Cuando el sol alumbro con majestuosidad toda la mansión, sirvientes, jardineros y cada persona que componía esa hermosa mansión estaba de pies esperando por sus amos de casa que era hora de levantarse
Junsu bajo a la cocina en busca de algo para refrescar su garganta. Después de un agitado entrenamiento para alejar esas sensaciones y poder distraer un poco su cabeza.Sintió un brazo rodeo sus hombros. No necesitó mirar hacia su costado para saber que se trataba de Yoochun. El calor que emanaba su cuerpo era embriagador. En pocas palabras su Hermano lo era, y amaba eso.
-Veo que te has levanto temprano hermanito.
-Tu también Chunnie.-No veo porque….
-Si, claro. Como que fuera fácil de sacarte de tu cama. Te gusta ser el centro de atención de esta casa.
-mmm Pues no me costaría mucho si tu lo hicieras todas las mañanas.
Yoochun bromeó obteniendo una mirada incrédula de su Hermano. Junsu Lo observó alejarse a paso lento. Sabía que Yoochun jamás admitiría aquello.
Yoochun volteó para encontrarse con la mirada de Junsu. La misma brillaba con una intensidad abrumadora. Pero no por ello apartó sus ojos y se dispuso a dacir.
- Puede que sea el centro de atención de los demás, pero Tú eres el centro del mío.
Las mejillas del menor tomaron un interesante color carmín, robando una cálida sonrisa del Yoochun.
Si se sinceraba consigo mismo, amaba poner a Junsu en esas situaciones que lograban avergonzarlo. Porque él no se caracterizaba por ser un hombre tímido, sino todo lo contrario. Por eso, cada vez que tenía la oportunidad de ver aquel tono sonrojado en sus mejillas, no lo dudaba dos veces. Además lo que había dicho era verdad. Junsu era el centro de su vida. Porque era su hermano y lo amaba.
Junsu Dudó en su mente si esa palabra era para verle avergonzado de esa manera o por haberse permitido disfrutar de aquel momento tan pequeño que su hermano podía amarlo como él lo amaba, pero saco de inmediato ese sentimiento porque era absurdo que pudiera pasar.
-Idiota… No juegues así conmigo esto último lo dijo para sí mismo.
Suspiró con incertidumbre al no lograr encontrar a Yoochun.
Junsu permanecía de pie en medio del hermoso sendero. Sus manos se apoyaban en sus caderas y su mirada se perdía en la entrada del lugar pero sin observar realmente hacia afuera. Su mente formulaba diversos posibles lugares en donde su hermano pudiera estar.
El no saber donde se había metido lo asustaba en cierta medida puesto que Yoochun había desaparecido esa mañana de manera repentina. La única evidencia de que estuvo en Casa fue una taza de café vacía que descansaba en el lavado.
Y por más que le hubiera prometido a Yoochun no preocuparse por detalles como esos, le resultaba de por sí difícil ignorar su ausencia. No era la primera vez que el desaparecía. Aunque era necesario aclarar que tarde o temprano siempre terminaba haciendo acto de presencia. Sin embargo, el problema en sí, era la incapacidad de saber donde se encontraba. Lo conocía tan bien que él no lograr encontrarlo lo frustraba más de lo que cualquiera pudiera imaginar.
Se dirigió a la habitación de su hermano, quizás ahí podría encontrar una pista de su paradero.No necesito tocar la puerta ya que habitualmente jamás lo hacían, solo entraban a sus habitación sin tocar ni pedir permiso, cuando estuve dentro busco alguna nota pero nadaSe acerco a su cama estaba estirada todo sepulcralmente ordenado como era de esperar de Yoochun, busco por el escritorio y nada, el sonido de un móvil lo distrajo, llego hasta el velador mirado de donde provenía y se dio cuenta que en el suelo se encontraba el móvil de Yoochun,Lo tomo entre sus manos y al cabo de los segundo sonó una vez más.Miro la pantalla y lo que sus ojos vieron, hubiese preferido jamás hacerlo porque su corazón se rompió y sus ojos se llenaron de lagrimas.
“ Chun Amor te estaré esperando a las 10:00 en mi departamento, te extraño y ven pronto te amo amor”
Abandonó la habitación. Y se alejo de todo aquello que tan mal le hacia él lo sabia siempre a estado consiente del dolor que pasaría al enamorarse de su hermano, pero que podía hacer ahora el si lo único que deseaba era llorar, escapar y si fuera posible arrancar ese amor.
“Viviendo con alguien que amas puedes sentir más soledad que viviendo completamente a solas... Si quien amas no te ama”
A penas puso un pie fuera del lugar sus ojos se cegaron casi al instante.
Todo el ambiente lucía de un brillante y agradable amarillo mañanero. Sus labios se curvaron en una sonrisa triste de la misma manera en que sus ojos se cerraron dejando caer las lágrimas. Por alguna razón, días como esos siempre le hacían recordar como el color amarillo se asociaba a Yoochun.
La yema de uno de sus dedos acarició lentamente sus ojos sacando rastros de lagrimas, por una fracción de segundos recordó como su inhibición murió el día en que vio a Yoochun vestir solamente una bermuda amarilla hacia ya casi un año atrás. Había sido en un día de extremo calor, y la vieja bermuda era horrible pero resaltaba la blanca piel con toda justicia. Eso había sido uno de los grandes disparadores para cambiar el rumbo de la relación fraternal que le profesaba.
Su piel se erizó al continuar recordando como los tonificados músculos del abdomen se unían a una delgada y perfecta cintura que se perdía por debajo de aquellos desgastados pantalones. Invitando a aventurarse a imaginar lo que más abajo se ocultaba que con el tiempo deseaba descubrir casi con timidez.
Sacudió su cabeza en un movimiento suave pero firme. No era momento para pensar en algo como eso. Claro que no lo era. Cualquiera podría verlo en ese extraño estado de aparente ensoñación y no deseaba dar ningún tipo de explicación.
Siguió su camino a su lugar favorito, donde solo Yoochun y el frecuentaban porque era único solo de ellos dos, un secreto que de niños guardaban. Bordeó el recinto y unas cuantas risas llamaron su atención. Cuando quiso darse cuenta, ya se encontraba observando hacia la fuente de las risas, dando por entendido que su curiosidad pudo más que su razón. Una vez más. No obstante, lo que llamó con notoriedad su atención fue lo que sus ojos observaron.A unos cuantos metros de donde se encontraba, Un Yoochun permanecía sentado sobre el césped junto a una Chica sonriendo para dar pasos a los besos.
Observó con detenimiento como la Chica jugaba con un azulado mechón del cabello de Yoochun mientras este apoyaba su mentón en los dorados rizos de la misma. Rizos que parecían brilla con profundidad debido la cálida luz del sol.Y es que esa era una de las características más notorias del color amarillo. La claridad que parecía provocar ante el reflejo de la luz.
Su mente volvió en si al escuchar una despreocupada carcajada del hombre al cual aprendió a amar aun en contra de todo pronóstico desfavorable, su corazón se hizo pequeño y su estomago se contrajo, dolía cada parte de su cuerpo, pero mas dolía en que Yoochun su hermano, su amor lo traicionara y no porque estuviera con una Chica sino mas bien no allá cumplido su promesa, ese lugar era solo de ellos, eso habían dicho cuando solo tenían 10 y el otro 11 años.
Mordió el costado de su labio inferior y apretó sus manos en puño. Tratando de retener ese llanto y las ganas de correr y gritarle que era un idiota, que ese era su lugar, que lo amaba, que lo estaba matando de apoco. Quería quitarle tantas cosas pero nada de eso pudo, ni podía hacerlo.
Cuando se dio cuenta que sus cuerpo no se movía, trato de alejar la mirada de tal escena que le causaba dolor, y esas malditas lagrimas bajaron por su rostro, se odio por no poder ser fuerte y renunciar a lo que sentía, levanto su brazo golpeando su pierna y luego la otra podía parecer un robot pero se movían y era necesario salir de ahí, poco a poco su movilidad volvía a su cuerpo se dio la vuelta dispuesto alejarse sin ser visto, pero no todo estaba a su favor porque el ruido de una rama romperse bajo sus pies alerto a la pareja, a lo que Yoochun dio la vuelta algo sorprendido de ver a su hermano de espalda junto a ellos.
Yoochun se coloca de pies al igual que la chica y llamo a su hermano para que no se fuera.
-Su espera.
Cuando vio a su hermano, de espalda sin dar la cara, supo que algo andaba mal, Junsu no era así, su corazón se apretó y un dolor se instalo en el, se acerco no quiso preguntarle nada solo se puso delante del y tomo su mentón para ver su rostro, sus ojos estaban rojos y su labio inferior irritado lo observo por minutos sin decir nada porque estaba en ese estado, pero fuera lo que fuera odiaba verlo así, aclaro su garganta y hablo.
-Su que…
-Nada solo es alergia tu sabes Chunnie y sonrió... claro que mintió no iba decirle que estaba así por él y menos delante de esa Chica
.-Junsu se que no te había hablando de esto, pero quiero presentarte a Miki… ella… trago hondo no sabía porque le estaba contando decirlo, los ojos triste de Junsu le hacía titubear pero lo dijo… Mi Novia…
-Hola Miki soy Junsu hermano menor de Yoochun un gusto, lo siento pero tengo que irme adiós.
Ah quien engañaba sabía que algo le pasaba a su Hermano a Yoochun no lo engañaban, quiso salir tras él cuando vio en su rostro caer un lagrima para darse la vuelta y correr. Dejando a Yoochun pensativo y con una clara misión de saber que le ocurría.
He intentado olvidarte, he intentado ignorarte, he intentado lo que he podido y lo único que he logrado es reconocer que te amo y no voy a poder olvidarte, pero tengo que alejarme ahora no hay espacio en tu corazón para mi, o por lo menos como yo deseo, soy tu hermano y estoy cometiendo el peor pecado de la humanidad. Debería ir al infierno, estoy enfermo por amar a un hombre y aun peor si es de mi sangre, ya no puedo con esto si no te saco de mi corazón moriré de amor. Puedo permitirme perder esta pelea con mi corazón pero jamás perderé, tu amor de hermano que me das…. Se dijo así mismo Junsu
Esa tarde desapareció de la mansión, tomo su carro y se fue lejos donde nadie pudiera encontrarlo, llego a un bar aunque él no era de frecuentar esos lugares porque no era un buen bebedor, pero solo por hoy se le antojaba olvidar y si así como dice el alcohol podría ayudarlo.Se sentó junto al bar y pidió un trago, de inmediato le fue entregado, lo sintió bajar por su garganta muy amargo y fuerte para su gusto pero lo tomo de igual forma. El calor subía a sus mejillas y la vista poco a poco se hacía más borrosa, una voz a su espalda le hizo sobresaltar.
-Creo que no estás hecho para beber.
Se dio la vuelta para encarar a esa persona, quien era él para dar juicio a su resistencia al alcohol, pero no dijo nada ya que la persona era alguien que se le hacía bastante familiar lo había visto hace dias atrás, esa sonrisa y ese rostro no era fácil de olvidar.
-Yunho???.
-El mismo… Hola Pequeño que traer por acá.
-Deseaba tomar algo, quieres acompañarme te invito toma algo conmigo.
-Creo que no deberías tomar mucho, mira llevas dos de esos y tu lengua se enreda.
-Que aguafiestas bueno si quieres, yo seguiré bebiendo tu puedes irte si quieres
-hahaha Junsu que gracioso eres, me quedare pero solo por una cosa.
-Cual?
-A cuidarte para que nadie se sobrepase de ti.
Las mejillas de Junsu se tiñeron de rojo al escucharlo, Yunho lo cuidaría nadie lo había hecho solo Yoochun, una sonrisa melancólica se dibujo en su rostro al recordar la única causa de sus penas.Tomaron unas cuantas copas mas y Junsu quedo totalmente borracho a lo que Yunho no le paso nada ya que su tolerancia al alcohol era de admirar, tomo a Junsu por la cintura transmitiéndole un calor reconfortable, lo cargo a su carro para llevarlo a su departamento, ya mañana le explicaría del porque estaría ahí.
Por otro lado Yoochun miraba su reloj ya era las 2AM y Junsu no daba señal de vida, el no era de esos chicos de quedarse fuera, es mas jamás lo había hecho, estaba preocupado por él. Desde la tarde cuando había pasado eso durante la presencia de su novia..Marco una vez más su móvil y esta vez sí contestaron.
-Susu donde estas, porque no haz llegas a casa.
-Yoochun.Esa voz donde la había escuchado, y claro que no era su hermano.
-Quien eres?, donde está Junsu?, Porque tienes el celular de mi hermano?
-Oh tranquilo son muchas preguntas, Junsu está bien, ahora duerme y… bueno soy Yunho el de la fiesta.
El seño de Yoochun se frunció porque Junsu, estaba con el abra ido a devolver el pañuelo, pero si hubiese hecho eso ya debería haber estado en casa, y porque duerme… en su cabeza se hacía mil preguntas que no tenían respuestas.
-Dime porque está contigo.
-Me lo encontré en un Bar y estaba algo bebido.
-Junsu bebido y en un bar pero si él no es así.
-Entonces debe haber estado estresado o quizás algo le paso porque una persona que no bebe no frecuentaría estos lugares.
-Lo iré a buscar donde vives.
-Déjalo por esta noche acá, mañana lo iré a dejar a su casa.
-No, dime donde vives ahora.
-Hey!!! No le haré nada a Junsu, y menos en una condición así, es mejor hacerlo cuando es por su propia voluntad.
-Tu maldito, no le hagas nada, le colcas una mano encima y date por muerto.
-No me amenaces. Que no hare nada que él no quiera, el estará bien por hoy solo te aviso para que no llamen a la policía por su ausencia, mañana lo llevare a su casa adiós.
La llamada se corto y Yoochun se quedo pensando en esa frase, a había escuchado de Junsu anteriormente.
“No hará nada que yo no quiera”.
Estaba enojado con el mismo por dejarlo solo cuando sabía que Junsu estaba mal, y estaba enojado con Junsu porque sabía que algo le ocultaba.Camino a la pieza de su hermano y se dejo caer en la cama, un aroma inundo su nariz era delicioso, toco la almohada y inhalo una vez más esa fragante aroma que siempre tenía su hermano.Miro el velador de Junsu ahí había un porta retrato de los dos lo tomo en sus manos y lo acerco, se quedo viendo la hermosa sonrisa de Junsu, a veces podia parecer un ángel sin alas.Acaricio con las yemas de los dedos el rostro de su pequeño hermano. Dio vuelta la foto y se encontró con un papel doblado cuidadosamente, lo abrió lentamente era la letra de Junsu. y leyó cada una de sus palabras.
Hoy estoy buscando la mejor manera de decirte adiós y al mirarte siento que el dolor despierta en mi corazón.Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija. No soy lo que dices que soy, se cayeron mis alas y yo no me rendí. Ni un millón de palabras no pueden hacer que veas como quiero, lo sé porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.Cuando todos los astros se apaguen en el cielo, cuando todos los pájaros paralicen el vuelo cansados de esperarte, ese día lejano yo te estaré esperando todavía.Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que por lo menos será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición Adiós, mi amor. Gracias por todo lo que me diste, y gracias por estar siempre a mi lado pero no es lo que busco, esto me duele aceptarlo pero aunque volviera amar jamás lo hare como te amo a ti…
Termino de leer cada palabra plasmada en ese papel, un escalofrió recorrió su cuerpo y quiso correr en busca de su Hermano para pedir explicación, que eran todas esas palabras y a quien se las escribía.Acaso Junsu estaría enamorado, en su mente repetía una y otra vez esa palabra Junsu enamorado, pero de quien y solo un nombre paso por su cabeza.
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