sábado, 30 de agosto de 2014

Love Bye Love Cap.1

Autor: Max
Resumen: Yoochun y Jaejoong se hacen una promesa cuando eran unos niños, 20 años después vuelven a reencontrarse.
Pareja: JaeChun
Género: Romántico, Drama Advertencia: Lemon en un futuro


El sol lucia en lo más alto del cielo a pesar de que el otoño ya dejaba una brisa fresca. Las hojas de los arboles comenzaban a caerse, y en ese mismo parque, dos niños jugaban con sus mejillas teñidas de rosa...

-Por eso, cuando sea mayor, ¡me casaré contigo!- gritó el pequeño de 7 años con una amplia y preciosa sonrisa.

-¿De verdad?- le miró el otro con sus redondos ojos bien abiertos, brillantes de emoción... 

-Es una promesa, ¿sí?- extendió aquel dedito meñique, y su amigo no dudó en entrelazar el suyo.

-¡Una promesa!- asintió firmemente, con decisión y seguridad a pesar de sus casi 6  años de edad. -¡entonces me casaré con Jaejoong!-  una amplia sonrisa y un leve sonrojo hizo aquel infantil rostro un poco más lindo ante los ojos del mayor...

-Yo te protegeré.- y besando la mejilla del más joven, selló aquella promesa..


1 mes más tarde...


El viento soplaba levemente meciendo las hojas de los árboles en aquel otoño algo frío.  El columpio se movía por la inercia de aquel niño; suavemente.. mientras otro niño más pequeño le miraba de pie frente a él.

-¿Entonces tienes que marcharte lejos?- le preguntó sin entenderlo muy bien.

-Sí.. por el trabajo de mi padre..- ambos niños guardaron silencio... -pero ¿sabes qué? ¡tendré una casa enorme! así que podrás quedarte a dormir cuando quieras.- le sonrió arrancando una leve sonrisita en los labios del más pequeño.

-Pero no podremos vernos como ahora ¿sí? ni iremos al mismo colegio...- bajó la mirada poniendo un puchero mientras con su pie movía la tierra bajo su bota de fútbol.

El mayor le miró sin decir nada... una ráfaga de viento les hizo temblar un poquito, pero entonces el columpio se detuvo.

-Ten esto.- se puso frente al pequeño, y cuando este alzó la mirada, le entregó un colgante.

-¿Qué es?-

-Es una piedra mágica.. ¿ves su color? es amarillo ¿sí? si la llevas encima, cada vez que te sientas triste yo estaré contigo.- le sonrió ampliamente, tan dulce, que el más joven asintió confiado.

-Entonces Jaejoong estará siempre conmigo.- sonrió poniéndose ese colgante.

-¡Claro que sí!- ambos rieron seguros de eso...

Pero los días pasaron, el otoño había despojado a los arboles de sus hojas, y un paisaje en tonos marrones cubría aquel escenario... 

-¡Jae! ¡¡Jae no te vayas!!- gritó mientras corría detrás de aquel camión de mudanzas.

-¡¡¡Yoochun!!!- sus ojitos se bañaban de lágrimas viendo la imagen de su mejor amigo intentar alcanzarle.

-¡No quiero que te vayas! ¡por favor detengan el coche!- tropezó cayendo al suelo, pero volvió a levantarse... ¡no se rendiría hasta detenerle!

-¡Yoochun volveré a buscarte, te lo prometo!- aquel nudo en su garganta cada vez se hacía más fuerte, así como la impotencia de no poder volver atrás.

-¿¿¿Y te casarás conmigo???- su voz sonaba cansada, ahogada por las lágrimas.. 

-Te lo prometí ¿no? ¡me casaré contigo!-

-¡Entonces no te marches!-

-Si Yoochun... ¡te quiero!- le sonrió tristemente viendo como el pequeño se detuvo.
Aquellas últimas palabras, ese "te quiero", resonó dentro de su cabeza. Respiraba agitado, agotado.. las lágrimas caían por sus rosadas mejillas. Yunho se había marchado.. su mejor amigo, aquella persona a la que tanto quería... 

-¡¡¡¡¡¡Te esperaré por mil años!!!!!- chilló rompiendo en un agudo llanto.


************************* 


20 años más tarde... 

Abrió lentamente los ojos ante el molesto sonido del despertador. Lo paró y se incorporó desperezándose en la cama. 

-Otra vez el mismo sueño...- se dijo a si mismo recordando cómo había vuelto a soñar con aquel chico que le había robado el corazón desde la infancia.

Se levantó pesadamente para ir la ducha.. debía ir a trabajar como cada día  pero cada vez se hacía más pesado. Ese sueño se había repetido casi todas las noches durante las últimas dos semanas.. soñaba con ese recuerdo, con ese niño de su infancia que aun 20 años después  seguía teniéndole enamorado. Aun recordaba ese rostro, esos ojos, esa sonrisa.. cada una de las facciones de ese pequeño; no había podido olvidarle.

Había tenido que mudarse al extranjero cuando apenas tenía 7 años por el trabajo de su padre.. y desde entonces, perdió completamente el contacto con Jaejoong. En alguna ocasión, en la adolescencia, había vuelto a Japón a visitar a la familia.. le había buscado, pero ese niño ya no vivía allí.
Según lo que contaban las vecinas de la zona, los padres del chico habían muerto en un accidente de tráfico, y el pequeño había sido adoptado por una familia adinerada. Pero nunca más dio con él.

-¿Por qué no puedo.. dejar de pensar en ti, Jaejoong?- se mordió los labios, se mantuvo un momento dejando que el agua recorriera su esbelto cuerpo, y finalmente salió dispuesto a prepararse para un nuevo día.


***************************** 


-Buen trabajo Jaejoong ah.-

-Gracias...- se puso una manta tapando su cuerpo desnudo, sudado y manchado.. lo mejor sería tomar una ducha cuanto antes.

-Jae hay un problema con una de las escenas.. tocará repetirla mañana.- le informó el director de aquella película.

-No me jodas... ¿otra vez?- preguntó fastidiado; ¿es que era tan difícil seguir el guion en una película X?

-Es lo que toca, eres la estrella, ¿no?- aquel hombre le dio un golpecito en el hombro, y Jaejoong solo refunfuñó entre dientes.

Suspiró resignado yendo a aquella habitación que medio había adecentado como su "camerino". Se deshizo de la manta y fue a tomar una ducha cuyo propósito más que relajarse, era el de limpiar de su cuerpo las huellas de esos hombres con los que tenía que grabar.

Ya debía estar acostumbrado.. llevaba un par de años en ese trabajo, y aunque no era el más digno de todos, era trabajo a fin de cuentas. 

Salió de la ducha secándose bien, vistiéndose... volvería a su pequeño apartamento alquilado en un pequeño suburbio de Tokyo.. pero es que a pesar de ser la "estrella", su sueldo solo daba para el día a día. 

Sí.. era más fácil cuando tenía todos los caprichos que quería por parte de sus padres adoptivos.. esas personas que le acogieron con 10 años, cuando sus verdaderos padres murieron. Pero había acabado escapándose de casa a los 17 años, y ellos no habían hecho demasiado por buscarle.. así que desde entonces se había buscado la vida, soñando con triunfar en el mundo de la música,  pero aquello ya se había vuelto un imposible; se había quedado en una simple "estrella del porno gay".

Cogió sus cosas y volvió a casa dispuesto a descansar y quizás tocar un poco esa vieja guitarra que su padre biológico le había regalado siendo un crío.

Abrió la puerta y entró allí antes de que aquel muchacho, vecino del apartamento contiguo al suyo, le oyera y se presentara allí para llevarle algo de comida.. al principio tenía su gracia, pero ese chico últimamente solo andaba cotilleando en su vida.

-¿Qué tenemos hoy para cenar?- miró la nevera.. no había gran cosa, así que le tocaría bajar al mercado más cercano y comprar algo..  la cocina era algo que se le daba muy bien pero no tenía las ganas de cocinar.

Se sentó un momento en el sofá, cansado.. sintiendo aquel dolor en sus caderas.. ¡ese bruto se había pasado! ¿y aun así tenía que repetir la escena? odiaba trabajar con ese tipo que le sacaba dos veces su cuerpo.. pero esa era su vida.. aquello que le había tocado ser. 


**************************** 


Habían pasado varios días desde aquella mañana en que ese recuerdo se volvió tan presente. Ya no eran solo dos semanas; si no más de tres durante las cuales aquello se repetía en forma de sueño.. tan constante, tan presente, que había comenzado a inquietarle.

Esa mañana salió bien arreglado de casa como cada día,  pero esta vez, con una idea en mente; una decisión que había acabado tomando después de mucho pensarlo, después de mucho pensar en "él."

-¿Como que te marchas? ¿y dejas así el trabajo?-

-Lo siento, pero voy a volver a Japón, ya lo he decidido.- hizo una reverencia hacia su jefe; dueño de aquella importante productora en Los Ángeles  -así que tenga mi carta de renuncia.- le entregó aquella carta, pero el hombre solo le miraba.

-¿Estás seguro de lo que quieres hacer?- Yoochun solo asintió con seguridad; quizás era la decisión más firme que tomaba desde hacía muchos años. -has conseguido mucho en esta empresa durante estos 5 años, ¿vas a echarlo por la borda?-

-Estoy muy agradecido a la empresa, pero hay.. algo importante que tengo que hacer en Japón.. así que por favor, acepte mi renuncia..- le miró completamente serio, entonces el hombre comprendió que no podría convencerlo. 

-Recoge tus cosas y márchate.- le dijo algo molesto.

-Gracias.. ha sido muy satisfactorio trabajar para esta empresa.- hizo una nueva reverencia y salió de allí. 

Comenzó a recoger sus cosas personales de su despacho; sus compañeros le miraban como si hubieran visto un fantasma, pero Yoochun tenía una sonrisa suave y constante en sus labios... era el momento de dedicar el tiempo que le hiciera falta en buscar a Jaejoong, así le llevase otros 20 años.

Jaejoong llegó a casa tras otro duro día de trabajo. Estaban en plena grabación de una nueva película, así que llevaba unos días volviendo completamente agotado.

Abrió la nevera.. como casi cada noche, no había mucho para comer.. así que suspiró pesadamente, se dio media vuelta, y resignado volvió a coger sus llaves para salir de casa.

Nada más abrir la puerta se encontró con aquel gato que no hacía más que pasearse y colarse en su casa.. sabía bien que pertenecía a su vecino; a ese chico que parecía querer inmiscuirse en su vida.

-Me has oído llegar -se agachó a acariciarlo y el gato maulló buscando más de esos mimos. -tanto tiempo viéndote por aquí y aun no sé cómo te llamas.- sonrió suavemente; quizás le vendría bien una mascota para que le hiciera compañía.. pero de todos modos, ¿cuándo sacaría tiempo de cuidarla?

-¡¡Nya!! ¿Nya dónde estás? tienes tu comida servida.- gritó un muchacho nada más abrir la puerta de su apartamento..

Por un momento, Jaejoong sintió un escalofrío. Era él.. ese chico que  cada vez que le veía, le trataba como si se conocieran de toda la vida.. y mira por donde, ya se había enterado del nombre del gato.

-Ve a casa a comer.- le susurró como si el animal le fuera a entender, y rápidamente se levantó.- buenas noches.- intentó salir corriendo, pero ese muchacho le detuvo..

-¡Espera! ¿por qué siempre vas con tanta prisa?- le preguntó con una amable sonrisa.

-?Porque tengo prisa?- le contestó con ironía.

-Te harás viejo enseguida si te lo tomas todo con tanto estrés.- tomó al gato en brazos y lo acarició ante los ojos de Jae.

Este le miró examinante.. no parecía mal chico; su rostro era amable, y a pesar de vivir en aquel lugar, él vestía de forma algo elegante.. ¿o quizás era simplemente su presencia?

-Bueno tengo que marcharme.-  lo intentó, pero de nuevo le detuvo..

-Deja que me presente de nuevo.. hace tanto que te dije mi nombre, que igual te has olvidado de él.- rio tontamente ante la mirada confundida de Jaejoong. -soy Kim Junsu, ese es mi nombre.. ¿y tú eras...?- por un momento, Jaejoong dudó en responderle.

-Es que nunca te lo he dicho...- cierto, ese chico si se había presentado la primera vez que tocó a su puerta llevándole algo de comer.. pero él no le había dicho su nombre. –Hye… Jung Hye..- sí, le había mentido, pero no iba a decirle su nombre real a una persona con la que no quería nada.

-¿Hye? ¿en serio? ¡es nombre de chica!-

-¿Y qué te importa?- le respondió fastidiando comenzando a bajar las escaleras.. Hye era el nombre de su difunta madre.

-¿Eh? ¿te he molestado?  ¡lo siento!- le gritó desde arriba, pero Jae ya no hizo caso.. y Junsu acabó por rendirse y entrar con Nya a su apartamento.

-Qué pesado..- refunfuñó mientras se dirigía hacia el mercado

No tardó demasiado en comprar la cena de ese día y algo de desayunar para la mañana siguiente. Volvió a casa, silencioso para que su vecino no le oyera.. y nada más entrar, cerró bien la puerta.

Un baño y aquella cena preparada.. quizás podría ver un poco la televisión, pero en vez de hacerlo, fue en busca de su guitarra. Se acomodó en la cama, tocando unos acordes.. su padre se los había enseñado cuando era niño; eso y poco más era lo que había aprendido a tocar por su cuenta.

Siempre había deseado escribir una canción.. lo había intentado muchas veces, había "compuesto" música a su manera.. pero nunca le parecía lo suficientemente bueno. Se levantó dejando la guitarra a un lado.. si, ese sueño ya era un sueño frustrado, jamás conseguiría ser una estrella de la música.

Por algún motivo, abrió una cajita donde tenía fotos antiguas; de sus padres, de cuando era un niño.. sonrió levemente al verlas, ya había llorado mucho en su momento, y se había jurado no volver a hacerlo. Pero mientras las ojeaba, pasó una que le cambió la expresión; una foto en la que salía con otro niño, ambos posando con una amplia sonrisa... jamás se había olvidado de ese niño en realidad, ni de su promesa.. ¿pero que eran las promesas? solo palabras que se lleva el viento.

En ese momento algo cayó al suelo; un colgante con una piedra de color ámbar, aun brillante a pesar del paso de esos 20 años.. por algún motivo, no se había deshecho de ella, algo le impedía hacerlo.

La recogió del suelo, pero al hacerlo, esta se había roto.. solo un pequeño descascarillado en un lado, pero que le hizo sentir como si algo oprimiera su pecho. ¿Por qué pensaba en él? ¿en ese niño mentiroso? guardó el colgante de inmediato, y dejando la caja donde siempre, fue directo a meterse en la cama; le esperaba un día pesado.

****************************** 

Bajó del avión, y nada más pisar suelo nipón, esbozó una suave sonrisa en sus labios. Por fin volvía a su lugar de origen, a donde había nacido. Lo había acabado dejando todo en Los Ángeles; su trabajo, su casa, su familia.. tocaría comenzar de nuevo, y sobre todo, encontrar a esa persona de quien se había enamorado  hacia 20 años.

Recogió su maleta; el resto de sus objetos personales llegarían a la mañana siguiente. Había encontrado un apartamento compartido buscando por internet, de momento estaría bien así.

Tomó un taxi que le llevó hasta el lugar; un barrio tranquilo al parecer.. más bien familiar, donde se ubicaba un edificio de apartamentos. Lo cierto es que compartir piso le ponía nervioso.. nunca había vivido con otra persona que no fueran sus padres; se consideraba una persona maniática, y no permitía que otros tocaran sus cosas, aun así, su única opción en ese momento, era la de compartir piso.

-Hola.. soy Park Yoochun, encantado.- hizo una reverencia ante el joven algo desaliñado que había abierto la puerta.. 

-Hola, yo soy Jung Yunho, te estaba esperando, pasa por favor.- le sonrió y le abrió el camino para que Yoochun entrara.

Por un momento, Yoochun le miró... a pesar de ser apuesto, ese chico tenía el cabello completamente alborotado, así como la ropa desarreglada, como si hubiera estado durmiendo.. ¿y decía que le estaba esperando? al menos esperaba que no fuera algún tipo de loco maniático o algo así.

-Perdona, igual no llego en buen momento..- le sonrió intentando estar tranquilo mientras Yunho le conducía a su habitación.

-Tranquilo, solo me había dormido.., pero es verdad que te estaba esperando.. me avisaste por email de que llegarías sobre esta hora, ¿no es así?- Yoochun solo asintió a la pregunta.  -esta es tu habitación, no es muy grande, pero se vive bien aquí, te dejaré un momento para que te instales.- le sonrió y le dejó allí; estaría bien tener un compañero de piso.

-Gracias..- miró la habitación; era cierto que era pequeña, pero estaba muy limpia.

Comenzó a sacar la ropa de su maleta; ¡algunas cosas se habían arrugado! tendría que pedirle a ese chico una plancha para luego... al menos parecía amable, y ya no le resultaba tan loco... aunque ni siquiera sabía a qué se dedicaba.

Suspiró profundamente; su nueva vida comenzaba en ese momento, en ese lugar.. y no pararía hasta encontrar a ese niño, aunque no supiera en qué lugar comenzar a buscar.

***************** 

Por fin podía disfrutar de un día de descanso. Esa mañana había dormido hasta tarde, pero cuando salió de la cama se duchó, desayunó algo, y salió de casa dispuesto a ir a jugar un rato Futbol no era su pasión pero lo distraía demasiado de su “trabajo”.

A veces iba a jugar con un pequeño equipo de la zona; aquel deporte le había gustado desde pequeño, por eso cuando tenía un día libre, aprovechaba para ir a dar unas cuantas patadas al balón. 

-¡¡¡Hye!!!- se detuvo a mitad de la escalera cuando oyó esa voz llamarle..

Se giró despacito; era él.. ese chico vecino suyo.. ¿es que andaba espiándole y pendiente de cada vez que entraba o salía de casa? 

-Hola..- le saludó sin mucha gana cuando Junsu le alcanzó.

-¿Dónde vas? ¡oh! juegas al futbol ¿verdad? ¿puedo apuntarme?- le preguntó con una amplia y amable sonrisa..

Jaejoong le miró confundido.. ¿qué pasaba con ese muchacho? ¿es que de verdad se había propuesto meterse en su vida? ¿y qué pasaba con esa sonrisa?

-Bueno... juego con unos amigos..- le explicó sin mucho interés.

-¿Entonces está bien que vaya contigo?- 

-Nadie te ha dicho que puedas..- pero cuando se dio cuenta, Junsu ya estaba cerrando la puerta de su casa con llave. -pero adelante..- murmuró algo fastidiado dejando que le siguiera.

Junsu le hablaba durante todo el camino.. ya se había enterado de a que se dedicaba ese chico.. simplemente trabajaba en una tienda de ramen familiar, y hacia tan solo unos meses que se había independizado.. justo el tiempo que llevaba viviendo en aquel lugar.  En un rato, su vecino le había contado buena parte de su vida. 

Al poco rato llegaron al lugar donde solían jugar.. un pequeño campo de futbol entre unas rejas donde varios muchachos solían reunirse para jugar. Era cierto que se llevaba bien con esos chicos.. pero al igual que Junsu, ellos tampoco sabían su verdadero nombre; más que amigos, simplemente eran conocidos.

-¡Eh Hye! ¿traes a un chico nuevo?- le preguntó uno de ellos..

-Sí, bueno...- 

-Soy Kim Junsu, encantado de conoceros a todos.. espero que podamos jugar un buen partido.- hizo una leve reverencia, y aquellos chicos comenzaron a reír.

-No es necesario que hagas eso..- le tomó de la sudadera y tiró de él haciendo que se incorporase... -mejor vamos a jugar.- echó su balón al suelo y comenzó a calentar ignorando a su vecino.. 

-Hye es algo distante  ¿no?- preguntó mientras le miraba.. pero los chicos enseguida comenzaron a preparar los equipos para jugar.

*********************** 

-Ya está, he acabado de guardar toda la ropa.- sonrió ampliamente mientras miraba todo su armario organizado.

Yoochun había pasado las horas ordenando su ropa y los objetos personales que le habían llegado esa misma mañana. Aún faltaban algunas cosas, pero al menos su habitación ya tenía mejor pinta. 

-Yoochun, he preparado comida, vas a comer ¿verdad?- le llamó Yunho desde el otro lado de la puerta... después de todo, él había estado ordenando sus cosas, no le costaba nada echar un poco más de comida para ambos.. 

-Sí, gracias... iré ahora.- le sonrió al abrir la puerta, lo cierto es que su compañero de piso era bastante atento a pesar de parecer algo frío y distante.. - qué hambre tengo...- dejó de momento de organizar y salió de allí; esa misma tarde prepararía su carta de presentación para ir a buscar trabajo al día siguiente.. de algo tenía que vivir allí o sus ahorros se acabarían.

Yoochun salió de la habitación mientras pensaba en qué tipo de comida habría cocinado su compañero.. pero cuando llegó al salón, le vio allí hablando por su móvil.. se quedó allí un momento algo apartado; viendo algunas fotografías que había sobre un mueble.. todas ellas parecían hechas por un profesional.

-Entonces nos veremos dentro de un par de horas.. iré a buscarte a tu apartamento.- sonrió tontamente, pero cuando vio allí a Yoochun, enseguida se despidió y colgó el teléfono sonrojándose. -vamos, siéntate a comer.- le señaló la mesa, incluso ya la había preparado.

Chun solo sonrió asintiendo, y ambos se sentaron a comer algo silenciosos.. era raro estar comiendo con alguien extraño.. y aunque se habían convertido en compañeros de piso,  aún no había esa confianza.

-Está delicioso.. ¿se te da bien la cocina?- aquella era una pregunta tonta, estaba claro que sí..

-Bueno, solo me gusta cocinar, y como vivo solo, pues no me queda más remedio.- rio un poco avergonzado y siguió comiendo.

-Ya veo..- al parecer Yunho era un muchacho tímido.. o esa impresión le daba. -por cierto..  ¿a qué te dedicas?- le preguntó con una sonrisa mientras comía.

-Fotógrafo.. soy fotógrafo.. o eso intento..- Yunho sonrió tímidamente, pero ya le había dado la respuesta a su compañero sobre quien había hecho esas fotos.. 

-Ya veo...- por un momento no supo que decir, al parecer sí que Jung era tímido... -¡ah! más tarde acabaré de arreglar mis cosas, y luego prepararé mi carta de presentación para ir a buscar trabajo.- le contó intentando mantener una conversación más o menos aceptable.

-Claro.. yo he quedado esta tarde..- sonrió tontamente.. lo cierto es que llevaba toda la semana deseando verle..

-¿Con tu novia?- preguntó Yoochun con una sonrisa algo traviesa..

-Algo.. así...- susurró desviando la mirada algo avergonzado, entonces Yoochun comprendió que quizás le estaba presionando demasiado con eso de mantener una conversación.

-Está muy buena la comida...- aquello se volvía algo incómodo.. al parecer Yunho no era muy bueno hablando con personas extrañas..

Suspiró resignado, y cuando acabaron de comer y se ofreció para recogerlo todo, volvió a arreglar sus cosas mientras Jung se preparaba para salir.

****************** 

-¡Oye eres bueno!- le gritó uno de los chicos cuando Junsu marcó el gol que les hizo ganar frente al equipo de Jaejoong.

-No es para tanto... solo me divierto.- sonrió encantado con los halagos, al parecer había hecho buenas migas con esos chicos.

Jaejoong le miraba con cara de pocos amigos... ¿había perdido contra un novato? ¡precisamente contra ese chico que no dejaba de meterse en su vida!

-Vuelvo a casa.- recogió sus cosas, solo quería darse un baño y descansar...

-¡Espera Hye! vuelvo contigo.- le sonrió ampliamente, pero cuando se acercó a Jae, le vio con aquella expresión de enfado.. -¿qué pasa? ¿es que eres un mal perdedor?- peguntó aquello solo bromeando, pero la mirada de Jae sobre él le dio a entender que sí.. - parece que sí...-

-Da igual, solo ha sido la suerte del principiante, no te confíes.- 

-¿Eso quiere decir que puedo venir más veces?-

-Eso quiere decir que no te volveré a dejar ganar.- echó a andar, y tras despedirse del resto, Junsu fue tras él.

-Aun así, ha sido divertido, ¿no?- 

-Uhm...-

-Vamos Hye.. siempre estás muy serio.- por algún motivo, ese muchacho le daba  cierto sentimiento de ternura.. y quizás un poco de lastima.. -¡ah mira! quiero un dulce.- Junsu se detuvo para entrar en ese establecimiento, y Jaejoong hizo lo mismo tras él..

-¿Un dulce ahora?- protestó mientras caminaba tras él, pero para su sorpresa, no compró uno solo...

-Ten, este es para ti...- 

-Gracias pero...- iba a decirle que no le gustaba el dulce, pero Junsu estaba siendo amable con él, así que por algún motivo, lo aceptó. -gracias..- el joven sonrío en respuesta.

Volvieron juntos al edificio, pero nada más llegar allí, alguien esperaba sentado en la puerta de Junsu.. un chico joven, de cabello oscuro y aspecto algo frío.. ¿sería algún amigo?

-¡Yunho! ya has llegado.. lo siento, me he retrasado un poco.- le explicó ante la sonrisa de Jung, quien no le dio importancia. -ah mira.. él es Hye, es mi vecino de al lado.. juega al futbol, y esta mañana hemos coincidido.- Jaejoong inclinó levemente la cabeza a modo de presentación. –Hye él es Jung Yunho.. es mí.. novio.- sonrió ampliamente mientras pegaba a Jung hacia él.

-¿Eh? ¡no digas eso tan a la ligera!- se sonrojó ante la presentación que había hecho Junsu.

-Pero ¿por qué? es la verdad ¿no?- rio divertido, siempre le encantaba avergonzar a su novio.. realmente se le veía adorable.

-¿Novios...?- Jaejoong les miró atentamente.. ¿era en serio? ¿ellos dos tenían una relación? -bueno, vuelvo a casa, ya nos veremos.- rápidamente entró en su apartamento.

-Ese chico.. es algo raro ¿no?- le preguntó Jung una vez que ambos entraron al pequeño apartamento de Junsu.

-Uhm.. pero me da lástima..- sonrió levemente, recibiendo un beso por parte del mayor. -¿y  tú como has estado? tienes que contarme sobre ese chico que se mudó a tu apartamento..- refunfuño algo celoso, pero Jung solo rio divertido.

-Claro que te lo contaré.. pero antes...- puso un dedo sobre los labios del menor, y seguidamente le besó.

***************** 

Jae entró rápidamente a su apartamento para ir a darse una ducha. No tenía por qué interesarle, pero...  ¿en serio ellos eran novios? aquello era... era.. algo ¡completamente anormal! como podían dos hombres ser novios? 

Si, era cierto que él se acostaba con hombres, ¡pero solo por trabajo! porque había personas así de enfermas que preferían ver ese tipo de cosas entre dos hombres... pero en la vida real, nunca mantendría una relación con otro hombre, eso lo tenía más que claro.

-De todas formas.. pueden hacer lo que quieran..- se dijo a si mismo mientras iba a la ducha.. lo mejor sería relajarse y comer algo para descansar el resto del día. -Buenos días.- sonrió cuando la puerta se abrió.

Jung le devolvió la sonrisa; no esperaba encontrar a su compañero de piso levantado tan temprano, y lo cierto es que a él se le había ido el santo al cielo pasando la noche con Junsu.

-Huele a café, ¿es el desayuno?- le preguntó acercándose a la cocina.. pero entonces vio esas tostadas un poco quemadas..

-Bueno.. lo intento, no se me da muy bien cocinar, pero quería preparar el desayuno hoy... no te oí llegar anoche, así que supuse que lo harías esta mañana.-

-Ah.. claro.. gracias...- sonrió algo avergonzado. -desayunaré y.. me acostaré un rato más...- unos minutos más tarde, y ambos desayunaban juntos disfrutando de un delicioso café recién molido.

-Así que iré a buscar trabajo, ojala pueda encontrar algo pronto.- le explicaba Yoochun tranquilamente.

Jung se quedó mirándole un momento... sabía que ese muchacho había dejado Los Ángeles  para volver a Tokyo.. pero ¿por qué?

-Entonces.. ¿no te iba bien en tu trabajo en Los Ángeles - le preguntó con cierta curiosidad, aun así  sin querer ser molesto.

-No.. no es eso.. me iba realmente bien allí .. solo que.. hay algo que quiero hacer en Japón.- sonrió levemente y tomó un sorbito de su café.

-¿Algo que hacer?- preguntó confundido, y algo curioso la vez.

-Sí.. estoy buscando a alguien... una persona a la que conocí cuando era un niño.. quiero encontrarle de nuevo.- 

-¿Un amigo quizás?- aun así, para ser un amigo.. ¿no se lo tomaba demasiado en serio?

-Uhm... un amigo...- sonrió levemente recordando aquellos ojos, esa sonrisa..  -me gustaría . disculparme con él..- susurró ante la mirada atenta de Yunho, pero este prefirió no preguntar.

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