Soldado: señor –adolorido, por aquel golpe- ¿está usted bien?
Prince: -mirándolo- ¿tú te sientes bien?
Soldado: -haciéndose el fuerte- claro señor, lo estoy
Prince: escuchaste lo que esa persona dijo ¿verdad?
Soldado: claro señor... Lo oí atentamente –arreglando su armadura-
Prince: es todo verdad, es realidad el solo quería el poder para tener todo esto –mirando su habitación-
Soldado: señor, y ¿que planea hacer? –Prestando atención al príncipe-
Prince: no lo sé, no tengo ganas de planear nada… -desganado- solo quiero descansar y luego pensare en que podemos hacer
Soldado: señor, sabe que usted cuenta con mi apoyo.
Prince: gracias… -una pequeña sonrisa sin ánimos se asoma en su rostro-
Soldado: -venia- permiso señor... –saliendo de la habitación-
Prince: -acercándose a la ventana, lentamente, mientras piensa en lo que paso hace unos momentos-
El joven estaba desorientado, no sabía qué hacer, donde ir, a quien acudir, en estos momentos se sentía más solo que nunca, él no tenía amigos, nunca pudo tenerlos, siempre fue el protegido de la familia al ser el menor y único hijo, las restricciones para el estaban a la orden del día más aun cuando el rey sabía que Yunho podía estar cerca de el de cualquier forma, las cosas para el joven se tornaban más y más difíciles día a día, así que debía buscar una solución rápida para poder salir del castillo.
Yunho: -ordenando el desastre del sótano con algunos sirvientes- tira eso, eso quémalo, lo de allá tíralo donde sea! Rápido...
Rey: ¿qué le dijiste a mi hijo? –enfrentándolo-
Yunho: no es tu hijo… y solo le mencione la verdad, sobre su familia… debe ser triste sabes que su “padre” es un maldito…que hizo que su madre se matara
Rey: sabes lo que has hecho…. Mi hermano iba a matarme a mí y al pequeño! Sabias eso! Lo tienes claro y aun así, le dijiste una mentira..
Yunho: eras tú o él? –Riendo- no mienta rey… su hermano era una buena persona que quería levantar el pueblo fuese como fuese
Rey: si daba todo lo que teníamos íbamos a terminar en la ruina y no tendrías que cobrar ahora...
Yunho: HEY! Yo sí tendría que cobrar algo ahora…tu hijo... Sabes perfectamente bien que tu “hijo” me pertenece… te lo dije, te dije que él tendría que estar a mi lado algún día
Rey: no, solo lo dañaras, no harás nada productivo, él es una buena persona, se ha criado lejos de hacerle daño a las personas, tu eres el que las daña no él.
Yunho: -riendo sarcásticamente- aah…. Rey Shim…. Puede morir solo… y pobre porque antes de que amanezca ese chico estará de mi lado..
Rey: porque estas tan seguro de eso….¿porque lo dices con tanta seguridad?
Yunho: porque nadie se queda al lado del asesino de sus padres… -venia- permiso…
Todo había terminado para el rey, la verdad había salido a flote, el joven sabia la verdad así que no dudaría en hacer cualquier cosa en forma de venganza, mientras que Yunho pensaba en la forma de ir a verlo sin que le gritara y que le arrancara la cabeza con un crucifijo.
Yunho: príncipe… -tocando su puerta- príncipe… puedo pasar
Prince: adelante… -cambiándose de ropa para la cena-
Yunho: que hace señor –mirando su habitación, cubriéndose con su abrigo- veo que le gusta la luz
Prince: Si, me encanta… no estoy acostumbrado a la oscuridad como usted… -mirando al soldado- debería llamar al medico
Soldado: no, no se moleste por mi señor, luego veré lo que hago.
Prince: -llamando a una de las sirvientas- llama al doctor del pueblo y dile que es urgente… que me siento enfermo y que traiga todo lo necesario para curar algunas heridas
Sirvienta: Si señor –retirándose con una venia-
Yunho: cuanto respeto –mirando al príncipe- espero ese respeto también se pase a mí, no me han tratado tan bien hoy
Prince: porque deberían tratarlo bien… ha hecho algo bueno… vamos a cenar, quiero estar aquí cuando llegue el medico
Soldado: -levantándose con cuidado- lo sigo señor
Prince: quédate aquí… no es bueno que te sigas moviendo con esos huesos así –mirando a Yunho- recuéstate en mi cama y luego veremos
Soldado: Yo... Yo no puedo hacer eso señor, es su cama no se me permite estar allí
Prince: es solo una cama, quédate allí y ya… -saliendo-
Los aldeanos estaban seguros de que su príncipe era una persona muy cálida y buena, que no les haría daño y que no les engañaría como el rey, que en cada promesa que hacia les mentía y robaba mercancía de las cuales ellos podían recibir algunas ganancias. Es por eso que cada vez que veían al príncipe pasar, lo saludaban afectuosamente y le daban cosas sin pedir nada a cambio.
Rey: hijo…. Come algo –mirándolo con cara lastimera-
Prince: no soy su hijo…. Y si comeré, no me moriré de hambre por un capricho
Yunho: tiene buen apetito el príncipe –riendo-
Prince: usted no hable señor… no lo conozco –despreciando sus palabras-
Rey: y que piensas hacer ChangMin… -suspirando- luego de esto, ¿qué pasa por tu cabeza?
Prince: Nada, solo seguir mi vida normal, no puedo odiar al hombre que me ha criado, en realidad desde que tengo conciencia usted ha sido mi padre así que no puedo negarlo ahora, y bueno sobre el conde, para que no pregunte… pretendo que se vaya hoy mismo de aquí, o que sea un poco más humano y duerma en habitaciones y coma normal y no mate el ganado de los aldeanos –mirándolo-
Yunho: ¿sí? Quiere que coma normal, entonces tráigame un par de personas y quedo listo para meses sin comer… -mirando con desagrado al príncipe-
Rey: no sea absurdo, podemos darle unas cuantas vacas y esta… no es necesario entregarte las vidas de los aldeanos
Yunho: su hijo me dice que coma normal, solo estoy respondiendo a lo que él me dice, no sea tan obvio rey que si esto dependiera de usted, mataría a cuanto aldeano se le cruzase por enfrente.
Prince: ¡Porque no se callan ambos! , esto se está convirtiendo en una gran confusión con cada palabra que sale de sus bocas, debería darles vergüenza… uno por ser un asesino y el otro por no avergonzarse de la clase de bestia que es.
Yunho: no tengo nada de qué avergonzarme, he vivido más que usted príncipe y puedo reclamar lo que me pertenece sin necesidad de que usted se meta en estos asuntos, primero que nada está viviendo de gratis en mi castillo.
Rey: ¡de gratis! –Riendo- ¿sabes lo que es soportar a toda esa gente, que venga aquí a pedir cosas sin preguntarse antes si es que hay mercancía para que se entregada a ellos?
Prince: realmente pensé, que los rumores que los aldeanos tenían en contra de usted eran falsos, pero creo que me equivoco una vez más, en realidad es un cerdo egoísta…
Rey: hahaha dígame usted príncipe, usted daría lo que le ha costado tanto conseguir en años, y que un par de aldeanos lo vea y quieran sus riquezas a costa de no hacer nada más que beber y eructar todo el día ¿no cree que sea un descaro?
Prince: No, lo creo así, alguna vez usted se preguntó que sentían esos mismo aldeanos cuando mando a sus soldados a robar a sus casas y además de eso abusaron de sus mujeres –serio- es el menos que puede darme moral de buen comportamiento señor
Yunho: deberíamos parar esta conversación aquí, deberíamos terminar de comer en silencio y luego cada uno a sus habitaciones, los ánimos no están muy buenos desde antes… así que por favor… cenemos en paz
Una vez que Yunho dijo aquellas palabras, cada uno comió su platillo sin decir palabra alguna, solo habían miradas tensas que al verlas daba miedo, se podían leer los pensamientos de esos hombres, sus ojos representaban la muerte en vida. Sus gestos dejaban mucho que desear al terminar la jornada, el príncipe decidió a dar su vuelta nocturna no sin antes recibir al médico que curaría a su soldado herido.
Prince: como se encuentra mi soldado –preocupado-
Medico: bueno, tiene algunos rasguños, pero nada grave… por lo que revise no tiene huesos rotos así que es solo dolor muscular al golpearse contra la muralla –suspirando-
Soldado: gracias señor, -cabeza gacha- gracias
Prince: no las des, eres mi soldado de confianza… descuida estarás bien en algunos días… por eso vete a casa a descansar
Soldado: no señor como se le ocurre, debo quedarme aquí a cuidarlo –preocupado-
Prince: Soldado! Estaré bien… ve a casa…son ordenes
Soldado: gracias señor –agradecido-
Medico: con permiso señor –venia- adelante –llamando a la sirvienta-
Sirvienta: si señor… mande...
Prince: lleve al médico a la puerta por favor.
Sirvienta: Si señor, de inmediato…-llevando al médico a la puerta del castillo-
Como era de costumbre, el príncipe fue al pueblo y fue personalmente a dejar a su soldado a su casa, claramente su familia estaba muy emocionada de tenerlo en su pequeña casa, y él se sintió muy reconfortado con todos los agradecimientos y halagos que había recibido, luego de eso, siguió con su recorrido diario, por todo el pueblo.
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