martes, 11 de noviembre de 2014

Mi Guardaespalda Episode 13 FINAL

-- Sabía que ibas a llegar –

-- Pensé que te ibas a las dos – dijo viendo su reloj – y como ya son, pues..
.
-- Perdí el vuelo – aseguro Changmin volteando para todos lados dándose cuenta que había mucha gente y algunos parecían reconocer a Jaejoong, no faltaría quien quisiera tomarles alguna foto aprovechando los celulares. No quería seguir fastidiando la vida de Jaejoong, así que le tomo de la mano para guiarlo a toda prisa fuera de la vista de todos– te dije que tenías hasta esa hora y decidí esperarte – Jaejoong no hizo intentos por detenerle, iba a la par que el sintiéndose dichoso
– deberías saber que todo vuelo se aborda de 30 a 45 minutos antes, no a la mera hora – recrimino Changmin con una sonrisa divertida sin detenerse.

-- ¡Oye! – dijo comenzando a molestarse – Yo no pensaba venir – aseguro haciendo que Changmin  se detuviera para verle a los ojos con el ceño fruncido.

-- ¿Entonces por qué estás aquí? – cuestiono con cierta incomodidad en su pecho.  Jaejoong trago saliva nervioso, no quería comenzar una discusión cuando había ido expresamente a decirle que le amaba y estaba dispuesto a esperarle. Abrió la boca para intentar responderle. 

-- Porque, porque yo... porque....

-- Me amas y eso es todo lo que importa – dijo dejando que sus labios le envolvieran con su calor y le hicieran olvidar cualquier motivo de enojo – Vámonos de aquí – dijo separándose de los labios de Jaejoong  para volver a tomarlo de la mano y seguir su camino fuera del aeropuerto. 

-- ¿Y que hay de tu vuelo? – cuestionó Jaejoong  al ver hacía donde se dirigían, pero tampoco le importaba, iría hasta el mismísimo infierno si iba con Changmin. Vio como él esbozaba una media sonrisa y se giraba solo un poco para verle sin detenerse en ningún momento.

-- Japón puede esperar otras 24 horas, pero yo no aguanto un segundo más sin ti – Jaejoong evitó soltar la carcajada al escucharle, sintiendo que su corazón se aceleraba y su cuerpo comenzaba a temblar de la emoción, pero no pudo evitar comentarle en voz baja acercándose un poco a él.

-- ¡Minnie eres un pervertido! 

-- Pero soy tu pervertido – aseguró el  pasándole el brazo por la espalda para abrazarle. 

-- Si, lo eres. ¡Vamos! – dijo, siendo él quien comenzara a jalarle de la mano para llevarlo hasta el estacionamiento. También necesitaba estar con él, sentir su cuerpo desnudo junto al suyo, sentir ese calor y esa pasión que solo Changmin sabía cómo despertarle.

Estaba encantando, ¡estaba feliz!. No sabía que sucedería mañana y poco le importaba. Lo único que quería en esos momentos era seguir sintiendo la calidez de ese cuerpo cerca del suyo, la fuerza de esas manos envolverle no solo la suya, si no, cada parte de su cuerpo con caricias y con besos. Quería saborear sus labios no de forma suave, como hacía unos momentos, quería toda su pasión, su salvajismo, su amor y todo aquello que solo Changmin sabía cómo despertar. 

Lo quería todo... 

Y sabía que ahora, lo tendría todo. 

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Al salir del aeropuerto un auto negro con vidrios polarizados los esperaba.

--Peter que haces acá...-decía Jaejoong  sorprendido…-él era el único guardaespalda en quien confiaba, porque había trabajado con su padre cuando apenas tenía 20 años y ahora era un señor mas de 40, lo cual estimaba demasiado.

--Tengo que resguardar su seguridad señor, es la promesa que le hice a su padre…-dijo esto , para desviar la mirada a Changmin..-Joven Shim es un gusto verlo nuevamente, vamos los llevare a casa.

-No Peter, llévanos a aquí,..-decía Changmin a Peter entregando una tarjeta.

-Ok Joven.
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Ninguno quería separarse, su boca respondía con igual pasión, arrancando gemidos graves de la garganta de Jaejoong. Sus manos se movían por todo su cuerpo, como las de Jaejoong se movían por el cuerpo del otro queriéndose arrancar la ropa. 

Sintieron cuando el carro se detuvo, pero no le dieron importancia, fue hasta que Peter toco a la ventana que Jaejoong se aparto de la boca de Changmin para abrirla y escuchar lo que su chofer y guardaespaldas le decía.

--Todo está arreglado señor. Pasaré por ustedes mañana a las 9 am – aseguro el hombre de forma serena y calmada.

-- Vamos Jaejoong– dijo Changmin bajando primero y ayudando al otro bajar. 

¿Dónde estaban? 

Jaejoong miró hacia arriba y vio el enorme edificio que se erguía delante de ellos, pero no estaban al frente, estaban en la parte trasera. Pudo ver que Changmin le extendía la mano para conducirlo por una de aquellas puertas. ¿Qué significaba esto? ¿Cuántas veces Changmin había estado en ese Hotel?, porque era notorio que era un Hotel de cinco estrellas, solo que en lugar de entrar por la recepción - como lo hacía todo el mundo - ellos se estaban colando por la parte trasera.

No tomó la mano que Changmin  le tendía, pero camino por donde se le indicaba sintiendo que la pasión que minutos antes sentía comenzaba a desinflarse. ¿Cuántas veces y con cuantas personas? 

Llegaron en silencio hasta el único elevador que veía al final del pasillo. Changmin apretó el botón viéndole de reojo y cuando la puerta se abrió dejó que Jaejoong entrara primero. Jaejoong se colocó a un lado de la pared y Changmin a la otra. Vio como este último presionaba la letra PH3 que se encontraba al final de la columna de números. Iban al Tercer Penthouse del Hotel. 

-- ¿Qué sucede Jae? – cuestiono  poniéndose de frente al más bajo, pero Jaejoong cruzó los brazos y desvió la vista de forma molesta. Era tan notorio su enojo que Changmin se dio cuenta - ¿Por qué estas molesto? ¿Qué fue lo que hice en esta ocasión? 

-- ¿Por qué estamos en un hotel? – preguntó sin ningún tono de voz haciendo que Changmin le viera fijamente.

-- Porque esta cerca del aeropuerto – respondió este  de forma lacónica – Ir hasta el departamento ahora tomaría demasiado tiempo. 

-- ¿Cuántas veces has estado en este lugar? – cuestiono viéndole fijamente. No sabía porque preguntaba semejante estupidez, era obvio que había estado muchas veces allí, ya que se sabía el acceso interno del lugar. Pero no había podido evitar sentirse molesto al imaginar con quien, o quienes, había ido a ese Penthouse. 

Changmin se acercó a él tomándolo de los hombros y dejando que su frente tocara la otra. No podía permitir que Jaejoong se alejara de él de nuevo, no cuando por fin parecía haberle creído, perdonado y estaban a punto de regresar el uno al cuerpo del otro. Tenía que hacer algo para evitarlo y lo mejor, lo sabía, era hablar con la verdad aun que le costara trabajo hacerlo. 

Jaejoong sintió ese contacto haciendo que su corazón se acelerara. ¡Estaba celoso! ¡Dios!, ¡Celoso!. Changmin también debería sentirse celoso de su pasado, ya que no había sido ningún santo. 

-- Jae no me hagas esto – escucho el murmullo de la voz  para después sentir sus labios recorrerle la frente – Si, lo confieso – escuchó – He estado en este hotel las suficientes veces como para saber por donde entrar y salir sin ser visto. Y he estado aquí con más de una compañía masculina. 

-- “¿Mas de Uno?” – pensó Jaejoong tensándose al instante tratando de separarse, pero los brazos de Changmin se elevaron a tiempo para evitarlo. 

-- Escúchame, escúchame Jae – pidió sintiendo como Jaejoon forcejeaba con él para intentar separarse de su cuerpo, pero no iba a permitírselo – Solo fueron compañías de una noche, nada de importancia y desde que nos encontramos, incluso antes, desde que te vi en ese pub, no volví a salir con nadie. Solo tu estabas en mis pensamientos. 

-- Querías olvidarme... – musitó dejando de pelear por soltarse, pero su voz resonó entre las cuatro paredes del elevador.

-- Si, en un principio – aseguro – - Jaejoong se separó solo un poco para levantar la cabeza y verle a los ojos con los suyos muy abiertos – Si, tenías razón. Tuve todo este tiempo para tratar de encontrar el momento exacto para olvidarme de ti pero no pude ¿sabes por qué? – cuestionó. 

Jaejoong sacudió la cabeza sin habla. No quería dejar de escuchar sus palabras suaves y sinceras, no quería dejar de ver esa mirada marrón tan llena de brillo y de  ¿amor?. ¿Eso era lo que Changmin le quería transmitir con esa mirada tan llena de luz? ¿Amor? 

¿AMOR?

-- ¿Cuál fue ese momento? – cuestionó  al no escuchar más palabras. Se sentía nervioso, pero había algo muy dentro de si que suplicaba por seguir escuchando. 

-- Porque el día que estuve en coma, tú me salvaste, tú fuiste la persona que me llamo cuando estuve a puntos de rendirme...

Jaejoong abrió los ojos de forma sorprendida ¿Por qué jamás pensó que le diría eso? – este vio como Changmin acortaba la distancia y le abrazó a su cuerpo besando sus labios y este correspondiendo al beso que Changmin le daba, mientras este comenzó a sentir las manos de Changmin recorrerle el cuerpo, sus besos le arrancaban los sentidos haciéndole olvidar que aun estaban en un elevador. Cuando la puerta se abrió, dio paso a un amplio piso lleno de lujos por todos lados, pero ninguno de los dos vio nada. Changmin le condujo sin separarse de sus labios hasta la cama, comenzando a deshacerse de los zapatos. Sus manos jalaron de forma firme la gabardina para lanzarla al suelo, mientras las manos de Changmin habían desabrochado la camisa y se la arrancaban junto con el saco para quedar junto a la gabardina en el suelo. Solo quedaban los pantalones de ambos y las playeras. 

-- Changmin... – murmuro entre gemidos separándose de los labios para tomar algo de aire al sentir las manos de este deslizarse por su pecho subiendo con ellas la playera para deslizarla por su cabeza y terminar haciéndole compañía al resto de la ropa en el suelo. 

Entonces sus manos viajaron también por debajo de la playera del Changmin dejando recorrer sus manos sin dejar de besar sus labios. Su mano acarició la piel canela de Changmin haciéndole gemir entre sus labios. Pudo sentir ese ligero temblor ante su solo contacto, ¿O sería debido a sus besos?, eso no importaba, le agradaba, ¡y mucho!, sentir como reaccionaba el cuerpo de su ex guardaespalda con sus caricias. Levantó la playera por su cuerpo, mientras Changmin elevó los brazos para facilitarle la tarea. Pudo ver en esos momentos su mirada cargada de amor y de deseo, él también le deseaba y le amaba. Sintió de nuevo los labios del mas alto asaltarle los suyos de forma aun más apasionada, dejando que su lengua viajara en su interior y le saboreara de forma lenta, dejándose embriagar con su sabor como tantas veces lo había hecho antes. 

Seguían parados a un costado de la cama besándose como si esta fuese su primera vez, como si estuviesen casados y estuvieran de luna de miel...

¿Luna de miel? 

Si, esta sería su luna de miel... Después de todo lo que habían pasado, de todo lo que ambos habían sufrido, este era el momento que habían estado esperando para entregarse el uno al otro sin temores, sin culpas, sin fantasmas del pasado que les impidieran disfrutarse mutuamente.

Jaejoong  sintió algo molestarle en su vientre, supo de inmediato que era, el miembro despierto de Changmin,  seguramente el estaba sintiendo la misma molestia, ya que su miembro estaba igual. No había sido necesario comenzar a masturbarle para que estuviera por completo erecto, había bastado con besarse de la forma en la que lo venían haciendo, de esa forma apasionada que bien sabían les excitaba a ambos y lo mucho que se extrañaban sus cuerpos.

Sus manos bajaron de forma lenta por el pecho de Changmin hasta llegar a la pretina del pantalón, dejó que su mano se introdujera de forma lenta acariciando cada pedazo de piel con sus dedos haciendo que el vientre de Changmin se contrajera ante tales movimientos. Changmin sentía como si le estuviese torturando, porque ansiaba sentir aquella mano y Jaejoong no parecía tener prisa en llegar a él. Cuando por fin llegó al miembro despierto el sonido gutural que a Changmin se le escapó de su garganta le hizo extasiar. Jamás le había escuchado gemir de esa manera y le gustaba, le gustaba mucho escucharlo. 

-- ¡Ah Jae!, sigue, sigue – esas palabras escapando de la boca de Changmin  le excitaron a más no poder haciéndole hervir la sangre y casi estallándole el corazón. 

Entonces fueron las manos de Changmin las que se introdujeron también  entre su pantalón y sus boxers para acariciar sus glúteos con sus manos, ese cálido contacto le hizo lanzar un gemido quedo ya que sintió como si una fuerte corriente eléctrica le hubiese atravesado la piel. Changmin comenzó a masajear sus glúteos de forma suave, haciendo pequeños círculos con sus manos primero para después apretarlos con sus dedos, haciéndole gemir más alto al sentir la proximidad contra el cuerpo caliente de su ex guardaespalda. Sus pechos estaban desnudos y chocaban, subían, bajaban y se agitaban con forme su respiración acelerada. Ni cuenta se dio cuando los pantalones, junto con los boxers, fueron cayendo hasta el suelo para acabar entre sus piernas. 

La pasión que inundaba el cuerpo de ambos se fue haciendo cada vez más insostenible, besando, acariciando, tocando y chupando o mordiendo cada centímetro de piel. Jaejoong quería ir despacio, pero su cuerpo exigía velocidad y esta vez su mente no iba a mandar. Una de sus manos comenzó a moverse sobre el cuerpo del otro haciéndole gemir cada vez más fuerte y alto, mientras la otra siguió masturbándole. 

Changmin le empujó un poco haciéndole caer a la cama con él encima suyo. Sus bocas se separaron por segundos, solo mientras se acomodaron, para después seguir besándose. Sus pechos chocaban y sus respiraciones se agitaban cada vez más y más. Jaejoong  giró sobre si mismo para ser él quien esta vez quedara sobre el cuerpo del mas alto. Pudo ver en su rostro las inconfundibles huellas del deseo y sabía que él estaba igual y no le haría esperar, ahora le demostraría cuanto sabía él sobre hacer el amor. 

Así que se incorporo un poco para atrapar entre sus labios una de las tetillas del haciéndole soltar un gemido fuerte. Estaban a solas, en el último piso del hotel, nadie les escucharía por más alto que gritasen y eso le excitaba cada vez más, no había nada que evitara que esta vez gimiera tan alto como su garganta se los permitiera.

Sintió las manos de Changmin acariciando su espalda de forma circular, mientras él tomó con sus dientes una de aquellas protuberancias en el pecho del Changmin  y le mordió suavemente haciéndole gemir. Se sintió presa de una pasión desmedida, Jamás se había sentido tan desesperado por hacer el amor. Había estado meses sin contacto íntimo y no reaccionaba como ahora lo hacía con Changmin. ¿Por qué se sentía así de desesperado? No lo sabía. Lo único que sabía era que lo necesitaba como jamás necesito a nadie.

Abandono la tetilla de Changmin para seguir besando su cuerpo, al tiempo en que bajaba poco a poco. Sus manos se deslizaron de forma lenta hasta llegar de nuevo a la excitación abandonada de su amante que pedía a gritos ser atendida. La tomo entre sus dedos y comenzó a masajearle de forma lenta y sensual. Mientras su mano le masturbaba, su boca siguió descendiendo, besando, chupando y dejando un recorrido húmedo en aquella piel. 

Changmin se sintió extasiado al grado de estarse comportando como jamás llego a imaginarse que lo haría. Muchas veces había pagado por algo de sexo, pero jamás había disfrutado como disfrutaba ahora. Sabía que Jaejoong era diestro en lo que hacía, pero jamás imagino que tanto. Esto era hacer el amor, ahora lo compendia. Por eso estaba disfrutando tanto. 

-- Jae... – gimió el nombre del otro al sentir que sus manos comenzaban a moverse más rápido sobre su miembro despierto, pero después se detuvieron haciéndolo incorporarse un poco para ver lo que hacía - Jae, ¿qué estás haciendo? – murmuro  con voz ronca, pero Jaejoong solo le observo sin decir nada. En sus labios se dejó dibujar una mueca sarcástica ¿Qué iba a hacerle? ¿Por qué sonreía de esa forma? Cuando estaba a punto de preguntar, Jaejoong bajo su boca y mordió suavemente su miembro haciéndolo casi gritar de excitación – No me importa lo que estés haciendo, solo continua – Jaejoong rió de forma ligera dejando que su lengua se deslizara por aquella piel caliente y aterciopelada, como si de una paleta se tratara, para después introducirlo por completo en su boca de forma lenta hasta que estuvo por completo dentro y después sacarlo igualmente lento dejando solo la punta en el interior. Changmin se sintió desfallecer ante la forma en la que Jaejoong estaba haciendo aquello, tan endiabladamente sensual, que no podía más que gruñir y gemir con deleite – Sigue, Jae, sigue – Y entonces Jaejoong comenzó a meter y sacar el miembro de Changmin de su boca cada vez más rápido, metiendo y sacando, subiendo y bajando una y otra y otra vez. 

-- Quiero que te lleves contigo un buen recuerdo de esta noche – dijo con voz ronca. Changmin se incorporo a la carrera topándose con los ojos negros. Su mirada era brillante. Pero le había inquietado lo que dijo sobre “llevarse”. 

¿Llevarse? Le había dado hasta las 2 de la tarde de ese día para que se decidiera a acompañarle a Japón. Había llegado justo a tiempo, pero... ¿No iba a irse con él?. Cuando le vio en el aeropuerto ni siquiera le pregunto qué hacía allí, había asumido que se iría con él y después había olvidado el asunto por encontrarse atrapado en aquellos ojos negros y esos labios sensuales.

-- ¿Llevarme?. Jaejoong, es que acaso tu no... – trató de saber, pero los labios de Jaejoong subieron de nuevo asaltando su boca evitaron que siguiera hablando. Ese beso estaba cargado de pasión, de amor, de sensualidad y calidez. Ese beso le arrebataba los sentidos de una forma tan contundente y profunda que ya ni sabía que le había inquietado tanto. 

Jaejoong se separó de los labios de Changmin para verle a la cara. Sus ojos estaban cerrados y se abrieron al sentirse abandonado. Este sonrió al entender aquella mirada de desilusión, pero quería saber que iba a decirle.

-- ¿Qué me estabas preguntando? – pero esta vez fue Changmin quien le asaltó los labios e introdujo su lengua en el interior, saboreando, deleitándose de forma lenta con su sabor, dejándose embriagar por ella. 

-- Yo no se que estaba preguntando, solo quiero que sigas haciendo lo que estabas haciendo...- dijo Changmin sin dejar de besarle. 

Esta vez fue Changmin quien tomo a Jaejoong por la nuca profundizando el beso sin dejar de tocarle, sin dejar de mover sus manos sobre su espalda, bajando por ella hasta sus glúteos y masajeándolos haciéndole gruñir de pasión. Jaejoong sabía perfectamente lo que le estaba haciendo y parecía disfrutar con sus sonoras expresiones y él disfrutaba de aquella caricias, aquellos besos que sabía eran dados con amor, porque también el los daba de esa forma. 

—Jaejoong… —escuchó la voz ronca llamarle con una sensualidad que le hizo estremecer.

Se sentía arder por dentro, con la respiración acelerada y su cuerpo temblando sólo de sentir las manos del más alto tocarle, la piel caliente que recorría con sus dedos. Aquello era tan distinto, tan erótico que los jadeos no podían dejar de escapar de su boca, aun cuando esta se encontraba aún ocupada por la de Changmin.

—Changmin… —murmuró el nombre, obteniendo un gemido ahogado en respuesta.

Dedos largos empezaron a recorrer la espalda de Jaejoong, ya no había ropa que interfiriera

—Changmin, sigue… —suplicó, delirando por las sensaciones sobre su piel. Temblaba de pasión y poco le importaba hacérselo notar, consciente del sudor que ya perlaba el cuerpo de su compañero, justo igual que el suyo.

Los labios de Changmin se cerraron sobre una de las tetillas que antes acariciaba, dándole libertad a su mano para bajar por el vientre de Jaejoong  y atrapar su miembro ya despierto.

—¡Changmin! —gimió al sentir aquellos dedos moviéndose sobre su dura intimidad—¡Aahh! Changmin, Changmin…

sus caderas fueron sujetas por las manos de Changmin, quien le sujetaba con fuerza mientras devoraba aquella creciente intimidad, chupando, succionando, dejándolo salir con rapidez sólo para volver a entrar.

Jaejoong se sintió subir al cielo, presa de la excitación y el placer que Changmin sabía bien cómo hacerlo, lo que le nubló la mente lo suficiente para no sentir molestia alguna cuando un primer dedo empezó a sumergirse en su entrada. Su cuerpo hervía a punto de llegar al clímax, lo sabía porque su miembro palpitaba cada vez más fuerte y sus gemidos escapaban cada vez más alto.

—¡Chang…min! ¡AAHHH! — me… me voy ..ahogó ruidoso, descargando finalmente su semilla en la boca del otro.

Su cuerpo tembló entero presa del orgasmo, pero a pesar de sentirse desfallecer logró notar aquello que se retiraba de su entrada. Al alzar la vista encontró a Changmin, girándose para abrir el primer cajón del buró y sacar un pequeño sobre de color metálico. Sabía lo que era, y no lo quería.

—Déjalo —pidió entre jadeos—. No lo necesitas… —Pero el Changmin le ignoró, rasgando el pequeño sobre para abrirlo—. ¡He dicho que no! —protestó incorporándose a medias, lo suficiente para conseguir detener el brazo del otro.

—Es para que no te duela… —Jaejoong negó con la cabeza.

—Si no quieres que me duela sólo tómame ahora, ya no aguanto más sin ti…

Sonrió cuando vio el condón caer a la basura y aquella bien tonificada figura acomodarse entre sus piernas, los dedos hundiéndose una vez más en su abertura le obligaron a arquear la espalda. No sabía en qué momento Changmin había empezado a prepararlo, pero el dolor había quedado lejos, olvidado por el placer que ahora sacudía su cuerpo de arriba abajo.

Sus brazos se entrelazaron sobre el cuello del mas alto, besando la piel expuesta que arrancó ligeros gemidos en respuesta. Otro dedo más se abrió espacio para preparar aquel estrecho pasaje, anticipándose a lo que venía a continuación.

Changmin le levantó las caderas y Jaejoong entrelazó las piernas sobre su espalda para recibirlo.

—Jaejoong… —gimió, sofocado por aquel apretado orificio que apenas y conseguía dar de sí para dejarle entrar, atrapándolo entre sus cálidas paredes.

—Chang…min… Ugh…

Con un solo movimiento, rápido y certero, Changmin consiguió hundirse por completo, arrancándoles a ambos un grito jadeante e intenso. Las uñas de Jaejoong se clavaron en la morena espalda al sentirlo moverse sobre sí, salir y volver a sumergirse en su interior al inicio con lentitud, sintiendo todo de él, para después empezar a tomar cada vez más velocidad.

—Changmin…

—Jaejoong…

Este sintió al menor buscando una de sus manos para entrelazar sus dedos, mientras con la otra tomaba su miembro que ya volvía a despertar y lo masturbaba a la par de las embestidas, que chapoteaban contra su ingle. Lo sentía hundirse hasta el fondo, acariciar cada rincón y tocar cada uno de los puntos sensibles que desplegaban sensaciones electrizantes por cada uno de sus músculos, llevándolo al límite.

Cada vez más rápido…

Cada vez más fuerte…

Arrancando con cada penetración un gemido cada vez más alto…

—Changmin… ¡POR DIOS, CHANGMIN! —gemía alto y sin controlarse—. ¡Te amo! —soltó evitando el rostro del menor.

—Jaejoong…

Sólo le escuchó murmurar su nombre envuelto en pasión, y más tarde y con un último grito de placer, la esencia de ambos se liberó. Changmin en el confortable interior de Jaejoong, y Jaejoong sobre el estómago y mano de Changmin.
Ambos cuerpo cayeron juntos,  Jaejoong estaba demasiado cansado para pronunciar palabra o abrir los ojos. Recargó su cabeza sobre el brazo de Changmin, una sensación de paz invadía sus cuerpo y le adormilaba considerablemente. 

-- Te amo – dijo Jaejoong en un susurro abrazando el cuerpo de Changmin. 

Changmin correspondió al abrazó depositando un beso cálido en la frente del otro. Quizá no era necesario que dijera un “Yo también te amo”, quizá bastaba con que se lo demostrara. Pero entonces Jaejoong se incorporo sobre su pecho viéndole con el ceño fruncido.

-- ¡Oye!, se supone que deberías contestar “Yo también te amo Jae”, en lugar de quedarte callado – Changmin no pudo menos que sonreír ante la reprimenda, quizá iba a tener que aprender a demostrar sus sentimientos con palabras y hechos a la vez - ¿Y bien? – cuestionó Jaejoong esperando su respuesta. Entonces Changmin le tomó con ambas manos el rostro y dejo que su boca respondiera a su cuestión. 

--Te amo para siempre Jaejoong.

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La mirada cobalto de Changmin recorría centímetro a centímetro el cuerpo largo y esbelto que descansaba a su lado. El cabello de Jaejoong estaba desparramado por toda la almohada. Sus dedos largos comenzaron a recorrer de forma lenta su piel, comenzando por su frente, su nariz, sus mejillas, sus labios, bajando por su cuello y siguiendo ese camino que había recorrido con su lengua por su pecho hasta llegar a su vientre. Jaejoong se movió un poco sintiendo cosquillas, pero no despertó. Changmin siguió su camino, recorriendo esa parte intima que tanto disfrutaba. 

El sol aun no salía por completo, a penas comenzaba a rayar el alba pintando el cielo de colores pastel oscuro. 

Jaejoong abrió los ojos en el momento en el que las manos del menor comenzaron a recorrer su vientre, pero Changmin no se percató que estaba siendo observado. Cerró los ojos disfrutando de las caricias. Su respiración comenzó a hacerse irregular y algo en su entrepierna comenzaba a reaccionar. 

Sintió esos labios tan conocidos arrebatarle un beso, mientras esa mano fuerte y delgada comenzaba a masajearle su miembro. 

-- Jae – Escucho murmurar su nombre contra sus labios de forma suave y melancólica. ¿Por qué Changmin parecía triste? – Jae– volvió a murmurarle para seguir saboreando sus labios. Entre abrió su boca para dejar que la lengua de Changmin entrara en ella y entonces levanto los brazos para profundizar el beso. 

Ambos se separaron con la respiración acelerada, viéndose a los ojos. La mirada de Changmin estaba acorde con su tono de voz, había una huella de tristeza en aquellos ojos marrones que ya antes había visto, pero no tan remarcada. Además, bajo sus ojos había marcadas ojeras haciéndole comprender que no había dormido mucho.

Levanto una mano para tocar el rostro haciendo que Changmin la tomara con su mano y dejara descansar su rostro sobre ella. Eso le hizo sentir extraño. ¿Por qué Changmin se comportaba de esa forma? ¿Qué estaba pasando?

-- ¿Qué sucede? – pregunto preocupado - ¿Por qué esa mirada? ¿Sabías que traes unas tremendas ojeras, como si no hubieses dormido en toda la noche? 

-- No lo hice – dijo este  haciendo que Jaejoong se incorporara para verlo de forma fija. Había hecho varias veces el amor a lo largo de la noche, pero ¿A caso Changmin no se había sentido lo suficientemente cansado como para dormir?

-- ¿Por qué no dormiste, a caso no estabas cansado? – cuestiono sin comprender nada, sintiéndose culpable.

-- Quería contemplarte toda la noche, saber que por la mañana aun seguirías aquí y no te irías.

– Jaejoong abrió mucho los ojos. ¿Después de todo seguía pensando que iba a dejarle? ¿Por qué?

-- Sabías que no iba a irme. ¿Por qué no descansaste? – cuestiono haciendo que Changmin solo le viera con ojos entrecerrados pero que no desapareciera de él la melancolía y la tristeza.

-- Tendré suficiente tiempo en el avión – al decir esas últimas palabras Changmin se giro en la cama para darle la espalda y se sentó en el borde apoyando su barbilla entre sus manos. 

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Changmin se veía tan abatido después de haberse entregado como lo habían hecho? ¿A caso estaba pensando que era una forma de despedida? ¡Pero que idiota era!, ¡Claro! Aun no le decía a Changmin que iba a esperarle, que le amaba. Así que sonrió y poso su mano en el hombro de este haciendo que este le viera solo de reojo.

-- Minnie  yo... – comenzó, pero Changmin le interrumpió sin esperar a lo que Jaejoong  iba a decirle. 

-- Lo se – dijo regresando su vista a la nada.  Jaejoong no comprendió y solo atinó a bajar la mano hasta el colchón – Cuando te vi ayer en el aeropuerto supe que me amabas – murmuro en voz baja, pero sin verlo – Si no fuera así no hubieses ido...

-- Si, pero... – trato de interrumpirle de nuevo, pero Changmin continuo.

-- Lo sé, lo sé – afirmo de nuevo – Me amas, como yo te amo a ti – eso hizo que el corazón de Jaejoong se acelerara y una enorme sonrisa apareciera en sus labios – Pero no dejaras la empresa que tu padre, por irte conmigo– la sonrisa en el rostro de Jaejoong desapareció – Creí que cuando llegaste al aeropuerto era porque te irías conmigo, pero anoche... – dijo deteniéndose. Jaejoong recordó lo que le había dicho. En ningún momento habían hablado sobre el viaje o su relación, solo habían hecho el amor sin preocupaciones, pero él había sabido leer entre líneas y comprendía todo – No te culpo – dijo volteando a verlo con una mueca en forma de sonrisa – Yo tampoco voy a dejar mi viaje a Japón. 

-- Pero vas a regresar – aseguro Jaejoong  haciendo que la mirada de Changmin se centrara en la suya – Y yo voy a estarte esperando. Sabes dónde encontrarme, me diste unas llaves ¿No recuerdas? – La melancolía que viera en aquellos ojos cobalto desapareció al escucharle.

-- Claro que lo se – aseguro.

-- Entonces allí estaré, siempre.

Changmin se levanto de la cama sin importarle su desnudez y abrazó a Jaejoong con todas sus fuerzas para después plantarle un apasionado beso. 

Jaejoong sintió de nuevo esa calidez apoderarse de sus sentidos, aquella lengua que sabía muy bien como recorrer el interior de su boca y apoderarse de su lengua. Aquellas manos sabían como, cuando y donde tocar con toda la experiencia que tenía. 

El sonido del móvil de Jaejoong les interrumpió pero ninguno de los dos tenía ganas de contestar. La pasión de nuevo les invadía y no querían separarse. Las manos de ambos habían comenzado a adquirir vida propia al tiempo en que el sonido del teléfono ceso. 

-- ¿Y si era Peter? – cuestiono Jaejoong entre jadeos separándose de la boca del otro  para tomar algo de aire. Changmin estaba en iguales condiciones.. 

-- Peter vendrá hasta las 9:00 am, aun tenemos más de tres horas para seguir disfrutando de nuestra compañía – dijo el Changmin para después volver a asaltar los labios del otro. 

Pero el teléfono volvió a sonar haciéndoles separarse y ver aquel aparato del demonio. Jaejoong se separó con renuencia de aquel cuerpo perfecto que ya se encontraba excitado con sus besos y se dio prisa en contestar. 

-- Espero que sea algo urgente porque si no... – Contestó Jaejoong de forma molesta, pero se interrumpió al escuchar la voz al otro lado del teléfono – Comprendo.  Le diré ahora misma. Gracias Peter 

Jaejoong  vio la mirada de Changmin al colgar el auricular y ese semblante le dijo todo... 

La despedida había llegado demasiado pronto... ya que el vuelo de las 12 PM que Changmin debería abordar fue cancelado lo que le obligaba a tomar el de las 9 AM o esperar un día más y no podía hacerlo, aun que quisiera...

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Jaejoong abrazó a Changmin fuertemente cuando este ya estaba a punto de entrar por la puerta de revisión. Faltaban solo 30 minutos para que el vuelo saliera y ya no podía seguir postergándolo más. No querían despedirse, pero era algo inevitable.

-- No quiero que te vayas – le dijo Jaejoong al oído apretándolo fuertemente a su cuerpo aun sintiendo ese calor embriagante que le hacía estremecer y temblar hasta la medula. No quería, pero sabía que debía irse.

-- Entonces vente conmigo – respondió Changmin en voz baja correspondiendo a ese abrazo haciendo que el corazón de Jaejoong se acelerara en su pecho y amenazara con hacérselo estallar.

-- Sabes bien que no puedo – musito Jaejoong de forma triste separándose del otro para verlo a los ojos – le recordó. Ojalá pudiera tele transportarse de un lugar a otro, dormir con él por las noches y regresar por las mañanas, Pero solo era una fantasía que sabía no era posible. -- Y además no traigo ni ropa – Changmin dejó mostrar una mueca en forma de sonrisa y entonces se acercó a él para susurrarle al oído.

-- Con ropa te vez bien, pero te vez mejor sin ella – Jaejoong sintió que un calor abrasador se apoderaba por completo de su cuerpo y se sonrojo de golpe. ¿A caso habían apagado el clima? ¿Por qué hacía tanta calor?. Se aparto del actor para casi gritarle.

-- ¡Minnie! – No puedo irme ahora –No traigo mi pasaporte – En el rostro de Changmin apareció otra media mueca en forma de sonrisa y eso le desconcertó un poco. Entonces vio como Changmin metía las manos al interior de la bolsa de la gabardina y le tendía el contenido. Jaejoong lo tomo y lo vio con ojos sorprendidos. 

-- ¿Cómo lo conseguiste? – pregunto el  viendo entre sus manos su pasaporte.

-- Se lo encargue a Peter, me lo dio esta mañana – aseguro…-Jaejoong no pudo decirle nada, solo vio aquel documento internacional en sus manos. Con ese simple documento podía viajar y entrar en Japón sin necesitar una visa y como no iba a trabajar, solo de visita, no necesitaba de mas - ¿Entonces vienes conmigo? – volvió a insistir Changmin, Jaejoong  bajo la vista de forma triste.

¡Irse con Changmin!, Así, como si fuesen novios y tuvieran que escapar para estar juntos. Así como si estuviesen huyendo cuando no era cierto. No. No quería irse de esa forma. Tenía que hacer las cosas bien, avisarles a todos de su partida y entonces si... si se iría con él.

-- No puedo, lo siento. No puedo hacerlo ahora de esta forma tan apresurada – dijo de forma cada vez más baja hasta que su voz se perdió en su garganta. 

-- Entonces yo me quedare contigo – Jaejoong elevó su mirada de nuevo y curvó su labio en forma de disgusto. Sabía de antemano que Changmin no terminaría su sueño por quedarse con él – Dentro de un año volveré y no volveremos a separarnos jamás.

Jaejoong sonrió de forma melancólica, eso era lo mejor, despedirse. Se volverían a ver, si, se verían aun que dentro de un año, cuando regresaran el uno a los brazos del otro. Así que guardando todo su dolor en lo más hondo de su corazón, sonrió de forma luminosa y le miro fijamente para cuestionarle, para obtener de él aquello que tanto anhelaba,  su promesa de volver. 

“De volver”

-- ¿Lo prometes? – cuestiono Jaejoong levantando la vista para verle con los ojos brillantes. Changmin trago saliva al verle, sabía que el mas bajo estaba sufriendo tanto como él. Jamás volvería a aceptar un trabajo lejos de aquel a quien tanto amaba. Quería que se quedara con él, que jamás le dejara, por eso respondió a la pregunta de Jaejoong con otra pregunta.

-- No. ¿Lo prometes tu? – cuestiono intrigado, lleno de duda y de emoción. Necesitaba escuchar de aquellos sensuales labios que cuando él regresara iba a estar allí, esperándole, añorándole como lo haría él. 

-- Si. Yo te lo prometo Minnie– le escucho decir, pero su mirada jamás se aparto de aquellos ojos que decían más verdades que su boca. Y entonces lo supo, ya que de aquellas hermosas orbes, una lagrima traviesa resbaló. 

-- Yo también te prometo que la próxima vez que nos veamos no te dejare ir – dijo Changmin estirando sus brazos y abrazando aquel cuerpo perfecto contra su pecho, dejando que el otro escuchara el acelerado latido de su corazón y supiera cuan afectado estaba.

-- ¿Es una promesa? – dijo Jaejoong elevando la vista para verle a los ojos y vio en aquellos ojos marrones respuesta a su pregunta. Aquellos ojos siempre fríos y controlados, se estaban humedeciendo. 

-- Lo es – dijo Changmin acercando su rostro hasta el rostro al de Jaejoong para unir sus labios a los de él en un beso que al principió fue suave y poco a poco se había ido convirtiendo en un beso apasionado y exigente, lleno de amor, de pasión y sensualidad al grado de arrancarle poco a poco los sentidos y hacerles olvidar que estaban en el aeropuerto.  -- Hasta luego – dijo Changmin mostrando una sonrisa – Volveré dentro de un año haya o no haya acabado mi sueño – Jaejoong comenzó a agitar la cabeza en negativa haciendo que Changmin le viera sin comprender.

-- No – aseguro Jaejoong viéndole de forma sería – debes acabarlo, si no, esta separación no habrá servido de nada – Changmin cabeceo en acuerdo. 

Se giró dándole la espalda para llegar hasta la puerta de revisión y antes de entrar volvió sobre sus pasos para plantarle otro beso cargado de pasión. Sus manos se elevaron para tocar el suave rostro de Jaejoong dejándole sentir esa calidez y ese amor desprendido de aquella caricia. Jaejoong lo aceptó de inmediato dejando que su boca respondiera a aquel beso, dejando que sus manos abrazaran a aquel cuerpo y se impregnara con su aroma. 

-- Te amo – le dijo al oído en forma de susurro haciendo que un agradable escalofrío recorriera el cuerpo de Jaejoong al escucharlo. Sabía que no le estaba mintiendo, sabía que su corazón estaba hablando a través de sus labios. Le amaba, le amaba, ¡LE AMABA!. 

-- Yo también te amo...

Se separaron sin ganas,  Jaejoong sentía que en cualquier momento Chngmin podría arrepentirse y cancelar el vuelo de nuevo y no podía darse ese lujo. ¡Iba a por su sueño!, era su gran oportunidad y no iba a ser él quien se la truncara. Así que cuando lo vio caminar por segunda vez hasta la puerta de acceso y revisión, se dio prisa en alejarse con el corazón en la garganta hecho nudo. 

“En un año Minnie, en un año” – trataba de auto convencerse sin apenas lograrlo.

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Changmin no quiso ver atrás porque sentía que si de nuevo veía aquellos ojos negros su determinación de irse iba a flaquear y cancelaría todo con tal de quedarse a su lado. Así que enseño su pase de abordar al guardia y caminó hasta la puerta de seguridad. Sacó todo lo de metal que traía en sus pantalones y lo puso en una cajita de plástico. Pasó su maleta por la banda de revisión y aquella caja con todas sus pertenencias, entonces se dispuso a pasar por el arco y la alarma sonó al hacerlo.

-- Pase por aquí –le dijo el hombre de la seguridad para revisarle. Estaba seguro de haber depositado todo en la bandeja, el reloj, el cinto, las monedas y entonces, cuando el hombre pasó aquel detector de metal por las bolsas de la gabardina algo sonó en ella. 

Changmin metió la mano a la bolsa y al sentir aquello entre sus manos se dio prisa en llevarlo hasta sus ojos para comprobar que era lo que temía.

--Era el par de anillos que había hecho hace tiempo atrás con la intención de dárselo a Jaejoong y ahora había olvidado dárselo.-- Te lo entregaré la próxima vez que nos veamos – se dijo a si mismo elevando aquel aro metálico hasta sus labios besándolo ligeramente – Te lo prometo.

Pasó la seguridad y comenzó a subir las escaleras eléctricas que le llevarían a la sala de acceso seis. En unos cuantos minutos estaría alejándose de Jajoong... 

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-- ¡Demonios! – gritó a todo pulmón dejando salir sus lágrimas. 

--Y yo que pensé que mi amigo se hacía el imbécil, pero parece que me equivoque…

Jaejoog al escuchar esa voz tan reconocible, se dio la vuelta y vio ese par de rostro que tanto amaba.

--Chun, Su que hacen acá…-decia secándose las lagrimas.

--la pregunta es ¿Qué haces tú acá? y no estás arriba de ese avión con  Changmin.

--No puedo ir tu sabes que tengo que llevar la empresa.

--Pero que idiota eres, piensas dejar ir por un año a Changmin, piensas dejarlo por una empresa sabiendo que eso puede estar bien bajo el control de nosotros…-decía Yoochun.

--Jae, vamos no seas testarudo, prometemos que todo estará bien, la empresa estará en nuestras manos y si nos extraña no dudes en llamarnos y estaremos contigo, ve con el…-Decia Junsu

--Pero Su es tarde están arribando y yo no tengo boleto y nada de ropa.

--Y para qué crees que están los amigos, Peter te espera en la entrada, con tu maleta y el boleto, si no te vas ahora lo perderás.

Los Ojos de Jaejonog se volvieron a llenar de lágrimas, no podía alejarse ahora que lo había recuperado, no podía, una sonrisa se dibujo en su rostro y abrazo a sus amigos.

--Su, Chun gracias son los mejores amigos que podría desear, los quiero de verdad y juro que esto se lo pagare..

-- Vete luego o te pateare en trasero ese.

--Adios nos vemos en un año.

--Hasta Pronto Jae… gritaban y movían sus manos Yoochun y Junsu viendo como Jaejoong corría y desaparecía de su vista

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Changmin veía por la ventana como la ciudad iba quedando abajo y las nubes comenzaban a hacerse más densas y aborregadas. “Al parecer no solo se quedo mi estomago allá abajo, también se quedo mi corazón”. La voz del piloto lo sacó de sus pensamientos, iban a 30 mil pies de altura y era ahora cuando se permitía soltarse los cinturones. 

Changmin ni siquiera se movió, siguió viendo por la ventana, ni atención prestaba a su compañero de asiento quien había hecho intentos por establecer una conversación con él sin lograr arrancarle ni media palabra. 

Cuando el hombre se levantó, este suspiró aliviado el hombre le estaba sacando de quicio y no era conveniente enojarse en un avión cuando aun le restaban muchas horas de vuelo o había peligro de que lo bajaran. Así que se soltó el cinturón y se dispuso a relajarse. Pero sus pensamientos solo estaban en cierto chico que lo había enamorado.

Regresó su vista a la ventana extendiendo la mano para sentir la frialdad del exterior, pero el calor de Jaejoong y su último beso le hacían no sentir ese frío. Aquella promesa acudió a su memoria y no pudo evitar murmurar en voz baja.

-- Te prometo que volveré por ti Jae, en un año te tendré solo para mí. Te lo prometo.

-- ¿De verdad me lo prometes?

Changmin sacudió la cabeza de forma enérgica cuando creyó escuchar aquellas palabras en voz de quien hacía escasos minutos acababa de dejar en tierra. No cabía duda de que estar, pasar y pensar tanto tiempo en él, comenzaba a afectarle, porque su voz la acababa de escuchar como si estuviera... abrió de forma sorprendida los ojos tan solo al contemplar la idea. La voz sonaba como si estuviera detrás de él. 

¿Detrás de él?

Se paró a la carrera sintiendo el corazón en la garganta y salió al pasillo topándose de lleno con unos ojos llenos de vida y una sonrisa tan luminosa como el sol que se colaba por la ventana del avión.

-- ¿Jae? – cuestionó incrédulo, tallando sus ojos para asegurarse que lo que veía no era una alucinación. 

-- Si – dijo este parado frente a él, observándolo de forma fija, dejándole entender que no estaba imaginando nada. Era increíble poder ver a través de Changmin, cuando nunca antes lo había permitido y eso le encantaba.

-- ¿Qué pasó con lo que tenías que arreglar? – cuestionó sin dar crédito a lo que estaba viendo y escuchando. 

-- Lo único que tengo que arreglar – dijo acercándose a él sin dejar de verle, dejando que los sentidos de Changmun pudieran percibir el aroma de su cabello y de su cuerpo, inundándole con esa mirada que parecía hechizarle. Estaba solo a centímetros de su rostro, así que acercó sus labios a los del mas alto de forma seductora invitándole con ese acto – está en este avión... 

Y con esas últimas palabras Changmin aceptó la invitación tomándolo por la cintura y dejando que sus labios le besaran de forma apasionada sin importarle que viajaba en un boing 777 totalmente lleno. Lo único que le importaba ahora, era recuperar el tiempo perdido.

FIN

1 comentario:

  1. Waahhhhh!! Q linda historia....me. Gusto mucho...T_T pense q deverdad chanmin habia muerto!!!! Juro q chille!!!aaahhh chille!!!
    Y tambien pense q jae lo hiba a esperar un anio mas!!!
    Siiiiiiise qedaron juntos...q viva mi couple favorita....q viva el minjae....
    Gracias por tan linda historia

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