lunes, 19 de mayo de 2014

Mi Guardaesplada Episode 5

Hacía tres días que evitaba tener cualquier tipo de contacto con su guardaespalda, bien sabía lo que había pasado la última vez que ambos estuvieron solos y ese maldito patán se atrevió hacer con su cuerpo lo que quisiera aprovechándose de su estado de ebriedad.

Había tenido otra conversación con su tío para que este desistiera de la tortura que había puesto en el, pero como siempre su tío no lo escucho y solo lo amenazo que si no era así estudiaría en casa encerrado y alejado de todo el mundo.

Pero también algo muy dentro del hacia que la presencia de su guardaespalda, lo colocara nervioso y su cuerpo temblara cuando esa mirada fría y penetrante lo examinaba.

 Suspiró de nuevo, desviado la vista hasta la ventanilla del carro, que era conducido por Changmin y de reojo volvió los ojos hasta donde Changmin lo estaba mirando por el espejo retrovisor.
Sintió el calor subir por todo su rostro cuando su mirada chocó con la del, que le observaba insistentemente. Su corazón comenzó a latir fuerte en su pecho y se obligó a sí mismo a fruncir el ceño en señal de molestia. Pero la orden no era seguida por su cuerpo, y sus cejas permanecían elevadas con sorpresa.

-¡Maldición, qué estoy haciendo! —murmuró en voz baja recargándose por completo en el asiento, dejando que sus ojos se cerraran para dejar de mirar a su pesadilla.

Ya ambos estaban dentro de la Universidad cada uno se fue a sus respectivas clases, pero el grito de una mujer exasperada llamando el nombre que últimamente era más presente en sus pensamiento, hiso voltear su cuerpo para ver que sucedía.
Vio como Goo se acercaba con una sonrisa brillante y con sus movimientos coquetos a su guardaespalda. Este último sonreía con igual coquetería a la chica.
Siguió con la mirada cada paso de la pareja, ella tomo el brazo de Changmin y beso su mejilla.
Como se le estaba haciendo costumbre.
Sus ojos no perdían detalle alguno de ellos, pero cuando quiso reaccionar para irse sin ser visto por la pareja fue tarde, ya que Changmin ya lo observaba de reojo

El color carmín se intensificó en su rostro al recordar cuál era el verdadero motivo de la pelea y su distancia: las dos veces en que lo había besado, cuando él se provecho de su estado por el alcohol y su cuerpo excitado por Yunho.

Resignado, suspiró de forma vencida.

-Maldición…

Sacudió la cabeza con firmeza. Que era lo que estaba pasado con el por qué no podía dejar de pensar ese estúpido, porque ahora mismo quería correr y sacar esa estúpida de su brazo quizás.

-¿Changmin me atrae?... dijo

No no no Esas eran tonterías. Changmin no le atraía ni un poco. Mucho menos se estaba enamorando de él. Esas eran sólo fantasías y traiciones de su estúpido cuerpo. Lo que causaba en su cuerpo era culpa de las hormonas y estas reaccionaban ante la provocación. Y ese maldito de Changmin lo provocaba cada vez que podía.


Sus ojos se apartaron con brusquedad de la figura de Changmin y dio la vuelta para seguir su camino.

-Pensé que te quedarías toda la tarde a observarlos.
Esa voz era una sola y la conocía bastante bien, giro su vista y a su lado estaba Yoochun, cuando y cuanto tiempo estuvo ahí.
-¡Chun! —Afirmó con enojo frunciendo el ceño al escuchar las palabras de su amigo, al tiempo en que un intenso color carmesí aparecía sobre sus mejillas
-Jae, hasta cuánto tiempo más ibas a mirar Changmin, porque no mejor vas y le dices a Goo que es tuyo y ya.
-. ¡No me interesa ese engreído, por mí que se valla y me deje en paz!
- Pues lo que vi me dice lo contrario, Jae. Lo has estado mirando desde que Goo llamo a Changmin. -¡Maldición, Yoochun! No soporto al maldito desgraciado. Ojalá estuviera muy lejos de mí, no  soporto verlo —refunfuñó casi en voz alta.
-Pues lo siento mucho por ti deberás soportarlo —afirmó viéndolo de reojo. Le divertían mucho las rabietas de niño chiquito de Jaejoong, y decirle lo que pensaba le iba a causar risa, de eso estaba seguro—. Porque es tu guardaespalda y nuestro compañero de Universidad por lo menos durante un año. Lo verás todos los días, y si como hasta ahora.
Jaejoong se detuvo ante el comentario de su amigo, mientras este último hacía todo lo posible por aguantar las carcajadas sólo de ver la reacción ajena. Pero Yoochun tenía razón. No había vuelta atrás.
-Maldición, Yoochun, ¿tenías que recordármelo? —se quejó dándole alcance al mencionado, que se había detenido unos pasos adelante para esperarlo.
-Ok ok vamos mejor hay que llegar antes de que llegue el profesor.

Mientras tanto, una figura de piel acanelada observaba a los dos chicos marcharse.

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Las clases habían continuado sin contratiempos, o al menos hasta que llegaron a la última hora.
Para Jaejoong indicaba que nuevamente tendría que ver a ese patán.

No deseaba tener mucho tiempo a solas con él, así que se fue directo donde estaba el carro estacionado y a la distancia pudo ver, la figura de Changmin apoyada en el auto ya lo estaba esperando, sus miradas se cruzaron una vez mas, pero esta vez no estaba dispuesto a sacar la mirada, por muy nervioso que estuviera de la forma que su guardaespalda lo observara no iba perder.
Llego hasta el lugar si quitar la vista y siguió de largo para abrir la puerta trasera, pero antes la voz de Changmin lo detuvo.

-Jaejoong espera.
Esto no dijo nada solo giro la vista para ver al chico.
-Toma hoy no podre llevarte a casa, pero descuida no iras solo el chico de que vez haya te escoltara.
Que no lo llevara, y eso porque se supone que tenía que cuidarlo la 24 horas del día y ahora no lo aria. Quería preguntar la razón pero si lo hacía pensaría mal.
-Bien andat….
Pero no alcanzo a terminar la frase, ya la mano de Changmin se poso sobre su cintura y de un movimiento lo pego a su cuerpo para susurrarle.
-Yo estaré bien, solo cuídate de llegar bien a casa.
Su cuerpo se tenso y su corazón dio un vuelco, como es que el cuerpo de ese idiota podía ser tan cálido y sus voz tan sensual, y lo peor de todo que se sentía estúpidamente bien en los brazos de Changmin.
Pero este reacciono y alejo el cuerpo de su Guardaespalda le quito la llave de las manos, y entro al carro.
Cuando estuvo dentro, se dio cuenta de su estado, sus mejillas las sentía acaloradas y su respiración agitadas y de seguro era por todo esa frustración que tenía guardada por la acción de su Guardaespalda.

Levanto la vista para salir de lugar y a unos metros vio como Changmin salia con Goo pegado a su cuerpo, su ceño frunció y apretó el volante.
-Es por eso que no podías irte conmigo, estúpido Shim Changmin.
Dijo este para encender el carro y salir a toda velocidad.

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Iba a provechar de que no tenía a ese idiota pegado a su lado, para ir a ver a su novio necesitaba las carisias y los besos de él su calor todo.
Subió al departamento de Yunho lo cual fue recibido por la hermosa sonrisa de su amado.

-Jaeboo es bueno verte, ya te extrañaba
Decía Yunho con una felicidad.
-Si lo siento Yunnie pero he tenido muchas cosas que hacer, mi tiempo ahora es muy escasos.
-Si lo entiendo es por eso que no he querido presionarte para que nos viéramos, pero ya que estas acá se me hace más fácil…. –y dime como vas con Changmin aun no congenian.
-Ah ni me lo recuerdes, cada día nos llevamos peor ya no lo aguanto.
-Tranquilo amor con el tiempo veras como mejoran las cosas.
-Lo dudo.
-En fin quieres algo para beber.
-Una cerveza estaría bien.
-Pero estas conduciendo.
-Pero si no te molesta puedo pasar la noche aquí contigo.
Dijo Jaejoong con una coquetería que Yunho capto enseguida.
-Bien espérame iré por unas cervezas.

Durante dos horas estuvieron tomando, y conversando de sus proyectos y su relación cuando dieron pasos a los besos ya que después de tres días no habían vuelto a verse y se notaba la necesidad del otro.
Los besos empezaron a subir de intensidad, besos hambrientos y deseosos de más.
El primero en dar el paso fue Yunho que empezó a sacar lentamente la camisa que traía puesta Jaejoong, toco cada pedazo de piel desnuda del otro, beso y succiono sus pezones. Ambos estaban calientes y sus cuerpos decían seguir y querer más caricias. Jaejoong besos los labios de Yunho era excitante tener su lengua en su boca. Sentía su entrepierna que iba endureciendo mas y mas por las acciones que Yunho estaba haciendo, pero cuando este paso una mano por encina de su pantalón tocando su entrepiernas su espalda de arqueo y sin poder evitar una imagen sensual de unos labios delgados y una lengua por su cuello, una respiración agitada y una maestría que trabajaba su entrepierna lo hizo detener toda acción de su acompañante.
No podía creer que todo lo que estaba sintiendo, en ese momento con Yunho estuviera pensando que era otra persona, porque juntamente ahora que deseaba entregarse al amor de su vida en sus pensamientos venían el Shim Changmin porque.

Como pudo se alejo del cuerpo de Yunho no podía hacerle algo así, no iba a entregarse a Yunho si sus pensamientos estaba en otra parte y pensando que era otra persona que lo tocaba, no lo iba a permitir, con vergüenza y reponiéndose de todo lo que sentía su cuerpo se disculpo con Yunho tomo su ropa y salió del departamento.

Jaejoong subió a toda prisa el auto en cuanto estuvo dentro se acomodó sobre el asiento. Se encontraba aún nervioso por lo sucedido con Yunho apenas instantes atrás, sensible ante la incomodidad en su vientre por el orgasmo contenido. Porque ese idiota había parecido en su mente detenido el tiempo.
Está furioso no podía aceptarlo y jamás aceptaría que era lo que su corazón estaba queriendo decir.

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Ya era Viernes y no había vuelto a ver a su guardaespalda y menos a Yunho desde el día miércoles, se le hacía bastante extraño que su tío no le mencionara nada de un supuesto cambio o quizás el abandono de trabajo de Changmin, por un momento sintió tristeza y decepción porque nadie había hablado con él ni el mismo idiota ese.
No se sentía con ánimos de ir a clases y sin poder evitar deseaba ver a la salida de su casa el auto estacionado con Changmin parado a su lado, pero nada de eso paso ahí estaba ese Chico Honki que era el encargado de cuidarlo.

Se subió con pocas ganas tratando de despejar todo tipo de pensamientos, el carro empezó andar su camino a la salida de la mansión Kim pero un agitado – Detente- hiso que el carro se detuviera.  vio a lo lejos como una figura alta y bastante conocida entraba por la puerta de los sirvientes, era él lo sabía y no podía equivocarse. Su corazón empezó a latir de manera extraña y bajo del carro para ir en busca de ese idiota y pedir alguna explicación.
Lo vio caminar hasta donde se suponía que dormía, llego hasta allí y toco la puerta pero nadie respondió, toco otra vez y nada, tomo el picaporte de la puerta y la giro lentamente para adentrarse en la habitación.
Estaba toda en penumbra las cortinas gruesas no dejaban entrar las luz de día. Solo la luz del baño indicaba el lugar donde estaba, escucho el agua correr y confirmo el lugar de su guardaespalda.
No sabía él porque necesitaba que le dijera donde había estado esos días, necesitaba saber después de todo el era el que mandaba y era su jefe.

Un ruido lo alerto y enfoco la vista,  Ahí frente a él, estaba Shim Changmin observándolo fijamente. Usaba sólo una toalla amarrada a la cintura, su cabello aún mojado escurría pequeñas gotas de agua que caían hasta su pecho y se perdían en su cintura.
Sin poder evitarlo un calor indescriptible invadió su rostro y de nuevo su corazón se desbocó en su pecho. Se quedó paralizado ante la vista de los bien formados músculos que definían sus brazos y los pectorales de su pecho. Ahora sabía porque Yunho decía lo fuerte que se veía.
Se dio cuenta cómo la mirada de Changmin le recorría de arriba a abajo, de la misma forma en la que él lo había hecho segundo antes. Y su respiración comenzó a acelerarse al ritmo de los latidos de su corazón, mientras sus rodillas comenzaban a temblarle.
-¿Qué haces en mi habitación? —escuchó la voz seca.
-Yo… yo… —balbuceó nerviosamente, sintiendo cómo el calor en su rostro incrementaba cada vez más al ver a Changmin avanzando hasta él, acortando la distancia a apenas unos pasos—. Sólo vine a…
-¿Has encontrado lo que viniste a buscar? —cuestionó enarcando una ceja, logrando que Jaejoong temblara de forma imperceptible.
-Yo sólo he venido a… —intentó explicar, cada vez más nervioso, tratando de retroceder al ver que Changmin se acercaba cada vez más  -… decirte que no es necesario que vuelvas que el reemplazo que dejo mi tío hace el trabajo mejor que tu —soltó apresuradamente, dándose la vuelta para tomar el pasillo y llegar hasta la salida. ¿Por qué estaba tan nervioso? Y todo lo que quería reclamarle nada salió como el pensó

-Hay Jaejoong tu no sirves para mentir, pensé que venias por otra cosa.
El nombrado se dio la vuelta para encararlo, y se io acorralado por Changmin.
-No estoy mintiendo, tú no sabes cómo soy.--- dijo nervioso evitando la mirada
-Dilo.
-Decir que….. –dijo este ya todo enojado por la confianza que siempre odiaba de ese ególatra


-Que te gusto. —fue toda la respuesta que alcanzó a escuchar, antes de que su boca fuera apresada por una más fuerte. Una boca que le recorría de forma maestra, robándole el aliento, los sentidos y la poca fuerza que le quedaba para resistirse.

De manera excepcional la lengua de Changmin había aprendido cómo introducirse en su boca. Sabía cómo recorrerla y jugar con ella, enloquecerle y hacerle olvidar con quién demonios se suponía que estaba.
En su cabeza había comenzado a darle vueltas conforme las oleadas de placer que recorría por completo su cuerpo. Estaba perdido, en las delgadas manos que viajaban con plena libertad su espalda y los suaves labios que abandonaban su boca húmeda para encaminarse por su cuello, recorriéndolo con lentitud y sensualidad. Sus ojos oscuros se mantuvieron cerrados, con la respiración acelerándose a cada segundo.
No sabía porque su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, sentía su cuerpo caliente y todo sus sentidos nublados, los labios de Changmin era era…………….

El ruido de unos pasos rápidos hicieron que ambos se alejaran rápidamente, ambos se miraban con deseos y sus respiración eran agitadas, miraron a la persona que estaba delante suyo y escucharon decir.

-Shim Te necesitamos ahora en tres minutos en la salida rápido.

No entendía a que se refería con necesitar, tres minutos a Chanmin, se giro para buscar una respuesta en la persona que hace poco lo besaba con urgencia ahora tenía una mirada fría,
Veía como se retiraba la toalla dejándolo ver solo en bóxer, miro cada parte de su cuerpo, sus piernas largas y delgadas, su pecho, sus músculos y esos bóxer ajustados a su perfecta figura lo hacían lucir, perfecto, sintió una extraña punzada en su entrepierna estaba reaccionando con solo verlo ahí parada.
Desvió la vista, no podía seguir mirando porque sino su entrepierna iba reaccionar y lo que menos deseaba era usar su fuerza para saciarla.
Se giro para salir de la habitación pero antes sintió como una fuerte mando le hacía girara quedando frente al su Guardaespalda que para su mala fortuna estaba vestido, lo acorralo contra la puerta una vez mas.
Los delgados dedos de su Changmin acariciaron su rostro hasta llegar a  su barbilla, obligándolo a mirarlo. Su mirada era dura, fría, pero había algo en su interior que le hacía estremecer; parecía estar cargada de algo que no alcanzaba a identificar.

-Eres perfecto, Jaejoong. Admite que siente algo por mí
Como podía ser tan ególatra, podía decir que besaba bastante bien, y que hacia una que otra cosa a su cuerpo pero era obvio, cosas de hormonas y nada más.
-Si Changmin lo Admito yo te…..  te odio Shim Changmin, te odio como no tienes idea, porque eres un estúpido, ególatra, engreído y te lo advertí si volvías a tocarme te rompería la cara.

Jaejoong levanto su mano con la clara intensión de estamparlo en ese bonito y masculino rostro, no iba tener compasión. Pero todo movimiento fue detenido por Changmin. Se le había olvidado que era un experto en las artes marciales.
- Mentiroso, tu cuerpo no me dice eso
- Suéltame idiota aléjate de mí.
-Por ahora tienes suerte porque tengo cosas importante que hacer, pero conste que para la otra no seré tan suave.

Sin más soltó el brazo de Jaejoong y salió de la habitación. Dejando a un Jaejoong Shock y sin creer en las palabras que le había dicho.


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-Shim necesitamos que vuelvas al lugar donde estuviste y veas que lo que paso con ese maldito.
Decía el jefe de la mafia Kim.
-Sí Señor.

Hace ya una semana se había enterado que la familia de Joe Masseria estaba planeando hacer lo posible para atentar contra la vida del hijo y heredero de la familia Kim. Y él como experto en las artes marciales y su intelecto fue designado para ayudar que esta emboscada no tuviera efecto, iban a hacer que cualquier intento de amenaza fuera debatida.
Nadie estaba dispuesto a perder a la única persona que era dueño y líder de todo lo que había sembrado Ahn Suk Kim.

Todo iba saliendo a la perfección por lo visto, nadie sabía de su arma secreta Shim y lo peligroso que podía llegar hacer, sus plan estaba saliendo como se esperaba y si bien sabian todos cual era el punto débil de Joe iban hacer lo posible por qué esa Chica dulce se enamorara del astuto Shim Changmin.

-Changmin siento la demora.
Decía la chica de rasgos inigualablemente hermosos.
-No te preocupes Goo, puedo esperar por ti lo que sea.
Decía Shin con toda la coquetería posible, haciendo sonrojar a la chica.
-Gracias, pidamos algo para comer.
-Claro.
-Changmin puedo hacerte una consulta.
Decía ella con un brillo en sus ojos.
-Si Dime.
-Que tienes tú que ver con la familia Kim, hace poco días te vi hablando en los estacionamiento de la universidad con Jaejoong.
-Con Kim nada, es un niño que creer tener a todos bajo su control.
Dijo este con toda tranquilidad.
-Oh me alegro.
-Porque lo dices.
-Solo temí por un momento de que fueras igual que el, tu sabes gay, como todo andan en los pasos de él siendo chicas o chicos todos quieres estar con Jaejoong.
-Ah quédate tranquila, no soy de esos y el no se me hace para nada interesante.
Dijo con un sarcasmo que no fue captado con su compañera.
-Claro.
Dijo con una sonrisa triunfante la chica hermosa.
-Después de este lugar te gustaría acompañarte a otro lugar que conozco, es muy lindo.
-Si si quiero….. – dijo con demasiada felicidad

Después de una larga cena y una plática amena, ambos salieron del luga,  Changmin llevo a la chica  a un mirador bastante conocido que para esa hora no había ningún alma.

-Woooo Changmin esa realmente hermoso, no pensé que hubieran lugar como este.
Decia con una felicidad que no podía ocultar.
-Los hay y conoszco muchos mas y si quieres puedo ser yo quien te lo muestres algún día.

La chica lo miro asombrada y con un sonrojo en sus mejillas

-Si quiero….. Changmin yo….

Pero este no dejo que continuara, poso un dedo en su labio y acerco su rostro a la chica y lentamente unió sus labios a los de ella.
Sin duda era un beso totalmente diferente al que había sentido esa mañana con Jaejoong, en este no habían sentimientos por parte de él y solo era dos bocas juntas siendo aprisionada por el otro.
Pero no podía perder la oportunidad y este era el plan de un principio y no iba echarlo a perder.
Tomo la cintura de la chica y junto el cuerpo de la chica al suyo, podía sentir en sus manos la pequeña cintura y los pechos de ellas tocar su pecho. No era lo que esperaba y por un momento pensé que sería agradable pero nada de eso pasaba por su cabeza.
Cerró sus ojos y se imagino a la única persona que deseaba tenerlo entre sus brazos y besarlo como si no hubiera un mañana.

Cuando se separaron Changmin miro cada detalle de la Chica sus pintura labial estaba corrida y de seguro en sus labios estaba los restos de ella. La examino y vio como la chica bajaba la vista y le hablaba con nerviosismo.

-Chang…… Changmin yo… yo quisiera.
-Que Fuéramos Novios…. –dijo este nuevamente cortando las palabras de la Chica
Goo  levanto la cabeza por las palabras que había dicho Changmin y que deseaba escuchar.
-Si… si eso quiero.
-Bien lo seremos desde hoy.
La chica sonrió y se abalanzo sobre los brazos de Changmin.
-Gracias, juro que no te defraudare.
Este no dijo nada y cerro sus brazos en la espalda de la Chica.
Desde hoy empezada su actuación y la peor forma de demostrar su amor a alguien que no ama.


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Eran pasadas las cuatro de la tarde, he iba a toda prisa al taller administración diez minutos tarde y de seguro el maestro iba a reclamarle.
Cruzo el primer pasillo y luego el segundo iba tan rápido que no se fijo en la persona que iba en dirección contraria, lo cual impacto directamente en su pecho.
Pero no alcanzo a caer ya que un brazo lo sostuvo por la cintura evitando que callera de lleno al suelo, al levantar la mirada y se encontró con unos ojos chocolate que había extrañado verlos.
-Tienes que fijarte por donde caminas Jaejoong.
-Tu…
-Me extrañaste.
-Jamás
Dijo este sonrojado y soltándose del agarre en su cintura que empezaba causar estragos, iba a reclamarle pero nuevamente escucho esa voz femenina detrás del.

-Changminaa Amor dónde estabas-
-Oh linda Goo iba juntamente a buscarte.

Amor, Linda, esas dos palabras resonaban en su cabeza, porque Changmin le estaba diciendo lindo a Goo y porque Goo lo estaba tratando de amor, que estaba pasando ahí de que se había perdido.
Miro a la chica y vio como esta posaba los labios en los de Changmin que para su sorpresa pensó que lo aria como siempre en la mejilla. Pero nada de eso sucedió.
Estaba petrificado mirando la escena era algo que su mente no estaba procesando y no sabía cómo interpretarlo.
Miro a Changmin tratando de buscar alguna respuesta pero este, estaba serio y con la mirada fría puesta en el, un dolor inimaginable se apodero de su corazón, sentía que en cualquier momento sus piernas flaquearían.
Este quito la mirada del y le dio la espalda para ir a lado de Goo y tomar su mano y alejarse.

Vio con enorme sorpresa aquella escena como desparecía de sus ojos. Trago hondo al sentir como su ojos se empañaban por las lagrimas que querían salir, pero no iba permitir que eso sucediera, tampoco entendía porque de pronto se sintió que algo dentro de él se quebrara.
Cerro fuertemente los ojos y toco su pecho sintiendo como este estaba acelerado.
Sus pies empezaron a moverse cuando sintió que toda movilidad volvía en el.
Y solo se dirigió al único lugar donde sabía que podía estar tranquilo.

Se sentía tremendamente solo, y no era porque sus amigos no fueran lo suficiente bueno para cubrir su soledad o porque la lejanía de Yunho lo estuviera matando, por lo contrario
Se sentía solo porque algo dentro de su corazón le hacía sentir así.

Miro el hermoso paisaje que le regalaba su lugar favorito, el cielo estaba de un intenso color azul y las brisa lo hacía sentir miles de emociones, se preguntaba porque si tanto odiaba a Changmin ahora mismo sentía que su corazón moría por haberlo visto con Goo.

-Changmin… —susurró aquel nombre en medio del silencio—. No puede ser que realmente esté enamorándome de ti… —Y con ese pensamiento, cerro su ojos al sentir que había perdido algo importante.

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