miércoles, 21 de enero de 2015
ROADS CROSSED EPISODE 7
Changmin no podía quitar sus ojos de Jaejoong, siempre que estaba cerca lo estaba mirando, no sabía que de interesante tenía la figura del chico rubio teñido mientras limpiaba el lugar, con una cara de total hastío, se mintió a si mismo diciendo que lo miraba para regocijarse en su sufrimiento, pero sería un maldito mentiroso si lo hiciera, porque la mayoría de las veces solo miraba su rostro, ya se sabía de memoria las líneas que formaba su piel cuando ponía esa cara de total disgusto.
Quizás eso nunca sucediera, Changmin se había acostumbrado a la fastidiosa y cargosa presencia de ese chico, ni el mismo sabia como jodidos podía suceder algo así, no se sorprendió de entrar a una zona llena de casas exuberantes y elegantes, unos más que otros, la gente amaba superarse para ver quién era el más exagerado con sus viviendas, bueno todos se habían esmerado en ello, Changmin apagó la moto y se escabulló como un gato entre las paredes, para ver donde entraría el auto con Jaejoong, vio una verja blanca abriéndose automáticamente para que el auto pasara adentro, la casa del rubio era enorme, el jardín delantero era una jodida obra de arte, tenía más estilo que su propia casa aun la suya era más grande que la de Jaejoong, incluso tenia canchas de distintos deportes que su padre había hecho poner para él cuando era niño.
Bien, ya sabía a donde tenía que venir más tarde.
—El perímetro está limpio Gaebs, ¿Ves algo en las cámaras?
Un sonidito de campana lo distrajo de su conversación, Changmin vio como los ojos del rubio volaban hacia la laptop y luego hacia Changmin con angustia, ambos tardaron un segundo en reaccionar, ellos se lanzaron sobre el aparato como animales salvajes, luchando por tenerlo en su poder, Changmin sometió a Jaejoong bajo su cuerpo mientras abría el Chat en el que el rubio había estado, sus ojos le dolieron por ver tantos penes y culos juntos, joder, habían miles de fotos, y usuarios chateando.
Fue en ese momento en el que un pensamiento cruzó su cabeza “¿Por qué no?” Changmin dejo la laptop a un lado y recorrió con su índice un camino desde el cuello hasta el rosa pezón de Jaejoong, este gimió bajito y se mostró asombrado, “wow” fue el pensamiento de Changmin, el rubio era realmente sensible en su cuerpo se notaba cuanto lo descontrolaban esas simples caricias, Changmin lo vio quedarse quieto totalmente, sometiéndose a quien aún le debía la vida y cada respiración de sus pulmones.
—Eres una perra ¿Piensas que te voy a creer eso? “sexy cat” —se burló Changmin perdiendo su mirada en los labios de Jaejoong semi-abiertos, ¿Y si Loren tenía razón? Si todo eso se tratara simplemente de desconectar su mente del lado racionalidad y seguir adelante sin detenerse a pensar cosas como que lo que estaba haciendo estaba mal, quizás todo sería más fácil si simplemente dejara de pensar, de todas formas ¿Quién decidía que estaba mal y que no? Él ponía sus reglas sobre sí mismo, llegar a ese nuevo razonamiento le trajo la voz de Loren recordándole el consejo que esta le había dado: “deberías dejar de lado lo que los demás puedan pensar de ti y hacer lo que te salga en el momento, y lo digo enserio” ¿Hacer lo que le saliera en el momento? ¿Actuar instintivamente? Mandar todo a la mierda y que le saliera natural, sin importarle nada más… Eso era un punto a favor de la psicóloga, Changmin nunca hacia valer la opinión de los demás, así que ¿Por qué ocultarse? El inconveniente era que Jaejoong era un hombre, si tan solo hubiera sido mujer seria todo más fácil, pero bueno ahora solo tenía que asegurarse que nadie se enterase…
—“Hey tu tipo grande, sujétalo y nalguéalo fuerte” —escribió Changmin recalcando el “fuerte” eso iba a ser divertido, Jaejoong lo mirada extrañado, los sujetos leyeron la orden de Changmin y se rieron, Changmin observo asombrado como el sujeto más pequeño se dejaba caer en el regazo del calvo y alzaba sus redondas nalgas dispuestas para la pesada mano, Changmin aprecio como lo nalgueaban una y otra vez hasta que las nalgas del chico estuvieron rojas y marcadas con los dedos del otro, la cosa era que… en vez de dolerle parecía estarle gustando, ese no había sido su plan… hu-hu.
Jaejoong no podía creer lo que estaba pidiéndole Changmin, de verdad iba a follarlo y aunque estuviera en una pelea interna consigo mismo no podía dejar de pensar en lo excitante que sería poder sentir a Changmin, si después de todo lo amaba y se entregaría a su amor, cerro fuerte los ojos y dejo ir todo sus miedos y solo se rindió a los brazos de Changmin.
—Hay lubricante aquí por algún lado —jadeó Jaejoong retorciéndose, tratando de mover los brazos, Changmin alzó ligeramente su cuerpo para permitirle moverse más libremente, Jaejoong levanto una almohada y jalo de abajo una botellita que al destaparla dejo suelto el fuerte olor a uvas, a Changmin se le hizo agua la boca ante el olor, el rubio derramo el líquido color vino en sus manos, olía malditamente bien, como a chicle de uva.
—Yo sé lo que hay que hacer, solo hazlo despacio…
Las manos de Jaejoong volaron al pantalón de Changmin, como este estaba entre las piernas del rubio, Jaejoong se acarició su propio pene con el reverso de sus manos mientras desabrochaba los jeans, Changmin con su mano libre, dejo salir a su verga y la acaricio un par de veces, no podía creer que estuviera así de duro por culpa del marica que estaba a punto de follarse, joder, joder, joder. Esto era culpa de Loren por meterle ideas tontas en la cabeza de “actuar sin pensar” y toda esa basura, apenas estaba comenzando a aplicar dicho consejo e increíblemente como consecuencia estaba punto de follar con Jaejoong, este soltó un largo gemido cuando Changmin hundió tres dedos en el canal y comenzó a follarlo con estos, la escena era tan erótica que Changmin decidió que prefería no pensar en el lado negativo de todo el asunto o se volvería loco justo en ese momento.
Mejor enloquecer después de haber partido a Jaejoong por la mitad.
—De acuerdo, pero no me saldré, aunque llores como nena —amenazó Changmin empujando suavemente hacia delante, la cabeza de su miembro se deslizo adentro con facilidad pero después la presión le impidió seguir, Changmin estaba totalmente hipnotizado con la imagen, la piel de su verga era más oscura que la de Jaejoong el contraste era impresionante, no podía creer que realmente estuviera adentro del rubio, este jadeó arqueando a espalda, Changmin se encajó hasta la mitad entonces Jaejoong se tensó y sujeto sus hombros, Changmin se detuvo— ¿Qué sucede?
—S-solo una p-pesadilla mamá, todo está bien —Changmin se mordió un nudillo para no reír.
—Duérmete —fue una firme orden mientras Changmin se hundía en la inconciencia.
Jaejoong tenía la mitad del cuerpo de Changmin encima, se había dormido jodidamente rápido, el rubio no podía dormir no era que estuviera incomodo, aun que le costaba ligeramente respirar, es solo que lo que acababa de pasar era totalmente increíble, Jaejoong se movió buscando un poco de comodidad, Changmin lo sintió moverse y lo apreso por el pecho con un brazo como una firme tenaza que lo mantuvo en su lugar, el rubio estaba seguro de que Changmin seguía dormido pues se escuchaban sus suaves ronquidos, ¿Ni dormido podía dejarlo en paz? Jaejoong soltó una risita, estaba feliz, estaba vergonzosa y humillantemente feliz, como una princesa que venció a la bruja mala y se quedó con el príncipe al final de la historia, más o menos…
La verdad era que él nunca había estado abajo por dos motivos, uno, tenía mucho miedo de que le doliera mucho, le habían dicho que la primera vez dolía, y dos, él tenía que tener el control siempre, después de todo él era Kim Jaejoong, no cualquier persona en el planeta podía decir lo mismo.
Pero estando con Changmin… con el único al que había amado simplemente no pudo decir no y más bien… actuó como si no le importara, aunque mentiría si dijera que no le había dado miedo, pues si casi le da un paro cardiaco al principio pero al final no dolió tanto como había pensado, si le ardía el culo pero no era como para ponerse histéricos, además… lo había disfrutado tanto.
Y pensar que él se había acercado a Changmin, años atrás en el colegio, con la idea de jodérselo, si en ese entonces alguien le habría dicho que acabaría precisamente jodido y enamorado de Changmin le había roto la cara por decir estupideces.
Escucho un suave ronquido deChangmin por encima de él, estaba todo sudado y el semen que no había tenido tiempo de limpiar estaba esparcido por su vientre, el pecho de Changmin contra su espalda también tenía la viscosidad, joder eso se quedaría pegado a la mañana siguiente, ¿Qué le costaba a Changmin tomar una ducha antes de dormir? ¿Sería de esos a los que les pega fuerte el sueño luego de una buena jodida? Entre pensamientos de que tenía que mandar urgentemente a lavar todas las sabanas de su cama Jaejoong se quedó dormido.
—&—
— ¿Joven Jaejoong? —Tocaron la puerta— ¿Ya se despertó, joven? —la perilla comenzó a girar…
— ¡No entres Peter! Espera un segundo —gritó Jaejoong debajo de Changmin— ¡Hey quítate! ¡Nos van a ver! —susurró echando un codazo hacia atrás, Changmin siguió dormido como si nada, el rubio se deslizo trabajosamente debajo del otro como pudo, siseo cuando la parte de piel con semen en su espalda se jaloneo pegoteada con la piel de Changmin, sin embargo este siguió dormido, Jaejoong bufo observándolo incrédulo, ¿Cómo podía seguir dormido? Se puso sus bóxers y se observó al espejo, estaba imposiblemente despeinado, su cabello rubia estaba echa un nido de pájaros, y un enorme chupón adornaba el lado izquierdo de su cuello, ¡Mierda! ¿Otra vez? Ya se había metido en un jodido lío con el anterior que Changmin le había hecho.
Cogió una bata y se la puso, al igual que una bufanda alrededor de su cuello, seguramente se veía totalmente estúpido con eso, abrió la puerta lo suficiente como para ver a Peter por el resquicio, este llevaba el carrito con el desayuno, impecablemente vestido con su traje de pingüino, o de mayordomo mejor dicho…
— ¿Qué hora es?
—Las diez. ¿Le pasa algo joven? —pregunto Peter extrañado, viendo la bufanda alrededor de su cuello, hacía calor y él estaba con bufanda… que locura.
—Creo que me arde un poco la garganta, es todo…
— ¿Debería traerle alguna medicina? —Jaejoong se lo pensó un instante, tenía que seguir con su mentira o si no, no sería creíble.
—Sí, y trae también más comida —pidió jalando el carrito hacia su cuarto— tengo hambre, seguro por el resfriado… —mintió cerrando la puerta, se acercó con el carrito hasta la cama, todo estaba oscuro por las cortinas cerradas, presionando un botón de un control remoto todas las cortinas se abrieron dejando entrar la luz del sol, Jaejoong se quitó la bata y la bufanda y cayó sobre su cama solo enfundado en su ropa interior, encendió el televisor y comenzó a morder una tostada, a su lado Changmin se removió despertando, Jaejoong sonrió, se veía lindo despertando, con sus ojos tiernos por el sueño.
—Mierda —dijo Changmin con la voz ronca— ¿Qué hora es?
—Las diez.
— ¿Y por qué estamos despiertos? —pregunto Changmin molesto arrugando los ojos ante la luz mientras trataba de dormir de nuevo.
—Porque en mi casa todos se despiertan a esa hora, seria sospechoso si yo siguiera durmiendo después de que Peter hubiera venido a despertarme.
—Mierda... quiero dormir —gruñó Changmin tapándose hasta los ojos con las sabanas, Jaejoong solo soltó una risita y siguió desayunando unos toques en la puerta los asustaron.
—Tranquilo, solo es Peter —Jaejoong se paró y volvió a cubrirse, Changmin lo miraba raro mientras se ponía la bufanda ¡Era por su jodida culpa que tenía que hacer eso! Abrió la puerta y recibió la medicina y una bandeja con comida de parte de Peter, metió todo a la habitación y cerró la puerta con llave.
— ¿Estas enfermo? debiste avisarme antes de que folláramos, no quiero contagiarme un maldito resfriado —refunfuñó Changmin sentándose en la cama y cogiendo algo de comer.
— ¡Esto es tu culpa! Si tan solo no te lanzaras a morderme el cuello como si fueras un maldito vampiro yo no tendría que fingir un resfriado —Jaejoong se quitó la bufanda y la arrojo lo más lejos posible revelando el desastre, Changmin solo se río mientras miraba su obra de arte plasmada en la piel de su cuello, el rubio le mostró el dedo de en medio y se sentó a comer mientras miraban la televisión, Jaejoong cogió una tostada con mermelada y comenzó a lamer la mancha al centro de la tostada con sabor a uvas, le encantaba hacer eso antes de morderla, se relamió la mermelada de los labios y pronto estuvo aplastado contra la cama por Changmin, abrió los ojos como platos y no se movió, Changmin lo miraba como si quisiera comérselo.
—Tienes una jodida y erótica manera de comer, ¿O solo estabas tratando de seducirme? —Jaejoong sintió el duro pene de Changmin enterrarse en su cadera, su propia erección se tornó dura como una roca entre sus piernas, ayer había tenido miedo pero ya no, su culo se contrajo con ansiedad, ¿Changmin iba a repetir? Jaejoong llegó a pensar que lo de ayer seria solo un desliz y luego todo volvería a ser como antes, cuando Changmi lo odiaba… ¿Lo odiaba? Seguramente aun lo odiaba, solo estaba jodiendo con el… pero el rubio por algún motivo se conformaba con lo que sea que Changmin quisiera darle.
— ¿Qué es lo que crees? —pregunto Jaejoong desafiante, escucho con placer como Chanmin soltaba un gruñido bajo, fue girado con brusquedad, sintió como su cabeza era empujada contra las almohadas, un poderoso brazo se metió bajo su abdomen y jalo sus caderas había arriba, dejándolo con el culo al aire, mierda su pene estaba dura como un pedazo de hierro atrapada en su bóxers, nunca jamás lo admitiría pero amaba que Changmin lo sometiera de ese modo, que lo manejara como un muñeco de trapo a su antojo para tener su mejor ángulo, Changmin prácticamente le arranco la ropa interior sus mejillas se colocarom de rojo pues Changmin estaba mirándolo directamente “ahí” mientras el rubio estaba arrodillado y totalmente ofrecido para lo que quisiera hacerle.
Jaejoong sintió como unos dientes se clavaban en una de sus nalgas y tuvo que gemir, eso era tan erótico, sintió la palma de Changmin contra sus testículos apretándolos suavemente, se arqueo como un gato y se mordió el labio, un dedo comenzó a forzar su entrada— ¡Oh Dios! —jadeo Jaejoong abriendo más las piernas para dejarle más espacio, le ardía por las actividades del día anterior pero ese mismo ardor era lo que le estaba poniendo cachondo.
—Aún es muy ajustado aquí atrás… —jadeo Changmin en su oído metiendo y sacando su dedo, luego continuo con dos— aun estas húmedo aquí… —Jaejoong podía escuchar el sonido de humedad que hacían los dedos de Changmin al entrar y salir de su cuerpo.
—No importa, tengo mucho lubricante —dijo el rubio cogiendo la botellita y lanzándola sobre su hombro, Changmin la cogió fácilmente y la destapo, Jaejoong sintió como Changmin dejaba caer el líquido directo sobre su agujero, la botella hizo un ruido seco cuando este la arrojo al piso, el rubio sintió algo alineándose contra su culo, y no eran precisamente sus dedos, respiro profundamente cuando Changmin comenzó a entrar en el con demasiada rapidez, lastimándolo cuando acabo de empujarse de un solo empujón.
— ¡Mierda… mierda! ¡Sigues estando malditamente apretado! —escucho detrás de el mientras se mordía fuertemente los labios para no dejar salir un quejido de dolor. Respiro tratando de calmarse y olvidarse de la dolorosa fricción en sus paredes, Changmin comenzó a moverse sin previo aviso.
— Ouch, ¡Maldición! Ve más lento, me lastimas imbécil —gruñó Jaejoong respirando mientras recibía a Changmin con cada embestida, aún seguía doliendo como una mierda, podía sentir cada centímetro de Changmin que jodía su agujero, esperaba que el malestar pasara pronto y pudiera disfrutarlo tanto como ayer.
— ¿Te estas quejando? —dijo Changmin empujando más fuerte mientras clavaba sin piedad los dedos en su cadera aumentando otro dolor al que ya sentía en su culo.
— ¡Nhg! Hey ten cuidado… —jadeo Jaejoong, sus ojos se aguaron sin su permiso debido al dolor, los limpio en la almohada tratando de que Changmin no lo notara, pero al parecer este igual lo hizo ya que comenzó a ir más lento, Jaejoong se preguntaba por qué Changmin era amable con él, después de todo podría simplemente follárselo brutalmente y ya… quiso preguntarle ¿Por qué…? Habían tantos porqués en su cabeza, pero ese no era el momento de pensar y Changmin le hizo olvidar cualquier pensamiento que pudiera estar en su mente al tocar con la punta de su verga la pequeña glándula que le dio un placer capaz de volcarle los ojos hacia adentro, pronto su erección había vuelto a la vida y chorreaba sobre las sabanas mientras sentía como el pene de Changmin latía dentro suyo.
— ¿Quieres que te lo haga más rápido? —le pregunto Changmin inclinándose a su oído, lamiéndolo e introduciendo su lengua dentro, Jaejoong gimió ladeando la cabeza, ofreciéndole su cuello, nublado totalmente por el placer que sentía, era una lástima que Changmin estuviera donde no alcanzaba su visión pues amaba ver su magnífico cuerpo desnudo.
—Si, ¡Hazlo más rápido! ¡Aah! ¡Changmin! —este sujeto sus caderas para salirse, el volvió a entrar al instante, las rodillas del rubio se resbalaron sobre la seda de sus sabanas y sus piernas quedaron mucho más abiertas que en un principio, facilitando la tarea de Changmin, Jaejoong pudo escuchar el gemido ronco detrás de él, era como si tocara un botón del más fuerte placer con la punta de su pene, bendito fuera Dios por inventar la próstata, una mano apreso fuertemente su boca mientras Changmin lo seguía jodiendo duro por detrás.
—Shhh, ¿Quieres que tus papis vengan a ver lo que le estoy haciendo a su único hijo? —susurró Changmin a su oído antes de lamerlo, Jaejoong ronroneo al sentir todo el pecho de del otro pegado a su espalda y la caricia en su oreja— ¿Qué pensarían de ti si me encuentran con mi pene profundamente enterrada en tu culo?— el rubio gimió detrás de la mano de Changmin arqueándose duro, ayer él había excitado a Changmin con sus sucias palabras pero ahora eso era al revés, Jaejoong estaba a punto de correrse solo con escucharlo decir esas fechoría, se liberó del agarre a su boca y jadeo aspirando grandes cantidades de aire como alguien quien estuvo mucho tiempo abajo del agua.
—Cuando eso suceda lidiare con ellos tu solo… no pares —ordeno con voz no muy baja, Changmin no hizo esperar para obedecerlo, el sonido que hacían sus cuerpos al chocar solo causaba más excitación en ambos, Jaejoong hundió su rostro en su cama para amortiguar sus gemidos, mierda el no solía ser tan vocal… al menos no cuando estaba arriba y… estaba tan cerca.
—Oh santa mierda, has eso de nuevo —gruño Changmin atrás de el.
— ¿Qué? —jadeo Jaejoong tratando de librarse de la bruma mental en la que estaba sumido.
—Apriétame —Changmin sujeto fuertemente sus nalgas y lo embistió con brutalidad, Jaejoong apretó a Changmin sabiendo que eso desencadenaría su orgasmo y lo escucho gemir roncamente, no lo había escuchado gemir así ayer, el pene de Jaejoong soltó un gran chorro de pre-semen sobre las sabanas estaba cerca— ¿Estas a punto?
—Si… pero no alcanzo —dijo Jaejoong si levantaba sus manos de la cama la fuerza con que Changmin lo embestía iba a lanzarlo hacia delante, sorprendido sintió la mano de Changmin bajar hasta coger su polla, dos fuertes tirones y el rubio se estaba corriendo como si no hubiera un mañana, Changmin mordió su hombro mientras se corría en su culo, Jaejoong podía sentir las pulsaciones del pene de Changmin dentro de el.
Colapsaron en la cama, Jaejoong casi ronronea debajo de Changmin, descubriendo que ahora le gustaba tenerlo encima, se sentía más… protegido, vio a Changmin adormilarse inmediatamente.
—Lo supuse —dijo para sí mismo.
— ¿Qué? —susurró Changmin.
—Tus orgasmos te dan sueño, espera no vayas a dormirte con tu verga dentro de mí, ¡Changmin! —escucho una risita, Changmin se salió de Jaejoong, este se giró y vio aliviado un condón rodeando el maravilloso pene de Changmin, después de todo no estaba seguro de si este estaba limpio.
Changmin ató el preservativo y lo lanzo al suelo, Jaejoong arrugo la nariz con asco.
— ¿Qué? —se encogió de hombros.
—No lo arrojes a cualquier lugar, en el baño hay un basurero…
—Solo olvídalo ¿Quieres? —dijo Changmin jalándolo hacia la cama, para que se recostara en su pecho y así volver a dormir.
Jaejoong siento como la respiración de Changmin se relajaban indicándole y había caído en los brazos de Morfeo rápidamente y aunque sus ojos cada vez se hacían más pesado, hizo algo que solo esperaba que el otro no pudiera rechazarlo, acerco su rostro al de Changmin y deposito un ligero beso en su mejilla, su corazón estaba alocado y aunque sabía que de todo esto no era más que una ilusión algo muy dentro de él quería engañarlo que algún día podía ser correspondido.
Se acomodó mejor en los brazos de Changmin y cerro sus ojos mientras se dejaba abandonar a sus fantasías.
Espero que le haya gustado
martes, 20 de enero de 2015
ROADS CROSSED EPISODE 6
Changmin caminaba en su habitación de un lado a otro, como un león enjaulado, estaba volviendo, jodidamente estaba volviendo, esa sensación que Jaejoong le había dejado después de hacerle la mamada hace dos años, esa “sensación” de que le gustaba Jaejoong, pero eso era un error, para eso había ido a ver a una psicóloga, para curarse y lo había logrado, perfectamente hasta que apareció el rubio, con esos labios carnosos que parecían haber sido creados para contener su pene.
Si, ya estaba duro de nuevo y eso que ya se había masturbado una vez, pero pensar en el rubio era inevitablemente para recordar la magnífica, perfecta y jodidamente caliente mamada que le había dado en el círculo de la muerte.
Las palabras de Loren volvieron a su mente, ella le había dicho que no estaba curado, que todo lo contrario, estaba estancado, en ese momento sinceramente no lo había entendido hasta ese momento, él no era gay, de eso estaba seguro porque no tenía ganas de hacer las mariconadas que hacían esos sujetos, ni ganas de usar tacones mucho menos, y peor aún, los hombres eran asquerosos, definitivamente, solo era Jaejoong, el problema solo era Jaejoong.
Lograba encenderlo como ninguna chica lo había hecho antes. Claro que Changmin seguía odiándolo pero no podía creer que su cuerpo reaccionara así con ese hijo de puta.
¿Por qué le había permitido a que volviera a hacerle eso? No podía explicarlo, al principio fue como revivir el nacimiento de su problema, pues lo que el rubio le había hecho hacía dos años lo había cambiado totalmente, nadie lo sabía pero el si estaba consciente de ello, y en ese momento, en el círculo de muerte Changmin se preguntó si le gustaba más que disgustarle, y al final… la duda pudo más que la razón, Changmin necesitaba saber si eso le gustaba o no.
Y vaya que le gustaba, lo había confirmado cuando su verga había soltado chorro tras chorro de semen en la garganta de Jaejoong, había sido totalmente fascinante, pues una vez que mando a la mierda todo y dejo que el rubio lo hiciera fue como rendirse ante algo, pero rendirse de una buena manera, su mente estaba en blanco solo concentrada en las sensaciones, y fue magnifico, no podía negarlo, y otra cosa… Se había dado cuenta que Jaejoong era mucho mejor dando mamadas y eso por algún motivo le molestaba, el hecho de saber que el rubio había tenido mucha “acción” después de el… no que él hubiera sido un santo pero realmente las cosas no habían sido iguales después de Jaejoong.
Estaba confundido, pero de algo estaba seguro, iba a hacerle pagar lo que le había hecho, porque de no ser por Jaejoong quizás Changmin nunca hubiera elegido ese camino, de alguna forma sentía que todo lo malo que sentía era culpa de Jaejoong y lo más fácil era castigarlo por algo que Changmin realmente no entendía.
—Changmin —este se sobresaltó asustado— hijo, ¿No has tocado un solo peso de tu cuenta del banco? —Changmin trató de calmarse al ver a su padre parado en la puerta, él era un hombre muy guapo de cual había heredado sus rasgos apuestos, sus ojos eran obra de su madre pues su padre los tenia de un negro oscuro.
—Claro que si papá… —comentó incómodamente Changmin.
—No estoy molesto hijo pero… no me voy a molestar si te los gastas un día de golpe como hacen los chicos normales de tu edad —Changmin pensó que normal no era gastar un par de millones de dólares en un día, su cuenta estaba intacta, incluso había crecido por los intereses, quizás se había duplicado y sin que el hiciera absolutamente nada más que dejarlo ahí en el banco.
Seguro su padre pensaba que Changmin era el chico más aburrido del planeta, odiaba salir en televisión, odiaba las fiestas de los niños riquillos y pagados de sí mismos, odiaba gastar dinero y odiaba todo lo que tenía que ver con el mundo de Shim Changmin el hijo del hombre más poderoso de Asia, claro hablando de dinero su padre era el que más tenia, todo había estado bien hasta que se había formado ese jodido grupo de B&W fabulosamente se le había ocurrido a su padre unir su enorme empresa con otras empresas enormes que llegarían a ser como sus pequeñas hijas o hermanas menores, fue así como se formó un grupo, los famosos empresarios y los hijos de dichos famosos, había un canal para ambos grupos, donde la gente miraba como esos niños ricos malcriados y mimados hacían un escándalo de su vida, metían en problemas a sus padres y demás cosas, ¿Cómo la gente podía ver la vida de otra persona en televisión? ¿No se morían del aburrimiento?
— Bueno… Deberías estar contento de que gaste lo que una persona “normal” debe gastar al día ¿Sabías que hay tipos que tienen que mantener a su familia con cien dolares por día? Si papá a toda su familia —mascullo Changmin sentándose en su cama.
—Claro que lo se Hijo, y no estoy molesto, solo sorprendido, la verdad pensé que serias un chico alocado y rebelde, pero bueno resultaste ser más tranquilo —Changmin sonrió de lado, si claro, tranquilo, si su padre supiera que en varios barrios lo conocían y buscaban, si supiera que él se divertía sin dinero, en las calles, como un vagabundo.
—Bien por ti ¿no? —trato de bromear Changmin, no tenía una buena comunicación con su padre simplemente no sabía hacerlo.
—Si bien por mi… —su padre suspiró— a veces siento que fui un pésimo padre para ti, no tenemos la mejor relación del mundo de hecho no se mucho sobre ti ni tu sobre mi… y es muy incómodo decir esto pero estoy avergonzado de mí mismo.
— ¿Por qué?
—Por qué… llega el punto en el que… bueno como que me di cuenta que tengo un magnifico hijo y pensé que dándole todo podría ser un buen padre, y seguía pensándolo hasta que conocí a Víctor Hans —Changmin se envaró inmediatamente, ese sujeto era el padre de Tiffany… —Víctor me pateó el culo hoy, no hay cosa que él no sepa de su hija, me sorprendió realmente, porque ella es una chica y aun así el sabía cuál era su color favorito, cuáles eran sus prendas de vestir favoritas, se nota que es mejor padre de lo que yo lo soy, y pensé que quizás era demasiado tarde para…
— ¿Para intentarlo? —completo Changmin dejando por un momento de lado su incomodidad, su padre siempre le había tratado bien, claro que lo reñía cuando se portaba mal, pero bueno tampoco habían jugado baseball juntos como buenos amigos, hubo un tiempo en el que fueron unidos, cuando Changmin era un niño.
—Me siento tan estúpido Min, tratando de conocerte ahora que eres todo un hombre y vas a la universidad, y yo… ni siquiera sé que es lo que trata tu carrera, lo siento mucho hijo—Changmin suspiro, era incomodo hablar con su padre de esa forma, y lo odiaba pero solo era porque no estaba acostumbrado a hacerlo.
—No lo lamentes, prometo que un día hablaremos bien sobre todo esto —trató de animarlo Changmin después de todo era su padre, por más errores que este tuviera cometiendo.
—Gracias, sé que esto es incómodo para ti, y no lo negare, para mí también lo es, por que no sé qué decir o no decir para no fastidiarte, de hecho me sentía nervioso antes de venir a encararte, y ahora solo… pienso decirte toda la verdad, estoy asustado e inseguro, pero de algo si estoy seguro, eres mi hijo y te amo —su padre dio un par de palmadas en su espalda y salió de su habitación, Changmin suspiro y se dejó caer sobre su espalda, ese momento había sido jodidamente raro, pero despertó a su niño interior de alguna forma, pues su padre había pasado mucho tiempo con el Changmin niño.
Solo que cuando llegó a la adolescencia y dejo de ser un divertido niño necesito alejarse de sus padres y eso lo alejo más de su padre que de su madre, pues de algún modo su padre nunca había sabido lidiar con un adolescente, él era magnifico lidiando con niños, pero no con chicos grandes.
Cogió su celular y marco un número que sabía de memoria.
— ¿Hola?
—Loren, soy yo… necesito hablarte.
— ¿Min? ¿Paso algo? —este noto la preocupación en su voz, esa mujer era como una mejor amiga mucho mayor, y Changmin la apreciaba.
—Nada alarmante, bueno ningún accidente o algo parecido, es solo que… bueno creo que volví a enfermarme de “eso” otra vez…
—&—
— &—
— ¿Estas limpiando este lugar? —pregunto Jessica mirando la vieja fábrica que lucía más limpia que antes, Changmin se desplomo en uno de los sillones, era agradable hacerlo y que no saliera una cortina de polvo, le había hecho limpiar a Jaejoong todo dos veces por que era claro que ese chico creído no sabía nada de limpiar, joder apenas podía agarrar bien la escoba, Jaejoong era tan inútil, solo servía para gastar dinero en ropa, fiestas y programas de televisión… además de que sabía dar buenas mamadas.
Alejo su mente de esos pensamientos para no obtener un problema entre sus pantalones.
—De hecho de eso quería hablarte…
— ¿Me dirás al fin porque me besaste? —Changmin asintió, ella se sentó cerca de él, y espero con paciencia, Changmin sabía que ella seria comprensiva.
—Escucha, confío en ti y lo sabes, te quiero mucho ¿Vale? —Ella asintió— porque lo que te lo voy a decir solo se lo dije a una persona en el planeta.
— ¿A quién?
—A mi psicóloga, nadie más que ella y yo lo sabemos, creo que debo decírtelo porque necesito tu ayuda.
—Nunca te lastimaría Min, eres mi mejor amigo —dijo ella con la voz algo compungida abrazando a Changmin y besando su quijada, apoyo su cabeza en su hombro y suspiró— somos mejores amigos, para toda la vida.
—De acuerdo. Solo no interrumpas, odio tener que hablar de ello —Changmin le contó todo lo que había pasado con Jaejoong desde hace dos años atrás hasta la deuda de vida y todo lo demás, la expresión de la rubia paso de una incrédula a una de preocupación pero Changmin no vio que su amiga comenzara a mirarlo con asco por lo que le había comentado.
— ¿Un chico te hizo dio dos mamadas?
— ¿Solo me vas a preguntar eso? —dijo Changmin exasperado, ella soltó una risita casi contagiando al chico.
—Hay tonto, es que me pareció cachondo… —él le tiro suavemente del pelo— ¡hay! Ten cuidado —chillo fingidamente.
—Quiero saber qué piensas, es en serio.
—Changmin… no pienso en nada, todo sigue igual que antes, ¿Acaso pensaste que por haberte enrollado con un chico dejaríamos de ser amigos? ¿Tan poco me conoces? —pregunto entristeciéndose.
—Yo no sabía cómo reaccionarias, es que bueno… Yo en tu lugar me hubiera golpeado fuerte por marica.
—Yo lo hice con dos chicas —declaro ella asombrando a su amigo— mucho antes de conocerte, jamás te lo conté porque no me pareció adecuado pero ahora te lo digo porque así sabrás que se cómo se siente ese miedo de ser discriminado, pero que importa ya que es tan hot ¿O no? —Changmin asintió, no podía negarlo, Jaejoong le ponía más caliente que ninguna otra chica.
—Tengo que ir a buscarlo, seguro ya está saliendo de su colegio… ¿Esperaras?
—Qué remedio —dijo ella contenta, amaba cuando Changmin le demostraba votos de confianza como ese, le hacía sentir especial para él.
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Changmin estaciono la moto de Don frente a la universidad de Jaejoong, y como siempre se dejó el casco puesto, desde esa distancia pudo ver que el rubio ya estaba en la puerta, hablando con otro rubio, Changmin sentía que conocía al otro chico de algún lado, pero no recordaba de donde, Jaejoong volteó hacia él y su sonrisa se perdió, se giró hacia el otro chico, le dijo algo y se alejó suavemente, Changmin se alisto para encender la moto.
— ¡Jae! —Changmin volvió a mirar, el rubio más alto se acercó a Jaejoong para hablarle al oído, el rubio escucho unos momentos y luego Changmin lo vio sonreír, tenía una sonrisa perfecta, la mano del chico desconocido se apoyó en la cintura de Jaejoong este seguía escuchando y asentía de vez en cuando, al final Jaejoong soltó una carcajada y le pego al otro chico en el hombro, ambos se sonrieron antes de despedirse al fin, Changmin de repente sentía ganas de vomitar, no le gustaba ver a Jaejoong coqueteando como perra, ¿Por qué? Quizás porque el rubio ya le había chupado la verga y eso lo volvía más posesivo, en síntesis, no tenía ni puta idea de por qué ver a Jaejoong con otro chico le enfurecía tanto.
Simplemente jamás se imaginó que lo que estaba sintiendo en ese momento eran celos.
—Amo —saludo Jaejoong suavemente, habían estado distanciados desde el día en el que Changmin lo humillo, la sangre de Changmin hervía ¿Cómo se atrevía a venir a ser tan respetuoso después de haberse estado coqueteando frente a sus ojos? Y después de que él le hubiera dicho que mantuviera sus pantalones puestos mientras le debiera su patética y miserable vida.
—Sube de una maldita vez, no tengo tiempo para perderlo en estupideces —Jaejoong bajo la mirada y se subió detrás de Changmin, agarrándolo apenas, Changmin arranco fuerte a propósito para obligar a que Jaejoong se aferrara a él para no caerse y funciono, Changmin sonrió de lado bajo su casco, acelero sintiéndose mejor mientras sentía el temblor en el cuerpo detrás suyo.
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—Ese es el chiste— el celular de Don resonó en ese momento, este contesto con rapidez— ¿Hola? ¿Quién habla? Ah eres tú, no estoy en mi casa, estoy… espera —tapo el auricular con la mano— Max ¿Puede venir un chico aquí? Quiere comprar hierba.
—Entiendo Amo, fui… muy malo —Jaejoong sonrió lamiéndose los labios, Changmin sintió como toda la puta sangre de su cuerpo iba a volando hacia su erección, Jaejoong tenía ese maldito efecto de ponerlo duro con solo un gesto de su cara, era algo que escapaba de sus manos, no podía controlarlo.
Jaejoong lo había dicho, una boca era una boca, así que seguramente por eso no sintió asco al ser chupado por el rubio, pero sinceramente Changmin no recordaba haber pensado en alguna chica mientras Jaejoong le hacía eso.
Changmin se puso de pie y se arregló la ropa, no se había manchado con ningún fluido, por suerte, vio a Jaejoong imitarlo, las ropas de ambos estaban llenas de polvo pero no le importo, salieron de la oficina, en silencio sintiéndose demasiado cómodos con lo que acababa de suceder, Jaejoong levantó la mirada y se paró en seco, un chico rubio le devolvía la mirada totalmente asombrada de verlo ahí, de hecho todos los miraban de una manera extraña. Por un momento Jaejoong creyó que ellos sabían lo que habían estado haciendo.
Changmin no entendía por qué recalcaba eso, quizás porque quería dejarle en claro al rubiecito ese que no podía ser tan cercano a una de sus pertenencias, le jodía y punto, el no necesitaba ninguna excusa para hacer lo que se le diera la gana, y en ese momento lo que quería era advertir a ese chico que no debía meterse con sus cosas…
Jaejoong quería morirse ahí mismo, ¡Se supone que nadie de su entorno debía enterarse! ¡¿Qué iban a decir de el?! Incluso podría joder a su padre con esa mierda, pues cada escándalo que salía de él en televisión le traían muy mala reputación a su progenitor, quien odiaba estar en el ojo de los chismes, tendría que lidiar con su padre después, como en aquella ocasión en la que las cámaras lo habían pillado ebrio con unos amigos, todos caminando abrazados y cayéndose en varias ocasiones al piso, totalmente mulas de borrachos, ¡Que metiches eran la prensa a veces! Pero esto… esto no tenía comparación con una simple borrachera… Si su padre enteraba podía declararse muerto.
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—Jae, cielos te ves muy mal —Tiffany dijo viendo las ojeras de su amigo, y su piel estaba más blanca que de costumbre— ¿Qué paso? —ella lo abrazo suavemente, Jaejoong se dejó mimar mientras le contaba todo, ella nunca dejo de acariciarlo y escucharlo comprensiva, se estaban saltando las clases de finanzas, ya que Jaejoong había tenido nauseas a mitad de la clase y les habían permitido salir.
—Jaejoong —su madre entró a su habitación y se mostró sorprendida al ver los jóvenes ahí, el rubio casi sonríe cuando su madre se mostró muy satisfecha al ver a Tiffany ahí, hacía algún tiempo que no la traía, y el sabia lo mucho que a su madre le gustaría verla como su novia, si supiera la verdad— no sabía que estabas acompañado.
—Oh bueno… que bien que estén pendientes de sus estudios, les enviare aperitivos —ella salió bastante contenta y Jaejoong se relajó un poco, al parecer tendría a su madre de su lado si quería lograr el perdón de su padre.
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Los días comenzaron a hacérsele infinitos, había querido tanto librarse de Changmin y cuando jodidamente lo había logrado no entendía por qué su tonto culo extrañaba ir a la fábrica, aun que odiaba de verdad todo lo que Changmin le hacía sufrir el al menos… Al menos podía verlo y escucharlo.
¿Acaso lo extrañaba? Joder, solo habían pasado cuatro días, no podía extrañarlo Jaejoong no se apegaba a nadie, nadie merecía ser extrañado por él, pero Changmin barría esos límites al igual que muchos otros. Tiffany tenia junta con el consejo estudiantil como vicepresidenta, y Andi tenía clases extra para el salón D, así que Jaejoong se fue solo ese día, grande fue su sorpresa al no ver la maldita limosina parqueada frente al elegante frontis de la universidad esperándolo y de paso llamando la atención de toda la universidad entera, ¡Ya no era un niño para que estuvieran yendo a buscarlo! Esta era su perfecta oportunidad de escapar, podía ir a ver a Changmin y explicarle lo que había ocurrido, aunque se metería en más problemas por eso estaba seguro… sin embargo valía la pena. De alguna retorcida manera esa teoría tenía sentido dentro su cabeza, su lado racional solo podía pensar: ¿Qué clase de victima regresaba ante su verdugo? Iba tan rápido para alejarse antes de que la limosina apareciera que choco fuertemente contra la espalda de alguien, unos brazos lo sujetaron por la cintura y lo estabilizaron sobre el piso antes de que colapsara.
— ¿Estas bien? —pregunto una voz profunda, Jaejoong sintió que le gustaba el tono semi ronco del chico, se paró derecho y asintió, escaneando a su acompañante.
—Lamento… el choque —dijo apenas, odiaba disculparse, de hecho estaba a punto de retractarse y vomitar, ¿Qué lo había poseído para pedir perdón? Podía echarle toda la culpa al chico pero justo en ese momento tenía prisa, por escapar antes de que la limosina llegara, tenía que irse— no te vi.
—No te preocupes, solo fue un accidente —el chico sonrió mostrando una hilera de dientes perfectamente blancos y perfectamente alineados dentro de su boca, una suave barba en forma de candado adornaba su rostro, Dios ese hombre era un sueño caliente sobre dos pies andantes, su camiseta celeste era ajustada a su hermoso tórax, delineaba cada músculo con cada movimiento, sus ojos eran claros, y tenía el pelo castaño, joder, no era de extrañarse que muchas chicas estuvieran babeando por el mientras pasaban por su lado todas lo miraban embobadas, se lo devoraban con los ojos— déjame ayudarte —el susodicho chico se agacho, confundido Jaejoong saltó ligeramente hacia atrás, entonces fue cuando noto que se le habían caído unos folios de la mano derramando sus proyectos al suelo.
— ¡Mierda! —maldijo comenzando a recogerlos, pero solo atino a alzar unas tres hojas cuando el chico castaño le devolvió las restantes, las había recogido todas velozmente— ahm… gracias, realmente esto es algo incómodo ¿Por qué eres amable conmigo? —pregunto acomodando su folio.
— ¿Por qué no habría de serlo? —pregunto el de ojos celestes confundido.
—Hum bueno soy Kim Jaejoong, la mayoría de los hombres me odian, y algunas chicas también, ya sabes me tienen envidia —Jaejoong sonrió de lado, debajo de sus gafas de sol sus ojos libremente escanearon el cuerpo del chico, este le devolvió la sonrisa, el rubio sintió como su pene reaccionaba ligeramente, el chico era demasiado guapo para ser verdad.
—Bueno, yo no te odio, no me has hecho nada malo, por cierto, soy Liam —el chico extendió su bien formado brazo y Jaejoong estrecho la mano sin pensarlo mucho, el agarre fue firme pero suave a la vez, el rubio le sonrió a Liam coqueteando un poco con el castaño, si el chico era hetero no lo captaría, pero si estaba interesado lo notaria al instante.
—Me gusta tu nombre Liam, es lindo, como su dueño —el chico lo miro con los ojos algo sorprendidos, Jaejoong se hizo al desentendido, y lucho por no sonreír como un loco cuando vio el evidente interés en los ojos del dios griego que lo miraba de una manera que lo ponía caliente.
—No tan lindo, como el célebre Kim Jaejoong —dijo sonriente el chico, Jaejoong se sintió halagado de algún modo, estaba a punto de pedirle su teléfono cuando…
—Jae —esa era la voz de su madre— Iván tuvo que salir con tu padre, así que vine yo a buscarte en su lugar…
—Buenas tardes —Liam con toda confianza cogió la mano de su madre y la beso, Jaejoong noto asombrado que ella enrojecía y ocultaba una sonrisa, joder— me llamo Liam, soy un nuevo amigo de Jaejoong —este vio la disculpa en sus ojos, el chico castaño se rasco detrás de la nuca en un gesto tan inocente que Jaejoong supo que estaba nervioso, se veía gracioso con sus 1,88 de altura luciendo así de encogido.
—Soy Verónica, es un placer conocerte, ¿También estudias aquí? —Liam asintió, ¿Cómo es que Jaejoong nunca lo había visto antes?
—De hecho estudio, pero no como usted imagina, estoy practicando para licenciarme en profesor de biología y química, llegue recién hace tres días de la universidad de Harvard, y culminando mis prácticas recibiré mi diploma —Liam lo dijo como si en realidad no importara, Jaejoong solo estaba asombrado, nunca se hubiera imaginado que ese chico fuera ser profesor.
—Eso es maravilloso, fue un placer conocerte Liam, debemos irnos —dijo ella apenada, Jaejoong llego a creer que de verdad lamentaba no poder quedarse a conversar.
—Espero volverla a ver —dijo el besando nuevamente la mano de su madre— adiós Jaejoong —le tendió la mano, este la estrecho— cuídate —fue la última palabra, Liam le guiño disimuladamente un ojo antes de alejarse a zancadas hacia la universidad, Jaejoong vio asombrado un papelito en su mano, lo desdobló, era una tarjeta de presentación, el rubio tuvo que reírse por lo original que era, doblada parecía un acordeón pero al estirarla formaba una bonita tarjeta con el nombre completo de Liam y su número telefónico, a Jaejoong le brinco el corazón… y otra cosa, ¿Liam estaría interesado?
“No volverás a revolcarte con nadie” Resonó la voz de Changmin en su cabeza.
“Me da la regalada gana de privarte del sexo, soy tu dueño ahora, ¿comprendes?” Changmin siempre estaba de alguna u otra manera en sus pensamientos, miro la tarjeta de Liam con pena, ¿Qué estaría haciendo Changmin en ese momento? Observo su reloj, seguro estaría bebiendo cerveza y fumando porros en ese almacén de mierda, guardo la tarjeta de Liam en el bolsillo trasero, aún era un esclavo, no era libre de hacer lo que quisiera.
—Me parece genial que estés haciendo buenas amigos con el profesor, un día de estos invítalo a almorzar, o al té.
Jaejoong no contesto, solo seguía mirando tristemente a través de la ventana, su vida comenzaba a desestabilizarse ¿Qué pasaría si se desmoronaba? Quien iba a perderlo todo era Jaejoong… y Changmin tenía la culpa de que su vida ahora fuera así, y de que su estúpido corazón latiera de la forma en que lo hacía.
Espero que le guste este cap, y no desesperen que el proximo cap se viene de miedos n.n
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