Prince: -recostado en su cama, mirando fijamente el techo- ¿lo conoce? ¿No lo conoce? ¿Quién es?
Soldado: Príncipe… ¿no saldrá a caminar hoy?
Prince: No, hoy no quiero hacerlo, no tengo ánimos
Soldado: Como usted diga señor –realizando una venia, saliendo de la habitación-
Prince: Soldado….-llamándolo-
Soldado: Diga señor –sin mirarlo-
Prince: ven, entra…. Toma asiento
Soldado: eh…No señor
Prince: es una orden
Soldado: Si señor….-sentándose- D-dígame
Prince: quiero que me digas, todo lo que sabes sobre el hombre que estaba hoy en la cena
Soldado: señor... lo único que se dé el, es que es un conde, que no venía hace muchos años mi bis abuelo hablaba del pero como una bestia con ojos rojizos y grandes dientes.
Prince: ¿ojos rojos? ¿Grande dientes? ¿Un hombre lobo?
Soldado: peor que eso, un. Un vampiro –mirando al príncipe-
Prince: un vampiro –impresionado- woahh… ¿es enserio?
Soldado: -asiente completamente seguro-
Prince: no lo creo, quiero que averigües todo sobre el –sonriendo-
Soldado: ¿y-yo? ¿Yo solo?
Prince: si, tu solo…
El pobre soldado, tuvo que obedecer a las órdenes que le había dado el príncipe, con temor, comenzó a recaudar la información pedida, hablando con sus abuelos, familias cercanas que habían sufrido ataques producidos por este bestia y amigos cercanos los cuales habían perdido a sus madres, hermanos o simplemente a ellos mismos que alcanzaron a escapar de sus garras.
Una vez creyó tener toda la información que se suponía que era suficiente para el príncipe, presencio un acto de cruda violencia de este hombre a una de las empleadas, no pudo hacer otra cosa más que esconderse entre los arbustos cercanos, para no ser descubierto.
Sirvienta: No señor, no me haga nada por favor
Yunho: te pedí que trajeras a esta ave viva! –Sosteniéndola contra la muralla-
Sirvienta: Perdone señor, yo pensé que la quería cocinada –llorando desconsoladamente-
Yunho: ¿Cómo la pedí? No sabes escuchar –gritando- TE LO DIJE! O NO
Sirvienta: S-si señor… perdóneme
Yunho: -abofeteando a la chica- trae otra ¡AHORA! Y esta vez que esté viva! O la que morirá serás tú
Sirvienta: -corriendo a buscar otra ave-
Yunho: Maldita sea! –golpeando la muralla, dejando una trizadura en ella-
Sirvienta: S-señor. Aquí…aquí está su ave –sollozando-
Yunho: muchas gracias, -mirando a aquella ave con desesperación- retírate
Sirvienta: -alejándose-
Una vez que la sirvienta se retiró, comenzó a succionar la sangre de aquella ave con desesperación, sus ojos se tornaron rojos, sus colmillos crecieron de una forma impresionante, que nadie se podía explicar, todas aquellas historias y rumores eran ciertos, el soldado quedo impresionado con lo que vio, que no se atrevió a mover un musculo de aquel arbusto, se quedó allí hasta que aquella bestia se retiró del lugar, sabía que si lo veía, la próxima muerte del pueblo no sería otra ave si no que él.
Soldado: Prin…Príncipe!!! –Corriendo- Príncipe…
Prince: Soldado ¿qué tiene? –preocupado-
Soldado: no me lo va a creer –casi llorando-
Prince: cálmese y dígamelo
Soldado: el conde, el conde…. Golpeo a una de las sirvientas, y…y dejo a una de las gallinas secas
Prince: ¿secas? –Mirándolo- como que seca
Soldado: el, sus ojos, eran rojos. Diabólicos… sus dientes, -haciendo un gesto con sus dedos- eran así de grandes…enormes…le quebró el cuello a la gallina
Prince: ¿Qué? Como paso eso ¿Cuándo paso?
Soldado: en la madrugada, cuando regresaba de buscar toda la información que usted necesita –sollozando-
Prince: saldremos juntos hoy, para asegurarnos de que es siempre igual –firme-
Soldado: señor, es peligroso, tuve que esconderme en los arbustos
Prince: ve a buscar a la sirvienta, ve…
Soldado: -saliendo rápidamente de la habitación del joven-
En ese día el joven no salió a dar su recorrido diario por el pueblo ya que para él era más importante en esos momentos saber la verdadera identidad del conde Yunho. Es por esta razón que muchos de los ciudadanos se preocuparon enormemente al no verlo por las calles como era de costumbre. Algunos de ellos se dirigieron al castillo para preguntar por él. La excusa que el príncipe mando a decir fue que había amanecido con algo de fiebre y que no saldría en varios días, que no se preocuparan por él.
Yunho: -recorriendo el castillo, con aquella capucha-
Prince: conde… ¿es usted?
Yunho: príncipe... Gusto en verlo... –sonriendo al verle-
Prince: es un hermoso día ¿Por qué anda así vestido?
Yunho: tengo una extraña enfermedad, no puedo exponerme a los rayos solares
Prince: ¿qué enfermedad? No he oído hablar de ella, podría explicarme
Yunho: claro príncipe pero no ahora… -desviando la mirada- no salió a dar su paseo matutino
Prince: no, no me dieron ganas hoy, me entere de algunas cosas, y me quede por mi seguridad
Yunho: de día no podría ocurrirle nada –mirándole seguro de lo que decía-
Prince: lo veo muy seguro… -suspirando- permiso…
Yunho: adelante ChangMin… -continuando su camino-
El joven había quedado con muchas dudas luego de que su soldado llegase de aquella forma frente a él, diciendo aquellas barbaridades de este tipo, sus gestos dejaban mucho de desear, sus acciones igualmente, algo se traía entre ,manos aquel tipo, y no era nada bueno, por lo que el joven príncipe estaba decidido a defender su trono y su gente con sus propias manos.
dicen que la curiosidad mato al gato a este le van a dar una muy buena matad si sigue averiguando lo que no debe jajaja gracias x compartir
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