“Todos tenemos un poder interno que nos sirve para protegernos, y también algunas
veces para superarnos”
Changmin alargo la mano y contesto el molesto aparato que sonaba por quinta vez.
-¿en qué mierda estabas pensando? – el tono histérico de su asistente le dio a
entender que ya sabía lo que había hecho, o al menos tenía una idea cercana.
-no lo sé – contesto honestamente.
-Park estuvo aquí acusándote de secuestrar a Kim, además olvidaste que
tenias una cita con kwon, ¿por que cuando Kim Jaejoong aparece repentinamente tú te conviertes en un pingüino?
-¿pingüino? – pregunto Changmin indignado.
-por no decir idiota ¿Qué demonios le hiciste al modelo?
-nada que tus virginales oídos deseen escuchar – mascullo Changmin sintiéndose
repentinamente muy cansado y con ganas de dormir un buen rato – escucha Vic llama
a Soon Hwon y dile que yo iré a buscarlo por el desplante además cancela todo lo que
tenga para hoy
-eres la irresponsabilidad en persona – contesto ella antes de colgar, Changmin lanzo el
teléfono a algún lugar desconocido de su refugio, y se dispuso a dormir, pero incluso
en su subconsciente las palabras de Jaejoong lo atosigaron, pues soñó que el modelo le
decía una y otra vez cuanto lo odiaba, provocando en el perfumista espasmos de algo muy
parecido al miedo.
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Habian pasado meses y ninguno supo nada del otro, Jaejoong no quiso saber nada con respecto a Shim Changmin y por lo visto el mismo Changmin tampoco lo hiso.
Ahora Jaejoong estaba en su habitación de Soul meditando de su futuro y de lo rara que se ha vuelto su vida desde que conoció al perfumista, quería formular preguntas pero se daba por vencido porque no encontraba la respuesta correcta y eso lo irritaba.
El sonido de su móvil lo saco de sus abruptos pensamientos, contestando con voz melosa.
-Hola.
-Hijo como estas.
-Mamá, bien y tu como estas..- su voz se volvió suave y por un momento su mente solo vago en la voz dulce y animada de su madre.
-Bien hijo, tu padre me ha cuidado muy bien y me he tomado toda las medicinas así que no tienes que preocuparte por mí, estaré bien y me mejorare hijo, porque no mejor no dejas entrar a tu madre tu habitación.
-Mamá tu…
-Si Jae puedo entrar.
-Claro era una pequeña sorpresa..-este se levanto fugas de su cama y fue directo a su puerta encontrando a su madre sonriente, necesitaba tanto verla, necesitaba un abrazo y no dudo en abrazara y tenerla rodeada con sus brazos.
-Como te extrañado querido- dijo ella rodeando el cuerpo de su hijo con sus brazos.
-Yo más, mucho más, me has hecho mucha falta.,. dijo este sintiendo ese amor que tanto necesitaba
Estuvieron conversados por largas horas, Jaejoong sentía que el alma le volvía el cuerpo y que todo era perfecto cuando su madre estaba con él, y más feliz estaba al comprobar que su madre iba mejorando.
-Hijo necesito hablar de algo importante.
-Dime que es lo que pasa..- respondió este sin basilar con el corazón acelerado.
-Quiero, Yo solo quiero que me prometas que dejaras ese trabajo.
-Mamá..-dijo algo confundido su madre le estaba pidiendo que dejara de ser modelo, porque no le cavia en la cabeza de que se refiriera al otro trabajo que tenía muy bien oculto, o eso lo que el creía…-pero mamá ser modelo me gusta y..
-No Jaejoong..-dijo seria..-no me refiero al de modelo, ya no sigas siendo un cantante o por lo menos de la forma que lo haces ahora, soy tu madre querido y sé muy bien en qué pasos anda mi hijo…-Jaejoong se quedo de piedra mirando a su madre con expresión de asombro y vergüenza.
-Yo..- dijo este bajando su vista…- lo siento no quería ocultartelo, pero era necesario, tu lo necesitabas y no puede negarme siempre estas tu primero antes que yo mamá..-le dijo este con los ojos lleno de lagrimas.
-Hijo, mi Jaejoong..-dijo esta acariciendo el rostro de su pequeño hijo..- yo estoy bien te lo prometo y estoy eternamente agradecida por haber tenido un hijo como tu, pero yo estoy mejorando el doctor me dijo que todo el virus de mi cuerpo está siendo eliminado por las medicinas, pero por favor hijo solo no sigas con eso, busca tu felicidad que es lo que más deseo y no quiero verte sufrir y sé que eso no te hacia bien.
Su felicidad, eso no lo había escuchado hace mucho tiempo, pero que significaba esa palabra para el, aunque en su mente paso el rostro de cierto perfumista sabía que no podría seré feliz junto a él.
-Mamá , gracias por tus palabras y te prometo que lo dejare, hablare con Jun Ki y le diré que dejare de ser chica y me dedicare a lo que realmente amo.
-Gracias te amo.
-Y yo a ti mamá
Ese día había sido totalmente gratificando, haber visto a su madre después de semanas sin hacerlo, lo lleno de fuerza con sus consejos y otras cosas mas que solo las madre saben hacer, Jaejoong tomo una decisión, no se dejaría engañar otra vez y menos tomaría decisiones a la primera, ahora el no sería un esclavo, una marioneta si no que el seria el domador de todo ellos.
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-deja de apegarte tanto a mi – se quejo Changmin ante su más fiel enamorada desde que tenía memoria, era algo que lo fatigaba porque según sus padres decían que desde niño se habían comprometido y que sería una muy buena esposa y claro Changmin no estaba para eso el solo quería ser libre aunque no podía negar lo hermosa que era Rose y que la tuvo en su cama a su merced.
prácticamente colgada de su brazo, Rose solo mantuvo su inmaculada sonrisa
mientras los clics lejanos le indicaban que seguían siendo fotografiados, Changmin hizo un
monumental esfuerzo por no jalar bruscamente su brazo.
-hace tanto tiempo que no aparecemos juntos en público – dijo tranquilamente la
rubia con algo de reproche – desde que ese modelo apareció… – Changmin llevo su mano
libre al puente de su nariz y lo masajeo implorando paciencia, sabía que su familia estaba al tanto de sus locuras pero que esta chica que se autodenominaba novia de Shim no iba dejar que le hinchara las bolas.
-dije que no molestaras con el tema de… del modelo – dijo Changmin negándose a
invocar el nombre de la persona que ocupaba su mente incluso hasta cuando dormía.
No podía negarlo, muchas mañanas se había despertado con problemas duros y
húmedos a causa de unos recuerdos que acudían a él en sueños, recuerdos de una
piel blanca y hermosa como si estuviese echa de seda, de ojos negros rodeados por
un suave maquillaje, del inusual pelo color rubio. A pesar de que su orgullo le gritaba que dejase de pensar en Jaejoong su mente no obedecía.
Ya se había acostado con el modelo, lo había deseado desde que lo conoció, se había
acostado con un jodido hombre, no de la manera más particular, de hecho admitió que
quizás no debió haberlo obligado, pero al recordar el orgasmo de Jaejoong sus
pensamientos se desvanecían nuevamente, había pasado un buen tiempo desde la
última vez que vio al modelo, y también tuvo muchísimo tiempo para ahogarse en sus
pensamientos, el plan inicial definitivamente estaba fallando.
Contrario a lo que creyó, no dejo de pensar en Jaejoong si no que pensaba muchísimo más
en él, la curiosidad seguía intacta, y otro detalle era que no solo recordaba el momento del sexo, sino también los demás momentos, y la sonrisa del modelo ocupaba su mente la misma cantidad de veces que el momento del sexo.
Era alarmante…
Nunca había pensado tanto en alguien, ni siquiera en su amada abuela y eso que Changmin
pensaba bastante en ella, eso era decir que… Shim estaba jodido,
-por el amor de Dios – bufo Rose– ábreme la puerta Changmin – mascullo.
El perfumista abrió la puerta de su Maybach Exelero para que la rubia entrase, los paparazzi se
mantenían a una distancia prudente, Changmin deseo que les cayese una bomba encima,
se subió en el lugar correspondiente al conductor y trato de hacer oídos sordos a todas
las frases “indirectas” que le hizo Rose respecto a que era un jodido maricón.
Claro que no era un maricón, nunca le habían gustado los hombres y nunca le
gustarían, de solo pensarlo le daba asco, excepto con uno…
Uno al que tenía muchas ganas de ver, aun que el resto del día paso “normal” para
Changmin, entre juntas, estadísticas, laboratorios, y demás su mente no dejo de pensar en
Jaejoong, y por primera vez en mucho tiempo sintió ese cosquilleo fresco y gratificante
llamado inspiración llenarlo casi por completo durante unos minutos, pero se fue tan
rápido como apareció, Changmin esperaba realmente que la inspiración volviese,
necesitaba crear un perfume, o su vida carecería de todo sentido, incluso más del que
carecía en su diario desde que tenía memoria.
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El cling delicado que hacían las copas al chocar entre si se oyó por toda la estancia, los jóvenes rieron antes de acercar el vino a sus labios y beber de un sorbo el delicioso elixir, Judy dejo su copa a un lado y sonrió a sus amigos emocionada.
-¿se dan cuenta de que ahora solo nos faltan dos años para ser profesionales?
Estoy tan emocionada, ya quiero que acabe la universidad -bueno al menos ahora es un año menos de estudio – dijo Yoochun visiblemente de acuerdo, habían obtenido buenas calificaciones al culminar el año obteniendo sus diplomas, ahora oficialmente solo faltaba cursar el último año de Arquitectura y después de eso ejercer la tesis un año más, y listo serian Arquitectos titulados.
Jaejoong simplemente no podía creer lo rápido que había terminado el año, a pesar de que
los días posteriores al viaje a Japón le parecieron excesivamente largos, ahora
que estaban cerca de navidad le parecía que habían pasado volando, Jaejoong no quería
pensar y era por eso que se dedico única y totalmente al estudio y al trabajo, sus notas
mejoraron sin la ayuda de Yoochun, y el excelente desempeño en su trabajo estaba
logrando que se volviera mucho mas solicitado y por lo tanto mas famoso, ya lo habían
entrevistado varias veces en la calle, Jaejoong pensó que nunca podría acostumbrarse a
eso, sin embargo le gustaba su trabajo.
Y lo otro que Jaejoong no podía creer era que Changmin lo hubiese dejado de verdad, su parte
sensata decía que estaba bien así, que era lo mejor para si mismo, pero otra parte
suya, la misma parte que se entregaba ansiosa a los brazos del perfumista, estaba furiosa,
reclamando que no fuese a buscarlo después de meses de no tener contacto, las
únicas veces en las que Jaejoong veía a Changmin era en revistas o en televisión, el modelo no
se imaginaba que el perfumista también lo veía por esos medios, en sus fotografías
como modelo que salían en las revistas.
BoA estaba sentada al lado de Suk pinchándole las mejillas con sus índices, Yoochun
rebuscaba entre los DVD alguna película que valiera la pena volver a ver, Judy ojeaba
una revista con expresión pensante, se detuvo en una de las paginas sociales y leyó
con rapidez las letras que rodeaban cada fotografía, realmente los paparazzi no
sabían donde mas meter sus narices, Jaejoong que estaba sentado a su lado escucho su
bufido de molestia y se inclino hacia ella.
-¿malas noticias?
-no – negó la joven – es solo que los paparazzi y la prensa siempre tienden a
exagerar todo de una manera tan brusca, como diría mi madre, hacen una tormenta en
un vaso de agua
-¿Por qué lo dices? – pregunto entonces Jaejoong, la chica le acerco la revista
mostrándole las paginas en las que Changmin salía acompañado de la rubia enamorada, a Jaejoong le dio un jalón doloroso en el pecho, leyó una de las frases situadas bajo una de las
fotos que rezaba “Shim Changmin junto a su futura esposa Rose, cada vez se ve a
esta pareja mas enamorada que nunca, ¿para cuándo un heredero Shim?”.
Jaejoong nunca creyó que sería tan doloroso leer alguna estupidez escrita por una revista sin
importancia. – mira bien las fotografías… decia Judy..- en cada una dicen que parecen los enamorados del lago de los cisnes, ósea, un amor perfecto, pero si te fijas bien Changmin parece tenso y esa chica es la única que sonríe, yo diría que Changmin parece más bien resignado…
-¿eres psicóloga ahora? – bromeo Suk que había oído la conversación, Yoochun
solo se limitaba a observar las reacciones de su amigo, después de aquella confesión
en el hotel Jaejoong le había dicho “olvídalo Chun, era una broma” o algo parecido y no se
volvió a hablar del tema, pero Yoochun creía firmemente que las palabras de Jaejoong no eran
broma, que realmente a su amigo le gustaba Shim Changmin.
-no tonto – rio Judy señalando otra fotografía – mira en esta, esa chica está
caminando como si estuviese en el cielo, pero Changmin parece distraído, como si estuviera
en otro mundo, vamos es más que obvio, tampoco es que Chagmin parezca disimular
mucho lo que siente en cada foto.
Y era verdad, los únicos dientes que pudieron observar en esas fotos eran los de la
rubia en su fingida sonrisa, Changmin mantenía su cara en una expresión neutral y hasta a
veces… resignada, sobre todo en la foto donde le abría la puerta del carro a Rose,
Jaejoong pensó que Changmin tenía ganas de vomitar o algo así, y por alguna razón el hecho de que Changmin se viera tan mal en la compañía de su futura “esposa” le resultaba gratificante, no sabía por qué, pero mientras Judy más decía que Changmin estaba muy amargado por estar ahí con esa chica, más positividad parecía embargar a Jaejoong, y Yoochun noto el brillo de animosidad en los ojos de su amigo, breve pero estaba ahí tratando de esconderse, y entonces lo comprobó Jaejoong estaba sintiéndose muy atraído por ese perfumista, solo esperaba que lo que sea que sintiese Jaejoong no fuera algo demasiado serio.
El modelo sintió la vibración de su celular en su bolsillo, las únicas personas que le
mandaban mensajes estaban presentes en la sala de su departamento, así que lo que
esperaba encontrar era una propaganda o publicidad, Judy comenzó a hablar de las
vacaciones de navidad, Jaejoong podía leer la emoción en sus ojos, los demás le hacían
coro concordando con sus ideas, el modelo abría estado saltando en medio de la sala y
proponiendo un sin fin de actividades para realizar en navidad pero en ese momento
solo tenía ojos para las letras que brillaban dentro de la pantalla de su celular.
“quiero verte, ven mañana a las 6 al hotel Westin, misma habitación” y estaba enviado
por S. CH. su corazón se acelero tanto que Jaejoong temió que se le saliese por la boca, trato
de serenarse y meditar sobre lo que eso ameritaba.
Changmin había ido a buscarlo, después de meses, pero había ido al fin y al cabo, estaba
ahí a pesar de que pensó que jamás se volverían a ver en persona, Jaejoong guardo el
celular y con decisión se dijo a si mismo que iría, para que negarlo lo estaba esperando con ansias, solo que esta vez no iría en condición de marioneta si no de marionetista.
Ya bastante lo habían controlado toda su vida, ahora era su turno, y su marioneta iba a
ser Shim Changmin, Jaejoong no tenía planeado rendirse hasta lograr algo que ni el mismo
sabia que deseaba, todavía no sabía nada, lo único que sentía dentro eran esas ganas
de ver a Changmin y encontrar una manera de ganarle, Changmin había ganado la primera vez,
pero Jaejoong no le dejaría ganar de nuevo.
Solo esperaba que ese gusto que sentía hacia el perfumista no se convirtiera en amor profundo y solo fueran caprichos.
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Changmin hace un buen rato que había dejado de preguntarse cosas, como por ejemplo
¿por qué de nuevo vine hasta Soul? O ¿Por qué vine sin decir nada? Y también
¿Cómo se le ocurrió mandar ese estúpido mensaje? Estaba seguro que Jaejoong no iba a
ir. ¿Cómo podría ir después de lo que hizo? Pero aun así no puedo arrepentirme.
El perfumista observo por la ventana, el invierno se hacía cada vez más presente,
desde la altura a la que se encontraba se podían distinguir los adornos
correspondientes a la fecha, adornando negocios y hogares por igual, para Changmin la
navidad siempre había sido motivo de emoción, al menos cuando era un niño y no
sabía que estaba destinado a vivir de esa manera tan vacía, recordaba haber abierto
innumerables regalos de sus padres y demás personas, recordaba sentirse muy
emocionado por cada regalo, pero también estaba esa niebla eterna en su interior, pero su
abuela siempre alegrándole el día y sus padres rebosante de orgullo por él, sin embargo
la niebla seguía, no podía quejarse, tenía una magnifica vida, tenía dinero, tenía fama,
era hombre mas poderoso de Asia, tenía el amor incondicional de su abuela,
jamás lo trataron mal ni siquiera podía sentirse abandonado, y a pesar de todo eso la
niebla seguía aquí. Se encontró pensando para qué demonios tenía todo ello, si de todas formas se sentía gris, vacío y muerto en vida, ¿Qué demonios necesitaba para dejar de sentir
esa desesperante sensación? Eso que ni los perfumes habían logrado brindarle.
¿No recuerdas acaso que si pudiste librarte de esa “sensación”? Comenzó la voz en su
mente, solo tienes que viajar un par de meses en el pasado, y recordar el aroma, el
tacto, y todo lo demás…
Changmi nunca se había detenido a pensar en esa voz, realmente la consideraba una
molestia, pero ¿qué podía hacer?, definitivamente decirle a alguien que escuchaba
voces en su cabeza no era lo más sensato, acabaría en un manicomio, ahora estaba
decidido a prestarle atención a la voz, no podía ser suya definitivamente, y no solo
porque esa voz era mucho más ronca y profunda que la suya, sino mas bien por las
cosas que decía, porque él se conocía bastante bien a si mismo y nunca diría cosas
como las que solía decirle “la voz” dentro de su mente.
¿Te refieres a Jaejoong? Pensó el perfumista.
¡No puedo creerlo! Hasta que al fin te dignas a hablarme, recuerdo que siempre que
me diriges un par de palabras es para callarme o mandarme al demonio ¿Qué te hizo
cambiar de parecer?
-El hecho de que tú no puedes ser real, mierda, esto es mi jodida cabeza y estoy
hablando con alguien dentro de mí, debo estar jodidamente loco…
Tu estas tratando de deshacerte de mí para no ir a algún hospital psiquiátrico ¿cierto?
-¿Cómo demonios lo sabes?
Es obvio Changmim, tú mismo lo dijiste, esto es tu mente, y lo quieras o no soy parte de ella,
así que es todo lo que piensas, hasta incluso se cosas que tu no sabes sobre ti mismo,
como el hecho de que ese modelo está empezando a ocupar el lugar más importante
en tu vida ¿o me equivoco?
- Definitivamente esto es la peor mierda que podía pasarme pensó Changmin pasando su
mano por sobre su cabeza en un gesto de desesperación ¿acaso estaba loco?
Estaba hablando consigo mismo dentro de su mente, seguramente era una mala
broma de su subconsciente.
Estoy seguro de que Jaejoong vendrá mañana, depende de ti que el decida repetir esos
encuentros, o mejor decida mandarte al diablo Changmin no pudo evitar sentirse de acuerdo
con la voz intrusa, con parsimonia fue despojándose de su ropa para irse a dormir, era
mucho más interesante estar en Soul para ver a Jaejoong que estar en Tokio sufriendo la incontenible charla de su rubia enamorada.
Últimamente el perfumista encontraba frustrante el estar de acuerdo con la voz ajena
tan a menudo, sin contestarle se quedo dormido tratando de pensar en cómo actuar
para que su vida tomase un cause seguro, y que ese cauce incluyera al modelo.
*******************************
Escoger de manera correcta la ropa que utilizaría era algo que Jaejoong no quería admitir,
pero para que negarlo mientras miraba su figura por millonésima vez frente al espejo,
cada prenda estaba fielmente escogida, a pesar del frío que hacia fuera lucía
impecable y moderno, Jaejoong pensó con cierta arrogancia que nadie lograría verse tan
bien como el teniendo en cuenta que la ropa abrigadora no era precisamente lo que
alguien elegiría si quería impresionar.
¿O quizás seducir? Jaejoong se reprendió por el pensamiento, antes nunca hubiese siquiera
pensado algo así, pero tenía que reconocer que no era el mismo de antes, había sido
tan dolorosamente difícil después de regresar a Soul, si al menos Changmin hubiese sido
brusco y lo hubiese lastimado, pero no, todos sus actos habían estado cargados de un
inmenso cuidado, ¿acaso podría llamarlo obligación cuando el lo disfruto tanto como
Changmin? Después de repasar el momento un millón de veces en su mente, había llegado
a la conclusión de que mágico seria el modo más correcto de llamarlo, más que “obligado”.
Pero eso era lo que dolía, que todo ese cuidado prodigado hacia su persona era por
conseguir lo que Changmi había deseado: acostarse con él, habían dos posibles caminos
después de eso, que Changmn lo olvidase una vez cumplido “eso”, o que lo buscase por
mas, ¿Qué demonios podía esperar de todo eso? Changmin podía tener una prometida, y la relación que tenían era de lo más rara, el perfumista era peor que un niño confundido cuando estaba con él, luchando contra lo que parecía atraerlos mutuamente entre sí, Jaejoong ya no lo
negaba pues la atracción estaba ahí, y también luchando contra el hecho de que era
con un hombre con el que estaba cometiendo un desliz.
De algún modo Jaejoong pensaba que esa primera vez también la había sido para Changmin,
después de todo era la primera vez que lo hacía con un hombre, y el modelo no podía negar
que el cuidado que el perfumista tuvo y que luego desbordo en pasión lo dejo en un estado
mucho mayor de confusión que el que ya tenía antes, estaba seguro de que no le
atraían los hombres, sin embargo disfruto cuando Changmin tubo sexo con él, porque no
había sido mas que sexo, de eso Jaejoong estaba seguro y eso también dolía un poco,
ahora no tenía nada que ocultarse a si mismo, sentía algo por Changmin, hasta el punto de
decírselo a Yoochun en un momento de desesperación, pero ya no mas, ahora con
decisión tomaría las riendas de su propia vida, cumpliría una promesa hecha hace
mucho tiempo, no volvería a dejarse manejar, por nadie.
Con esa mentalidad partió rumbo al hotel Westin, tratando de dominar su nerviosismo.
******************************************
Jaejoong no sabía exactamente qué decir, Changmin estaba igual que como lo recordaba en sus pensamientos, y en sus sueños, lo distinto en ese momento era que no le tenía miedo,
todo el miedo que podía haberle tenido se había esfumado el día en que Changmin tomo su
virginidad casi a la fuerza, y pensaba en “casi” porque no podía evitar aceptar
innegablemente que él le había entregado parte de ella con su propio consentimiento.
Changmin no estaba mucho mejor, no sabía que decirle al modelo, el estaba acostumbrado
a hacer lo que se le antojaba, era algo que hacía desde pequeño con cosas y personas por igual, pero con Jaejoong era diferente, había tomado algo que le pertenecía tal y como quería, pero eso lo estaba haciendo sentirse un poco culpable, porque esta vez sentía que su capricho llego demasiado lejos, el recuerdo de las lagrimas derramadas por Jaejoong se lo recordaba.
Sin embargo fue el primero en hablar.
-no puedo creer que hayas venido – le dijo el perfumista.
-yo tampoco – fue la respuesta de Jaejoong– no sé que me poseyó para hacer esta estupidez – agrego con algo de furia, estaba enojado, nervioso, alegre y todo eso lo confundía.
-si pretendes que me disculpe estarás esperando en vano – contraataco Changmin
recuperando su temple, el era Shim Changmin y no tenia por que disculparse, por más
daño que hubiese causado.
-no pretendía que te disculparas, no después de saber la clase de persona que eres.
-¿y qué clase de persona soy según tu? – le reto Changmin sintiendo enfurecer de
repente, de nuevo comenzaba a sentirse rechazado y eso tenía como consecuencia
que quisiera empotrar al modelo contra una pared y poseerlo de nuevo, sobre todo
para recordarle lo mucho que disfrutaba con su pene dentro de su cuerpo, la idea le
hizo sonreír con altivez.
-eres un cascaron – declaro Jaejoong casi rompiendo la sonrisa de autosuficiencia del
perfumista – no tienes sentimientos – Changmin sabía que nadie comprendía lo que era vivir
como el vivía, y que esa era la razón de su comportamiento ¿Qué demonios sabia ese
modelo de lo que era vivir bajo una espesa niebla que le impedía sentir como un ser
humano normal? Eso lo enfureció aun mas, porque Jaejoong no tenía idea de lo gris y
oscuro que se sentía, que si pudiera dejar de ser una maquina viviente para ser un
humano con sentimientos y sensaciones lo seria sin dudarlo.
Es la primera persona que se da cuenta de lo que eres le dijo la voz en su mente
pugnando por hacerse oír además de tu madre…
-todos tenemos un rincón oscuro, incluso tu, ¿dime que significa la “C” que tienes en
la espalda? – Changmin lo vio tensarse y supo que estaba jugando sucio, escapando del
ataque de Jaejoong con su propio ataque.
-es solo un adorno – mascullo el modelo sin pensar y la sonrisa de Changmin apareció
nuevamente recuperada.
-ya te dije un millón de veces Jaejoong, mentir no funciona conmigo – el modelo apretó los
puños fuertemente, calvándose las largas uñas en las palmas de sus manos, respiro
profundo un par de veces y recordó su plan original, no podía dejar que Changmin siguiese
sintiendo el control, pero en realidad él tenía que tenerlo.
-tienes razón – dijo sonriendo amablemente cosa que confundió al perfumista – las
mentiras nunca funcionan contigo – Jaejoong se acerco a Changmin y ante su profunda sorpresa deposito un rápido beso en sus labios – te dije que no me buscaras – susurro sin
alejarse mucho de la tentación que Changmin representaba para él, no quería hacerlo, le
gustaba estar cerca para que negarlo y se sintió mil veces mejor cuando Changmin deslizo
sus brazos por su cintura para apegarlo más a su cuerpo.
-¿y cuando te he hecho caso? – objetó Changmin antes de apoderarse como era debido
de esos deliciosos labios, todo esa familiaridad asombró un poco a ambos hombres,
se trataban como si fueran una pareja estable, Changmin sintió algo extraño revolviéndose
en su vientre, algo que nunca había sentido en su vida, y Jaejoong sintió lo mismo pero no lo
sintió como algo extraño, si no, como una sensación agradable.
Ambos se abocaron al beso conscientes de que era el primer beso que era por
iniciativa de Jaejoong que antes solo se dejaba besar por los exigentes labios de Changmin, unos toques a la puerta los hicieron saltar alejándose como si fueran dos imanes de cargas
iguales, Changmin se recompuso rápidamente y abrió la puerta, un empleado empujo un
carrito con cosas encima.
-la cena que ordeno para dos, señor – dijo el joven, Changmin vio que el empleado iba a
destapar platos, servir champagne y con un gesto brusco lo detuvo, saco de su bolsillo
un revoltijo verde de dinero y se lo dio sin siquiera fijarse cuanto era el valor de este.
-gracias, ahora retírate – le ordeno con una mirada glacial, el sujeto no dudo dos
veces antes de huir del lugar.
-vaya eres la amabilidad en persona – se burlo Jaejoong de repente sintiéndose mas a
gusto, de alguna manera pudo prever lo que Changmin haría con el empleado, y eso le dio
la sensación de que conocía al perfumista al menos lo suficiente como para adivinar sus
comportamientos, y se sintió cálido al reconocerlo, una vez más rogó que lo que sea
que sintiese por changmin no se convirtiera en amor real, pues siendo así sufriría.
-¿tienes hambre? – pregunto Changmin entonces ignorando la burla, Jaejoong asintió, El perfumista se acerco al modelo y lo despojo del abrigo de invierno que traía encima, la habitación era muy cálida, y además se hizo con la bufanda dejando ver el esbelto cuello, sin
poder resistir la tentación de besarlo acerco sus labios y succiono un poco, Jaejoong se
estremeció y dejo salir un jadeo.
-no hagas eso – se quejo alejándose un poco – odio que me dejes marcas – agrego
frotándose el lugar como si así pudiera desvanecer el chupetón que comenzaba a
formarse.
-es invierno, podrás ocultarlo con estas cosas – dijo Changmin enseñándole la bufanda,
dejo las prendas sobre una silla y se acerco al carrito para destapar lo que había
dentro, Jaejoong observo el pedazo de pastel y sintió que realmente tenía hambre.
-¿postre? – pregunto algo asombrado.
-prefiero las cosas dulces – declaro Changmin alcanzándole el platillo con el pastel y un
pequeño tenedor – algo me dice que tu también
-que observador – dijo el modelo degustando el trozo de postre que se llevo a la boca –
definitivamente las cosas dulces
-¿Qué prefieres Champagne o Vino? – le pregunto Changmin dejando su postre a un
costado.
-Champagne – dijo Jaejoong, Changmin sirvió una copa y se la paso, se sirvió vino en la propia
y decidió que no todo estaba tan mal entonces, Jaejoong no parecía odiarlo por lo sucedido
en Tokio, eso le daba una especie de calma, alzo su copa y la choco ligeramente
con la de Jaejoong.
-¿y eso porque fue? – pregunto el modelo.
-por qué viniste – contesto Changmin con naturalidad bebiendo de su copa, Jaejoong sintió el
ligero rubor que inundo sus mejillas y se apresuró a tomar de su bebida, realmente
Changmin era un torbellino de emociones cambiantes. Ojala siempre fuera tan amable pensó reprendiéndose al segundo por ello.
De pronto la nieve fuera se hizo más intensa, y el viento que apareció de repente hizo
temblar ligeramente las ventanas, las luces titilaron para después apagarse, incluso
las luces de la calle que recién se habían prendido por el anochecer, en un instante
todo se quedo apagado y la única iluminación era la tenue luz del atardecer que
entraba por la ventana, cada vez menos luminoso, el teléfono resonó un par de veces
y Changmin lo contesto dejando el plato y la copa a un lado.
Después de hablar un instante volvió a colgar, el viento fuera del hotel era tan fuerte
que se escuchaban los silbidos que hacia este al filtrarse por el ligero espacio entre la
ventana y la cerradura, Changmin se apresuro a cerrarla del todo, y luego se volvió a Jaejoong.
-dijeron que el apagón es a causa del clima…
-eso no es muy difícil de adivinar
-todo está a oscuras – comento el perfumista mirando hacia abajo por la ventana, Jaejoong
se acerco a su lado para observar, las calles estaban muy oscuras y ahora el sol
acababa de ocultarse dejando un resplandor azul tenue sobre todo, Jaejoong no lograba ver
nada al menos en unas cuantas manzanas alrededor, mas allá distinguía las luces que
no se habían apagado, y con una rapidez casi insultante el ligero resplandor de sol
que quedaba desapareció dejando paso a las estrellas nocturnas.
-¿no planeaste esto con velas por si acaso? – pregunto suavemente Jaejoong con un
matiz bromista.
-no soy tan romántico – contesto Changmin con un ligero toque de fastidio en la voz, a Jaejoong le hizo gracia, Chanmin parecía ser alérgico a lo romántico.
-la oscuridad no es tan mala después de todo
-eres raro
-tú lo eres mas – le dijo Jaejoong acercándose a la cama y dejando las cosas que sostenía
en el velador al lado del teléfono y del plato que antes ocupaba Changmin, se sentó en la
cama y decidió recostarse, Changmin no apartaba la vista de su figura, y esta vez Jaejoong no
sentía miedo, tenía muchas ganas de atraer esa mirada y sonrió ligeramente cuando
vio los castaños ojos de Changmin, iluminados tenuemente por la luz azul nocturna que se
reflejaba en ellos.
Esa era una buena manera de tener el control, y lo mejor de todo era que Changmin no se
enteraría, se acomodo sobre la cama de tal manera que quedo de lado dejando que la
luz acariciara la curva de su cintura, que se marcaba aun mas debido a la posición
haciéndola resaltar, Changmin se acerco lentamente y se sentó en la cama a su lado.
Jaejoong dudo entonces, el hombre lucia tan hermoso así con los ojos perdidos en su
cuerpo, con su cabello algo alborotado dándole un aspecto tan impactante, sus labios tan tentadores y sexy, ¿Cómo una persona tan masculina había caído con él? Se pregunto entonces, y no tenía la respuesta como a sus otras preguntas, pero no tuvo tiempo para dudar más cuando la mano de Changmin se acerco hacia él y acaricio con lentitud su cintura, ascendiendo hacia su cadera topándose con toda la ropa que aun traía puesta.
-Changmin – susurro Jaejoong con una voz incitante, cerrando los ojos dedicándose a sentir, el
peso sobre la cama se hizo más profundo y cuando volvió a abrirlos no se sorprendió
de ver a Changmin recostado a su lado acercándose hacia su cuerpo, Jaejoong alzo el mentón
ofreciendo sus labios, que fueron reclamados al instante, y en ese momento se
perdieron las últimas dudas que pudieran haber existido en ambos, acerca de que era
lo que hacían y con quien ¿Por qué preguntarse? Sobre todo si se sentía tan bien.
Esta vez había algo diferente y ese algo era que ambos estaban entregándose al
momento, no era un estira y afloja como venían haciendo desde que se conocieron en
aquel accidente, Jaejoong no sintió más que un pequeño estremecimiento cuando Changmin
lo despojo de su camisa, después de todo dudaba que el perfumista se enterase algún día a
que venía la “C” labrada en su espalda a cortes, y del otro secreto ya no le importaba mucho si se enteraba ya que había prometido a su madre dejarlo y así seria.
-eres… - susurro Changmin sin despegar sus labios del cuello de Jaejoong – no lo sé…
-no se lo que soy – susurro a su vez Jaejoong, metió sus manos dentro de la camiseta de
Changmin tirando hacia arriba para quitársela, este alzo los brazos para facilitarle la tarea,
pensó que todo eso se sentía tan natural, incluso mucho mejor que cuando conseguía
ligarse a todas las tipas que se le cruzaran delante, ni siquiera acostarse con cinco
mujeres a la vez podría considerarse tan bueno como eso. Jaejoong se retorció ligeramente sobre la cama, la luz tenue de la luna se reflejo en su piel de porcelana, sus ojos brillaban de un modo bastante sexy y emotivo en esos momentos, cuando estiro los brazos hacia Changmin para abrazarlo, por unos instantes el perfumista se quedo sin aliento.
-eres tan hermoso – dijo al fin acariciando la cintura, delineándola con sus dedos, era hermoso todo lo relacionado con Jaejoong, tan perfecto y tan mágico.
Jaejoong gimió cerca de su oreja por las caricias, entonces Changmin se dijo que tenía bastante
tiempo, y ocuparía su tiempo en descubrir cada parte de piel de la persona que tenía
bajo su cuerpo, sentía las uñas de Jaejoong viajar por su espalda y estas se enterraron
ligeramente en la piel cuando Changmin lamio el cuello del modelo hasta llegar detrás de la
oreja.
-Mmm – ese sonido casi era un ronroneo y Changmin se sintió encantado ante la
situación, de poder dejar a Jaejoong en ese estado solo con unas cuantas caricias,
necesitaba tenerlo desnudo, no podría soportarlo más, quería sentirse en totalidad
junto a él, se arrodillo en la cama para poder desabrochar el cinturón que mantenía
esos ajustados vaqueros a las hermosas piernas, con un tirón se deshizo de los
zapatos, calcetines y demás impedimentos teniendo a Jaejoong desnudo en la cama a su
merced.
Y se sintió demasiado embargado con la sensación de poder y tranquilidad en ese
momento que se dedico a observarlo.
Sin ningún sentimiento negativo agarro con firmeza el pene del modelo y comenzó a
bombearlo con cierta lentitud, Jaejoong jadeo ladeando la cabeza y provocando que algunos
mechones de su pelo cubrieran su rostro en el proceso, empujando sus caderas
contra esa mano tratando de demostrar la necesidad de que Changmin aumentara el ritmo
de sus caricias sobre su pene, Changmin decidió hacerlo sufrir hasta que llegase el
momento en el que Jaejoong le rogara.
No podía imaginarse nada más sensual que eso.
Estiro una mano hasta el velador y hundió sus dedos en la copa llena de champagne,
los llevo chorreando hasta rozar los testículos, bajando lentamente hasta toparse con
la caliente entrada, la sentía latir contra su piel, comenzó empapando bien la zona con
algunos masajes y luego metió un dedo lento pero sin detenerse hasta el final, Jaejoong se arqueo al sentirlo entrar, ahí estaba la ligera molestia, no pudo evitar notar que no era
tan perturbarte como antes.
Changmin comenzó a embestirlo con su dedo, los pezones de Jaejoong endurecieron ante su
mirada, y la piel del modelo se puso de gallina, Changmin se inclino sin poder contenerse y
atrapo uno con su boca, paso fuertemente la lengua sobre el botoncito de carne varias
veces logrando descontrolar al modelo.
-Ahh Changmin – gimió incrustando sus manos entre e cabello que le hacían leves
cosquillas en su pecho al rozarse con su piel, Changmin abandono el pezón para hacer con
el otro lo mismo – ¡aahh! – Jaejoong se sintió algo abochornado de su propia voz, casi era
un grito…
Changmin dejo de torturar los pezones de Jaejoong y se lanzo a sus labios, girando la mano en el proceso para meter dos dedos, y en ese momento Jaejoong volvió a sentir el chispazo que
sintió la primera vez que Changmin lo “obligo” en ese departamento el Tokio, el latigazo
de placer fue tan fuerte que logro ver luces blancas tras sus parpados cerrados, sintió
como su espalda se arqueaba casi hasta lo imposible, Changmin se regocijo en el
espectáculo, atacando una y otra vez el mismo ángulo, estaba punto de lograr su
cometido y lo sabía.
-Cha-Changmin– gimoteo Jaejoong empujándose contra sus dedos – ¡te necesito! – dijo con la voz ahogada tratando de lograr más contacto con la piel del perfumista, Changmin llevo su
mano libre a sus propios pantalones y los desbrocho rápidamente, mientras se
inclinaba hacia el model.
-¿me necesitas Jaejoong? – jadeó en su oído – ¿Qué es lo que necesitas? – escucho el
sexy lloriqueo que emitió Jaejoong, aprovecho el momento para bajar más sus pantalones y
bóxers, se deshizo de ellos con un par de patadas, cayeron a un costado de la cama.
-¡p-por favor! – jadeó Jaejoong y ya no pudo controlar su voz, esos dedos en su cuerpo se
sentían tan bien pero no era suficiente – ¡Changmin métela! – casi grito sin poder ni siquiera
sentir vergüenza, el placer ya había llegado hasta el punto donde no deja marcha
atrás, Changmin saco los dedos de ese lugar y sujetando su pene con una mano lo guio
hasta la entrada, el solo recordar lo aprieto y caliente que era sintió ganas de correrse.
No puedo correrme como un novato se reprendió cerrando los ojos con fuerza, la
verdad era que sentía el orgasmo cosquillear en su vientre, a duras penas se contuvo. -Mmmng – gimió roncamente Changmin acabando de entrar y quedándose quieto, si se
movía un poco acabaría corriéndose sin remedio, Jaejoong se relajo entonces, no dolía tanto
como la primera vez, y se sentía tan lleno y tan… correcto.
-Changmin – jadeo moviendo ligeramente sus caderas – muévete – pidió – vamos…
-eres un impaciente – susurro Changmin en su oído, sintió crearse un lazo de confianza
que no había creado antes con ninguna otra persona, era una calidez en el pecho que
nada tenía que ver con el placer desbordante.
-oh mierda – gimió Jaejoong al sentir nuevamente el latigazo de placer, definitivamente
tenía que buscar que era eso en Internet, se sentía demasiado bien – mas… mas
fuerte – pidió con la voz entrecortada
-¿seguro? – pregunto el perfumista algo reticente a hacerle daño, sorprendiéndose a si
mismo ¿desde cuándo le interesaba si Jaejoong sentía dolor o no?
-¡sí! – casi grito el modelo apretando fuertemente los brazos de Changmin con sus manos.
-me encanta esta nueva etapa de ti – fue lo único que articulo Changmin antes de llevar
una de sus manos hasta las nalgas de Jaejoong, logro colarla debajo y estrujarla mientras la
usaba como soporte para enterrarse mucho más profundo y más fuerte en Jaejoong, que
esta vez no pudo e vitar el grito que se escapo de sus labios, Changmin decidió que nunca
le habían gustado tanto escucharlos.
La cama se mecía ligeramente al mismo ritmo que sus embestidas, Jaejoong logro soltar
una de sus manos para llegar hasta su erección y se masturbo al mismo nivel que las
embestidas de Changmin.
-¡Changmin ya casi! – dijo empujando sus caderas hacia arriba, Changmin aumento la velocidad de las embestidas tratando de golpear el punto sensible del modelo, y lo consiguió,
nuevamente sintió esas paredes calientes de carne estrujarlo hasta que el placer rozo
la línea del dolor, su propio orgasmo lo golpeo unos segundos antes que el de Jaejoong, y
una nueva sensación mas para agregar a la lista, creyó ver nubes frente a el, al final
iba a ser cierto que con el sexo se lograba llegar al cielo.
Jaejoong no estaba mucho mejor, el casi logro ver las constelaciones completas en su
mente, Changmin cayo suavemente sobre su cuerpo empapándose del semen de Jaejoong
desparramado sobre su pecho, sus cuerpos se empujaban mutuamente a cada
respiración, les costó unos buenos minutos volver a respirar con normalidad.
Changmin se arrojo a un costado de la cama sintiéndose agradablemente cansado, era una
sensación de paz que nunca sentía después de tener sexo, pero claro ya estaba haciéndosele costumbre eso de sentir nuevas cosas con el modelo.
-Changmin – llamo Jaejoong girándose.
-¿mmm?
-¿puedo darme una ducha? – pidió Jaejoong en tono bajito, Changmin volvió a escuchar todo lo que no escucho durante el sexo, la ventisca y un ligero granizo.
-claro, pero voy contigo, me ensuciaste todo con tu…
-¡tú te arrojaste sobre mi! – replico rápidamente Jaejoonng sintiéndose avergonzado de
repente – Changmin no hay luz…
-lo se
-entonces tampoco hay agua caliente…
-la ducha funciona con gas – informo Changmin – nunca me había duchado en oscuras
¿Qué tal si nos caemos y nos rompemos algo? – escucho el leve bufido de Jaejoong a su
costado.
-no tienes que venir si no quieres…
-estoy sucio, además – Changmin abrazo al modelo por la cintura disfrutando el contacto
de las pieles – me encantaría pasar la esponja por todo tu cuerpo…
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Changmin observaba al modelo desde la cama, Jaejoong tan solo con unos bóxers miraba
indeciso el clima por la ventana, realmente estaba muy fuerte el granizo.
-ya te dije, deberías quedarte, aun que vivas cerca es una locura salir así…
-si bueno, pero mis amigos…
-oh por favor, no son tus padres y tu no eres un niño – Jaejoong lo miro de manera
reprobante, suspiro desistiendo, era imposible llegar a su departamento, ni siquiera en
auto por que en la televisión ya habían anunciado que las carreteras estaban
demasiado resbalosas y podrían ocasionar accidentes, y de llegar caminando ni
hablar.
Su pelo aun estaban húmedo por la reciente ducha, Jaejoong nunca se había
duchado en completa oscuridad pero el tener a Changmin acariciando todo su cuerpo con
sus manos y esponja por igual le despejo cualquier miedo, ahora estaba en ese
problemita: no podía volver a su casa con ese clima.
Saco su celular de los bolsillos de su arrojado vaquero, y marco a Yoochun.
-¿Jae? – escucho la voz algo ronca de su amigo.
-Chun, perdona si te desperté…
-no Ja, no importa ¿Dónde estás? – escucho un ligero bostezo a través del teléfono.
-estaba en una entrevista de trabajo – mintió rápidamente – y el clima me atrapo
cuando regresaba, estoy en un hotel y no creo poder llegar hoy
-hum entiendo, es mejor que no lo intentes el granizo es del tamaño de pelotas de
ping pong – exagero el castaño haciendo sonreír a Jaejoong.
-entonces nos vemos mañana
-ok, pero cualquier cosa llamas
-vale, nos vemos Chun
Changmin alzo las mantas en clara invitación a que se acurrucase a su lado, Jaejoong casi se sintió jalado por una fuerza invisible cuando lo hizo, Changmin los abrigos bien a ambos, era genial el entrar en contacto con la caliente piel de Jaejoong, Changmin nunca lo admitiría
pero estaba sintiéndose bastante emocionado ante la perspectiva de pasar la noche
con Jaejoong, no le gustaba mucho dormir con alguien, ni siquiera con su abuela, pero el cuerpo del modelo acurrucado entre sus brazos no se sentía una molestia, el ruido de las bolitas de hielo rebotando en la ventana acabo de tranquilizarlo como un trance, y pronto ambos se quedaron dormidos. Deseando que ese noche jamás acabara.
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