No puedes obligarme. —acusó apresurándose a la puerta para poder salir. No iba a permanecer un minuto más en su presencia. No obstante, las palabras de Changmin le dejaron pasmado.
—¡Por la mierda, Jaejoong! ¡TE AMO! —Alzó la voz para que le escuchara bien—. Te amo. y no voy a permitir perderte ahora que siento esto.
Los ojos negros de Jaejoong se abrieron cuan grandes eran por la sorpresa, y con su corazón latiendo a toda prisa sintió que las fuerzas en sus piernas le abandonaban y la boca se le secaba de golpe. Esas palabras, había soñado tantas veces con escucharlas; pero no así. No en ese momento. Si se las hubiese dicho aun el día anterior, podría haberle creído. Pero no ahora.
De pronto, como salvarlo de las elecciones, Changmin lo besó directamente en los labios, jugando con la mente de Jaejoong más que nunca y haciendo que millones de diferentes pensamientos recorrieran atreves de él.
No debería. No podía…no…oh cielos.
Jaejoong lo besó de regreso. Agarró a Changmin por el cuello para acercarlo más, sus cuerpos friccionándose con el otro.
Se rindió. No había nada que sentía fuera capaz de hacer. Jaejoong tenía ganas de golpearse en la cabeza por ser tan jodidamente débil. Pero solo…no podía. No podía rendirse tan fácilmente. Empujó a Changmin hacia atrás impactando la espalda de este en la pared, no pudo resistirse, pero a Jaejoong no le importó, no se detuvo, atacó a Changmin con su boca, una y otra vez, como si estuviera castigándolo, golpeándolo contra la pared a besos. Sus dedos presionando fuertemente los brazos de Changmin, Jaejoong quería arañarlo, golpearlo. El rubio quería quitarle toda esa estupidez.
No podría, por supuesto. Su mente estaba yendo en una montaña rusa. No debería estar haciendo esto en primer lugar.
¿Iba estar con Changmin como si nada hubiera sucedido por la tarde? ¿Dejándolo solo con todo el recuerdo doloroso?
Esos pensamientos interrumpieron a Jaejoong.
Changmin comenzó a jalarlo hacia la cama, aun besándolo como si hubieran pasado años.
Jaejoong antes de caer sobre la cama empujo una vez más a Changmin y en cuestión de segundos el rubio ya estaba sobre Changmin sentado de horcajadas sobre él, presionándolo sobre la cama, toqueteándolo por todos lados, moviendo su trasero sugerentemente, podía sentir la excitación de Changmin palpitar bajo ese pantalón y el solo deseaba sentirlo una vez más.
Jaejoong se dio cuenta que hasta ahora, no se había preguntado dónde había estado Changmin. Quizás…¿Riéndose de él con toda la pandilla? ¿Follando a putas?
Oh Dios. Jaejoong no lo sabía y quizá nunca lo sabría.
Ahí está el gran problema. Jaejoong se preocupaba mucho y Changmin…no.
Él no se preocupaba de que Jaejoong esté hecho pedazos.
Entonces Jaejoong comenzó a sollozar, ya no deseaba mostrarse fuerte, estaba destruido —Duele mucho…—susurró sin saber por qué exactamente. Changmin no parecía notarlo.
¿Iba en realidad tener sexo con Changmin como si fuera una puta?
No.
Decidió justo en ese momento. Jaejoong quería alejarse de Changmin, empujándolo, pero Changmin resistía. Eventualmente, alzó la mirada confundido y el rubio lo miró de vuelta asustado.
—Tienes que detenerte por favor.
—¿Que? ¿Por qué? —Changmin se estremeció, claramente con el cuerpo tenso.
—No voy a dejar que me arruines completamente, Shim Changmin. Aún tengo dignidad y la estoy usando ahora —Jaejoong dijo con la voz temblorosa.
Se soltó del agarre de Changmin, su corazón estaba sangrando.
Changmin no dijo ninguna palabra. ¿Por qué no decía algo? ¿Intentar tener de vuelta al rubio?
Eso, una vez más, probaba que Changmin no le importaba ni una mierda. Con lágrimas en los ojos, Jaejoong se acostó en su cama, sin mirar a Changmin, no atreviéndose a mirarlo ni una vez.
— ¿Sabes cuál es la peor parte, Changmin? Que pensé que había finalmente encontrado a alguien que me entendía, y que te estaba empezando a conocer. De todo esto, tú parecías entenderlo y luego terminas haciéndome más daño que nadie. Más que mis padres, más que Don. Tú lo hiciste. Así que supongo que Don debe estar muy complacido. Lo hiciste. Felicitaciones.
Le tomó a Jaejoong un momento, pero pronto logró calmarse y caer dormido, al escuchar como los pasos de Changmin se alejaban.
—&—
Changmin estaba sumido en sus pensamientos y odiaba tener su mente ocupada y no poder ser libre de toda esa culpa que estaba sintiendo.
—Hey Bro y tu puta no vino hoy. —hablo Don buscando en la fábrica a Jaejoong.
—Oh Don no me hinches más las pelotas, y Jaejoong no volverá mas acá.
—Y entonces que hace la puta aqui.. —Respondió Don cuando vio al rubio a la entrada de la fabrica.
Changmin miro a la entrada y ahí estaba Jaejoong mirándolo con esos ojos que solo el podía saber entender. Se colocó de pies y empezó a caminar, ya nada le importaba si Don lo cuestionaba, si sabia que el no era un maldito pobre, nada le importaba lo único que le importaba ahora, era como latía su corazón por el rubio que estaba a unos metro de el. antes de dar los primeros pasos vio la espalda de Don Ir directo a Jaejoong.
—Hey marica que buscas en este lugar, acaso no te rendirás Max no quiere tu asqueroso culo.
—Quizás él no lo quiera, pero de seguro te gustaría a ti meterla en mi culo, no imbécil.
—Me das asco maricon, ahora que no tienes un dueño no hay nadie que me detenga abrirte el cuello.
—Solo cállate.
Cuando Jaejoong pasó por el lado de Don a buscar su pertenencias, no levanto la vista para mirar a Changmin, pero sus pasos fueron detenidos por una fuerte mano en su brazo que lo apretaba. Se giró y vio la mirada de odio de Don.
—Maldito ahora si te mato.
Jaejoong cerró sus ojos al instante al ver la navaja de Don directamente hacia él, pero pasaban los segundo y nada, ningún dolor y menos sangre salir de su cuerpo, lentamente abrió los ojos para ver a Changmin sostener el brazo de Don que estaba suspendida en el aire en dirección a él. Sus ojos se conectaron con lo de Changmin una vez más, este último le dio una tímida e insegura sonrisa que le decía al rubio “Vete”.
Pero sus pies no se movían sus piernas ahora temblaban, no entendía como todo había pasado. Ahora solo podía ver el rostro de Changmin como Jamás pensó verlo. Un aura oscura, estaba realmente enfadado.
—Ni se te ocurra colocar tus asquerosas manos sobre él maldito—dijo Changmin levantando su puño impactándole de lleno al rostro de Don—Ni en tus sueños podrás tocarlo, porque el muerto aquí serás tu imbécil.
—Te has vuelto loco viejo. —decía Don eufórico sacando la sangre de su labio. —Porque sigues defendiendo a este maldito.
—Es algo que no tengo que darte explicaciones, solo lárgate y no quiero volver a ver tu maldito trasero por aquí.
Jaejoong no pudo evitarlo, sintió algo tibio por dentro. Podría haber sido un pequeño gesto pero Changmin lo defendió (de una manera sutil pero no importa) y eso lo hizo sonreír como idiota. Ni siquiera supo que hacer hasta que vio a Andy entrando a la fábrica con una soda en la mano. Ya a lo lejos Andrés tenía el ceño fruncido al ver la entumecida y feliz expresión sobre todo el rostro de su amigo.
Jaejoong corrió y busco sus pertenencias y salió al encuentro de Andrés, después tendría tiempo de hablar con Changmin
— ¿Qué sucede? —Inmediatamente preguntó curioso, antes de añadir — ¿Qué sucedió?
— ¡Andy! —Jaejoong chilló— ¡Changmin y Don estuvieron justo aquí!
— ¿Y eso te pone feliz ahora? —Andy preguntó con el entrecejo fruncido, porque sabía el dolor que Changmin había causado a su amigo.
— ¡No, no! Changmin me defendió, cuando Don estuvo a punto de cortarme el cuello, él le dijo que no lo hiciera, también lo golpeo.
Sin entender qué estaba diciendo su amigo, Andy espero que Jaejoong continuara, tenía que escuchar la historia completa después de todo.
Justo después de contarle todo lo que había sucedido dos minutos atrás a Andrés, otro pensamiento brotó en su mente —¡OH ANDY! —prácticamente gritó, a veces actuaba como niña.
— ¿QUÉ? —el muchacho respondió, obviamente asustado de que Jaejoong pudiera causarle un paro al corazón tan de repente.
—No te había dicho esto todavía pero… ¡dijo que me amaba!
—¿Él…qué?
— ¡Ayer en la noche! ¡Dijo que me amaba! Y luego le pregunté si era de verdad y dijo que sí.
— ¡V-Vaya! Eso es… ¡wow! Un Segundo ¿Cómo estuviste con él ayer en la noche?
—Oh, bueno…—Intentó evadir la pregunta de Andy, debió haberlo visto venir —Solo una desafortunada y afortunada coincidencia, termino por ir buscarme a mi casa.
—Tú…mierda, Jae, ¿Y te emocionas por qué te defendió? ¡Te ama! —Andrés agarró los hombros de Jaejoong y lo sacudió un poco, haciendo que la cabeza del rubio diera ligeras vueltas.
— ¡Mierda! ¡lo sé, lo sé! —Rio golpeando ligeramente el brazo de su amigo. —Pero nunca hizo algo dulce por mí en público… ¡Eso me hace feliz!
—Estoy feliz por ti, ¿ves? Solo dale algo de tiempo y todo estará bien.
Jaejoong no pudo evitar sonreír a eso —Quizá así sea Andy… Pero....
—&—
El resto día fue como nunca, sin ningún evento especial. Mientras Jaejoong caminaba a casa con su Ipod encendido y sus audífonos puestos más tarde ese día. Su corazón casi se detuvo cuando cierta fuerza detuvo sus pasos y sus ojos se abrieron enormemente. Se giró y menos de medio segundo pudo ver a Changmin de pie a su lado.
— ¿¡Qué estás haciendo!? —Dijo sobresaltado.
—Solo una coincidencia —Changmin bromeó.
Jaejoong alzó ambas cejas.
—Yo…uh…pensé que podíamos hablar.
—Sí, seguro —Jaejoong respondió — ¿A dónde quieres ir?
— ¿Qué te parece el parque?—Changmin preguntó. Había un pequeño parque a solo unas cuadras de dónde estaban y Jaejoong asintió de acuerdo. Juntos caminaron hasta llegar a una pequeña vereda que los guiaba a un montón de gras, algunos árboles y un pequeño patio con juegos de niños. Se sentaron juntos en una banca, Jaejoong se cruzó de piernas mirando a Changmin quien miraba su alrededor
—Oye, por cierto, gracias por…no dejar que me cortaran la garganta —Jaejoong dijo, sintiendo su rostro enrojecer un poco, no le gustaba hablar de ese tema, aunque Changmin sabía mejor que nadie lo que sucedía. Por alguna razón sentía que estando a solas con Changmin lo hacía sentirse un poco avergonzado de todo, como si fuera algún niño débil que necesitaba protección.....Muy bien, quizá así sea, pero bueno.
—No hay problema, yo solo…ya sabes, con todo lo que pasó anoche, podría actuar como un idiota a veces pero eso era ir muy lejos. No podía dejar que pasara, jamás nadie te tocara un pelo. Solo yo te tocare pero jamás para lastimarte. —Termino por decir Changmin sugerentemente.
Jaejoong sintió su corazón derretirse, sonrió y dejó caer su cabeza sobre el hombro de Changmin.
— ¿Sabes? Algo dentro de mí me dice que realmente tienes corazón, desearía que lo mostraras más a menudo.
Changmin encogió el rostro y colocó sus manos sobre la cabeza de Jaejoong para que pudiera verlo a los ojos.
—Realmente lo estoy intentando, Jae. Tienes que creerme esta vez, puedo tener muchos lapsus y hacer estupideces de vez en cuando pero lo estoy intentando y…
—Lo sé —Jaejoong interrumpió —Solo quiero recordarte que no estás solo, Changmin. Sé que es nuevo para ti y ahora tendrás una vida completamente diferente.
—Sé que estás en toda la razón, absolutamente en lo cierto solo…solo dame tiempo ¿de acuerdo? ¿Puedes hacer eso?
Jaejoong no dijo nada, solo se acomodándose más cerca del cuerpo de Changmin. Estaba haciendo frío ahí afuera, ya casi finales de octubre y la sudadera que estaba usando no era suficiente contra el frío que hacía. Sin embargo el cuerpo de Changmin estaba irradiando calor y no quería desperdiciar todo ello.
Podía hacer esto ¿cierto? Podía ser paciente y esperar a que Changmin esté listo. Podría ser difícil para él, pero solo era cuestión de tiempo, pensó sobre ello y se dio cuenta que no solo era Changmin quien tenía que lidiar con ello, también era difícil para él. Quizá incluso más. Jaejoong no tenía que cambiar por esto, sabía quién era. Era Changmin teniendo que atravesar un problema de identidad y no era que pudiera esperar de sus amigos el apoyo que necesitaba. Pero ahora no necesitaba pensar en ellos, porque si hora Changmin estaba ahí con el era porque de verdad le importaba.
—Jae, lo siento, Don realmente es un imbécil…—Changmin susurró después de un incómodo silencio. Estaban solos en parque.
—No lo sienta, vi lo suficiente y escuche , el solo dijo la verdad de ti—Lentamente le respondió a Changmin, suspirando cansado a la estúpida negación del Chico.
—No, yo…
—No me mientas ¡Deja de mentirme! —Jaejoong replico, sintiendo su corazón romper una vez más. Changmin se estaba tonteando así mismo ¿Qué rayos se supone que Jaejoong debería hacerlo ver para que sepa que estaba haciendo mal?
—Jae, no tuve elección, ellos estuvieron…
Ya sabiendo a dónde estaba yendo, Jaejoong interrumpió
—Te creo, Minnie. De verdad y sé que debe ser difícil pero no puedo soportarlo más. ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué se supone que deba hacer para que me elijas? ¿Por qué solo no me lo dices en vez de ir de esta manera? Porque honestamente, estoy fuera de opción, me harté. —Lanzó sus manos al aire como señal de rendición —pero merezco algo mejor. Sé que es así y no importa cómo, no quiero hacer esto, quizá es mejor si…me alejaré de ti, así ambos podremos intentar vivir una vida normal. De alguna manera, una vida más feliz otra vez.
Jaejoong pudo ver el cuerpo de Changmin tensarse, pestañando un par de veces y volviéndose incómodo.
—No ¡Jae no puedes irte! Te ne-
— ¿Me necesitas? —hizo una mueca triste—Sí, oí eso antes. Lo oí cuando estabas drogado, cuando estuvimos teniendo sexo y ahora porque no sabes que más decir —Tras decir eso, se dio cuenta que era verdad.
— ¡Pero es verdad!—Changmin respondió desesperadamente. De pronto lucía y sonaba tan pequeño, como un niño pequeño en frente del rubio.
—Quizá, pero no es suficiente solo mostrar tu necesidad y amor a la persona cuando encaja en tu agenda, minnie. Las palabras no son suficientes. Las palabras no harán el truco. Puedes amar o necesitar una persona tanto como quieras, si no lo demuestras, las palabras no significarán nada.
Nada vino como respuesta — ¿Puedo preguntarte algo? —Jaejoong preguntó eventualmente.
— ¿Por qué dijiste que me amabas?
—Pero es así ¡Te amo! —Intentó convencer al rubio en frente de él —Lo prometo, tú…
—Quizá, pero no puedo dejarme ser destruido por tu amor, Changmin. No es justo. ¿Nunca lo has pensado antes? ¿No se supone que el amor levanta a una persona en lugar de destruirla?
—Puedo arreglarlo…
—No ahora. No otra vez. No puedo hacerlo ahora. No puedo estar contigo. Lo siento. Me odiaría si dejara que suceda.
Changmin lucía lastimado, incluso conmocionado y miserable, pero Jaejoong se negó a ceder. Era como si el dolor en su corazón fuera una gran muralla que lo retenía a cruzar la línea otra vez. Como no estaba acostumbrado a no ser capaz de estar lejos de Changmin, ahora sentía la inhabilidad de ir hacia él. Se sentía torpe y eso lo ponía triste, quería llorar por ello, pero la misma muralla lo estaba deteniendo de hacer eso.
La única cosa que quería a tal punto era que Changmin supiera la verdad. Quería que sepa lo que tomaría o dejaría. Porque el hecho de que Jaejoong quería a Changmin, no había cambiado. Sentía su corazón quebrarse al ver al chico perdido y sin dirección, pero estaba cansado. Jaejoong solo quería que Changmin luchara por él al menos una vez.
—Sabes, todo lo que realmente quería para ti era que fueras feliz cuando estaba cerca. —Dijo mirando al suelo y sin moverse, hablando despacio así poder pensar sus siguientes palabras —ser el único que te frene de estar yendo de chica en chica. Ser la razón por la que das la vuelta cuando te estés alejando. Desearía poder hacerte feliz.
Aún había una atmósfera tensa entre ellos dos, pero había caído a algo triste y firme, demasiada calma para el gusto de Jaejoong. Demasiado como para que todo cambiara.
Jaejoong sabía que era tiempo de irse. Quería ir a casa, ir a la cama y olvidar todo. Principalmente no quería ver el rostro de Changmin porque el dolor en su pecho se incrementaba.
—Nos vemos, Changmin —Sin esperar por una respuesta, probablemente porque Changmin no tenía ninguna.
—Jaejoong, por favor…—susurró, sonando terriblemente dañado.
Jaejoong se giró y se dirigió a su casa una vez mas.
Cuando ya estaba acostado en su cama esa noche, intentando dormir. Rápidamente agarró su teléfono para enviar un mensaje. Quizás después de todo debería darle un empujoncito.
“Buenas noches. Te amo”
Sus dedos temblaban un poco al seleccionar a “Minnie” entre sus contactos.
Cerró sus ojos y dejó el teléfono al lado de su cabeza, pretendiendo que estaba intentando dormir pero ¿a quién quería engañar? Todos sus sentidos estaban enfocados en el celular ¿empezaría a vibrar?
Estaba esperando por eso con todas sus fuerzas que casi le dio un ataque al corazón cuando sintió una ligera vibración avisándole un nuevo mensaje. Sonriendo, abrió sus ojos y leyó el mensaje en su celular.
“De: Andy:
¿No soy tu Changmin, pero solo era para fastidiar mañana te espero en el mismo lugar de siempre”
La decepción cayó sobre él y suspirando contestó el mensaje diciendo que ahí estaría como lo habían acordado. Mierda.
Había cerrado sus ojos otra vez justo cuando su celular empezó a vibrar una vez más y sus ojos se abrieron abruptamente, esta vez el mensaje vino inesperadamente y Jaejoong ni siquiera sabía que lo asustaba tanto: que lo estaba esperando o que no.
Rápidamente leyó el segundo mensaje de la noche.
“De: Minnie
Dulces sueños, Te amo.”
Jaejoong sintió que su corazón estuvo a punto de estallar y una sonrisa enorme apareció en su rostro. Rápidamente guardó el mensaje en una carpeta diferente a la demás, así no lo borraría de casualidad. Estaba feliz porque tenía el amor que jamás pensó tener, y ahora estaba más que seguro que volvería hacer lo mismo con Changmin para juntar sus vidas
Quizas pronto estarían oficialmente juntos.
Mis nenas este es el penultimo capitulo de este Fic n.n solo disfruten, no estan largos los cap XD pero como estoy de Vacaciones se mi mente esta en otras n.n
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