sábado, 30 de agosto de 2014

Realmente ¿Quién eres? Episode 8

Los gemidos descontrolados de Jaejoong  resonaban insistentemente en sus oídos, sobre
todo el que había soltado al venirse, Changmin levanto su camiseta observando la mancha
en su piel, el semen de otro hombre, antes de que pudiera pensar si quiera en lo que
hacía llevo uno de sus dedos al lugar empapándolo de la esencia de Jaejoong, y luego lo
llevo a su boca, no supo cómo interpretar el sabor, simplemente no era desagradable.

Changmin entro a darse una ducha de agua helada, tratando de olvidar esos gemidos y la exista sensación de haber tenido un hombre entre sus brazos, que por muy femenino le pareciera Jaejoong tenía un gran dote entre sus piernas que no dejaba de ser un desagradaba hombre..

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Jaejoong llego al departamento con sus emociones bullendo en su pecho, se sentía triste, no
entendía el motivo, también se sentía usado, pero sobre todo se sentía bien, porque
todo lo que Changmin le había hecho se había sentido tan bien.

Agradeció no ver a Yoochun en ningún lugar, de seguro aun seguían en la
productora, entro directamente al baño para darse una ducha, no quería pensar, pues
mientras mas pensaba en Changmin mas agitados eran los latidos de su corazón. Era lo
que había sentido al conocer a Judy, pero muchísimo más fuerte, incluso ahora
cuando pensaba en la hermosa chica no sentía lo que antes le hacía sentir ella, era
como si Changmin hubiese borrado todo rastro de su mundo hasta ahora conocido, y lo
hubiera reemplazado con su propia presencia.

Se quito la ropa rápidamente, observando las marcas rojizas en su cuello y hombro,
sus labios enrojecidos por los besos furiosos y apasionados, frente al espejo se los
acaricio ocasionando que un hermoso rubor adornase sus mejillas, Changmin lo había
besado, y se había sentido tan jodidamente bien.

 -¿Por qué a mí? – pregunto a la nada con un suspiro resignado.

Jajoong tan solo esperaba con todas sus ansias que Changmin no tomara enserio su pedido de
no buscarlo más.


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Cuando sus pies tocaron la oficina de Tokio Changmin se sentía acorralado, las tres mujeres frente a él estaban molestas, lo sabía muy bien, estaban con los brazos cruzados y el ceño fruncido, taconeando ruidosamente con el pie como era su costumbre, Su madre y Victoria sentada, de piernas cruzadas bajo su falda elegante, lo miraban con una expresión seria en su rostro y por ultimo Simonne, la que más le importaba, estaba con una expresión neutral en el rostro, aun así Changmin podía leerla mejor que nadie, y se sintió como un animal a punto de ser decapitado, pero también muy culpable por preocupar a su abuela de ese modo.

 -soy un adulto – dijo a la nada.

 -si lo fueras – dijo calmadamente su abuela– habrías tenido la cortesía de
Comunicarnos que saldrías un par de días

 -Abuela… - trato Changmin

 -Changmin estábamos realmente preocupados, sabes que perfectamente podría haberte
pasado algo, yo pensé lo peor – le dijo ella siendo sincera – tienes derecho a salir si
quieres, por que como dijiste eres un adulto, pero deberías habernos dicho algo
  -lo siento – dijo el sinceramente a la persona que mas amaba en el mundo – no
quería preocuparte pero sabes que soy un ser impulsivo – trato de alegar en su
defensa

 -la próxima vez un “voy de viaje y voy a estar bien” sería muy útil Min

El se acerco a su abuela abrazándola de la cintura, que mierda le importaba que
hubiera mas gente viendo ese acto, el amaba locamente a Simonne, ella era
totalmente su perdición, la única persona que le daba vida, quizás no toda la vida que
desearía tener, pero lograba hacerlo sentir un ser humano viviente, y no solo por el
hecho de que esa mujer le hubiera cuidado de bebe, sino también porque siempre lo amo
con tanto cariño incondicionalmente, de alguna manera era distinto a lo que sentía por
sus padres…-Simonne sonrió entre los brazos de su nieto.

 -tan caprichoso como siempre – le susurro al oído.

 -¿ya me perdonaste? – pregunto Changmin fingiendo un puchero muy sobre actuado, eso
siempre hacia que su abuela se ablandara cuando era niño, pero ahora que era un
hombre, y que de tierno no tenía ni un pelo, no le salía tan bien, sin embargo Simonne
se derritió.

 -solo si me invitas a cenar – le sonrió con picardía.

 -vaya, si voy a salir bien recompensado creo que me portare mal más a menudo –
rió Changmin satisfecho.

Victoria realmente amaba el cariño de Changmin por su abuela, se llevaban tan condenadamente bien, Simonne era una señora no más de 60 años pero aun así representaba  20 años menos, al ver que todo había terminado bien esta se relajo visiblemente parándose para irse.

 -de acuerdo ahora si puedo irme tranquila – Victoria se despidió de ellos alejándose

-Hey Vic gracias..-dijo Changmin guiñándole un ojo.

-Si como digas Adiós.

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Jaejoong  garabateaba perezosamente en su bloc de notas, ya había pasado varias páginas
al notar abochornado que en varias ocasiones sus trazos irregulares comenzaban a
formar una “C” y en algunos casos un “Chan”, Yoochun no era indiferente a esa actitud, Jaejoong siempre había sido muy responsable en la universidad, pero desde hace algún tiempo
comenzó a ser realmente pésimo en varias asignaturas, yoochun tuvo que ayudarlo,
cosa que no le molestaba, pero realmente si le preocupaba.

 Había pasado casi un mes desde que sucedió “aquello” en la habitación del hotel
Westin, tal vez Changmin si se había tomado enserio lo de “no me busques mas” pero a Jaejoong lo tenía frustrado, de alguna manera pensó que Changmin era demasiado rebelde como para aceptar sus palabras y volvería a buscarlo, incluso solo para contradecirlo.

¿y si quizás le había dado asco al final? Porque Jaejoong, aun que se muriese de vergüenza
al admitirlo entendía que algo había cambiando en el porqué si, había disfrutado mucho de todo lo que Changmin le hizo ese día, ¿Qué demonios esperaba? Era su primera experiencia sexual después de todo, y estaba el detalle de que Changmin también se había corrido entre sus manos, sintió un rubor indigno arremeter contra sus mejillas, quizás si prestaba atención al docente dejaría de pensar en cierto perfumista.

 -… por lo tanto – siguió el docente, acomodando sus gafas sobre su rostro
rechoncho – el trabajo final constituirá en una maqueta que será asignada a los grupos
que formemos.

 -¿Qué grupos? – pregunto Jaejoong en voz baja, mas para si mismo que para nadie,
Yoochun lo miro asombrado, realmente Jaejoong estaba muy despistado últimamente.

 -dijo que formásemos grupos de 5 personas para hacer el trabajo final que
constituye en un 80% la nota del segundo semestre

 -ah – Jaejoong lucia aburrido, solía emocionarse con las maquetas, después de todo la
Arquitectura era su punto fuerte

 -¿estás bien? – pregunto preocupado Yoochun posando cariñosamente su mano en la
frente de Jaejoong.

 -si – sonrió el modelo cerrando los ojos, realmente amaba a sus amigos, siempre
preocupándose por el, eran su familia.

 -estas caliente quizás es un resfriado – Yoochun se quito su bufanda para ponérsela
delicadamente a Jaejoong – no me extrañaría con este frío de mierda

  -¡orden! – llamo el docente al notar que no prestaban atención – ¿señor Park
quiere repetir lo que acabo de decir?

 -yo… lo siento me distraje

 -ya podrá hacer de enfermera después – le reprendió el docente provocando risillas
en la clase, Yoochun no se molesto, al contrario comenzó a reír con todos, realmente Jaejoong
admiraba a su amigo, eran tan genial.

 -bueno como estaba diciendo, la arquitectura en Asia es muy vigente, como los
de cuarto año somos más – continuo – el profesorado decidió hacer un pequeño juego
de azar para ver qué País visitara cada curso.
 a nosotros el grupo B nos toco Japón, decía emocionada Judy.- en esa ciudad existen edificios arquitectónicamente significativos y hermosos templos.

Pero Jaejoong ya no escuchaba, su mente había sufrido un colapso en cuanto escucho la
Palabra Japón, pues inmediatamente la palabra Changmin resonó en su mente, ¿iban a
ir donde Changmin? Pero Japón era una país grande, quizás ni se vieran, pero ¿y si
sucedía una alocada coincidencia?, ¿qué pasaría si se vieran? Era muy probable que
Changmin pasara de el como si fuera cualquier persona, estaba comportándose como un
imbécil, y todo por culpa del perfumista que apareció en su vida poniéndolo todo de cabeza.

 -… también tenemos el  China… dijo por último el docente.

En Japón – continuo el docente moviendo las manos – hay una edificación muy famosa por su apariencia similar a la proa de un barco, tiene diez pisos de altura, seguro que más de uno lo habrá visto, para orientarlos mejor se encuentra a un par de calles del famoso edificio “ECLIPSE” – el corazón de Jaejoong dio un vuelco y su atención volvió a posarse en su rechoncho docente – está justo en la esquina, ya que su forma es triangular, el
edificio “Eclipse” No es un edificio común tiene alrededor de 50 es reconocido por ser el
mas importante de Tokio, seguramente sabrán porque, es la sede perfumista mas
Grande del globo terráqueo…

¿La vida podía ser más traidora? Pensó Jaejoong sin perderse ni una sola palabra de la
explicación, el docente término de explicarles unos cuantos edificios más y luego
ordeno que formasen los grupos para anotarlos en la lista, partían en una semana y
les advirtió que tuvieran todo listo, que sean responsables, que no era un viaje de
diversión etc.

 Jaejoong ya resguardado entre las paredes de su habitación pensó que estaba siendo
tremendamente estúpido, era solo un viaje de estudios, iría con sus amigos a observar
la arquitectura de Tokio, tomarían fotos a los edificios, quizás los bosquejarían, y
solo guiándose con la vista harían un plano de todo, para luego cuando regresaran,
hacer la maqueta, y en todo eso la palabra “Changmin” no entraba.

Eso lo hizo sentirse asombrosamente triste.

*********************************************

 -entonces tuvimos un ligero estrago con los laboratorios numero 2 y 5 por que los
materiales de producción no llegaron a tiempo…

Changmin miraba ausentemente por el ventanal de su oficina, ya había pasado un mes
exacto desde que vio a Jaejoong, estaba realmente impresionado de llevar el conteo de los
días, ¿tanto le había trastocado ese marica? Changmin recordó las caricias a las que Jaejoong se sometió gustoso, y cuando el probo el semen del modelo sin descaro alguno, por dios eso
le daría asco a cualquier hombre, pero a él no, por extraño que le pareciese no le dio
asco en ese momento y no le daba asco ahora al recordarlo, solo vergüenza.

 -¡Changmin! ¿si quiera me estas escuchando? – grazno Victoria molesta dejando las
carpetas llenas de papeles sobre el escritorio de su jefe, con una mirada molesta se
sentó en una de las sillas frente al sillón.

 -si te escucho – respondió Changmin automáticamente jugueteando con una hermosa
pluma entre sus manos.

 -mi prometido me engaño con otra, tenias razón – dijo Victoria esperando un “te lo
dije, el amor no existe” como respuesta, pero lo único que Changmin dijo fue:

 -felicidades Vic

 -dios esta peor de lo que esperaba – suspiro ella, claro que su prometido no la había
engañado, pero eso era lo que Changmin se venía esperando desde hace mucho tiempo,
sin duda Changmin hubiera dicho algo mas hiriente que un “felicidades Vic”, ¿qué mierda le
pasaba a su jefe?
  -¿Oye Changmin? – pregunto ella, el perfumista siguió sin mirarla – ¿Por qué cambiaste la
contraseña de tu ordenador a “Kim Jaejoong” – Este giro su atención rápidamente hacia
ella, “al fin” pensó la morena.

 -Victoria ¿has hackeado mi contraseña?

 -de hecho la adivine, y no me mires así que no te estoy mintiendo, estas obsesionado con ese chico

 -no lo estoy

 -Changmin, pusiste una foto ampliada de ti mirándolo embobado como fondo de pantalla

 -No. Soy. Gay – le dijo Changmin fulminándola con la mirada.

 -el hecho de que te guste Kim, No. Te. Hace. Gay – contesto ella en el mismo tono –
vamos Changmin, ¿a dónde quieres llegar con todo esto? se perfectamente que estabas en
Soul aun que no lo digas

 -¿y cómo podrías saberlo?

 -encontré la factura del boleto de avión – dijo ella con obviedad – por favor, soy su asistente, no hay secretos para mi

 -eres una metiche – contesto el molesto – ¿Qué no tienes vida propia y un novio marica?

 -ya te dije que Fer no es marica, solo me preocupo por la empresa cosa que tu no,
¡dejaste a Eclipse abandonada durante una semana!

 -pero volví

 -lo que sea

 -en realidad estabas preocupada por mi – le sonrió Changmin con chulería – no por la
empresa

 -Changmin somos amigos, como podría no preocuparme…

 -¿Solo amigos? – pregunto Changmin asombrado.

 -claro, compartimos cosas privadas de nuestra vida lo que relega nuestro trato profesional a uno más amistoso

 -eres tan rara Vic – dijo el volteándose hacia la ventana nuevamente – no volveré a
buscarlo – declaro – y si quieres puedes cambiar la contraseña a Simonne de nuevo

 -¿admites que fuiste a buscarlo?

 -yo no admití nada

 -Changmin a veces realmente eres muy infantil

 -¿y que si fui a buscarlo? Es mi maldito problema

 -deja de estar a la defensiva, solo procura no cometer ninguna locura

 -¿exactamente qué esperas que cometa?

 -acosar a un Chico, y que para colmo es modelo, podría considerarse delito – Changmin realmente se preguntaba por qué todos lo tachaban de acosador.

 -yo no acose a nadie – corto molesto, Victoria sonrió despectivamente.

 -bueno Changmin sería mejor que dejaras de pensar en Kim Jaejoong y comenzaras a
Solucionar el problema de los laboratorios…

-No estoy pensando en el, anda mejor vamos a ese maldito laboratorio

**************************

Jaejoong estaba sentado al lado de Judy en aquel avión, la chica tenía miedo a volar y le
sujetaba la mano con un poco de fuerza, a Jaejoong le pareció muy tierna con sus cabellos
ligeramente despeinados y ese casi nulo rubor en su carita, sonrió al verla, sentía
como si estuviera cuidando de su hermanita menor, ya no sentía ese ligero cosquilleo
en el estomago con ella, ni su habitual nerviosismo, estaba seguro de que si no
hubiera conocido a Changmin el estar agarrando la mano de Judy lo hubiera puesto
nervioso y muy ansioso, sin embargo ahora solo podía pensar en que era tierna, sin
encontrar en su interior ningún sentimiento romántico.

 -¿te sientes bien? – le pregunto suavito.

 -si, lo siento Jae, es una fobia algo molesta, sobre todo cuando debo viajar – sonrió
Judy.

 -no hay problema, por algo somos amigos – ella sonrió sinceramente, nunca pudo
confesarles a sus amigos que en realidad no le atraían los hombres, y que una mujer
ocupaba su corazón, una a la que sus padres habían alejado de ella cuando
descubrieron su relación.

Sandra, ella le había enseñado a amar, y cuando sus padres la alejaron de su único
amor Judy se sintió morir, pero Sandra le hizo una promesa, que volvería por ella
cuando acabase sus estudios, y a pesar de que solo mantenían un contacto
clandestino por Internet Judy creía firmemente en su pareja, por eso ahora se sentía
aliviada, había pensado seriamente que le gustaba a Jaejoong, y hubiera sido muy duro
tener que rechazar cualquier avance romántico con su amigo, pero ahora Jaejoong ya no la
miraba como antes, eran ligeros gestos que le daban a saber que ella ya no ocupaba
los pensamientos del, y era mejor así para conservar su amistad.

 -ya vamos a llegar – les informo una cabeza castaña asomando desde el asiento
delantero, Yoochun miro sugestivamente las manos unidas moviendo las cejas en
dirección a Jaejoong, este rodó los ojos divertido, observando el anochecer por la ventana,
Japón comenzaba a encender sus luces debido a la noche inminente, y su corazón nuevamente se acelero, estaba en Tokio, muy cerca de Changmin la persona que ocupaba sus pensamientos.

El que hacía que su corazón latiera con tanta fuerza hasta hacerlo doler, algo que no se comparaba con el sufrimiento inminente que guardaba por su madre y ese pasado que lo había marcado por siempre.

¨********************************

Al tercer día de estadía en Tokio, Jaejoong estaba mucho más relajado, por que el
infierno se congelaría antes de admitir que estaba decepcionado, incluso habían
pasado frente al edificio Eclipse y ni así pudo ver a cierta persona, de la cual
pretendía olvidarse incluso a base de golpes en el cráneo.

Se pasaron la mañana bosquejando y haciendo planos precariamente, un plano
requería de concentración y tiempo, jaejoong deseaba desesperadamente que su
concentración decidiera regresar de algún lugar remoto al que seguramente se habría
mudado, siempre le había apasionado hacer planos de edificios complicados, de saber
que él algún día podría diseñar uno igual de magnifico, elegante y rebelde a la vez,
justo como su personalidad, sin embargo no estaba en uno de sus mejores momentos,
de no ser por Yoochun sus notas habrían decaído un montón.

Un mes y seguía recordando “aquel día” con demasiada claridad para su gusto, con
detalles, solo unos días después deceso cayó en la cuenta del lugar en el que Changmin
había introducido sus dedos, el rubor amenazaba con quemar su rostro cada vez que
se acordaba, ¿Cómo había permitido que hiciera algo así?, sin embargo
acompañado a la terrible vergüenza del momento también recordaba el placer que
inundo sus sentidos, su cuerpo parecía convertirse en gelatina entre las manos de
Changmin, recordaba claramente como había luchado mentalmente contra todos sus
enormes avances, su cuerpo definitivamente estaba de parte del enemigo, pues
ninguno de sus músculos hizo lo que su mente le dicto, y el momento era como una
película atrofiada que se repetía sin cesar en sus recuerdos.

 Yoochun y Suk comparaban sus bosquejos aguardando a que el mesero apareciera
para tomarles la orden, Judy hablaba algo alejada de la mesa por celular, y de repente
Jajoong se sintió muy acalorado, el clima de Tokio no era tan frio como el de Soul,
al menos no en esa época, se levanto excusándose y se alejo en dirección a los
sanitarios de ese restaurante.

******************************************

 -Abuela este restaurante es…

 -es un restaurante Changmin – dijo ella sonriendo – el que no sea absurdamente caro no
lo hace menos

 -¿entonces no te molesta? Porque a mí no me interesa, con tal de que la comida sea
buena…

 -vamos hijo ya te dije que vine un día aquí con unas amigas, es muy bueno, lo
veras

 -pasemos al segundo piso es más fresco ahí

Simonne caminaba alegremente del brazo de su nieto, el restaurante era muy popular,
desde el segundo piso se podía ver el primero donde también reposaban varias mesas
con gente almorzando alegre, Changmin se sentó de manera de que el primer piso quedaba
levemente hacia su derecha y Simonne se sentó de frente a la puerta del restaurante
obteniendo una vista de todas las personas que ingresaban al lugar, ella estaba
sintiendo curiosidad al ver varias personas con cuadernos en las manos, algunas dibujaban en ellos mientras esperaban ser atendidos, a la distancia pudo distinguir edificios garabateados con líneas inconexas, como si fueran borradores de un dibujo que pronto pasaría a ser algo más serio.

Simonne ordeno por ambos pues ella ya conocía el lugar, Changmin le hablaba de los
problemas que surgieron en los laboratorios cuando estuvo ausente y ella le
escuchaba sin perderse detalle, el perfumista sujetaba  amorosamente su mano por
sobre la mesa, ambos se separaron cuando el mesero trajo sus platillos de comida.

El silencio estaba apoderándose de ambos cuando Simonne decidió romperlo.  -Hijo

 -¿Mmm? – Changmin se llevo una porción de comida a la boca.

 -¿Cómo es el chico que te gusta? – la pregunta trajo como consecuencia una fuerte
tos en el perfumista que dejo caer un poco de la comida de su boca
 – Changmin, ¡tranquilo!
– Simonne golpeo suavemente su espalda, este bebió un gran sorbo de agua y luego
enfrento a su abuela.

 -¡a mí no me gusta ningún chico! ¡por dios abuela!

 -no es para tanto – le dijo Simonne traviesa – solo pregunte como era ese modelo
que logra desesperarte, ¿por cierto como se llama?

 -Abuela por favor dime que no estás actuando como la persona deseosa de conocer a
la pareja de su nieto… – Simonne le dio una mirada de reproche, Changmin suspiro derrotado

– se llama Jaejoong, y recalco que NO me gusta.

 -de acuerdo, entendí eso, ¿y cómo es el? – se apresuro a preguntar.

 -pues es alto, no más que yo claro, es flaco, tiene el pelo rubio y es muy blanco con labios rojos, seguramente lo viste en la publicidad de las revistas

 -¿ese es el chico que te… – se corto al ver la mirada de su nieto – desespera? – dijo
al fin evitando la palabra “gusta”.

 -se que esconde algo

 -si entiendo todo lo de la caja de Pandora – bromeo Simonne – pero también dijiste
que era divertido…

  -bueno… creo que me gusta molestarlo, me gusta ver como su cara adopta una
expresión de ira

 -Changmin eso es anormal – le rió su abuela – ¿no estás siendo demasiado sádico?

“Si le dijeras a tu abuela que en realidad lo que quieres es romper a Jaejoong y verlo llorar”la
voz ajena comenzó a molestar de nuevo dentro de su cabeza.

 -ya abuela no te preocupes – corto  – ya te dije que no hay nada anormal entre yo y ese modelo

 -podrás decir lo que quieras Changmin, pero yo se que fuiste a buscarlo cuando
desapareciste – Changmin la miro sorprendido pero recompuso su máscara, aun que sabía
que era en vano, no le funcionaba con Simonne.

 -¿Cómo puedes afirmar eso?

 -te conozco – dijo ella simplemente.

 -Abuela solo olvídate de lo que dije ¿ok? Ya no volveré a ver más a Jaejoong, ya ni me
interesa saber cuál es su secreto.

“Esa no te la crees ni tú mismo” Changmin sintió ganas de ver a quien sea que hablara cosas
en su mente y dispararle un par de veces.

 -tu nunca te rindes ¿verdad?

Changmin no contesto a eso, cogió su vaso de agua y bebió otro sorbo, de repente no
sentía tanta hambre, su abuela lo miraba analizándolo, y el evito su mirada, pues se
sentía indefenso ante el escrutinio, decidió distraerse en el primer piso, y casi escupe
el contenido de su boca nuevamente, una inconfundible cabellera rubia, y una piel blanca como la leche estaba en una de las mesas, sus ojos se abrieron como platos, Simonne trato de ver que había impresionado tanto a su nieto pero no vio nada interesante.  -¿sucede algo?

En ese momento el chico se paro dejando ver su maquillado y hermoso rostro, Changmin no
tuvo ninguna duda de que era Jaejoong, quizás estaba volviéndose loco, viendo cosas que
no eran, pero en la misma mesa estaban sus inconfundibles amigos, el otro modelo
castaño y el otro amigo e incluso la chica que siempre estaba con Jaejoong cuando lo veía en la universidad, el modelo se alejo en dirección a los sanitarios, y Changmin sintió que sus piernas se paraban como resortes.

 -necesito ir al baño – mascullo antes de bajar precipitadamente al primer piso y
entrar al baño de hombres, Jaejoong estaba frente a uno de los espejos mojándose el cuello
con sus manos empapadas de agua, Changmin sintió la necesidad de lamer las gotitas que
resbalaban por esa piel, a la que se sentía tan malditamente familiar.

 -creí que querías que no te buscara mas – le dijo al modelo haciéndolo pegar un
bote del susto – ¿ahora tu me buscas a mi?

 -¿Cha…Changmin? – pregunto Jaejoong con el corazón golpeteando fuertemente en su pecho.

 -¿me extrañaste? – sonrió el perfumista con superioridad.

 -yo… yo… no, claro que no – mintió Jaejoong alejándose del perfumista que se acercaba a
El  lentamente – estoy en un viaje de estudios – esta vez Changmin no pudo ver mentira en
sus ojos, le encantaba poder descifrar al modelo con solo mirarlo, pero aun así no esta
de mas molestar a aquel que ocupaba egoístamente sus pensamientos.

 -oh Jaejoong ¿no pudiste pensar en una mejor excusa?

 -¡no es una excusa! – dijo Jaejong casi gritando, tenía un leve destello de temor pero la
emoción es lo que se estaba apoderando de su cuerpo y aun que su mente le gritara:
“¡por fin!” Jamás admitirá que estaba satisfecho con el encuentro, de alguna manera
sintió que el viaje a Tokio valía muchísimo la pena solo de ver a Changmin frente a el
con esa mirada tan… hambrienta.

¿Por qué le encantaba sentirse deseado?  Antes de que Jaejoong pudiera decir nada Changmin lo empujo sin delicadeza dentro de uno de los elegantes cubículos del restaurante, cerrando con pestillo la puerta, dentro solo había un inodoro pulcramente limpio, olía a cloro.

 -¿Qué haces? – pregunto Jaejoong tratando de ocultar su nerviosismo.

 -no me lo preguntes – siseo Changmin acorralándolo contra una de las blancas paredes –
ni yo mismo lo sé…

 -a…aléjate – pidió Jaejoong sin convicción.

 -pero tu no quieres que me aleje – contraataco Changmin – recuerda que conmigo mentir
no sirve – Jaejoong realmente trato de luchar contra los avances de Changmin, puso sus
delicadas manos en el pecho del perfumista tratando de alejarlo.

 -basta – dijo sin fuerzas – déjame en paz… – Changmin sonrió de lado.

 -¿seguro? – susurro en su oído sintiendo como el empuje de Jaejoong iba disminuyendo.

 -enserio, déjame tranquilo porque si no…

Su monologo fue interrumpido por los bruscos labios del otro hombre besando
firmemente los suyos, trato de negarse pero sus brazos se enroscaron en el cuello de
Changmin atrayéndolo hacia su cuerpo, se sintió tan bien cuando estuvo totalmente
atrapado entre Changmin y la pared, su traicionera lengua exploro con deguste la del
contrario, y las respiraciones se incrementaron sonoramente, incluso gemidos bajos
escaparon de su boca, Jaejoong deseo que Changmin repitiera lo hecho anteriormente en la
habitación del hotel Westin, Changmin presiono una de sus piernas entre las de Jaejoong casi
alzándolo del piso, el modelo  gimió dentro del beso.

 -te dije que lo deseabas – susurro el perfumista para luego atacar nuevamente los
labios de Jaejoong.
 No supo cómo es que de pronto las manos de Changmin viajaban por su torso bajo su
camiseta, su mente volvía a alejarse abrumada por el placer, y su corazón latió
anhelante nuevamente, Changmin le gustaba ya no podía negarlo más, ¿Cómo le hacía
entender uno a su subconsciente que le estaba agradándole el toque de otro hombre?
Simplemente le gustaba y ya, sin importar que Changmin fuera como es, sus manos
apresaron fuertemente la camiseta de Changmin clavándole la uñas en la espalda a través
de la tela, este gruño dentro del beso restregándose contra una de las piernas de Jaejoong,
unos sonidos los congelaron, se escuchaba claramente la voz de dos personas fuera
del cubículo, ambos chicos se quedaron inmóviles en sus posiciones casi sin respirar y
con sus labios tocándose, ambos tenían los ojos abiertos en una expresión de susto.

Poco después se escucho el sonido de la puerta principal cerrándose y el silencio se
hizo vigente de nuevo.

 -Changmin – susurro Jaejoong sin moverse.

 -¿Qué?

 -quítate – pidió suavemente el modelo y para su asombro el perfumista obedeció, Jaejoong
no supo si sentirse aliviado o decepcionado cuando lo vio alejarse hacia la puerta del
cubículo.

 -cuando dijiste que no te buscara mas ¿no era enserio cierto? – Jaejoong no tuvo tiempo
de contestar pues Changmin abrió la puerta y salió del cubículo dejando a un confundido
modelo dentro, el perfumista se asombro de ver al castaño modelo apoyado
en el lavabo dándole la espalda al espejo, Changmin lo miro desafiante sin dejar de sonreír
con suficiencia y sin decirle una palabra salió del baño.

Jaejoong se compuso lo mejor que pudo y aliso su ropa con las manos, sentía sus labios
arder por los bruscos besos, su corazón seguía latiendo con aceleración dentro de su
pecho, ¿Por qué no podía evitar entregarse de esa manera?, salió del baño sin saber
muy bien que pensar y casi se desmaya al ver a Yoochun apoyado en el lavabo
mirándolo con atención.

 -¡Chu…Chunnie! – dijo ruborizándose aun más de lo que ya estaba.

 -Jae – contesto el castaño sin dejar de mirarlo – ¿Qué hacías encerrado en un cubículo
con Shim Changmin? – pregunto este mirando fijamente los rojos labios de Jaejoong, el
modelo bajo la mirada avergonzado a las puntas de sus zapatillas, Yoochun no dijo nada mas, se giro para mojarse el corto pelo castaño y después ambos salieron del baño
en silencio, justo a tiempo para ver a Changmin saliendo del restaurante abrazando
posesivamente a una mujer rubia por la cintura, Jaejoong sin mirar a su amigo pregunto
bajito:

 -¿es su?

 -Su abuela – contesto Yoochun.

 -¿Su abuela, Cómo lo sabes?

 -sale en las revistas

Jaejoong no tuvo el valor para mirar a su amigo nuevamente a los ojos.
Que era eso lo que estaba sintiendo, y porque justamente tenía que ser Changmin el culpable de todo eso, de cierta manera se sentía feliz porque después de largos días lo pudo ver, pero también había un dolor en su pecho porque sabía que solo lo estaba utilizando. Y no deseaba pensar más en el porqué si le gustaba, solo suplicaba que no fuera nada más que eso.

                                                                      Siguiente

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