sábado, 17 de mayo de 2014

The Castle Of Count Cap. 14

Habían pasado algunos meses desde que el conde no se aparecía por el castillo, por otro lado todos en el castillo se estaban preparando para las celebraciones que pronto se realizarían al cambio de mandato, luego de la enfermedad detectada en el rey el joven príncipe debería tomar las riendas del pueblo, había aprendido todo en poco tiempo, aun así, él sabía perfectamente bien que pronto se vendrían cosas horribles…

Prince: padre…  ¿Cómo se siente hoy?
Rey: -sonriendo levemente- cansado… pero no es nada grave hijo…
Prince: debería llevarlo a dar una vuelta en el coche –tomando su mano-
Rey: si eso es lo que quiere el futuro rey –mirándolo- no puedo negarme
Prince: no diga eso, aun no lo soy –ayudándolo a levantarse-  con cuidado…
Rey: aja…. –colocando su abrigo sobre sus hombros-
Prince: -suspirando- Vamos –saliendo de la habitación-

En algún lugar, en alguna parte se encontraba este ser, en algún lugar escondido en las penumbras de la noche, en la profunda oscuridad de algún lugar subterráneo, temían por sus vidas, por sus familias, por sus almas, en cualquier lugar, en cualquier momento, las cosas se volverían aterradoras para todas esas personas inocentes que tenían culpa alguna de los errores de sus reyes.

Yunho: me las pagaran… me las pagaran todos estos malditos –golpeando la mesa, con su mano libre mientas en la otra sostenía una botella de licor-
-…..-
Prince: padre, ¿se siente bien? –mirándolo-
Rey: -sonriendo suave- claro que sí, no te preocupes hijo…
Prince: a veces…tengo un mal presentimiento señor…
Rey: de que hablas… ¿mal presentimiento?
Prince: si padre uno muy malo…-suspirando-
Rey: debo suponer de quien se trata… ¿no es así? –Colocando su mano en el hombro del menor-
Prince: -asiente- debería renunciar a todo si pasa algo
Rey: debes proteger lo que nos pertenece… haz llegado muy lejos
Prince: siento que mi vida, vale más que el poder señor
Rey: no digas tonterías… la vida vale lo mismo que el poder
Prince: ese, es su punto de vista señor… acostumbrado a todo eso… en cambio yo… estoy recién involucrándome en todo esto –mirando hacia fuera por las pequeñas ventanillas que tenía el carruaje-
Rey: hijo, sabes que puedes hacerlo bien ¿Por qué dudas de tus capacidades? Hasta ahora has demostrado que puedes gobernar
Prince: así lo ve usted señor… pero realmente no me siento preparado… algo me dice que esto no resultara como esperamos señor

Cada día que pasaba, cada hora, cada segundo… su ira se incrementaba, las cosas no podía ponerse peor, las ganas del conde en que el príncipe tomara de una vez por todas el poder absoluto del reino, y así poder destruirlo, se aumentaban con cada segundo, tenía demasiado tiempo para planear diferentes maneras de hacerlo caer, volver como si nada, y jugar con el nuevamente, tomar sus sentimientos prestados y luego revolcarlos en la tierra y hacerlos pedazos, o mejor aún tomar el control, volverlo uno de ellos, no podría ser mejor.

Rey: volvamos a casa, debemos descansar…
Prince: solo hemos dado unas cuantas vueltas señor
Rey: volvamos a casa, -mirando el cielo- pronto comenzara a llover
Prince: oh, es verdad… -cerrando sus ojos-
Rey: si quieres, puedes quedarte aquí, lo que es yo, volveré al castillo
Prince: no, descuide señor…

Su corazón se apretaba cada vez que pensaba en el futuro próximo del pueblo, en sus hombros tenía un gran peso, el peso de ser el ahora el que manejara las tierras, la economía, los problemas de los pobladores, esa sensación de que su pecho fuera a explotar, con tal solo pensar que todo podía acabar con un abrir y cerrar de ojos, que tan solo con un suspiro podía acabar con todo lo que lograron durante años, con todo lo que sufrieron y con todo lo que pudieron lidiar en un momento determinado, temía acabar con todo.
El conde comenzó lentamente a dirigirse con paso firme pero tranquilo hacia el castillo, nadie podía detenerlo, nadie podía decirle una sola palabra para que se detuviera y no continuara con esta venganza, estaba realmente decido en acabar con aquella jerarquía que no quería devolverle lo que hace unos cuantos años era suyo, sabía bien que había un ser que se había entregado a él y viceversa pero estaba dispuesto a todo con tal de que aquella alma fuese suya, acabar con ellos sería la única solución.

Prince: -ayudando a su padre a bajar-
Soldado: vamos señor… -escoltándolo-
Rey: ¿no creen que sea demasiada la preocupación?
Soldado: señor, llevamos muchos años con usted, no creo que sea suficiente
Prince: es verdad señor, no diga aquellas cosas, suena como si fuese a morir pronto…
Soldado: príncipe no diga eso, el rey aun es fuerte –sin mirarlo-
Prince: mmh… es verdad
Rey: ya… quien va a morir… yo me siento sano aun, solo estoy cansado… ya pesan los años
Prince: jajá… no se preocupe nadie habla de muerte señor –sonriendo-

Los minutos se acortaban, los segundos comenzaban a volar lejos, sus pasos cada vez estaban más y más cerca del castillo, sus rojizos ojos comenzaron a aparecer, su piel se ponía más y más pálida, sus músculos comenzaron a tensarse al sentir el olor del príncipe a la distancia, toda esa bestia interna comenzaba a salir, su lado humano estaba quedando atrás, sus ansias de venganza no se detendrían, todo acabaría en un abrir y cerrar de ojos, todo esto sería el fin.
El cielo se tornó gris de un momento a otro como si supiera lo que iba a suceder, la tormenta venia junto con los pasos del conde, el príncipe junto al rey, comenzaron a entrar lentamente al castillo antes de que comenzara a llover, en el pueblo toda la gente estaba ya en sus casa, no había ningún habitante fuera de estas, sabían que las tormentas eran demasiado fuertes como para exponerse de esa forma, en el aire se respira la tensión que provocaba el conde, todos tenían aquellos presentimientos, los más viejos sabían que algo pasaría, en cambio los más jóvenes no tomaban en cuenta las palabras de los sabios, este sería el fin.

Soldados: -divisando aquella figura del conde alta y fornida- Príncipe deberíamos apurarnos
Prince: ¿qué pasa? ¿Porque estas así?
Soldado: algo se acerca y no creo que sea bueno señor… -tomando su arma- entre por favor y vayan al refugio-
Rey: -mirando aquella figura- es el conde…. –sus ojos se abrieron-
Prince: ¿Qué? El conde… -tomando el brazo de su padre- vamos señor…camine…
Soldado: entren nosotros nos encargaremos de esto
Rey: llama a los demás soldados, busca protección el acabara contigo….-caminando-
Yunho: y con usted también acabare señor…-bufando como un toro enfurecido-
Prince: C…conde –su voz se cortaba al verlo de tal forma-
Yunho: -mirando fijamente al rey, sin sacar sus ojos de encima- ¿sorprendido príncipe?
Rey: ¿a qué viene? ¿Qué quiere ahora?
Yunho: a lo que… ¡MALDITA SEA ME PERTENECE!  -sus ojos tomaron un color rojo intenso-
Príncipe: deberías hablar adentro…. Con tranquilidad…
Rey: no te metas hijo… esto es entre el conde y yo… -suspirando-
Yunho: claro que no… me entere que en pocos días el príncipe tomara su lugar… -sonriendo- y es por eso que estoy aquí…
Rey: vete…. –tomando la mano de su hijo- vete…
Yunho: ¡NO! No se vaya señor –sarcástico- porque seguir mintiéndole a su hijo señor
Prince: ¿de qué habla? –Mirando a su padre-
Rey: vete de aquí…. –temblando- vete….

Una vez tuvieron al conde frente sus ojos, sus cuerpos comenzaron a temblar, su voz, sus gestos, sus ojos, todo era horriblemente tenebroso, el príncipe por su parte no se alejaría de aquella escena sin antes entender, de que hablaba el conde, esta vez era todo enserio, las cosas tendrían que cambiar, las cosas tenían que solucionarse en ese mismo instante, las fuerzas del rey comenzaron a decaer, pero se mostraba fuerte, frente aquella bestia que lo único que deseaba era la muerte del pobre y viejo rey.


Continuara...

1 comentario:

  1. Ooooohh !!! Esta genial , que suspenso ... continuacion por favor

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