Park Yochun se encontraba en un bus público, sentado, observando las pequeñas gotas de lluvia caer, que chocaban contra el ventanal y rodaban hacia abajo debido al movimiento del bus, a su lado estaba Junsu, su mejor amigo de la infancia, hablándole acerca de lo mucho que le gustaría irse a estudiar medicina fuera del pais, el padre del chico sin embargo, estaba totalmente en desacuerdo.
¿Por qué los padres siempre tratan de oponérsenos? Pensó el pelicastaño algo molesto.
Y no pensaba así solo por los padres de Junsu, también por los suyos y miles de padres mas en el mundo que siempre se oponían a los deseos de sus hijos, ¿Qué tanto podía costarles comprender? Simplemente sus progenitores se cerraban herméticamente ante cualquier aspiración que sus hijos pudiesen tener.
Los hijos no eran marionetas, para hacer lo que los padres quisieran, tratando de manejarlos a voluntad, tenían voluntad propia, deseos y sueños propios ¿Por qué contentarse con un camino forjado para el? Eso no era lo que quería.
Sus padres habían desistido totalmente con él, después de dos años tratando de obligarlo a ingresar a la facultad de derecho, al fin lo habían dejado en paz, Yoochun no quería ser abogado, ¿Por qué habrían de obligarlo sus padres a ser algo que no quería?
Observo con cariño las partiduras que sobresalían de uno de los bolsillos de su mochila, que reposaba en sus piernas, el era músico de nacimiento, no era abogado, si no músico, y si eso cabreaba a sus progenitores podían acabar haciéndose la idea, pues el piano era su vida.
—…Entonces papá dijo —continuó contándole Junsu— “No iras a un lugar lleno de esa gente” y también dijo “Es demasiado lejos ¿Qué tiene de malo estudiar aquí?” ¡No me entiende! —Casi grito frustrado— ¡No entiende que necesito ayudar a las personas! No estudio medicina por el dinero, lo hago para salvar vidas.
—Lo se Su —dijo Yoochun— y créeme que te entiendo, lamento que tu padre no lo pensara un poco más.
—Oye Chun —llamó el— si el derecho no es lo tuyo ¿Qué tal la medicina? —Yoochun soltó un bufido de incredulidad.
—Ni siquiera puedo salvarme a mi mismo Su, ¿Cómo salvar a los demás cuando no puedo con mi propia existencia?
—Tienes razón, acabarías matando a tus pacientes —rió el pinchándole una mejilla con el índice, Yoochun soltó una risita mal disimulada y miro por la ventana, ya alcanzaba a ver los sostenedores del imponente Golden Gate, las nubes estaban arremolinadas sobre el puente, y a los lejos se divisaba uno que otro rayo caer.
—Estaba pensando en buscar un trabajo —le comentó Junsu— para ahorrar dinero.
— ¿Para irte de aquí?
—Quiero ir al extranjero —exclamó el con convicción— quiero ayudar a que este mundo sea un mundo mejor.
Yoochun no sabía como responder a eso, su amigo era siempre tan soñador, siempre en pos de los demás, cuando el solamente podía preocuparse de si mismo, de sus problemas, del rechazo de sus padres hacia su vocación, sus comentarios hirientes.
El creía firmemente que ser músico no era igual a ser un vago, después de todo cualquier trabajo es digno pues las personas se esfuerzan en lo que hacen, sin embargo sus padres solían pensar que un trabajo como lo era ser artista, era una perdida de tiempo y de dinero...-pero sus pesamiento fueron interrumpidos.
— ¡Oh Dios mío! ¿Qué es eso? —exclamó la voz de una mujer mayor, Junsu y Yoochun alzaron la vista, una señora que estaba sentada en los asientos de adelante se había encaramado a la ventana y miraba algo con expresión aterrada— ¿Por qué están esos chicos ahí?
Yoochun se apegó al vidrio helado del bus observando atentamente, un par de metros más adelante, en la vía contraria habían dos coches detenidos en plena carretera, frente al bus habían unas cuantas personas de pie mirando algo, y justo al lado del carril izquierdo, que era el que recorría su bus, habían tres personas en una situación bastante mala, un chico apenas agarrado al barandal del puente, tras este estaba otro, y por ultimo, en la calzada estaba un joven castaño sujetando la muñeca del primero.
Yoochun no era lento y entendió al instante la situación.
El bus tuvo que detenerse por las personas paradas en plena vía pública observando la escena atónitos, Yoochun salto de su asiento buscando su celular, cuando lo encontró se lo arrojo a Junsu.
— ¿Su? —el le miró con sus ojitos asustados.
—Llama a la policía Su, rápido, ese chico quiere matarse.
— ¡¿lo dices enserio?! ¡oh mierda!
—Su, por favor llama a la policía ahora.
Yoochun salió del bus lo más rápido que pudo, no sabía por qué lo hacía, pero no se detuvo a pensarlo, llego al lado de los tres chicos que hablaban en voz baja, vio como Junsu de pronto se le unía y escuchó al pelinegro decir:
— ...Por favor quítate, no quiero hacerte daño, solo deseo morir —el sujeto detrás de él negó fervientemente con la cabeza, provocando que su cabello salpicaran ligeras gotitas de agua a los costados, la lluvia los había empapado totalmente, aumentando el riesgo de que pudiesen resbalar.
— ¿Por qué? —preguntó Yoochun repentinamente, apareciendo cerca de ellos así de la nada, ganándose la atención sorpresiva de los tres jóvenes— ¿Por qué quieres morir?
—No es tu asunto —contestó el pelinegro esquivando cualquier mirada, Yoochun y Junsu se acercaron lentamente a los chicos, e imitando al castaño sujeto la otra muñeca de Jaejoong, brindándole una tímida caricia de apoyo, Yoochun realmente sentía que necesitaba salvar una vida ese día, porque no había persona en el mundo que no se mereciera otra oportunidad.
— ¿No quieres contarme? —preguntó Yoochun suavemente, el pelinegro negó con la cabeza— bueno, está bien, pero al menos ¿Querrás oírme?
— ¿Oírte?
—Si, deseo contarte algo.
—Está bien… —accedió el chico suicida.
Yoochun trato de tranquilizarse para calmarlo a él, su rostro era tan maduro… ¿Cómo un chico tan hermoso quería cometer algo así? este llevó su otra mano libre a la muñeca de Chanmin y la aferro también, a pesar de que no conocía a los hombres que estaban rodeándolo, sentía un lazo fuerte con ellos, un lazo que se creaba a través de la confianza, la que pensaba volcar en tres desconocidos, ahora no se trataba de obligar al chico a querer vivir, era acerca de convencerlo de querer vivir por voluntad propia, o si no serviría de nada salvarlo, pues el volvería a tratar de quitarse la vida, una y otra vez.
—Mi nombre es Park Yoochun —dijo suavemente ignorando las gotitas de lluvia y la gente que comenzaba a arremolinarse en los alrededores, atraídas por la morbosidad— tengo 23 años y mi vida es un desastre completo, mi padre quiere que estudie derecho, el es abogado, pero yo no quiero seguir sus pasos, mi vida es la música ¿Sabes? —Agrego soñador— amo tocar el piano, porque eso me hace sentir vivo…
Yoochun hizo una pequeña pausa.
—El día de hoy mi padre me dijo que no debí haber nacido —confesó tragándose su tristeza— que soy un vago y un desperdicio de tiempo, él no sabe cuánto me dolieron sus palabras, a pesar de que no nos llevamos bien, es mi padre, y me hubiera gustado tener su apoyo en lo que me gusta hacer, pero sé que él jamás lo entenderá —La lluvia aumento en intensidad, las gotas hacían más ruido al chocar con el suelo. Yunho miro a Yoochun con algo de admiración, era una buena manera de distraer al pelinegro, pues sabía a la perfección que ninguno de los cuatro iba a irse hasta que lo convencieran de vivir.
—Volvió a botarme de casa —continuo Yoochun— ya se le está haciendo costumbre, aunque siempre me pide regresar, yo estoy cansándome de ello, pues en casa es un infierno, mis padres no dejan de atosigarme con la perfecta vida que tendría si me animara a estudiar derecho, quizás ganaría mucho dinero, pero no sería feliz, estoy seguro, así que estaba pensando en mudarme…
Jaejoong lo miro atentamente, no sabía que pensar de todo ello, quizás después de todo no estaba tan solo en el mundo con sus problemas.
— ¿Quieres contarme por qué estás aquí? ¿Por qué quieres hacerte esto? —le preguntó al pelinegro, pero este negó con la cabeza volviendo a empujar hacia atrás, Yunho sujeto también ambas muñecas, la del pelinegro y la del de Changmin.
—Dejame hablarte de mi dijo Junsu mostrando una sonrisa inigualable.
Mi nombre es Kim Junsu — tengo 23 años y mi vida tiene altos y bajo, quiero irme estudiar fuera del pais medicina, para salavar vidas, quiero que las personas luches y sepan que cada ser vivio tiene algo hermoso. quiero ayudar a todas aquellas personas que sufren y encontrar una cura para todo. aunque mis padres se niagan a dejarme partir. he tomado hoy en este mismo momento una decision que es lo que deseo y lo cumplire. pero antes que todo, no dejare que acabes un tu vida sea lo que sea y te mostrare que despues de la tormente viene la calma y te enseñare lo linda y los hermoso colores que tiene la vida...- termino de decir Junsu dejando caer las lagrimas por su rostro.
—Entonces déjame hablar a mí también —pidió en un tono de voz suplicante, Jaejoong asintió sin mirarlo, pero sus ojos negros se volcaron hacia su persona en cuanto Yunho comenzó a hablar.
—Yo me llamo Jung Yunho —dijo imitando a Yoochun y Junsu— tengo 24 años, vaya el tiempo talmente pasa rápido en mi vida jamás creí sentirme tan viejo, y justo este momento es el que más parece durar —sonrió con una hermosa sonrisa— mira no sé qué decir exactamente, no tengo tanto tacto como lo tienen ellos —señalo a Yoochun y Junsu con un movimiento de cabeza— pero lo único que entiendo de todo esto es que cuando vi que querías morir, me asusté, sé que no nos conocemos y que soy un total extraño para ti, pero realmente sentí temor, porque una vida es una vida, y es tan valiosa como cualquier otra…
Jaejoong no quitaba la vista del chico.
—Yo tengo… bueno, tenía seria la palabra, tenía un novio —continuó Yunho— estábamos saliendo hasta el día de hoy, durante tres años seguidos —se aclaró la garganta— tres años de mi vida en los que creí ser feliz, puse todo de mi para que resultase ¿sabes? Él siempre me decía con mucho cariño que quería casarse conmigo y ser feliz por siempre, yo también lo daba por hecho, sin embargo comenzaron las peleas hace un par de meses, y mis sospechas de que me engañaba crecieron.
Yunho puso una mirada melancólica.
—Mis padres viven en Florida —continuó— yo los deje solamente por estar con él, porque sus padres son de aquí y él tenía que volver, por el vine a vivir a San Francisco, por el tuve que dejar de estudiar para trabajar en dos o hasta tres lugares a la vez, porque no tengo el dinero suficiente sin la ayuda de mis padres, hoy él me mandó un mensaje de texto diciendo que terminábamos, ni siquiera se dignó a llamarme o pedirme que nos veamos, mando todo mi esfuerzo a la mierda junto con nuestra relación.
Changmin sintió a Jaejoong destensarse ligeramente, trato de relajar sus músculos, se sentía más seguro al ver como esos dos desconocidos tomaban sus muñecas con convicción.
—De hecho hoy iba a verlo para tratar de salvar lo nuestro, fue cuando paso todo esto, y ese tema desaprecio de mi mente —confesó Yunho mirando a sus acompañantes con la mayor convicción posible— el dejo de ocupar mis pensamientos al igual que todos mis problemas, pues en lo único que podía pensar era en “tengo que hacer algo” pues realmente quería salvarte, ¿Realmente puedo hacerlo? ¿Puedo salvarte?
Jaejoong negó con la cabeza nuevamente.
—Yo… solo quiero morir, si tan solo hubiese saltado ya —el pelinegro sintió a Changmin estremecerse tras suyo, ¿Realmente le daba tanto miedo a ese desconocido que muriese? Ni siquiera se conocían ¿Por qué habría de importarle a Jaejoong esas personas?
—Tenía miedo —habló Changmin después de callar durante un tiempo, a lo lejos se escuchaban los cánticos de las sirenas de la policía, bomberos , ambulancia o lo que fuera, seguramente alguien los había llamado— cuando te vi sentado al borde, creí que te lanzarías sin más, estaba tan asustado, el corazón comenzó a dolerme por latir tan rápido.
— ¡¿Por qué te importa tanto?! —Preguntó Jaejoong alterado— ¡No me conoces! ¡No te conozco! ¿Por qué tienes que meterte en lo que no te importa?
—Claro que me importa —aseguró Changmin pegándose a la espalda de Jaejoong, quería que sintiera su apoyo, su calor, que supiera que estaba con él, Y que a partir de ese día de algún modo siempre lo estaría.
—Basta por favor —esta vez la voz de Jaejoong sonó totalmente rota por el llanto, Changmin sintió los espasmos del pelinegro contra su cuerpo— no digas que yo te importo, no lo tomes a la ligera —sollozó con dolor— no le importo a nadie, por favor…
—Jae —susurro Changmin luchando contra las ganas de derramar sus propias lagrimas— Jae, aun falto yo ¿Quieres conocerme Jaejoong? Yo quiero conocerte, quiero saber tu historia.
Jaejoong siguió llorando desconsoladamente, trato de serenarse y se apegó más al pecho de Changmin, buscando ese calorcito en su espalda.
—Está bien, habla —pidió el pelinegro.
—Mi nombre completo es Shim Changmin, tengo 22 años, estudio química, la química es la única felicidad en mi vida —declaró triste, ni siquiera el mismo se había dado cuenta de lo mucho que se había cerrado a las personas— no sé cómo introducirme a lo que es mi vida, solo diré que mi padre murió cuando yo era un niño, mi madre no tardo en casarse nuevamente, y mi padrastro jamás me trato como a su hijo, siempre fui un estorbo para el —respiró profundamente para darse valor de confesar sus problemas frente a unos desconocidos, varios uniformados se acercaban, eran policías, y Jaejoong se puso visiblemente pálido y tenso, automáticamente trato de soltarse de la barandilla.
— ¡No se acerquen! —gritó Yunho aumentando la presión sobre ambas muñecas, si caían podría tratar de sujetarlos a como de lugar.
—No te inquietes por mi uniforme —hablo el policía deteniéndose con una seña mando a los demás a retroceder lentamente, y mantener a la gente a raya— todos somos seres humanos, y deseamos ayudarte ¿No quieres bajarte ya del borde?
Jaejooong sacudió la cabeza, negando fervientemente.
Yoochun miro a Changmin intensamente, invitándolo con la mirada a continuar con su historia, Changmin carraspeo bajito y hablo nuevamente.
—A los quince años me peleé con mi padrastro, incluso llegamos a los golpes, él era más fuerte que yo en ese entonces, cuando el me golpeó mi madre vio todo, y en lugar de defenderme, se puso de su lado, la cara de preocupación que puso al verlo con solo unos raspones me rompió el corazón, pues no le importaron mis heridas yo estaba mucho más hecho mierda que ese cabrón, créanme, tenía un par de costillas rotas, mi madre nunca se enteró— Changmin sintió una caricia en la mano izquierda que era sostenida por Yoochun, siguió hablando— cuando pude volver a caminar me fui, abandone mi casa, y mi padrastro me grito que no vería ni un solo centavo de su bolsillo si salía por esas puertas, jamás mire atrás.
Jaejoong volteo ligeramente para ver a Changmin.
—No tenía nada, solo una maleta y lo que traía encima, no supe que hacer así que dormía en las calles, conocí muchas personas en mi situación comencé a juntarme con ese tipo de gente —continuó Changmin con tristeza— consumía drogas también las vendía, robé, comí de la basura, hasta que un día me arrestaron, la cárcel fue la peor experiencia de mi vida, estuve dentro solo cinco meses pero cada minuto dentro de ese lugar era un infierno, cuando me dejaron libre busque un trabajo, y trate de entrar a la universidad, lo logre después de un año tratando, y conseguí un departamento, estoy becado en la universidad por mis notas, si no, tampoco podría pagarla.
Changmin sintió un nudo en su garganta recordar todo eso de su pasado le traía muy malas sensaciones, pero él no quería morirse como el chico entre sus brazos, tan débil y de algún modo tan inocente, Changmin trato de aguantarlo.
—Y ahora mi madre me llama muchas veces, como si nada hubiera pasado, ella es tan hipócrita, si no me hablara y se comportara como la “madre preocupada” sus amistades podrían sospechar que en realidad yo estoy viviendo un infierno mientras ellos disfrutan del dinero que fue de mi padre, trata de comportarse como una madre, siempre está criticándome algo, mi ropa, mi música, mi vida, me pide que regrese a casa, ¡Como si yo me hubiera ido por capricho! Hace varios días viene chantajeándome con el asunto de su aniversario, cumple cuatro años de casada con el hombre que un día casi me mato a golpes, ella me llamo hoy para amenazarme con ir a mi departamento si no iba a si ridícula fiesta.
Yunho miro a Changmin sintiendo de alguna manera que no era el único con problemas en el mundo, luego miro a Yoochun junto a Junsu y por ultimo a Jaejoong, y se sintió menos solo de lo que se había sentido jamás, estaba seguro de que los demás sentían lo mismo, incluido el pelinegro.
—Justamente ahora iba de camino, y sucedió todo esto, mientras ellos dan enormes cenas de gala en el chalet de mi padre yo tengo que sobrevivir a base de pizza y con el trabajo que tengo, sin embargo lo soporto, pues si no fuera independiente estaría a merced de mi madre y el infeliz de su marido, ellos se volverían una piedra en mi camino, sé que esa mujer me dio la vida, y le agradezco, solo lamento que no pudiera hacérmela feliz.
Jaejoong acabó de girar su cuello para mirar a Changmin, este ultimo observo su hermoso rostro, sus lágrimas derramadas, pero aun así era tan lindo, Jaejoong suspiro bajito y volvió a mirar al frente.
—Jae, no sabes cuantas ganas tuve de morir cuando sufrí tiempos difíciles, la vida en las calles fue horrible pero soportable, pero la vida en la cárcel fue lo más espantoso que pude vivir y quise matarme muchas veces, pero a último momento me detuve, ya que quería demostrar que podía hacer algo bien en mi vida —continuó Changmin— Aunque todos me dejaron de lado y estaba solo, sin embargo, sin que nadie me ayude, logre salir adelante por mi cuenta, si yo pude, ¿Por qué tu no?
—No es lo mismo —jadeo Jaejoong negando con la cabeza.
— ¿Por qué no es lo mismo? —Pregunto Yoochun— no hay nada de lo que no te puedas recuperar.
—Yoochun tiene razón —dijo Junsu— sea el problema que sea siempre hay una solución, y nosotros podemos encontrarla.
—Jae —llamó finalmente Changmin— cuéntanos… ¿Por qué estás aquí? por favor.
Jaejoong sintió dos calientes lagrimas deslizarse por sus mejillas.
—Mi… mi nombre —comenzó al fin— es Kim Jaejoong, tengo 24 años y hoy fue el peor día de mi vida —su voz sonaba totalmente destruida, perdidas las ganas de vivir, Changmin estaba seguro de que trataba de aguantarse el llanto para poder hablar bien.
— ¿Por qué? —preguntó Yoochun suave.
—Mi-mi padre —continuo Jaejoong— el no me cree.
— ¿Qué es lo que no te cree?
—Que mi hermano mayor, me lastima desde tiempo y todas las noches —Jaejoong soltó un sollozo y comenzó a llorar muy tristemente, Changmin se tensó al oír esto, una ira lo invadió totalmente, ¿Qué significaba “lastimar”? ¿Jaejoong era…tocado por su hermano mayor? No, era mejor no sacar conclusiones precipitadas, prefirió escuchar a Jaejoong muy atentamente.
—Mi mamá se fue con otro hombre —continuó suavemente — y papá siempre dijo que fue mi culpa, que por mi culpa mamá se fue, después llego esa mujer —Jaejoong se estremeció del miedo— Estela, ella se casó con papá, y su hijo Cristian, mi hermanastro, él siempre me odio, papa lo prefiere más a él, cuando Estela y Cristian me tratan mal, mi padre no dice nada, un día llegue al hospital por que rompieron una de mis costillas, papá invento que me había caído de un árbol.
Yoochun miro con indignación al chico, ahora reconoció al chico por la televisión, el padre de Jaejoong era Kim Jorg , quien era empresario poseedor de una fábrica de autos de carreras, multimillonario, y no podía creer que fuera un monstruo que lastimaba o dejaba que lastimasen a su hijo.
—Después Estela se quedó embarazada y todo fue peor —siguió Jaejoong, el llanto volvió a atacarlo, durante unos instantes solo se escucharon los desgarradores sollozos del pelinegro, Changmin se apegó lo más que pudo a él— Cristian comenzó a comportarse raro conmigo —sollozo— me quitaba la ropa en la noche para tomarme fotos, me amenazo con mostrárselas a todos si yo no… —Jaejoong se mordió el labio tan fuerte que un hilillo de sangre chorreo por su mandíbula…
—Desgraciado —siseo Yunho sintiendo un nudo en su garganta— Jae… ¿Él te obligo?
—el pelinegro asintió, provocando un escalofrío en sus oyentes con la confirmación.
—Me hizo que… se la… en mi boca—mascullo inconexamente en un susurro— esto viene desde que yo tenía 16 años y dijo que quería ir más lejos conmigo, y tuve miedo, por eso lo golpeé ayer…
Changmin apretó con fuerza el barandal luchando contra sus ganas de romper algo, respiro fuertemente tratando de controlar sus emociones, Jaejoong continuo hablando.
—Y por qué no quise acostarme con él, le mostró las fotos a mi papá —Jaejoong volvió a estremecerse— le dijo que yo me insinuaba, con él todas las noches, que iba a buscarlo como… como una puta en celo, y como era de esperar papá le creyó, mi padre me dijo de todo, me desheredo miles de veces y mando a encerrarme en mi cuarto sin comida ni agua, yo tenía miedo, porque dijo que después se ocuparía de mí, que no era posible que tuviera un hijo marica —Jaejoong sollozo fuertemente casi gritando, Yunho recorrió su agarre hasta el codo del pelinegro tratando de brindarle apoyo—pero siempre que arranco de casa, no sé cómo lo hacen para encontrarme, pero me obligan a volver porque si no lo hago me mataran—N-ni siquiera —aspiro aire sin dejar de llorar— ni si quiera me escuchó —lloro desoladamente— trate de e-explicarle que yo nunca me había insinuado, que era el quien me obligaba…
—Oh dios Jae —jadeo Changmin antes de hundir su nariz en la nuca de Jaejoong.
—Saki, mi guardaespaldas, me ayudo a escapar ahora —siguió entre sollozos el pelinegro— él es el único que me cree, siempre que me golpeaban el me curaba a escondidas, papá lo descubrió un día y lo despidió, le aseguró que nunca más volvería a encontrar empleo —Jaejoong se atoro ligeramente por el llanto sin embargo continuo— papá puede hacerlo si se lo propone, él tiene mucho dinero, sería fácil para el hacer que todos rechacen a Saki el nunca encontrara otro empleo, y todo eso por mi culpa, cuando me quitaron la vista de encima, me escape subiendo por uno de los árboles, mi padre me llamo al celular esta mañana, dijo que en cuanto me encuentre me internará en un sanatorio, porque solo soy un marica, supuestamente en ese lugar me sanaran, pero yo no quiero ir a un manicomio… —Jaejoong se calló repentinamente al ver cámaras de los reporteros a lo lejos, si su padre lo veía en la televisión seria su fin.
—Mierda, cuanto lo siento Jae —dijo Yoochun— pero no les des el gusto de rendirte, yo no me rendí ante mi padre, tampoco te rindas ante el tuyo, demuéstrale que puedes ser feliz y salir adelante.
Jaejoong observo como las cámaras se acercaban por entre la gente, como los policías trataban de controlar la situación pero más gente había llega atraía por la curiosidad, y creyó ver una cabellera castaña corta entre la multitud, muy parecida a la de Cristian ¿Y si era él? ¿Qué tal si estaba ahí para llevárselo? Él no quería sentir más dolor, no quería que lo golpearan más, ni que lo trataran como a basura, no quería quedarse a solas con Cristian, y tenía miedo de cada integrante de su familia, no podía volver a esa casa lo matarían lenta y dolorosamente, prefería morir de una manera rápida y sencilla.
Había sido un iluso al pensar que esos cuatro desconocidos podrían ayudarle, ellos eran chicos muy buenos, pero no podrían hacer nada contra su padre, el fácilmente podría hacerles la vida imposible, y no quería causarles problemas, ni darles lastima todo el tiempo. Definitivamente no quería vivir.
— ¡Por favor! —Gritó Jaejoong llorando— ¡Déjame morir! ¡No lo entiendes! ¡Si el me encuentra va a lastimarme! ¡Ya no quiero sentir dolor! ¡Basta!
Jaejoong se removía inquieto entre los brazos de los tres hombres que trataban de sujetarlo lo mejor posible.
— ¡Jae! —Gritó Changmin, las lágrimas lo traicionaron, trato de que Jaejoong no notara que estaba llorando, y darle fuerzas— ¡Jae por favor confía en mí! ¡No dejare que nadie te lastime! —pidió por sobre el llanto del pelinegro.
— ¡¿No escuchaste?! ¡Dije que quiero morir! ¡Déjame morir! ¡Changmin, déjame morir!
— ¡Jae! —Exclamó Yoochun totalmente desesperado, eso se veía muy mal— Changmin está arriesgando su vida por ti, por favor comprende…
— ¡No! —Chilló Jaejoong con todas sus fuerzas— ¡Ustedes son los que no entienden! ¡Ya no quiero sentir más dolor!
En un brusco movimiento Jaejoong se deshizo de las manos que sujetaban sus muñecas y se impulsó hacia atrás, un miedo enorme lo embargo al darse cuenta de lo que había hecho, estaba cayendo, y Changmin caía con él, iban a morir, él iba a ser causante de la muerte de Changmin, el chico lindo que había arriesgado su vida para darle una oportunidad nueva, sin siquiera conocerlo, y él lo había destinado a morir, era un asesino, quiso gritar con toda su fuerza, pero algo lo detuvo repentinamente.
Miro hacia arriba, Changmin estaba sujeto por Yunho, Yoochun y Junsu, la mano del primero se agarraba firmemente la suya, colgaban sobre el vacío, y las tormentosas aguas del mar.
— ¡Sujétate! —Vociferó Changmin con desesperación, Jaejoong solo se rindió— ¡Vamos Jae sujétate! —pidió con el esfuerzo de sujetarlo sin que el ayudase.
Arriba en el puente la gente y los policías trataban de subirlos, pero al parecer tenían problemas para hacerlo, Jaejoong miro hacia abajo, el sol acababa de ocultarse, el mar estaba inquieto metros abajo, esperando por su caída, ahora el miedo se había ido, no tenía ningún tipo de miedo morir solo tenía que soltarse.
—Changmin suéltame —pidió bajito— ¡Suéltame! — grito esta vez.
— ¡No lo voy a hacer!
— ¡Si no me sueltas caerás conmigo! ¡Suéltame! ¡Deja que ellos te suban!
— ¡Moriré a tu lado si es necesario pero no te voy a soltar!
— ¡No seas idiota! ¡Por favor! —Sollozó desesperado— ¡No quiero que mueras! ¡No Changmin, por favor! ¡No quiero que tú mueras!
— ¡entonces viviremos juntos! —gritó Changmin, totalmente decidido, encontró una fuerza inhumana y jalo a Jaejoong hacia arriba enrollando su brazo fuertemente a la cintura del pelinegro, mientras a su vez era jalado por los policías y los tres hombres siendo salvados.
Las fuerzas y los nervios de todos estaba a flor de piel. Cuando Changmin y Jaejoong se encontraron seguros en el puente, habían muchas cámaras, y personas que suspiraron aliviadas al verlos sanos y salvos.
Yunho, Yoochun y Junsu en sus rostros se reflejaban la alegría y no le cabía duda que ese día seria inolvidable, mientras que Changmin solo podía pensar en que jamás dejaría que una persona desvalorara así la vida como Jaejoong
—Jae dime cómo te sientes, te salvamos— le susurro Changmin con ternura al oído sin dejar de abrazarlo— ¿eso está bien para ti? Solo dime en lo que estás pensando por favor.
Un sollozo ahogado escapo de los labios de Jaejoong mientras se aferraba al cuello de Changmin con todas sus fuerza dejando transmitir sus calo y sus sentimientos, y entonces lo dijo:
— ¡Quiero vivir! Changmin por favor no me sueltes—se sorprendió de saber que era verdad, las lágrimas caían por su mejillas, lo siguiente que supo fue que Changmin lo tomaba entre sus brazos y lloraba a su lado, otros brazos lo rodearon y escucho claramente la voz de Yunho llorando, y poco después se unió al abrazo Yoochun y Junsu que también lloraban en silencio.
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