sábado, 30 de agosto de 2014

Realmente ¿Quién eres? Episode 6

Cuando una persona guarda un secreto principalmente es porque teme la reacción de
los que lo rodean, aun que en el interior sea solamente porque teme su propia
reacción...


Jaejoong se sentía mucho más relajado al día siguiente en la universidad, después de todo
no era tan difícil explicar lo que paso el día anterior con el “indeseable” ¿Qué jodidos
se traía con su cuello? Jaejoong agradecía el frío, así podía usar una bufanda que cubría los
borrones rojizos de su cuello, ¿Qué demonios era Changmin? ¿una serpiente? ¿un
vampiro?, joder era difícil concentrarse en la clase de material de construcción así.

Una hermosa chica entro al aula en ese momento pidiéndole muchas disculpas al
profesor por su tardanza, su cabello era algo que Jaejoong nunca había visto, un tono entre
el rubio y el rojo, era raro de explicar pero era único, realmente único, sus ojos eran de
un café claro, y se volvían casi amarillos cuando el sol se reflejaba en ellos, Jaejoong cogió
su mochila negra dejando la silla de su lado desocupada.

 -gracias – le susurro la joven.

 -¿qué te demoro tanto Judy? – pregunto en susurros Yoochun.

 -mi padre no pudo traerme y tuve que venir en bus – contesto la linda muchacha
sonriendo, creando que unos adorables hoyuelos se formaran en sus mejillas, traía un
abrigo color crema que le cubría a medio muslo, un pantalón jean azul y unas botas a
juego con su abrigo, Jaejoong no podía evitar detallarla cuando la veía.  Yoochun sonrió al ver a su amigo comiéndose a Judy con la mirada, sabia lo mucho que la chica le gustaba, solo que Jaejoong era tan cabezota que jamás lo admitiría en voz alta.

Eran las cinco de la tarde, el clima frío de Soul se atenuó un poco dejando un
agradable calor a su paso, no demasiado calor, solo el suficiente como para quitarse
guantes, abrigos y bufandas, sin embargo Jaejoong solo se quito los guantes, no se quito su
abrigo negro porque sabía que se vería terriblemente ridículo andando por ahí con
bufanda y una sencilla camiseta, Judy estaba a su lado mirándolo analizantemente.

Que chica tan perceptiva, quizás más que Yoochun que ya sabía por qué su amigo
ocultaba su cuello de esa manera.

Esa mañana antes de irse los tres para la universidad, Jaejoong había salido de su
habitación vestido, listo para salir, cuando la costumbre de los dos estudiantes, era
comer casi a velocidades inhumanas en pijama y luego correr a alistarse para salir, y
ahora que hacía calor y los abrigos pasaban a ser colgados en las mochilas o bolsos,
y las bufandas guardadas en algún bolsillo, sus sospechas fueron confirmadas, Jaejoong no
quería mostrar su cuello lleno de chupetones.

 -Jae no tienes calor? – pregunto Judy con su voz dulce.

 -no, creo que estoy algo resfriado – fingió Jaejoong sonriéndole, realmente Judy era tan
dulce.

 -oh no – se quejo Yoochun viendo el terrible impedimento entre la universidad y la
calle, justo en la puerta.

 -Mina quítate de en medio – dijo Yoochun frunciendo el ceño.

 -no – dijo ella tajante – mira niño estoy harta de que pienses que puedes tratarme
como se te venga en gana ¿Quién te has creído?

Yoochun  sonrió oscureciendo totalmente todo el panorama, Judy sintió un escalofrió en
su columna, sin embargo como siempre Jaejoong era inmune al terror que solía
infundir Yoochun en esos momentos.  -el que arrancara cada órgano vital de tu asqueroso cuerpo y se lo dará de comer a los perros vagabundos – siseo acercándose peligrosamente a la pesada chica – si no te levantas del camino

Mina se había puesto blanca como la cera, tratando de mantener su compostura,
salio a paso rápido pero con la cabeza en alto del lugar, echándole una mirada
asesina a Jaejoong y a Judy.

 -realmente esta algo loquita – comento con cierta pena Judy, Jaejoong de nuevo pensó
que era adorable, como para pellizcarle sus hermosas mejillitas.

Salieron al calor de la tarde con planes de comer algo en algún sitio, quizás un par de
hamburguesas, pero eso no estaba en el destino de Jaejoong esa tarde, un Maybach Exelero negro
estacionado frente a la puerta de la universidad era prueba de ello, su corazón
comenzó a latir rápidamente en una desbocada carrera ¿Qué era eso?, se llevo una
mano al pecho incrédulo ¿Qué demonios era eso?

La puerta del Maybach Exelero  se abrió dando paso a la sonrisa mas autosuficiente del
planeta, junto al rostro mas herm… arrogante del mundo y el cuerpo mas ardien…
petulante que existe.

Bueno nunca se le habían cruzado tantas palabras juntas en un solo pensamiento, el
modelo soltó una bocanada de aire al ver a Changmib mirándolo con chulería apoyado en su carro negro observándolo directamente a él, Jaejoong pensó que todo sería más fácil de asimilar si su estúpido corazón dejase de latir tan rápido.

 -oye Jae ¿ese no es…

 -si es – contesto Yoochun mirando a Changmin de mala manera, pero al parecer Jaejoong  no eran los únicos inmunes a su tenebrosa mirada.

Changmin se acerco lentamente al grupo de jóvenes, hasta su forma de caminar le hacia ver
superior a cualquier otro infame ser de la tierra, Jaejoong se tenso tanto que parecia una
tabla de surf lista para ser usada en la playa.

 -hola Jaejoong ¿Qué tal? Me preguntaba si quieres ir a comer algo conmigo – Jaejoong abrió la
boca como un pez.

 -soy Yoochun – interrumpió algo bruscamente..- la ultima vez no tuve la oportunidad de presentarme.

 -ah cierto – Changmin miro con curiosidad al chico – bueno ya deben saber quién
soy.

Pues para ser el hombre que tenía el mundo en sus manos era bastante maleducado,
pensó Jaejoong destrenzándose y cerrando la boca que ridículamente dejo abierta.

– Changmin miro a la chica que faltaba, admitió que era linda, y que… estaba demasiado
pegada al modelo.

 -s-soy Judy Allen – dijo la joven totalmente nerviosa enganchando un brazo a Jaejoong–
u-un placer…

 -igualmente preciosa – sonrió Changmin.

Jaejoong lo miro frunciendo el ceño ¿ese imbécil estaba coqueteando con SU Judy? Y sobre
todo ¿ese imbécil estaba coqueteando con SU Judy después de lo que HABÍAN hecho
ayer? No se contuvo de fulminarlo con la mirada.

 -¿Qué dices? ¿Comemos algo juntos?

 -seguro – contesto Jaejoong desafiante, sencillamente porque así le nacía hacerlo –
entonces vámonos
 Sus acompañantes lo miraron incrédulos sobre todo Yoochun, sus alarmas estaban
disparándose a una velocidad alarmante, ¿Jaejoong prefiriendo irse con ese sujeto que
quedarse con Judy? A la que estaba rondando inconscientemente ya hace más de
medio año… nada bueno saldría de esto, estaba seguro.

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El Maybach Exelero avanzaba por las calles de Soul, Changmin estaba sorprendido de si
mismo, ósea ¿ir a buscar al puñetero modelito a su universidad? Y la noche anterior a
su casa ¿Qué demonios pasaba con él? Cada vez sus acciones le recordaban a una
quinceañera enamorada que buscaba a su novio desesperadamente cuando podía, si
claro… seguro.

 -mira no conozco bien esta ciudad, hace muchos años que deje Corea así que ¿Dónde quieres ir? – le pregunto a Jaejoong algo molesto, con el mismo, con Jaejoong y con “todo”, de alguna manera sentía que “todo” comenzaba a escapársele de las manos, cosa que no podía sucederle a él.

Por dios no.

 -pues quiero… ¿una hamburguesa?

 -seguro – sonrió Changmin, hace tiempo que no comía alguna comida chatarra o basura,
joder que ni se acordaba el sabor de una pizza, quizás lo que decía su padre era
verdad.-Estaba viviendo la vida de un sujeto de 100 años.

 -¿Cómo sabias donde estudio? – pregunto de repente Jaejoong.

 -un “pajarito” me conto por ahí

 -aja – Jaejoong lo miro interrogante pero Changmin mantenía fijamente su vista en los negocios
haber si encontraba algún lugar donde comer la hamburguesa mas grasosa de la historia.

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 -abre más grande la boca para que pueda caberte toda… – Jaejoong frunció el ceño.

 -¿Por qué lo que acabas de decir suena a algo completamente fuera de contexto? –
pregunto sujetando la enorme hamburguesa en las manos.

 -tu tergiversaste mis palabras – se excuso Changmin con una sonrisa divertida… – tienes
una mente bastante sucia

No dijeron nada durante un rato, solo comiendo lo que tenían delante, Changmin sorbió de
su soda observando los labios de Jaejoong, brillantes por la salsa de la hamburguesa,
realmente ese chico le parecía un misterio.

 -¿oye por qué me fuiste a buscar? – pregunto de repente Jaejong.

 -estaba aburrido

 -¿siempre me vas a decir lo mismo?

 -qué más da, oye préstame eso un rato – Changmin le quito la hamburguesa y la abrió
revelando su contenido… – quiero ver si eres capaz de comerte esto – agarro la
mayonesa y casi vacío su contenido sobre la carne y la lechuga, luego hizo lo mismo
con la salsa picante.

 -¡hey! – se quejo Jaejoong mirando su hamburguesa que ahora parecía un monstruo salido
de algún drenaje.

 -vamos cométela toda.

 -¡deja de decir esas cosas! – Jaejoong estaba algo ruborizado. 

-deja de pensar en cosas que nada tienen que ver al tema – rio Changmin acercando la “hamburguesa mortal” a su boca – vamos…

 -hazlo tu primero…

Changmin frunció la nariz descontento, pero le dio una mordida provocando que la mayonesa y la salsa roja rebalsaran por todos lados, Jaejoong hizo una mueca de asco.

 -te manchaste la cara

 -qfe maf fa – dijo Changmin con la boca llena, probablemente nunca habría hecho algo así
en frente de muchas personas, pero estar con el modelo ese, le daba una especie de
valentía alocada que le instaba a hacer cosas impensables.

Así es exactamente como debería ser siempre interrumpió la extraña voz instalada en
su mente.

 -bueno es tu turno – dijo Changmin con la voz algo aplastada por el picante abrasador en
su lengua y garganta.

 -eso no puede ser bueno para mi cuerpo – se quejo Jaejoong tomando la hamburguesa en
su boca.

 -tendrás que hacer mucho ejercicio para compensarlo – era impresión de Jaejoong o cada
cosa que supuestamente era “normal” sonaba demasiado pervertida saliendo de la
boca de ese sujeto.

 -lo que sea – corto mordiendo la hamburguesa, estuvo tentado de escupir ese bocado, cuando sintió el mar de mayonesa y salsa picante invadir su boca, pero valientemente mastico un par de veces y trago – joder! – Exclamo con la voz aguda – duele.

 -la primera vez siempre duele – comento Changmin como si nada haciendo atragantarse
al pobre modelo.

  -¡deja de hacer esos comentarios! – se quejo con lagrimas en los ojos – joder, joder
– Jaejoong se tomo toda la soda de un sorbo maldiciendo a su acompañante, ¡le ardía todo, ese picante era horriblemente!

 -deja de pensar cosas morbosas con tu mente anormal

 -¡tú eres el único anormal aquí!

 -seguro – rio Changmin al ver como Jaejoong se daba aire con su boca abierta, sus labios
estaban rojos por el picante al igual que su lengua, y su boca abierta… no era precisamente algo para contemplar sin tener malos pensamientos, un leve cosquilleo en el vientre de Changmin comenzó a alarmarlo.

Al final resulta que el de la mente sucia es otro, canturreo la molesta vocecilla.

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 -¿no entiendo cómo es que ahora Jaejoog se va con él? – dijo Yoochun enfurruñado.

 -¿no es el empresario y perfumista…

 -sí, el mismo – contesto Yoochun a Judy algo apagado

 -maldicio – suspiro rendido Yoochun frunció el ceño removiendo su cabello, Jaejoong era como su hermanito pequeño aun que fuera menor, pero no podía evitar pensar asi, no podía verlo sufrir.

 -iré a la cárcel – dijo en voz alta mientras la hermosa chica estaba mas confundida
que nunca, Shim Changmin osaba hacer sufrir a su amigo y se las veria con Park Yoochun.



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-¿Quieres dejar de acorralarme? – pidió Jaejoong colocando las manos en el
pecho de Changmin tratando de alejarse.

El perfumista los había llevado a una calle bastante solitaria con la excusa de fumarse
un porro, no podían hacerlo en un lugar demasiado público, pues no era legal como en
Canadá cuando viajaba  lo hacía tranquilamente, mala suerte, el día en que legalizaran la cannabis mundialmente, sería el día más feliz de la vida.

El porro estaba finalizado después de unas caladas por parte de ambos hombres, Jaejoong
comenzó a contarle a Changmin acerca de las campañas en las que se había
desempeñado, Changmin con cierta sorpresa descubrió que la primera campaña de
perfume echa por Jaejoong era precisamente la de Eclipse, entre la palabrería de Jaejoong
acerca de la costosísima ropa de marca que les habían obsequiado a Yoochun y a él en
las campañas de ropa.
 Changmin se había perdido en sus labios, en su cuello, en sus
gestos, en cada una de las líneas de su rostro, cuando sonreía o cuando arrugaba
ligeramente el entrecejo, se pregunto cómo sería su rostro descompuesto por el llanto.

Quizás sería divertido averiguarlo.

Changmin agarro desprevenidamente a Jaejoong por la cintura apegándolo a sí mismo, quedando
apoyado de espaldas en su carro, Jaejoong sorprendido por el hecho no fue capaz de
moverse, y Changmin aprovechando su estupefacción bajo descaradamente sus manos
desde su espalda hasta su trasero sin pizca de vergüenza, el cual comenzó a masajear.

 -No –

 Jaejoong podía sentir todos los firmes músculos del estomago de Changmin, presionar contra su estomago plano, pero eso no evitaba que se olvidase del descarado masaje que estaba recibiendo en las nalgas, frunció el ceño mirando enfurecido al sujeto que definitivamente era su perdición, ¿Cómo podía pasar de estar hablando animadamente a ser el tipo pervertido y mandón .
realmente Changmin era raro.

 -en serio – siseo Jaejoong – suéltame

 -sabes que cuando te haces al difícil solo me incitas a joderte mas – se acerco al cuello del modelo necesitando con todas sus células oler su particular aroma, delicioso…

 -yo no estoy haciéndome al difícil, ¡suéltame ya!

 -a los maricones les gusta que otro hombre les toque el culo, así que ¿por qué habría de soltarte?

 -¡ya te dije que no soy gay! Y te recuerdo que tu tampoco lo eres, o a menos que lo de ayer si te haya excitado tocándome.

 -te moviste demasiado, ¿querías que el “pequeño” Changmin se quedase sin hacer nada
cuando estabas rozándolo descaradamente?

 -yo no roce nada descaradamente, estaba tratando de que me dejaras en paz

 -¿es lo que te dices a ti mismo para no aceptar la realidad?

 -Changmin déjame

 -mientes, te agrada la idea de revolcarte conmigo, porque eres homosexual en fase de negación, por eso te comportas como un mojigato cuando te toco, si tan solo lo aceptaras todo sería más fácil

 -¿todo? ¿Exactamente que sería más fácil?

 -el que yo pueda dejar de pensar en tu asqueroso cuerpo de hombre mal desarrollado con complejo de travesti y seguir con mi vida en paz.

 -¡no entiendo nada!

-No tienes que entenderlo y ya.

Changmin comenzó a sentir calor en cierta parte de su cuerpo, que cuando sentía calor, le daba por ponerse dura como una roca, demasiadas imágenes que no podrían ser precisamente descritas como “normales” pasaron por su mente, en las que el modelo estaba en un sinfín de posiciones y con múltiples expresiones en su rostro, eso solo empeoraba cierto problema entre las piernas de Changmin, ¿se supone que tenía que quitarse esa obsesión con el modelo? ¿Pero cómo?

Pues fóllalo ahí estaba la voz ridícula de nuevo…-  llévatelo a la cama y después de
profanar su cuerpo te olvidaras de el.
 Definitivamente yo no puedo acostarme con un hombre, la sencilla idea de meterle algo por el culo a un tío me da asco, me repugna me da nauseas.
Sin embargo aquí estas tocándole descaradamente el culo a Jaejoong, que coincidentemente es un tío, y sabes perfectamente, que lo último que sentirías al follarlo es asco…- la voz de Jaejoong interrumpió la pelea interna con su maltada conciencia. 

 -la gente nos está mirando – se quejo Jaejoong, a pesar de ser una calle poco transitada
en la que se podía fumar mota tranquilamente sin ser descubiertos por la policía, era
difícil que pasaran desapercibidos, dos tíos manoseándose, o en este caso un tío
manoseando a otro.

 -pues que miren – se encogió de hombros Changmin apresando tan fuertemente ese par
de nalgas que casi alzo a Jaejoog del piso.

 -ya basta – de un empujón Jaejoong se libro del agarre, estaba respirando agitadamente y sus mejillas tenían un atrayente color carmesí.

 -eres gracioso – declaro Changmin guardando sus manos en los bolsillos de su chamarra
 ¿quieres que te acerque a la pocilga que llamas casa?

 -no es una pocilga, y seria amable de tu parte – Jaejoong estaba inseguro… Chhangmin era tan
repentinamente cambiante, y totalmente impredecible.

 -sube entonces

Jaejoong subió al  carro negro en el lugar del copiloto, ¡Changmin era un maldito bipolar!
Porque estaba de buen humor hasta hace unos momentos y ahora parecía querer
deshacerse de él lo más pronto posible, ¿realmente era Changmin así? ¿Shim el perfumista
más famoso de Asia? Sencillamente increíble.

 -eres raro – declaro Jaejoong cruzándose de brazos en un gesto defensivo.

 -y mira quien lo dice chico travesti.

 -¡déjame aclararte que, no porque use ropa ajustada y maquillaje tengo que ser un travesti!

 -¿solo te hace falta la ropa de chica y ya está, mírate? Por favor…

 ¡Ropa de chica, claro que la había usado, para era solo presentar a Yunko, pero no por eso tenia que ser travesti y menos un maricon como el dice!  – se quejo el modelo molesto con su interlocutor, pero claro que va a saber de moda.

 -bájate – estaban frente a su apartamento y Jaejonog ni si quiera se había dado cuenta de
ello, algo ofendido se bajo del carro, la rodeo a paso lento y al llegar del otro
lado miro a su peor pesadilla frente a él.

  -pues… me divertí, adiós

 -¿Oye Por qué no hay ni una sola foto tuya sin camisa en las revistas? Ni si quiera en las
de los pantalones de “horgi”, y conozco al publicista de eso, para sus modelos
siempre le pide  que salgan sin nada arriba a torso al desnudo pero tu eres la única excepción

 -¿estás viendo mis publicidades en revistas? – pregunto Jaejoong incrédulo.

 -…solo te levantaste la camiseta hasta el ombligo ¿pero por qué no te la quitaste?

Las manos de Jaejoong comenzaron a sudar, ¿Por qué ese sujeto tenía que ser tan
endemoniadamente perceptivo?, cuando estaba con Changmin se sentía totalmente un libro
abierto ante sus ojos y la idea comenzaba a asustarle.

 -Miguel pensó que no tenía demasiado musculo en el pecho por eso me dejo con la
camiseta… contesto Jaejoong.

Changmin esbozo una sonrisa ladeada poniendo mucho más nervioso al modelo ante su
Escrutinio, Miguel Schafer su publicista, que trabajaba para varias empresas a parte de
la suya, había puesto a chicos mucho mas flacos que Jaejooog al descubierto, lo que
significaba que el modelo estaba mintiendo de nuevo.

 -te dije que conmigo mentir no funciona… Jaejooong

El modelo apretó fuertemente los puños mirando a Changmin enfurecido, estaba harto de
todo ese juego sea lo que sea que estuviese pasando, no entendía nada, no entendía
a Changmin ni sus absurdas palabras, en un momento podía ser agradable y hasta
divertido, luego al siguiente estaba molesto e irritado, o se ponía a joderlo a preguntas
como esa o la de sus padres.

 -mira… no tengo por qué contestarte nada – Jaejoong se giro para adentrarse en su
departamento, en su cuarto bajo sus sabanas y quedarse ahí hasta que tuviera que ir
a la universidad, no quería seguir en ese juego porque sabía que podría salir
perdiendo. 

-realmente sería más fácil si me lo dijeras Jaejoong – escucho la voz de Changmin a sus
espaldas – porque de todas formas lo voy a averiguar

 -¡déjame en paz! – grito Jaejoong incapaz de contenerse, escucho el ruido del motor del carro cuando esta se alejo en dirección al Westin Hotel, suspiro, ¿Por qué a el le pasaban siempre cosas tan raras?

Un escalón, dos escalones, cuatro escalones, quince escalones, veinticinco escalones
y el pasillo, siempre le había gustado contarlos al subir al departamento que compartía
con su amigo, era de alguna manera para él una especie de rutina para relajarse,
sin embargo, desde el corto tramo de pasillo que separaba las escaleras de la puerta
de entrada, todo su rutina se fue a la mierda.

Era como tener dos personas en su interior, una parte suya, estaba muy contenta y
relajada de ya no tener que lidiar con Shim y su curiosidad aplastante hacia temas que
jamás en la vida tocaría nuevamente, y otra parte suya, la más exasperante estaba
deseando tener cerca al perfumista nuevamente, como si lo extrañara, como podía
extrañarlo si apenas lo conocía 5 míseros días.

¿Qué demonios estaba mal con él?

Vamos Jaejoong se razonable se dijo a si mismo tú no quieres volver a verlo, no quieres
estar bajo su penetrante mirada que parece que te atravesara con ella, no quieres que
su carácter extraño aplaste al tuyo, quieres librarte de él.
Pero  porque en el fondo sabio que no quería.


 -¿Qué tal Jae? ¿Cómo te fue con Shim? – pregunto Yoochun como siempre sentado
en uno de los sillones de la sala viendo tv.

 -ah… le enseñe un poco la ciudad, solo eso Yoochun alzo una ceja algo confundido, Jaejoong solía hablar hasta por los codos y ahora estaba extrañamente silencioso. No dijo nada mas, pues si algo sucedía ahora no era el momento indicado para hablar.

 -seguro – sonrió Yoochun, señalo su cuenco con palomitas de maíz – ¿te unes? – pregunto.

 -estoy cansado, pero gracias Raton – Yoochun soltó un gruñidito y se encogió de
hombros.

Cuando Jaejoong fue hacia el pasillo que comunicaba la sala con las habitaciones y el baño,
tuvo un mal presentimiento al ver como su amigo se levantaba del su lugar y seguirle a la habitación.

 -Jae quería hablar contigo ¿Tienes unos minutos?

 -seguro… dijo algo temeroso

Jaejoong entro a su habitación junto con Yoochun, el primero se sentó en su cama mientras que el segundo se quedo en el umbral de la puerta este lo miro con esos ojos que sabía que no podría rehusarse.

 -¿Qué tal tu tarde? – pregunto Yoochun por segunda vez, pero esta vez mirando fijamente a su amigo.

 -normal… - trato Jaejoong, ya te lo dije no, pero sabía que era en vano – raro – dijo rendido al fin.

Extrañamente Yoochun no dijo nada, no podía decir que expresión traía su amigo en su
rostro pues miraba directamente el piso, no escucho a Yoochun moverse pero cuando
vio las zapatillas de su amigo aparecer en su campo de visión alzo la mirada, Yoochun
era demasiado rápido y antes de que Jaejoong se diese cuenta le quito la bufanda del cuello,
Jaejoong soltó un gritito agudo y se cubrió con su cabello enrojeciendo.

  -¡Chu-Chun! – no se atrevía a mirarlo a la cara, prefería mirar la pared.

 -¿dime quien te hizo eso?

El corazón de Jaejoong latía tan rápido que el modelo temió que se le subiera por la garganta, con algo de temblor en las manos desabrocho el primer botón de su camisa negra y dejó a la vista parte de su clavícula donde habían dos marquitas mas.

 -ayer cuando acompañe a BoA hasta la entrada estaba sin camiseta y creo que me
picaron los mosquitos

Era una mentira a medias, no podía sentirse culpable, de hecho si tenía picaduras de
mosquitos en su pecho pero lo que Changmin le había hecho en el cuello era mucho más notorio…

 -Jae, desde que  tu apareciste en mi vida eres como mi hermano, y no quiero que nada malo te pase – insistió Yoochun.

 -realmente estoy bien – trato Jaejoong abrochando de nuevo su camisa – si algo sucede,
te lo contaré.

-Bien no te obligare a que me cuentes, pero confió en ti.


********************************

Las luces eran realmente interesantes, atraparon totalmente la atención de Changmin, de
tantos colores, rojos, azules, violetas y verdes, danzando por todo el local, miles de
cuerpos sudorosos bailando, muchas chicas se habían quitado las blusas quedando
en brasier, había otro par de chicas en la barra dejándose disparar chorros de cerveza
en sus camisetas blancas, era más que claro que no llevaban brasier debajo.

¿Por qué las luces de ese lugar estaban pareciéndole más interesantes que las dos
chicas sentadas a sus costados?

Incluso la canción que estaba sonando en ese momento era más interesante que las
perras rodeándolo, ¿para qué había ido a ese lugar si no era a follar?, claro que fue a
follar con una chica, o dos, o diez, chicas con grandes pechos, cinturas estrechas,
piernas hermosas y torneadas, cerebros vacíos…Because you live and breathe…
¿Por qué hasta la estúpida letra de esta estúpida canción le recordaba a Jaejoong?

Los voluminosos pechos de una de sus acompañantes se clavaban firmemente en su
brazo, nunca en su vida le había parecido más fácil conseguir chicas, estas eran
incluso más fáciles que pagar una prostituta, Changmin froto con cansancio su frente, las
luces lo estaban mariando…

Siempre había sido así, yo no soy gay, solo quiereo follarme una cuants chicas.-se decia insistentemente.
¿Realmente cuantas veces has pensado eso en estos días? le contesto la horrible voz
que odiaba cada segundo más.

 -¿entonces les gustaría acompañarme a mi hotel? – sonrió Changmin a las chicas.

Sus estúpidas risitas fueron su respuesta, las llevo en su ahora camioneta negra hasta otro
hotel lejos del Westin, no podía arriesgarse a que lo vieran.

Cuando se unió físicamente a ambas chicas, pensó que todo estaba bien, el placer de
fundirse con esos cuerpos femeninos y poseerlos, reafirmando su hombría, sus
gemidos demasiado agudos, demasiado femeninos…

¿Cómo serian los gemidos de Jaejoong?

Sacudió la cabeza tratando de concentrarse en lo suyo, pero ya había cometido el enorme error de pensar en el modelo misterioso, quería conocer todas sus expresiones, todas sus tonalidades de voz, por que los ligeros espasmos y los sordos jadeos que había escuchado de Jaejoong, lo hacían vibrar mucho más que aquellos chillidos de esas dos desconocidas que estaba follándose.

*****************************************

 -¿De qué basurero saliste?

 -no lo recuerdo – Changmin se arrojo en la cama de esa habitación de hotel – creí que
dijiste que me dejarías solo…

 -¿y dejar que hagas el ridículo? Si tu culo se hunde, el mío también lo hará y eso no
es conveniente, jefe

 -me duele la jodida cabeza – Changmin se cubrió los ojos con un brazo – ayúdame Vic…

 -soy tu asistente no tu empleada domestica

 -también eres mi amiga, no puedes dejarme agonizando…

 -pues bien merecido lo tienes por ingerir toda esa mierda – no obstante la chica de
los ojos oscuro salió de la habitación dispuesta a encontrar algún analgésico para su
Retorcido jefe, no le fue muy difícil encontrarlo, pero ahora tenía algo mas en mente.

Su jefe había estado rondando a ese modelo como jamás rondo a nadie, y de repente
volvía a ser el capullo de antes, el que se monta orgías en medio de la noche, eso
sonaba a que Changmin quería estar “seguro” de su inclinación sexual, una forma de cerrar
los ojos ante la realidad.

El modelo comenzaba a atraerle de maneras que no debía, y Victoria sabia que eso
asustaba a su jefe, sentirse atraído por alguien del mismo sexo, no debía ser fácil y
sobre todo para una persona como Shim Changmin, que media la hombría de su persona
con la cantidad de chicas que pasasen por su cama.

  -ten – le tendió la botella de agua mineral y las pastillas analgésicas – ¿y bien ya
recordaste algo?

 -creo que si – Changmin metió la mano al bolsillo de su pantalón y saco un par de bragas
rojas muy diminutas – ug si ya recordé – las lanzo a un lado

 -eso es bastante desagradable – convino Victoria frunciendo la nariz.

 -consigue unos boletos a Japon para hoy en la noche – Changmin hizo caso omiso de
la mirada de Victoria hacia la lencería olvidada en un rincón de la habitación –
¿podrás?

 -con gusto

 -genial – Changmin se metió bajo las mantas – por eso dije que te necesitaba

 -eres peor que un niño – Victoria cerró la puerta con cuidado de no hacer mucho y
ruido y reservo vía teléfono, un par de asientos en el vuelo de las nueve para
Japón, quizás ahora toda esa locura seria una más de las de Changmin y podrían
Olvidarse de Kim Jaejoong.

******************************

Yoochun se levanto rápidamente al oír los gritos de Jaejoong en su habitación, cuando salio a
toda prisa con su mirada de susto, irrumpio en la habitación de su amigo, lo que vio lo dejo
una vez más, helado.

Jaejoong se retorcía en la cama, llorando y gritando sus uñas arañaban su rostro haciendo
marcas rojas, que si pronto no detenían, podrían abrirse y sangrar, Jaejoong
convulsionaba a tal punto que su espalda formaba un arco casi doloroso, las frazadas
se enredaban y caían al piso, pero lo más horrible eran los gritos de horror de Jaejoong, sin
perder más tiempo Yoochunse acerco al joven y sujeto sus muñecas para evitar que
siguiera lastimándose, Jaejoong se retorcía bajo su agarre.

  -¡Jae despierta! –  golpeo las mejillas de Jaejoong llamándolo – ¡Jae!

El modelo dejo de moverse y abrió lentamente los llorosos ojos, Yoochun estaba algo
sofocado encima de él, atrapándolo con sus manos y cuerpo, mirándolo con preocupación, un ardor se apodero de su rostro.

 -¿eh soñado de nuevo? – pregunto a su amigo, y el asintio.

 -Jae…

 -no recuerdo – dijo el modelo rápidamente sentándose – el sueño, jamás lo recuerdo

– Yoochun sabía que estaba mintiendo, aun podía ver el terror en sus ojos, se acerco a
Jaejoong acariciando la espalda de su amigo.

 -si algún día llegaras a recordar ¿prometes contarmes? Sabes que… puedes confiar
en mi.

Jaejoong asintió algo cohibido sabiendo perfectamente que jamás seria capaz de contarles
algo como eso a su amigo, lo odiaría, nadie debía saber jamás los pecados que estaban implicados en el nombre de Kim Jaejoong.

 -¿estas bien? ¿Quieres que me quede un rato?

 -no… mañana tenemos clase, no te preocupes estoy bien

 -¿seguro?

Jajoong asintió con la cabeza antes de acomodarse nuevamente en su cama, Yoochun alzo
las mantas derramadas y las acomodo sobre su amigo antes de salir.


Jejoong en su habitación no pudo volver a dormir, los espasmos en su cuerpo se lo
impedían, había vuelto a tener aquel sueño horrible, y no le había pasado ya en
tiempo, volvía a tenerlo justo ahora que conocía a Changmin…

De alguna manera se sintió extrañando sus fuertes brazos rodeando su figura, lo hacía
sentir tan vulnerable y protegido a la vez, Changmin siempre lo hacía contradecirse, y se
asombraba de estar pensando en el perfumista con tanta frecuencia siendo que solo lo
conocía cinco días, poco a poco el sol comenzó a colarse débilmente a través de las
cortinas, Jaejoong suspiro rendido, no podía dormir, así que decidió cambiarse desde
temprano.

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Si le dijeran a quien amaba realmente Changmin, el seguramente diría sin dudarlo a su amada abuela, ella era su vida y la única persona que le dio lo que el necesitaba cuando era un pequeño niño travieso y ahora que era todo un hombre, sentía que su abuela era el único ser en la tierra que podría decir que ama con su vida.

-¿Min que anda mal contigo? – el perfumista suspiro sorbiendo de su helado de
capuchino, su abuela lo miraba perspicazmente, conocía a su niño como nadie, y para
ella era tan claro como el agua, que Changmin estaba en algún planeta desconocido, alejado bastante del planeta tierra.

 -Abu…

 -estas distraído, y aun que creí que no fuera posible, de mucho mas mal humor que
antes, ¿Qué fue lo que le dijiste a Priscila que de repente pidió su renuncia? – Changmin
lanzo un gemido muy bajo que Simonne su abuela no logro escuchar, ¿en qué maldito momento
se le ocurrió insultar al ama de llaves de su abuela? Si se enterara…

Lamentablemente el único ser inmune a sus mentiras era su hermosa abuela.

 -quizás exagere un poco – admitió Changmin alzando la mano para que un camarero se
acercase.

 -¿un poco Min? – pregunto la mujer mirándolo con sus profundos ojos marrones.

 -hum… bueno en realidad mucho – acepto changmin evitando las hermosas pupilas de la
mujer que le cuido desde que nació, el camarero sonrió ensayadamente a sus clientes.

 -¿Qué se le ofrece señ… -que te lleves esta porquería de aquí – siseo Changmin entregándole el helado a medio consumir – y dile al inútil que lo hizo, que es la mierda mas agria que haya probado en mi vida

 -lo siento mucho señor – el camarero cogió el helado – lo notificare al chef ¿hay
alguna manera en que podamos compensarlo?

 -no gracias – dijo Simonne, antes de que su nieto abriera la boca, el sujeto se retiro
algo demasiado rápido para ser normal, Simonne suspiro – ¿vez que estas mas
irritable? ¿Por qué trataste así al pobre muchacho…?

 -no lo sé – admitió Changmin al fin – es solo que… ¡me molesta! – estalló, no podía
mantener su máscara intacta, al menos no frente a su abuela – yo… conocí a una
persona que simplemente logra desesperarme…

 -¿es una chica? – pregunto su abuela tratando de ocultar su emoción.

 -no, es… uno de los modelos de “Eclipse”

 -¿y por qué te desespera?

 -no lo sé abu, me siento enojado cuando estoy con él, pero… creo que tiene su lado divertido… - Changmin no se paro ni un momento a pensar, que lo que él consideraba
divertido era que molestaba a Jaejonog de todas las maneras inimaginables.

 -¿Min? Hijo, tu nunca has pensado que un hombre fuera divertido, creo que ni
siquiera has dicho eso de alguna chica…

 -las chicas son divertidas en la noche – Simonne arrugo su nariz provocándole una
sonrisa a Changmin.

 -malcriado – dijo ella acabándose su helado – bueno entonces ¿son amigos?  -no

 -¿no?

 -hablamos un par de veces pero… no somos nada, simplemente el… tiene algo que
esconder y yo quiero descubrirlo…

 -¿no crees que eso es un tanto impulsivo? Después de todo, todos tenemos
secretos Min.

 -desde que lo vi… algo, sentí algo raro – Simonne miro a su nieto interesada – es de
alguna manera como… no lo sé abu, cuando vez una caja atrayente y te mueres por
ver su contenido.

 -hay Min – suspiro Simonne acomodándose frente a su nieto – ¿qué sucede si la caja
está vacía o si su contenido no es lo que esperabas?

 -no lo sé abu, si es así simplemente me olvidare de una vez por todas de la maldita caja, la cuestión… es abrirla y ver que hay dentro sin importar si me decepciona o no…

 -nunca nadie había acaparado tu atención a tal punto…

 -mentirosa, tu siempre acaparas mi atención

Simonne sonrió con cierto rubor en sus mejillas, Changmin la llevo en su Cadillac hasta su
casa y odio nuevamente el momento de despedirse de ella, se sentía más ligero
siempre que le contaba sus problemas, pero también se sentía mal por agobiarla con
sus propias cargas, el amaba a su abuela más que a nada en el mundo.
Y ahora ella sabia el desastre que estaba causando Kim Jaejoong en su vida.

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