-¿Vas a intentar conseguir eso Yunho?- le preguntó al ver como el líder se detenía en uno de los juegos mirando fijamente uno de esos enormes peluches.
-Sí, voy a intentarlo.- sonrió convencido y sacó su cartera para pagar una tira. –Quiero conseguir ese peluche para ti.- miró a Susu, y las mejillas de este enrojecieron de inmediato.
Yunho ya se estaba preparando para lanzar los dardos, pero justo entonces, Junsu se los quitó dejándole algo confundido.
-¿Qué crees que soy una chica? Puedo conseguirlo por mí mismo.- refunfuñó comenzando a lanzar ante la mirada asombrada del líder.
-No... Era por eso pero...-
-¡Mierda! Otro más por favor.- le pidió al dueño después de no haberlo conseguido a la primera. – Yunnie, dinero.- extendió su mano, y Yunho acabó pagando también esa tira.
-¿Por qué no usas tu propio dinero ya que no eres una chica?- le regañó aun cuando ya había pagado.. Pero acabó sonriendo al ver el entusiasmo de Junsu por conseguir aquel peluche.
30 minutos más tarde..
Volvían a caminar por el parque de atracciones, pero esta vez, Susu tenía esa expresión enfurruñada que siempre ponía cuando perdía en algo..
-Solo por uno...- replicó entre dientes.
-jajá Susu... ¿deja de darle importancia quieres? Solo era un juego.- sonrió algo nervioso mientras llevaba entre sus brazos un pequeño osito de peluche.
Al final Junsu había fallado, pero tras convertirlo en una competición entre ambos, Yunho había conseguido un premio tan solo en el primer intento. Se puso delante del menor y le detuvo extendiendo aquel osito ante él.
-¿Qué haces?-
-Es para ti.. No fue el más grande.. De hecho es muy pequeño pero.. Es para ti.- se sonrojó revolviéndose un poco el pelo, apartando la mirada incluso.. Y por un momento temió que el menor no lo aceptara o se riera de él.
-No tienes por qué hacerlo.. Pero.. Gracias Yunho.- aceptó el osito, y sin que Yunho le viera, sonrió tontamente mientras se adelantaba a él. – ¡Qué conste que no soy una chica!- le refunfuñó dejándoselo en claro.
-¿Eh? ¡Claro que no lo eres!- rió y corrió detrás de Susu.. Quizás al final del día seria el momento perfecto para declararse.
Pasaron el resto de la tarde subiendo a más atracciones, hasta que comenzó a atardecer y solo faltaba una.. Justo la atracción a la que las parejas solía dirigirse a esa hora.
-Yunho-Shi, quiero subir a la noria.- ambos se detuvieron frente a ella, en ese momento, Susu quiso tener una nueva oportunidad.
Yunho miró la noria de abajo hasta arriba; tan grande, tan alta.. Tragó saliva algo asustado, pero no pensaba arruinar el día solo por no querer subir ahí. Incluso pensó que podía ser un momento romántico.
-Vamos entonces.- se sintió algo nervioso, pero aun así, acabó subiendo a aquella noria junto a Junsu.
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-Han subido a la noria..- murmuró Yoochun mientras les miraba subir allí entre medio de más de una pareja.
-Sí.. Y parece que ya deberíamos dejarles solos ¿no crees?- Jaejoong sonrió; en la noria no habría escapatoria alguna.. Ellos acabarían confesándose allí. –Vamos, cenemos algo ya estamos, ha sido un día divertido después de todo ¿no?- pasó un brazo sobre los hombros de Yoochunnie y le llevó con él mientras ambos reían.
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Subieron a la noria sentándose uno frente al otro, en silencio. Quizás era algo incomoda la situación, sobre todo, porque a esa atracción solían subir las parejas al anochecer.
Junsu no dejaba de mirarle; Yunho estaba demasiado callado en ese momento.. Al menos esperaba que se asustara un poquito por la altura, aunque después de todas esas atracciones donde había conseguido que subiera, esta era la de menos.
-Parece que has superado tu miedo ¿no?- rió un poquito, y enseguida atrajo la mirada del líder.
-Eso parece.. No hay nada mejor como enfrentarte a tus miedos para superarlos.- ambos rieron, pero Susu se quedó mirándole de nuevo..
Pensó que podía ser el momento, que era su oportunidad de decirle como se sentía con él.. Que realmente se había enamorado de él. No quería seguir huyendo a pesar de la posibilidad de ser rechazado.
-Esto.. Yunho...- le llamó, pero este solo gritó cuando se encontraron en el punto más alto.
-¡Wooahaaaa~ está muy alto! ¡No lo he superado Susu!- se inclinó hacia él y escondió la cabeza entre sus brazos, apoyándolos en las rodillas del más joven.
Susu sonrió ante aquella escena, estaba claro que tampoco era el mejor momento para hacerlo.. Así que solo acarició el cabello castaño de su amigo, hasta que este levantó un poquito la cabeza para mirarle.
-Parece que no has superado tus miedos ¿no?- rió divertido,
Pero por un momento, el mayor se inclinó buscando los labios de Susu..
Se miraron.. El tiempo pareció detenerse por un momento.. El ambiente se había vuelto realmente romántico. Quizás un beso era suficiente para desencadenarlo todo.. Pero justo cuando sus labios apenas se rozaron, la vuelta llegó a su fin.
Ambos se sobresaltaron, incorporándose y actuando como si nada hubiera pasado ¡pero habían estado a punto de besarse! Y esta vez, había sido una situación completamente natural.
-Supongo.. Que es hora de volver...- aquello fue lo primero que Yunho dijo mientras se dirigían a la salida sin hablar demasiado. –podríamos comprar algo de cenar ¿no crees?- sentía todo aquel nerviosismo corriendo por su cuerpo.
-Me parece buena idea.- sonrió aun sin mirarle demasiado; su corazón seguía acelerado, y abrazaba tontamente aquel peluche contra su pecho.
-Entonces, te invito a mi casa.- le sonrió, y en ese momento, Yunho le miró con una suave sonrisa.
Era el momento de llevar a Susu a su apartamento, y quizás de continuar allí lo que habían comenzado en lo más alto de la noria.
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Llegaron al apartamento de Yunho con una bolsa de comida preparada y aquel peluche que el líder había acabado consiguiendo en el parque de atracciones. Ya había oscurecido por completo, y entre risas, salieron del ascensor al llegar a la última planta.
-Ha sido divertido en realidad, pero más divertido fue ver tu cara en la montaña rusa.- se burló Susu mientras entraba una vez que Yunho abrió la puerta.
-No te burles, lo he hecho bien ¿no? he superado este día.- suspiró aliviado soltando las bolsas sobre la mesita, y seguidamente le dio una sonrisa al más joven.
Junsu solo rió sin decir nada más sobre el tema, y enseguida empezó a sacar la comida que habían comprado. Puso la tele como si se tratara de su propia casa, y se sentó cómodamente en el sofá.
Yunho hizo lo mismo a su lado tras llevar algunas servilletas y bebidas. Comenzaba a sentirse nervioso de nuevo; tras la cena, llevaría a Junsu a su habitación con la intención de confesarle lo que sentía.
-¿Qué pasa Yunho? te has quedado muy callado.- le preguntó mientras se llevaba la comida a la boca, pero el líder enseguida sonrió y negó con la cabeza sin darle importancia.
-Solo que la comida está deliciosa, la estaba saboreando bien.- rió tontamente; lo cierto es que cada vez se inquietaba un poquito más.. Pero tenía que hacer las cosas con calma.
Comieron entre risas mientras veían un programa de variedades en la tele. Las cosas entre ellos parecían haberse solucionado; volvían a tener aquella estrecha relación de amistad.. Pero por momentos, cada vez que sus miradas se cruzaban, el ambiente se volvía algo extraño; algo así como una inevitable tensión sexual.
-¡Acabé! ¡Estoy realmente lleno!- Junsu se tumbó un poco hacia atrás, estirándose.. En ese momento, el líder dedicó una mirada al abdomen de Susu que se dejaba ver entre su ropa.
Rápidamente desvió la mirada; no quería precipitarse, pero esa espera le estaba matando.. Y si no se daba prisa, acabaría perdiendo la oportunidad.
-Oye Junsu.. Te quedarás un rato más ¿verdad? es.. Para sacar más bebidas.- ¡aquella pregunta había sido demasiado estúpida! ¿y si Susu pensaba que intentaba echarle?
-Bueno.. Eso pretendía, pero si te molesto...- bromeó, riendo al ver como Yunho negaba rápidamente con la cabeza.
No quería que se marcharse aun ¡tenía que confesarle a Junsu lo que sentía! y aunque ya se lo había estropeado un par de veces en el parque de atracciones, esta vez no se le escaparía…….
**********************
-Iré a por mas bebidas entonces.- el líder se levantó rápidamente para ir a la cocina ¡aunque no pretendía emborracharle! solo darse un poco de tiempo.
-Yo.. Iré al baño..- el más joven se levantó también; necesitaba relajarse un poco, refrescarse.. Pero enseguida cayó en que no sabía dónde estaba el baño. - Yunho-Ah.. ¿dónde está el baño?-
-Al final del pasillo a la derecha.- le gritó desde la cocina.
Junsu tomó aire y fue en esa dirección. Se refrescó un poco la cara, y cuando salía decidido a tomarse un par de cervezas, sintió curiosidad por ver algo más de aquel apartamento.
-Qué mal educado..- rió un poquito cayendo en la cuenta de que el líder ni siquiera le había mostrado su nueva casa.. Pero ya se bastaba él mismo para hacerlo.
No era demasiado grande, y justo por eso se sentía muy acogedor. Había una habitación vacía, aun con cajas.. Al parecer su amigo todavía no había terminado de organizar sus cosas.. Eso le hizo sonreír, así que siguió recorriendo aquel pasillito. Una puerta más.. ¿Quizás ese era su dormitorio? efectivamente; cuando abrió la puerta, esa parecía ser la habitación de Yunho.
Abrió los ojos de par en par.. Pero no porque la cama fuera demasiado grande como para una sola persona.. Si no porque la habitación estaba decorada con velas y pétalos de rosa. Se sintió algo confundido.. ¿De qué iba eso? Dudaba que Yunho tuviera la habitación así decorada para el día a día.. Entonces, ¿es que Yunho tenía una cita? ¿Esperaba a alguien? en ese momento sintió como una punzaba atravesaba su pecho haciéndole sentir como un estúpido por quedarse.. Pero entonces, unos brazos fuertes envolvieron todo su cuerpo.
-No tenías que haber visto esto aún, pero te has adelantado.- susurró suavemente sobre el oído del más joven haciendo que un cosquilleo recorriera el estómago de este.
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Yunho había vuelto al salón, pero Junsu seguía en el baño.. Hasta que pensó que tardaba demasiado y decidió ir a buscarlo. Lo que no esperaba, era encontrarle mirando su habitación.. Ya lo había descubierto, así que solo le quedaba dar el paso definitivo.
-¿Qué es todo esto?- preguntó sin moverse, sintiendo la respiración de Yunho sobre su cuello así como sus labios rozar levemente su piel. -¿lo tenías.. Preparado?- ¿así que era eso? ¿Yunho lo había hecho todo a propósito? el parque de atracciones, la cena.. ¿Todo?
Se soltó del abrazo y se giró a mirarle. En ese momento, el líder acarició su mejilla, pero Susu le apartó la mano de un manotazo y le miró realmente enfadado, incluso dolido.
-¿Junsu? ¿Qué.. Ocurre?- aquella actitud le había sorprendido, y cuando el más joven intentó marcharse sin decir nada, le detuvo. -¡Junsu! ¿Qué te pasa?- le hizo girarse, pero cuando vio los ojos brillosos de Susu, le soltó lentamente. -¿Qué.. Pasa? ¿Por qué reaccionas así?-
-¡Porque aún no te has enterado de nada! tú mismo me pediste que no nos relacionáramos más ¿no? ¿Entonces por qué me estás buscando de nuevo?- así que es solo por el sexo ¿verdad? quizás Minnie le había enseñado el ardiente placer de estar con un hombre a Junsu.. Quizás le había hecho adicto o algo así.
-¿De qué estás hablando?- seguía sin entender por qué Susu reaccionaba así, por qué le molestaba tanto todo eso.
-No vamos a volver a lo de antes Yunho ¡metete eso muy bien en la cabeza!- y mucho menos iba ya a confesarle lo que sentía.
Volvió a darle la espalda, pero esta vez, Yunho no solo le detuvo, si no que le giró bruscamente pegándole contra su cuerpo.. Y justo cuando Susu fue a protestar de nuevo, atrapó aquellos dulces labios en un beso apasionado, hambriento.. Un beso en el que el más joven intentó forcejear.
-No entiendes nada.- tiró de su mano llevándole de nuevo a la habitación, y nada más entrar allí, le acorralo tumbándole en la cama.
Tomó las muñecas de Susu entre sus manos, paso una pierna a cada lado del cuerpo de este.. Y sin hacer caso a las protestas del más joven, volvió a besar sus labios sin dejarle hablar.
Quería soltarse, ¡que Yunho le dejara! no entendía esa actitud ¡él nunca se había comportado así! por un momento sintió miedo, impotencia por no poder defenderse del todo.. Y sobre todo, porque en el fondo no quería que El líder dejara de besarle de esa forma.
-Eras.. Quien quería dejarlo.. No yo..- le susurró cuando Yunho bajó a su cuello.. En ese momento, se mordió los labios de rabia. -así que déjame.. No quiero.. ¡No voy a acostarme contigo!-
-¡Te quiero!- le gritó haciendo que el más joven abriera los ojos de par en par. -me he enamorado de ti... ya no es en Los demás en quien deberíamos de pensar.. Si no en ti Junsu-Shi.. Quiero hacer el amor contigo, quiero.. Hacerte el amor.- le habló totalmente serio, firme.. Y ante esa confesión, Susu se sintió completamente débil.
No pudo decir nada; ni siquiera pedirle una explicación. Había oído esas palabras de boca de Yunho, podía ver las mejillas de este sonrojadas y la sinceridad en esos ojos que le miraban fijamente. Sentía su cuerpo temblar, rendirse ante él.. Y aunque cuando volvió a sentir esos labios hacerse dueño de los suyos intentó resistirse, cayó completamente rendido ante aquel posesivo y dulce beso.
Besó suavemente aquellos labios que jadeaban bajo los suyos sintiendo como Junsu ya no ponía resistencia alguna. No iba a obligarle, pero tampoco darle la oportunidad de escapar.. Ese era su momento; él momento de demostrarle lo que realmente había comenzado a sentir por él.
Sus labios se movían bajo los de Yunho, respondiendo a ese beso tan calmado, pero ansioso al mismo tiempo que le hacía estremecer. Aquellas palabras, ese "te quiero" resonaba en su cabeza como si no fuera real; la confesión del líder le asustaba, le hacía sentir demasiado agitado, confundido.. Pero en ese momento se sentía incapaz de detenerse y detenerle a él.
Jung se incorporó quitándose la camiseta ante la mirada atenta del más joven; alzó la ropa de este hasta la altura del pecho, y entonces sus labios se posaron sobre la cálida piel del más joven haciéndole suspirar. Recorría aquel torso con suaves besos; deslizando su lengua por toda la piel que se erizaba ante su caricia.. Sus dedos hacían el mismo camino subiendo por los costados, hasta que se deshizo de la camiseta de este que comenzaba a estorbar.
No podía dejar de mirarle, de suspirar ante los besos que el líder le daba. Era la primera vez que esos labios recorrían su cuerpo de esa forma, la primera vez que Yunnie tomaba el control sobre él. Cerró los ojos gimiendo levemente cuando el mayor se enterró en su cuello haciéndole sentir su cálido aliento; besaba y mordía suavemente su piel, excitándolo, haciendo que le deseara mucho más.
Más besos, más caricias.. Y las manos del mayor ya abrían el pantalón de su compañero, haciendo seguidamente lo mismo con el suyo, provocando que sus cuerpos se rozaran sin apenas haber quitado toda la ropa.. Hasta que acabaron desnudos entre las sabanas sin detener los besos que cada vez se tornaban más apasionados y calientes, convirtiéndose en una lucha entre los labios de ambos. Las sabanas se enredaban entre sus piernas y el contacto entre ambos cuerpos cada vez se hacía más necesario...
-Yu. Yunho...- le llamó en un suave jadeo, pero cuando intentó girar al mayor para dejarle abajo, este tomó sus manos aprisionándolas nuevamente sobre la cama.
-Esta vez no Junsu-Ah.- sonrió dulcemente, jugando sobre los labios de Susu mientras la respiración de este se volvía más agitada.
-Pero... yo... no...- iba a protestarle, pero en ese momento, los dedos de Jung se posaron sobre su boca haciéndole callar.
-Shhh.. lo sé...- solo le hizo falta decirle aquello y ver como Junsu huía de su mirada, para saber positivamente que aquella seria su primera vez de esa forma. -no te haré daño.- deslizó un par de dedos entre los labios del más joven, tragándose un suave gemido cuando la lengua de Susu los acarició de una forma tan sensual que sintió volverse loco.
Sentía como su corazón latía acelerado; quería hacerle suyo, acariciar y besar aquel pequeño cuerpo hasta agotarse, llenarle de la forma más dulce y caliente que podía existir.. Pero sobre todo, demostrarle que esta vez solo eran ellos dos.
Separó los labios lentamente para tomar aire cuando Yunho apartó sus dedos. Le miró algo nervioso.. En ese momento ni siquiera podía hacerse el valiente, aunque no era miedo lo que sentía; más bien deseo, ansias por sentirle de ese modo.
-Uhm...- cerró los ojos a medida que los dedos de Jung bajaron por todo su cuerpo; acariciando levemente su miembro erecto, hasta que se deslizaron un poco más abajo, justo entre sus piernas.
Yunho le besó dulcemente los labios.. Y sin darle tiempo a que se arrepintiera de algo, presionó suavemente sus dedos sobre aquel pequeño y “virgen” orificio que estaba dispuesto a tomar. Sonrió cuando Junsu se abrazó fuerte a su cuello escondiéndose allí. Le oía jadear, sabía que seguramente se estaba mordiendo los labios para no quejarse.. Susu no se mostraría débil ante él, pero si podía sentir como aquel pequeño cuerpo se estremecía entre sus brazos.
-Relájate.- le susurró buscando de nuevo su boca, y cuando la encontró, esta le recibió con un beso realmente necesitado.
Lentamente comenzó a acariciar aquel estrecho interior; a dilatarlo a medida que sus dedos se abrían paso en él.. Junsu comenzaba a gemir, a acariciar su espalda de forma inquieta bajo sus dedos..
Cada vez sentía esas caricias dentro de su cuerpo, más placentero, casi adictivo. Alzó un poco las caderas mientras se revolvía algo inquieto; Jung le seguía besando recogiendo cada uno de sus gemidos, hasta que sintió como este retiraba sus dedos de aquel sensible lugar.
-¿Por qué.. Te detienes?- le recriminó algo enfadado, pero Yunho solo sonrió y se incorporó quedando de rodillas en la cama.
Sus ojos se abrieron de par en par cuando vio perfectamente como el líder llevaba su propia mano a acariciarse.. Apenas un par de caricias y ya se estaba guiando entre sus piernas, rozando con su miembro aquel lugar entre sus nalgas.
Yunnie sonrió cuando ante aquel leve contacto, Susu gimió y de inmediato se cubrió la boca. Le gustaba ver esa expresión en su cara; como intentaba resistir y hacerse el fuerte, pero esta vez no estaba teniendo tanto éxito.
-Deja ya de hacerte el fuerte.- tomó una de las piernas del más joven y la levantó lo suficiente como para tener mayor acceso, en ese momento, comenzó a empujar lentamente, a deslizarse en aquella estrecha cavidad sin querer detenerse. -aaaaaah~- soltó un suave gemidito y por un segundo cerro los ojos... pero solo un segundo.. No quería perderse nada, ni una sola de las expresiones de Junsu.
Por un momento, Kim sintió como la respiración se le cortaba, como todo su cuerpo se paralizaba por un segundo. Sus manos se aferraban a las sabanas, no podía dejar de mirar a su líder en ese momento mientras le sentía entrar.. Un exquisito dolor, un delicioso placer.. Algo que le hizo volverse loco en el mismo momento en que Jung se enterró del todo en él.
Ambos se miraban, jadeando, sonrojados por tanta calor.. Yunho sonrió ante aquella preciosa visión que tenía; Junsu completamente sumiso a él, su cuerpo desnudo, excitado.. Se mordió los labios, y paseando su mano por el muslo del más joven, la subió hasta el abdomen de este acariciando toda su piel.. Su pecho, su cuello.. Volviendo a deslizarla y recorriendo con sus dedos aquel miembro excitado.
-Uhm~ aaaaah...- agarró más fuerte las sabanas ante esas caricias; los finos y largos dedos de Yunho envolvían su erección, acariciándole.. Y justo en ese momento, le sintió moverse embistiendo suave su cuerpo.
Había comenzado un movimiento lento, suave.. Pero totalmente profundo permitiéndole así recorrer el interior del menor. Sentía que estaba a punto de volverse loco, de perder el control.. Aquella deliciosa presión, su calidez, comenzaba a sentirse débil; completamente enamorado de Junsu.
Alzó una de sus manos soltando la sabana, acariciando con las yemas de sus dedos el pecho de aquella persona que embestía contra su cuerpo. No quería apartar la mirada de los ojos de Yunho; brillaban.. Su rostro se veía totalmente excitado, encendido.. Deseaba besar esos labios que se entreabrían al igual que los suyos para soltar aquellos gemidos que ya inundaban la habitación.
No le hizo falta que Junsu se lo pidiera con palabras; solo al sentir los dedos de este subir a su nuca, el intento de Susu por alzarse un poco para buscar su boca.. Quería besarle, abrazarle.. Hacerle el amor como nunca antes se lo había hecho a alguien. Entonces, se inclinó sobre Junsu para atrapar lentamente sus labios, besándolos, robándole cada uno de esos deliciosos gemiditos.. Pero fue Junsu quien profundizó el beso buscando su lengua en el interior de su boca.
Sus cuerpos se movían; entrelazados, bañados de sudor, de gemidos, de puro deseo. El calor inundaba el ambiente, sus manos se acariciaban con necesidad a la vez que sus bocas no dejaban de buscarse una a la otra. Las embestidas se volvían más profundas, más rápidas y apasionadas.. De nuevo lentas.. Y vuelta a empezar.
Alcanzó la mano del menor cuando este fue a aferrarse de nuevo a las sabanas; no le dejo hacerlo.. Solo entrelazó sus dedos, y esta vez no fueron los labios de Junsu los que besó.. Si no la muñeca de este; mordiendo suavemente, haciendo que aquella piel se erizara al contacto con sus dientes.
El más joven apretó esa mano entre sus dedos.. Y cuando Yunho le volvió a mirar, se mordió los labios necesitados, a punto de llegar a su propio límite ayudado por las caricias de aquellos dedos más debajo de su vientre. En ese momento todo su cuerpo se estremeció, miró a Jung, este le miraba a él sabiendo lo que venía.. Y aunque intentó detenerle para no ser el primero en acabar, su orgasmo explotó entre los largos dedos de Yunho; revolviéndose bajo el cuerpo se este, apretándole en su interior..
Aquello fue lo que faltó para volverle completamente loco; sentir como Junsu se derramaba entre sus dedos.. Como el calor de aquel placer manchaba su mano y salpicaba su vientre.. Ahí fue cuando perdió el control de sí mismo, y enterrándose profundo en él, dejó correr su propio orgasmo, gimiendo, mirando aquellos ojos que tampoco se apartaban de los suyos..
Susu sintió aquel calor recorrer todo su cuerpo.. Como Yunho acababa dentro de él, como había sentido no solo su propio orgasmo. Tomó aire intentando recuperar el aliento, cerro un momento los ojos intentando asimilar lo que había pasado entre ellos.. Pero cuando sintió la respiración del líder sobre su cuello y como este jugaba con su nariz erizándole la piel, quiso olvidarse de todo lo demás.. En ese momento solo importaba lo que había acabado de ocurrir; el hecho de que Su líder le hubiera hecho el amor, a él, sin pensar en nadie más.
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