martes, 20 de enero de 2015

ROADS CROSSED EPISODE 3

Jaejoong sintió la punta filosa del cuchillo hundirse ligeramente en su piel, justo encima de su cuello y bajo el mentón, además de una poderosa mano inmovilizando su brazo dolorosamente atrás de él, el pecho de Changmin se pegó a su espalda, y pudo sentir su calor tan cerca de su cuerpo que a pesar de dolor un estremecimiento agradable lo recorrió entero.

—Te advertí que si volvías a acercarte a mi te mataría —le escucho decir cerca de su cuello, sintió su aliento golpeando su piel y a pesar del miedo que sentía su cuerpo comenzó a temblar de expectación, y su orgullo a bullir comola lava de un inminente volcán en erupción.

—Hazlo, córtame —le retó Jaejoong apenas en un susurro, aun sin creer que Changmin estuviera ahí después de tanto tiempo sin saber nada de él, Changminno se movió detrás de Jaejoong durante unos minutos como si estuviera contemplando la posibilidad de abrir la garganta del rubio con un corte de su cuchillo,entonces velozmente Changmin retiró el cuchillo y estampo a Kim Jaejoong contra la pared, aprisionó su cuerpo con el suyo propio, quedando en el mínimo contacto con el rubio sin saber lo mucho que le afectaba, Jaejoong sintió un leve destello de placer cuando casi todo el cuerpo de Changmin lo sometió contra la pared, a pesar de que el cuchillo de Changmin volvía a estar contra su garganta.

— ¿Por qué me seguiste? Bastardo hijo de puta, ¿Qué no tuviste suficiente con la última vez? —le molestó Changmin sacando su lengua para juguetear con su labios, Jaejoong sintió como se ruborizaba inevitablemente ante el espectáculo,pero no iba a dejar que Changmin viera el estado de turbación en el que lo dejaba, desesperadamente trató de liberarse, su orgullo estaba luchando por ganar otra vez.

—Suéltame maldito imbécil —advirtió con furia asesina, tratando de que Changmin no notara lo mucho que le afectaba su cercanía, pero este era más fuerte y lo sometió.

— ¿Por qué no vengarme justo ahora de lo que te atreviste a hacerme marica?—Changmin hizo un corte poco profundo en el cuello de Jaejoong, un hilillo desangre chorreo hasta manchar el cuello de la camiseta gris del rubio, este siseo con dolor— ¿Te duele? ¿Quieres más? —preguntó Changmin llevando el cuchillo ensangrentado hasta el rostro de Jaejoong.

—Estás loco —dijo Jaejoong escupiendo las palabras con odio— ¿Viniste aquí solo para vengarte por lo que te hice? ¿Después de tanto tiempo? —preguntó sin dejar su tono de voz amenazante aunque por dentro se moría de curiosidad, ese Changmin era más violento… más salvaje de alguna manera y Jaejoong se sintió consternado al saber que no había dejado de amarle, eso únicamente lo enfureció más.

— ¿Crees que todo el mundo gira alrededor tuyo? —preguntó Changmin apretándolo más contra la pared— yo nunca me tomaría tantas molestias por un marica como tú,esto es solo una interesante coincidencia —dijo Changmin cerca de sus labios,tentándolo, Jaejoong sintió su aliento cálido golpearle en la boca y deseo besarlo, el rubio realmente hizo un gran esfuerzo para evitar que se le notara y lo miró con odio.

—No te creo, nadie invitaría a un criminal muerto de hambre a un lugar como este, te colaste aquí solo para golpearme —dijo Jaejoong tratando nuevamente de empujarlo, Mierda, ¿Qué comía ese chico para ser tan fuerte? Changmin soltó un bufido y rodó los ojos.

—Puedes pensar lo que quieras, no me interesa, solo mantente alejado de mí, soy alérgico a los maricones y peor si tienen una cara como la tuya —dijo Changmin empujándolo contra la pared para luego soltarlo, Jaejoong lo vio irse pero lo alcanzó y lo giró bruscamente.

— ¡¿Quién te has creído que eres?! —dijo furioso, su cara estaba roja y lo sabía,pero roja de la rabia, nadie había pisado tanto su orgullo en un solo año como ese maldito que acababa de hacerlo en unos cuantos minutos, su madre siempre le decía que ese orgullo iba a costarle caro algún día, que debería dejarlo de lado pero Jaejoong no podía, toda su vida rodeado de personas que lo veían y decían cosas como: “hay que niño tan hermoso” y tiempo después con todas esas chicas soñando con un solo día a su lado, Jaejoong lo había leído en un blog que se era especialmente para hablar de él, le dedicaban poemas cursis, algunas historias ficticias y totalmente improbables de suceder en la vida real, y todas desfallecían por estar a su lado, incluso hacían montajes de fotos donde Jaejoong besaba a alguna chica, increíblemente hasta ese punto llegaba el amor platónico de sus fans.

Jaejoong pudo ver a Changmin mirándole como si mirara una cucaracha antes de moverse demasiado rápido como para que Jaejoong pudiera evitarlo, Changmin le estampo un duro golpe en el estómago al rubio, este se dobló sobre sí mismo tosiendo, sujetándose el estómago, joder eso había dolido, Jaejoong a pesar deque asistía al gimnasio no estaba acostumbrado al contacto físico así que le tomo un tiempo volver a coger aire, sintió como una mano fuerte y segura lo cogía de la barbilla, Changmin lo obligó a mirarle, Y Jaejoong se perdió en su rostro, era el mismo que el de ese chico del colegio al cual le había tendido una trampa, solo que más maduro, totalmente distinto y salvaje, a pesar de que Jaejoong sabía lo peligroso que era desafiarlo lo miro con todo el odio que pudo, Changmin solo hizo un gesto de aburrimiento ante su evidente orgullo.

—Escucha, mientras tú y yo no nos volvamos a cruzarnos podrás conservar tu cuello pegado al resto de tu cuerpo ¿entendido? Así que más te vale correr si me ves llegando…

— ¡Vete a la mierda! —dijo Jaejoong con la voz algo ahogada, Changmin lo soltó bruscamente y se alejó con rapidez, el rubio se sentó en el piso esperando a que el mareo se le pasase, todo había pasado demasiado rápido, Jaejoong se había soñado muchas veces con volver a ver a Changmin pero eso definitivamente no era ni remotamente parecido a lo que se había imaginado, incluso había pensado en algunas palabras para pedirle perdón pero ahora lo único que quería era…

— ¡Jae! ¿Estás bien? —Jaejoong pudo oler el perfume floral de Tiffany, y sus manos acariciando su espalda y su frente, la miro y pudo ver en sus ojos la preocupación cuando ella noto la sangre de su cuello, era una herida mínima pero igual le asustó.

—Estoy bien…

—Rayos, no estás bien Jae, estas sangrando, vámonos —Tiffany lo ayudo a pararse y salieron de la casa de Darío, no les prestaron mucha atención ya que la gente comenzaba a ponerse en honda, Tiffany lo sujetaba firmemente de su cintura y Jaejoong trataba de no apoyarse mucho en ella para no dejarle todo su peso encima,salieron donde una brisa algo fría les golpeó los cuerpos sudados, caminaron por el sendero que los llevaría hasta la acera y escucharon unos gritos atrás,se voltearon para ver a Darío totalmente ebrio, saltar del segundo piso de su casa a la piscina, entre los vítores de la gente, realmente la fiesta ya se estaba alocando, había gente bailando como si estuviera en celo.

—Hay Min ¿enserio no quieres quedarte? Mira que la fiesta no esta tan aburrida—escucharon una voz melosa, Jaejoong se detuvo y Tiffany tuvo que hacerlo también, al frente cruzando la calle estaba Shim  Changmin con una rubia abrazada a su cuello,al parecer no se habían percatado de que ellos estaban cerca oyéndolos.

—No Jess, yo ya cumplí con los veinte minutos…

—Pero ni siquiera pudimos bailar nada, ¿Dónde rayos te fuiste? Tuve que buscarte con las bebidas —se quejó ella haciendo un puchero, Jaejoong vio como Changmin volteaba hacia donde ellos estaban, sus ojos se conectaron con los del rubio y este lo vio sonreír suavemente, con suficiencia, la chica rubia no se había dado cuenta de eso, Changmin puso con confianza sus manos en la cintura de Jessica y pegó más a su cuerpo, ella lo miró extrañada pero no dijo nada.

— ¿Por qué no me acompañas a lo de little pig? —preguntó Changmin acercándose a ella, seduciéndola, Jaejoong apretó los puños.

—Pero ahí no hay nada divertido —se quejó Jessica antes de que sus labios fueran atrapados fuertemente por los de Changmin, Jaejoong bajo la mirada al sentir un dolor fuerte en el pecho que nada tenía que ver con sus heridas, Changmin lo estaba haciendo a propósito, lo sabía y no iba a darle el gusto de hacerle notar que si le afectaba, que verle besando a esa chica con tanta pasión le afectaba de maneras en las que dolía realmente más que cualquier golpe y herida, a pesar de los días y años que habían pasado, a pesar del odio que solía profesarle Changmin, su corazón seguía latiendo acelerado por él, nada había cambiado, todo seguía siendo la misma maldita mierda.

Pero Jaejoong no iba a dejarle ganar, por más que deseara a Changmin, su orgullo era primero, estar enamorado de Shim Changmin no significaba que el dejaba de ser Kim Jaejoong, la persona por la cual la mitad de la población femenina del país moriría sin dudarlo, la persona que elegía a sus “victimas”que aceptaban gustosas arrodillarse ante él y complacer todos sus caprichos, porque ellos no le estaban haciendo un favor a Jaejoong,  el les estaba haciendo un favor al darles un poco de su atención, y no iba a ser distinto con Changmin bastardo Shim.

—Vámonos —dijo arrastrando a Tiffany hasta su auto, un Audi negro bastante cómodo y lujoso, ella lo miro por unos momentos y luego suspiro negando con la cabeza, lo ayudo a subirse al asiento del copiloto y luego rodeo el auto para conducirlo ella misma.

—Por dios Jae, tienes esa misma expresión que… —comenzó ella recordando hace dos años, pero no termino la frase solo encendió el motor para que no hubiera tanto silencio incómodo.

— ¿Quién lo invito? —preguntó Jaejoong acariciándose el estómago con mucha suavidad le dolía un horror.

—Seguramente Jessica Owen —dijo Tiffany retrocediendo lo más que podía para poder arrancar.

— ¿Era esa… rubia?

—Sí, era ella, la hija de James Owen, también es socia del club de yates y del B&W.

— ¿Qué demonios hace una heredera con un…?

— ¿Criminal? ¿Pobre? ¿Estúpido? ¿Sucio maloliente?—preguntó Tiffany de tirón, Jaejoong suspiro y asintió— no lo sé Jae, no parece ser de las chicas que se juntarían con un delincuente que no tiene ni donde caerse muerto— Tiffany aceleró una vez hubieron salido de entre los dos autos y pasaron al lado del auto lila de Jessica, donde vieron a Changmin hablando con ella apoyados ambos en el capó, Jaejoong torció la cabeza para mirarlos hasta el último momento donde su vista ya no alcanzaba a distinguirlos, y se enderezó para que dejara de dolerle el estómago, maldito Changmin ¿Cómo se podía odiar y amar a un persona al mismo tiempo?— pero quizás el logro engatusarla

—Si… tal vez —para su mala suerte de repente, el auto comenzó a hacer unos sonidos extraños, Tiffany miro confundida hacia delante y fue frenando,entonces el motor simplemente se apagó y no quiso encender, ella trató un par de veces pero no funcionó.

—Rayos —dijo ella golpeando el volante— ¿Ahora qué?

—Mi auto nunca se había apagado así —murmuró  Jaejoong bajándose con calma, cada que hacia un movimiento brusco le dolía el estómago donde Changmin le había golpeado, así que se movió con cautela, Tiffany lo imitó y ambos fueron a ver qué había pasado con el motor, abrieron la cajuela y una ligera capa de vapor salía del aparato, no se atrevieron a tocar nada, porque no sabían nada de autos y por miedo a quemarse o electrocutarse.

— ¿Y ahora qué hacemos?— pregunto ella.

—Súbete al auto y préndelo, yo veré que anda mal —dijo Jaejoong, no se le ocurría nada más, Tiffany asintió y subió al coche, coloco su pie sobre el pedal del acelerador y a una señal del rubio lo piso, Jaejoong no vio nada distinto en el motor solo el mismo vapor que poco a poco desaparecía, al tercer intento el auto milagrosamente arrancó, Jaejoong pudo escuchar el “si”emocionado de Tiffany por sobre el suave rugido del motor, bajó el capo y se subió al coche— menos mal —dijo ella cuando el auto avanzó sin problemas.

—Sí, no quería llamar a una grúa — Jaejoong vio el reflejo de unas luces en el espejo del retrovisor, para que poco después el auto lila de Jessica Owen pasara volando a su costado para adelantarlos, el rubio pudo ver fugazmente a Changmin conduciéndolo, y simplemente tuvo una idea.

—Síguelo —dijo, Tiffany lo miro sorprendida.

— ¡Claro que no! ¡Mira lo que te hizo! ¿Acaso quieres que te asesine? ¡Tenemos que ir a un hospital! —chillo exasperada, Jaejoong la miro con suplica.

—Fanny estoy bien, lo juro, solo síguelo, ¡Lo vas a perder! —ella acelero no pudiendo creer que le estuviera haciendo caso al loco de Jaejoong.

— ¡¿Estas… Loco?! ¡Recuerda que estas herido! ¿Qué acaso no te importa tu salud? —pregunto ella tratando de no perder de vista el coche de la rubia, Jaejoong se puso el cinturón de seguridad cuando su cuerpo reboto de un lado a otro con los esfuerzos de Tiffany por seguir al coche.

—Estoy bien, no es como si fuera a morirme por heridas así —le dijo Jaejoong rodando los ojos— No te acerques tanto, se darán cuenta de que los estamos siguiendo —le indico el rubio, Tiffany bufo exasperada.

—No me jodas Jae, en primer lugar no tendríamos que estar siguiendo a ese criminal imbécil —dijo ella tratando de mantener una prudente distancia y de no perderlo al mismo tiempo— ¿Qué ganas con seguirlo? Oh no… yo lo sabía, por eso tenías“esa” cara… Jae ese chico ya no es un compañero del colegio al cual puedes tenderle una trampa, si le jodes vas a acabar muerto, por favor piénsatelo —pidió ella casi suplicando.

—oh vamos Fanny, solo se hace al rudo, no creo que sea tan peligroso, además que de ninguna forma pienso temerle, eso le daría más poder que no tiene, de ninguna manera…

— ¡Jae! Digas lo que digas… esto no me parece buena idea, vas a obsesionarte de nuevo con el… Jae tu… ¿sigues enamorado de Changmin? —pregunto más seria despegando su vista del auto de Changmin para mirarlo a el de reojo, Jaejoong arrugo el cejó.

—Definitivamente no —mintió descaradamente— Es solo… que no puedo dejar que crea que le tengo miedo…

—Si claro —se mofo Tiffany sin creerle ni una sola palabra, ninguno de los dos volvió a hablar llegaron hasta una zona residencial, donde el auto lila se perdió en una entrada enorme que daba una elegante mansión, Tiffany estacionó a una distancia prudente y apago el motor— ¿Y ahora qué?

—Esperemos —dijo Jaejoong mirando hacia donde el auto se había introducido,Tiffany bufo molesta y se cruzó de brazos esperando, estaba preocupada por el rubio, pero al parecer este no se preocupaba por sí mismo, pues prefería perseguir criminales asesinos en lugar de ir a un médico. Pues se podía ir al carajo.

Poco después los vieron saliendo juntos, esta vez sin el coche, la chica estaba colgada del brazo de Changmin mientras este le decía algo inclinándose hacia su rostro, poco después un taxi se estaciono frente ellos y abordaron rápidamente,el taxi arranco con un ligero chirrido de sus llantas y se fue alejando.

— ¿Y ahora qué? ¿Tengo que seguir al taxi? —preguntó Tiffany aburrida.

— ¡Si! —grito Jaejoong el auto amarillo casi había desaparecido entre el tráfico,apenas podía verlo a lo lejos, Tiffany arranco rápidamente demostrando que no era solo una chica hermosa si no además una gran conductora, así que siguió al taxi durante media hora, alejándose cada vez más del centro de la ciudad,entrando a una zona donde no habían edificios y solo casas, y a medida que avanzaban las casas se hacían más alejadas unas de las otras, además de que iban decreciendo en nivel, Jaejoong arrugo el entrecejo ¿Qué hacían ahí? ¿Y dónde estaban además? El taxi tomo un angosto camino y salió a una avenida mucho más grande por donde pasaban inmensos camines de carga, Tiffany trato de seguirlo entre las enormes bestias de la carretera, el taxi se perdió de vista varias veces pero al final lo vieron justo a tiempo tomando una curva secundaria para dejar la gran avenida, la peliroja lo siguió a mucha más distancia ya que en esa carretera no habían autos y podrían darse cuenta de su presencia, el taxi era una mancha amarilla por delante de ellos, entonces unos kilómetros más adelante Tiffany frenó bruscamente, Jaejoong resintió el cinturón de seguridad a plastándose contra su pecho.
— ¡¿Qué demonios?! Fanny ¿Estás loca? ¿Por qué frenas así? —le recriminó Jaejoong acariciándose el firme estomago con una mueca de dolor.

—Estás loco si crees que vamos a entrar ahí cariño… vámonos.

— ¿Por qué?—preguntó el rubio mientras veía como ella trataba de dar la vuelta para irse.

—Realmente no sabes nada, deberías ver las noticias de vez en cuando y dejar de lado los programas de moda y farándula, estamos frente Village Hope —declaró como si se tratara de Silent Hill, Jaejoong rodó los ojos.

— ¿Y le tienes miedo a eso?

—No, le tengo miedo a la gente que vive ahí, escucha, si entramos a ese lugar saldremos dentro de una caja para ser enterrados en el mausoleo familiar ¿Eso quieres? ¿Acabar muerto?

—Bien, entonces iré a pie —dijo Jaejoong abriendo su puerta para salir del carro.

— ¡Espera! —ella le llamó mirándolo hastiada— No Jae, no vas a entrar a ese lugar, ahí viven asesinos y narcos, y no es como en las películas aquí te matan sin preguntarte primero, así que nos vamos de aquí y dejamos esta ridícula idea de perseguir a ese delincuente, vamos a un maldito hospit… ¡JAE! —chilló Tiffany al ver como este se bajaba del auto y seguía el camino a pie, más adelante se veían unas cuantas casuchas— ¡Jae! ¿Te has vuelto loco? —gritó ella conduciendo a la velocidad de los pasos lentos de su amigo a su lado mientras el caminaba testarudamente sin detenerse.

—Tengo que encontrarle un punto débil a ese maldito —dijo con los dientes apretados— nadie es perfecto.

— ¿Estás loco? ¿Vas a morir solo por tu ridícula obsesión? —grito ella molesta—¡Acéptalo de una vez Jae! ¡A él no le van los chicos! ¡No le gustas! —Jaejoong se detuvo en seco y la miró con rabia.

—Si tanto miedo tienes puedes irte, tienes el maldito auto solo vete —y Jaejoong siguió caminando en dirección a ese pueblucho de quinta, sin hacer caso a su amiga que seguía conduciendo muy lentamente al ritmo de sus pasos.

— ¡Estás haciendo un drama Jae! —grito ella molesta eran pocas las veces que se peleaban, casi nulas, se amaban mucho como para pelearse, pero al parecer esta iba a ser una de esas veces, entonces Tiffany recordó, el día en el que Jaejoong se había abierto totalmente a ella, enseñándole sus verdaderos sentimientos.

                                                            —Flashback—

Lentamente fueron recostándose en la cama, Tiffany no dejo de abrazar a Jaejoong mientras este lloraba como nunca antes lo había visto llorar, se quedaron dormidos, juntos compartiendo un dolor que debería ser de uno, pero Tiffany jamás dejaría a Jaejoong solo, era como un hermano que nunca tuvo y que amaría tener, pero si no podía tener a Jaejoong como hermano de sangre lo tendría como hermano del alma.

—Fanny, ¿Cómo pude enamorarme de el? —escuchó la voz nasal de Jaejoong que se aferraba a su cintura.

—No lo sé… quizás es como dicen, uno no eliges de quien enamorarte…

—Justo ahora él debe estar odiándome, y duele, no sabes cómo duele saber que nunca poder acercarme a él de nuevo, lo jodí todo —Tiffany estaba asombrada deque Jaejoong dejara su dignidad de lado para decirle eso.

—Jae tu… aun puedes tratar de hacer algo, quizás si le pides disculpas…

— ¿Tú crees? —su voz tenía un matiz de esperanza que Tiffany no podía alimentar sin estar segura.

—Tal vez si… pero Jae yo no conozco a Changmin y no sé lo que haría si te disculparas con él.

—Lo más probable es que el patease mi culo lejos de aquí —suspiro Jaejoong derrotado, odiaba ese sentimiento llamado amor, odiaba lo que estaba sintiendo,se sentía enfermo y nunca se había sentido tan miserable, ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? ¿Por qué tuvo que conocer a Shim Changmin?

—Bueno de todas formas que pierdes intentándolo? No te va a hacer nada porque yo le romperé la cara si vuelve a golpearte —dijo ella con fiereza Jaejoong soltó una risita.

—Ya veremos.


Pero Changmin no volvió al colegio los días siguientes, y Jaejoong se resignó ano verlo, pero el día de entrega de notas, cuando estaban por irse luego de recoger sus documentos, Changmin apareció al lado de una hermosa mujer que seguro era su madre, Jaejoong lo vio mirando un instante hacia su dirección para luego prácticamente correr y alejarse de ellos lo más rápido posible, el chico solo suspiro derrotado.

—Este trimestre tus notas bajaron Jae, tu padre no va a estar contento hijo—dijo su mama mirando con angustia sus notas.

—Ya mamá luego las recupero —dijo sin importarle mucho las notas, sus ojos seguían mirando las lejanas figuras de Changmin y su madre.

— Papá qué tal si tú y la señora Kim esperan aquí un momento, ¿Jae me acompañas? Quiero ir a comprar algo de comer —dijo ella con fingida inocencia, Jaejoong asintió rápidamente.

—claro.

— ¡No se demoren mucho hijo! —pidió la mamá de Jaejoong pero ellos ya caminaban apurados, alcanzaron a ver como Changmin y su madre entraban a las oficinas del colegio, se quedaron afuera esperando sin importar si sus padres les habían dicho que se apuren.

— ¿Cómo debería pedírselo? —pregunto Jaejoong nervioso, Tiffany sonrió.

—Dile “oh Changmin perdóname por haber chupado tu Pene” —Jaejoong le dio un codazo en las costillas mientras ella se moría de la risa.

—Si claro, ya enserio…

—Dile que lo sientes, simplemente eso, no puede ser tan malo…

Poco después vieron a Changmin saliendo con su madre, seguramente ellos esperaban a que fuese a hablar con sus amigos y agarrarlo cuando estuviera solo para disculparse con él, pero Changmin camino junto a su madre todo el tiempo y se detuvieron cerca del comedor, Jaejoong y Tiffany se ocultaron detrás de una pared que daba hacia el patio recreacional como un pasillo, se escuchaban apagadas conversaciones provenientes del comedor que estaba rodeado de cristal pero la voz de Changmin y su madre les llegaba clara y fuerte.

— ¿Min? ¿Quieres comer algo antes de irnos? —escucharon la voz melodiosa de la madre de Changmin, Tiffany quiso asomarse pero Jaejoong la detuvo.

—Mamá quiero cambiarme de colegio —escucharon entonces la voz de Changmin que los congelo en sus sitios.

— ¿Qué? ¿Cambiarte de…? ¿Por qué?

—Es que… no me gusta este colegio, opino que la gente de aquí… no me gusta

— ¿Por qué hijo? ¿Te hicieron algo?

—No mamá nadie me hizo nada —escucharon la rotunda voz de Changmin, casi violenta al mencionar esa frase, desesperada por tratar de probar que realmente“nada” había pasado, entonces Jaejoong comprendió a lo que se refería Changmin, a lo que trataba de negarse a sí mismo diciendo eso, Changmin continuo con su explicación: — es solo que quiero cambiar de ambiente, y bueno recibí las notas del segundo trimestre, eso me basta para que pueda cambiarme a otro colegio y acabar el último trimestre ahí ¿verdad?

—De acuerdo querido, hablare con tu padre, supongo que si tus notas son aceptadas en otro colegio podrías cambiarte…

Las voces se hicieron más lejanas y entonces se atrevieron a asomarse, la mujer y Changmin se alejaban directamente hacia la salida, Tiffany suspiro decepcionada y se giró a ver a Jaejoong que tenía una expresión fría y decidida, incluso llegó a  sorprenderle la rabia que podía ver en sus ojos, la peliroja comprendió entonces que Jaejoong estaba afectado pero ocultaba su tristeza con furia.

— ¿Jae?

—Es un imbécil… —dijo suavemente— Por mi puede irse a la mierda no sé por qué carajos intente disculparme en primer lugar —Tiffany se acercó a él y acaricio su pelo negro.

—Te sentías mal por lo que le hiciste —le recordó Tiffany, Jaejoong rodó los ojos.

—Pues ya no me siento mal, me siento genial y si quiere irse que se vaya,después de todo Changmin no es nadie, no sé qué bicho me pico para considerarlo…  —Jaejoong temblaba de la rabia y de la humillación, Tiffany suspiro triste después de todo el plan no había salido tan bien como ella pensaba—me voy a olvidar de el Fanny… me lo voy a sacar de la cabeza aunque tenga que arrancármela y separarla de mi cuerpo.

—Jae… Dios nunca creí verte… enamorado no de esta forma.

—Ojala nunca te pase es horrible —dijo Jaejoong cruzándose de brazos, “mi dignidad es primero” pensaba una y otra vez para ignorar el dolor punzante de su pecho, realmente dolía como si estuviera enfermo, y todo por culpa de ese imbécil maloliente de Shim Changmin.

— ¿Fanny? ¡Hija! ¡Vamos, los estamos esperando! —escucharon la voz del papa de Tiffany, la mamá de Jaejoong estaba a su lado alisando con sus manos las arrugas invisibles de su costosa ropa en gesto refinado.

— ¡Si papá! —Jaejoong y Tiffany se acercaron caminando lentamente.
                                                                  —&—

— ¿Entonces tu papa cree que aun eres virgen? —le pregunto Jaejoong suavito Tiffany le mando una mirada de advertencia y otra preocupada a su progenitor que estaba aún lejos como para oírlos.

—Sí pero más tardare hablaremos de ello —mascullo, Jaejoong soltó una risita, el padre Tiffany era un sujeto guapo en la opinión de Jaejoong, según su propio padre no era muy bueno para los negocios pero tenía un carisma especial que atraía a la gente, y lo que lo hacía de alguna manera más simpático, era que el pobre hombre aun creía que su hija era una princesita de 6 años, solo había que ver como decoraba su habitación con dibujos de Disney y esas chorradas de Barbie, si supiera que … era lo más alejado de lo que él tenía en su mente…

Pero bueno sus padres también tenían una muy mala idea de él, Tiffany no era la única que escondía secretos a sus progenitores, su padre estaba seguro de que Jaejoong estaba con la peliroja para follar, no se lo había dicho directamente pero Jaejoong lo entendía entre líneas, y su madre pensaba que él estaba con su amiga porque secretamente estaba enamorado de ella y no tenía el valor dedecírselo, en varias ocasiones su madre le había tratado de… “motivar” a que hablara con ella para confesarle sus sentimientos, pero el solo decía “hay mamá Fany y yo solo somos amigos” cosa que su madre ni remotamente le creía.

Si supieran que a Jaejoong le gustaba encerrarse en un estrecho cubículo del baño de su colegio con un chico arrodillado ante el, tragándose su verga seguro les daría un ataque, porque Jaejoong era gay totalmente, las chicas no le iban para nada.

Paso mucho tiempo entonces, a veces Jaejoong se olvidaba de Shim Changmin, pero siempre lo recordaba, al final de sus sesiones de sexo con chicos que estaban ansiosos por dejar que su cuerpo fuese utilizado para saciar el hambre sexual que Jaejoong tenía, cuando se corría dentro del condón y de sus estrechos culos, simplemente no sentía nada, el placer estaba ahí y era abundante pero su corazón parecía acelerarse únicamente por el esfuerzo físico, nunca volvió asentir ese latigazo de “algo” que le daba cuando veía a Changmin, cuando pudo sentir su piel, su olor almizcle que de alguna manera lo había dominado aquel lejano día, porque Jaejoong se sentía así, sin importar que Changmin hubiera estado atado y sin salida, no se sentía como el verdugo si no como la víctima de una atracción tan poderosa hacia a Changmin que simplemente no había podido controlarla.

Y si alguna vez espero sentir ese poderoso sentimiento con alguien más nunca lo consiguió, aunque lo intento desesperadamente no pudo volver a sentirlo y aveces le desesperaba porque su cuerpo y su mente estaban olvidándose de la sensación, y a pesar de que llegó a aborrecer ese sentimiento también lo extrañaba y mucho.

— ¿Jae? —Tiffany se sentó a su lado en la cama sin importarle su desnudez—vente a desayunar, debes estar cansado después de lo de anoche, Dios parecía que estabas degollando a ese chico por la forma en la que gritaba —se rio ella acariciando su pelo.

—Si… —Jaejoong se giró para quedar de espaldas a la cama y de frente al techo,sintió la sabana enredarse en sus muslos y de repente no quería ir a desayunar,ni regresar a su casa antes de que su madre se diera cuenta de que había pasado la noche fuera, en el depa de Tiffany, follando con un chico rubio hasta que lo secó totalmente para ser más exactos, no tenía ganas de nada, solo de quedarse ahí recostado lamentando su suerte, lamiendo sus heridas como un perro herido,ni si quiera sabia porque mierda estaba tan triste pero lo estaba.

—Al menos tapate hombre —se quejó Tiffany jalando la sabana para cubrir el miembro flácido de Jaejoong, ella se dio cuenta de que algo andaba mal con su amigo, lucia totalmente abatido— ¿Qué tienes?—pregunto entonces.

—Nada… solo tengo flojera —mintió el, porque si le contaba que estaba triste sin saber por qué simplemente le parecía muy afeminado algo así.

—Darío va a organizar una fiesta el fin de semana ¿vamos? —pregunto ella recostándose a su lado, Jaejoong puso su brazo para que ella pudiera acomodarse sobre sus bíceps y utilizarlos como almohada.

—No lo sé Fanny… mi madre ya está comenzando a sospechar que me escapo de mi habitación, creo comenzara a poner cámaras en el jardín y en mi ventana para pillarme bajando por ella —rió el.

—Oh vamos Jae, no es como si estuvieras escapando entre días de escuela, como ahora por ejemplo… —se rio ella Jaejoong solo bufo suave— tu sabes cómo ganarte a tu mamá está loca por ti, vamos, solo tienes que decir que iras a una fiesta,es el fin de semana no pondrán muchas objeciones, y ambos tenemos buenas notas este trimestre, ni siquiera podrían echarnos eso en cara.

Jaejoong solía escaparse de su habitación en las noches para ir hasta el depa de Tiffany, ella solía hacer lo mismo ya que su padre seguía siendo tan incrédulo como siempre, ella salía de su casa vestida con faldas largas y blusas anchas, ropas que honrarían a un testigo de Jehová sin duda, pero afuera era otra cosa, ella se quitaba sin pudor las molestas prendas, para mostrar la ropa sexy que llevaba debajo Jaejoong estaba acostumbrado a ayudarla para que su padre no la descubriera en sus andadas, entonces iban a una discoteca y elegían a sus víctimas respectivas para luego ir a follar al depa, la única regla era nunca hacerse pillar con sus padres.

—Ah dale, vamos… pero creí que tú y Darío…

—Hay Jae nosotros solo follamos un par de veces y ambos acordamos quedar como amigos pase lo que pase.

—Supongo —murmuro el rubio, él prefería ya no escoger a sus víctimas de entre las personas de la universidad, simplemente un desconocido en una discoteca… y al final ni se acordaba de sus nombres.

—Entonces arriba —ella se puso de pie de un salto— hay que desayunar para irnos antes de que sean las seis —eso era lo malo de las escapadas, había que madrugar ridículamente temprano para llegar a casa meterse a la cama y fingir que uno recién se despertaba, Jaejoong haciendo acopio de toda su fuerza, se levantó y se metió al baño para despejarse, no podía correr el riesgo de ser sorprendido por su padres, seguro lo echaban bajo siete llaves y el padre de Tiffany le cortaría las pelotas por no cuidar correctamente la virtud de su hija…aunque no hubiera sido el quien se la hubiera quitado.

— ¡Jae! ¡Cariño se enfría tu desayuno!

—Si ya voy —gruño Jaejoong acabando de atar sus zapatillas a sus pies, joder,estaba exhausto había follado como un loco, solo había dormido unas cuantas horas y tenía que ir a la universidad dentro de un rato, iba a desmayarse sin duda.


— ¡Jae! ¡Jae! —varias chicas corrieron hacia el emocionadas, todas niñas “nice”, ya que tenían plata, no tanto como Jaejoong o Tiffany pero la tenían,vestían totalmente a la moda, con rosados y purpuras, incluso sus iphone eran rosas o violetas, eran chicas totalmente… Ugh.

— ¿Qué? —preguntó parándose con una mano en el bolsillo y con la otra se llevó un mechón de pelo rubio hacia atrás, para que no cayera sobre su frente.

—hum… Antoniette quiere hablar contigo —las chicas empujaron a otra chica que parecía avergonzada, tenía el pelo largo y castaño y un perfume demasiado dulzón para el gusto de Jaejoong.

—Ah… este… bueno como se acerca el baile de promoción… me preguntaba si irías con alguien —dijo la chica mirando al piso, Jaejoong se abstuvo de rodar los ojos, desde que había salido en la televisión en “heirs of fortunes” y la gente se había enterado de que él era uno de los hijos de los que pertenecían a la asociación B&W, y no de cualquiera si no del hombre que era la mano derecha del presidente de dicha asociación, la gente había enloquecido un poco, y trataba de ligárselo como sea, incluso esas chicas nice…no era la primera vez que repetía esa escena.

—Iré con Tiffany —dijo sonriendo de lado, las chicas se vieron desilusionadas.

— ¿Ella…es tu novia? —pregunto la chica que aun que seguía pareciendo tímida ante él, en realidad tenia agallas, nadie se atrevía a preguntarle cosas, solo aceptaban su veredicto final.

—Si, algo así —contesto Jaejoong enigmático— lamento tener que declinar tu invitación —agrego sin lamentarlo para nada y luego se alejo suavemente mientras escuchaba los “consuelos” que sus amigas le brindaban a la “pobre”chica. Jaejoong solo no soportaba a esa gente que quería ascender socialmente acuestas de otros.

—Hey Jae—una mano palmeo amistosamente su espalda— ¿Cómo estas viejo? ¿Vendrás a mi fiesta cierto? —Preguntó Darío— vendrá mucha gente del Regent Schooltambién.

Habían tres Universidades que eran los más caros de la ciudad, donde todos los ricos obligaban a sus hijos a estudiar, las univeridades tenían convenios internacionales así que eran de ayuda a la hora de escoger otras universidad sea donde sea que se ubicara esta, incluso en África, una era Red College, elotro era Regent School y el ultimo era Paul Bons Institute, la mensualidad encada una de ellas era un ojo de la cara para la gente de clase media, pero para la fortuna de sus padres no era gran cosa.

—Si ahí estaré ¿no has visto a Tiffany?

—Estaba cerca de las piscinas, que bueno que vendrás, solo quería cerciorarme—su móvil comenzó a sonar en ese instante con una canción de algún DJ famoso, Darío se fijó en el remitente y se despidió de Jaejoong apurado— lo siento debo contestar esta llamada, nos vemos en mi casa —le dijo alegremente palmeando su espalda antes de contestar su móvil— ¿Jessica? ¿Vas a venir cierto…? —la voz de Dario se hacía más lejana mientras Jaejoong se alejaba en dirección a las piscinas para encontrarse con Tiffany sin saber que ir a esa fiesta cambiaria totalmente todo de una manera radical y que su vida no volvería a ser la misma.

Jaejoong llegó temprano a la casa de Tiffany, hacía calor esa noche así que solo se puso su camiseta gris sin mangas, unos pantalones ceñido oscuros, que no apretaban mucho sus piernas pero las formaban bien, y unas zapatillas negras que completaban el conjunto, Jaejoong podía asegurar que se veía apetecible, y si iban a ir chicos del otro colegio sería buena idea ligarse a uno, solo que podría ser una mala idea ligárselo en frente de los chicos de su escuela, podría dar de que hablar si lo pillaban, estaba sentado en el sillón junto al padre de Tiffany esperando a que esta bajase de su habitación.

—Ahí está mi niña —dijo el hombre cuando Tiffany bajó, Jaejoong se giró en el sofá para verla, vestía un vestido negro, largo hasta las rodillas, un moño alto y una chaqueta encima, se veía bien…

— ¿Nos vamos? —preguntó ella inocentemente.

—Si vámonos —Jaejoong se puso de pie y su padre los acompaño a ambos hasta la puerta.

—Cuídense chicos.

—Descuida papá, seremos responsables.

—Confío en ustedes —dijo sonriendo, ellos le devolvieron una inocente sonrisa,pobre si supiera…

Entraron al Audi negro y Jaejoong arrancó en dirección a la casa de Darío, Tiffany estuvo quieta hasta que doblaron una esquina, entonces comenzó aquitarse la ropa, se quitó la chaqueta y después el vestido, quedando solo con un corto de jean, cambio sus tacos por unas zapatillas y se quedó con una blusa negra que no dejaba mucho a la imaginación, el rubio sonrió, ahora si era la verdadera Tiffany y no un mormón.

—Uf  tanta ropa me asfixia —dijo ella soltándose el moño y desordenando su pelo rojizo, se veía realmente sexy y hermosa.

—Si tu padre te viera así moriría de un ataque.

—Sin duda —se rio la peliroja, llegaron a la fiesta y Jaejoong desplego sus encantos al instante, Tiffany lo vio coqueteando con un chico que seguro era del Regent por que no era de su universidad, nunca lo había visto, ella se quedó conversando con los amigos de Darío que la conocían bien y eran buenos chicos,entonces Jaejoong volvió a unírseles dejando al otro chico de lado, quizás a el rubio al final no le había gustado ese chico ni siquiera para usarlo como víctima, a veces pasaba, Jaejoong era realmente exigente con sus compañeros de cama, cuando volvió su mirada a Jaejoong este estaba mirando, conlos ojos desorbitados, hacia el sillón, en ese sillón había un chico que le devolvía la mirada desafiante a al rubio, Tiffany lo reconoció enseguida, ni aun que hubieran pasado siglos lo habría dejado de reconocer, Changmin se levantó y se fue sin dejar de mirar a Jaejoong, y desapareció dentro de la casa. El rubio comenzó a moverse pero Tiffany sujeto su brazo con fuerza.

— ¿A dónde crees que vas? ¿Acaso estás loco? —le pregunto arqueando una ceja.

—Fanny… por favor, tengo que hablar con el —dijo Jaejoong tratando de soltarse,ella suspiro y lo soltó.

—Está bien, pero no creo que sea una buena id… —pero el rubio ya había salido casi volando detrás de Changmin…


                                             —Fin de FlashBack—



Tiffany tenía que reconocerlo, esa cara de frustración que tenía su amigo después de haber follado era porque se sentía vacío, Jaejoong se había enamorado hace dos años atrás y ahora aún seguía enamorado de la misma maldita persona, aunque lo negara, ella era su mejor amiga desde hacía años, una vida entera compartiendo un lazo fraternal tan fuerte como si fueran verdaderos hermanos de sangre, no podía dejar a Jaejoong solo con esto ni tratar de cambiar sus sentimientos, solo podía ayudarlo y eso es lo que haría, se recrimino a sí misma.

      
— ¡Jae! Por favor perdóname, sé que he estado pesada desde que vimos a Changmin hoy, es solo que no me gusto que te lastimara de ese modo, por favor Jae…

— ¿Lo dices enserio? —preguntó el rubio deteniéndose de repente.

—Claro que sí, sabes que yo siempre voy a estar ahí para lo que sea Jae, para recibir la bala por ti —Jaejoong entró de nuevo al auto ignorando el dolor de su estómago y le sonrió a Tiffany.

—Gracias —le dijo tomando su delicada mano.

—Te amo tonto del culo —dijo ella abrazándolo fuerte y dejando un húmedo beso en el lateral de su cuello— bien vamos a cazar a ese callejerito de mierda, sino es tuyo no será de nadie —dijo decidida acelerando, Jaejoong soltó una carcajada.

—Estás loca.

—No más que tú, eso seguro —con el ambiente mucho más relajado entre ellos, sus lazos volvieron a unirse, su amistad de solidifico y Jaejooong sabía que por más daño que sufriera estaría bien si Tiffany estaba ahí para levantar lo que quedaba de él y volverlo a armar totalmente, ya que si no fuera por ella no volvería a levantarse.

El auto llegó al pueblucho, era deplorable, los jardines eran un asco, las calles tenían basura, y habían muchos perros, las calles eran bien iluminadas hasta una plaza pequeña donde había gente sentada en los banquitos, y algunos niños jugando en sus bicicletas viejas.

— ¿por dónde se habrá ido? —pregunto Tiffany mirando atentamente mientras bordeaban la plaza.

—No lo sé, ni quiera veo el taxi —había un par de autos rondado por el sitio autos viejos, chatarra andante, la gente miraba el auto lujoso con expresión confundida— este lugar es…

—Basura —concluyo Tiffany al ver como unos siete perros de gran tamaño no tenían problemas en volcar un contenedor de basura y comenzar a rebuscar comida entre todo el contenido, la pelirroja se estaciono cerca de la plaza donde había más luz y más gente y entonces se quedó viendo a Jaejoong— ¿Qué hacemos?

—Voy a bajar —dijo el rubio, ella se quitó el cinturón de seguridad pero Jaejoong la detuvo— no, tu quédate aquí, podría ser peligroso.

—Pero Jae…

—Tu misma lo dijiste Fanny, es un sitio jodidamente peligroso y mira cómo vas a vestida, solo espérame aquí no voy a ir muy lejos —insistió Jaejoong— solo…preguntarle a alguien —le aseguró.

— ¿Y después nos vamos? —pregunto la chica esperanzada, Jaejoong suspiro y asintió.

—Si, después nos vamos, lo prometo —Jaejoong bajó del coche y se acercó a una pequeña tiendita, había gente en el interior, a medida que se acercaba escuchaba una salsa sonando alegremente, dentro habían varios señores mayores y dos mujeres regordetas, reían con carcajadas que eran casi gritos de euforia seguro provocadas por las cervezas que ya se habían bebido, estaban sentados ensillas justo al medio de la pequeña tienda rodeados de un par de botellas vacías de cerveza y otro tanto de botellas llenas, Jaejoong se acercó hasta lareja que separaba la tienda de la calle y una de las señoras se acercó riendo.

— ¿Si joven desea algo? —Jaejoong pensó que sería descortés no comprar nada y solo preguntar pero… no sabía que comprar.

—Cigarrillos —dijo lo primero que se le vino a la mente.

—Oh si ¿de cuáles quieres? —pregunto ella acercándose hacia la repisa donde habían varias cajetillas de diferentes marcas que el rubio no conocía.

—eh… cualquiera estará bien —dijo el mientras la señora le miraba extrañada pero al final cogía una cajetilla y se la pasaba.

—Son cinco dólares —dijo ella, Jaejoong saco un billete de cien y se lo entregó— oh… no tengo cambio para esto —dijo ella apenada devolviéndole el billete— tendrás que comprar en otro sitio —pero Jaejoong no le devolvió la cajetilla ni le acepto el billete.

—No, descuide, se puede quedar el cambio si me hace un favor —las orbitas de la mujer por poco se salen de sus cuencas.

— ¿Qué acabas de decir? ¿Qué dejaras el billete? ¿No será falso? —pregunto la mujer poniéndolo a contraluz para identificarlo.

—No señora, no es falso, solo necesito un dato… ¿Podría ayudarme? —pregunto el rubio apoyándose en las rejas de la tienda.

—Hum, tú no eres de por aquí ¿cierto jovencito?, si no, no andarías con tanto dinero en el bolsillo, podrían matarte solo por robarte esos anillos y collares—dijo señalando algunos de los accesorios de Jaejoong— si yo fuera tú los guardaría ocultos, no es bueno andar exhibiéndose —la señora abrió la puerta dela rejilla y le hizo un ademán para que entrara— pasa joven, es peligroso ahí a fuera.

—Señora… tengo mi auto allá y debo volver mi… amiga está en el auto.

—Oh Dios, ¿realmente no eres de aquí cierto?, pasa, rápido puedes preguntarme lo que quieras y luego debes irte joven, no es seguro andar por aquí y menos con una bestia como la que tienes de auto —Jaejoong no entendió a lo que se refería con esa palabra, pero hizo caso y entró, una silla incomoda le fue facilitada donde pudo sentarse.

—Rud querida ¿Quién es este niño rico? —preguntó un hombre moreno con una gran barriga cervecera y con claro acento latino además de mezclar las palabras con el español.

— ¿Cómo te llamas? —preguntó la señora.

—Jaejoong…

—Toma esto Jaejoong, salud —le alcanzo un vaso con cerveza otro señor más flaco y largo con un abundante bigote. El rubio agarro el vaso.

—Gracias…

— ¿Qué querías preguntarme chico?

—hum… estoy buscando a un chico llamado Changmin… —automáticamente todos se tensaron y comenzaron a hablar en español, algo atemorizados.

—Chico, no deberías meterte con ese tipo de gente son maleantes, personas del mal vivir, no son de tu clase, se nota que eres alajito deberías volver a tu casa… —dijo la otra señora Jaejoong no entendió un par de palabras pero entendió que estaban hablando de peligro.

—Pero… es urgente ¿Ustedes lo conocen?

—Claro que lo conocemos, todos lo conocen incluso en las otras villas aledañas,es un joven muy peligroso, maneja drogas chico ¿Lo buscas para comprarle algo? ¿Eres adicto a la marihuana o al crack? —pregunto otro señor mucho más serio.

— ¡No! claro que no señor, solo son asuntos personales…

—Deberías irte de aquí chico, si tienes un problema con Max no te conviene enfrentarlo, siempre anda con Don y el chico Keen’s ese al que llaman “littlepig”, y no son todos, también esta Lee, que recién salió de la cárcel cuando lo agarraron por posesión de drogas, créeme que no quieres buscarlos chico,sigue mis consejos, ni siquiera la gente del pueblo se atreve a acercarse muchoa ellos.

—Acabaras con un cuchillazo en el estómago y tus tripas por el piso chico, ¿Qué te paso en el cuello? —pregunto el señor obeso mirando la herida provocada por el cuchillo de Changmin.

—Un accidente…

—Max te hizo eso ¿verdad? No busques venganza, acabaras mal, deberías agradecer que te dejo vivo —aseguró la señora poniendo sus manos sobre los hombros de Jaejoong— Max y los de su calaña ya no tienen salvación, no vale la pena joven si quieres ayuda llama a la policía, la pandilla de maleantes debe estar en ese basurero de autos abandonado, lleva ala policía ahí joven pero no vayas solo —dijo la señora— tengo el número de la policía si quieres —dijo ella viendo con preocupación el corte en su cuello Jaejoong negó con la cabeza.

—No se preocupe señora, pero no será necesario, solo lo olvidaré.

—Es lo mejor que puedes hacer chico, no es bueno meterse con esos perros sarnosos—dijo el señor obeso, el rubio dejo el vaso de cerveza intacto a un costado y salió de la tienda mientras las personas lo despedían con palabras en español que no entendió, pero de todas formas agradeció la hospitalidad, ahora, ¿Dónde estaría el basurero ese que menciono la señora? Jaejoong iba cruzando la calle en dirección a su Audi cuando un bramido se escuchó poco antes de que una destartalada moto avanzara por la plaza con increíble velocidad, Jaejoong vio la moto dirigirse directo a él.

— ¡JOVEN CUIDADO! —escuchó el grito de una de las señoras y se alejó del camino de la moto justo a tiempo para evitar ser golpeado, pero esta se de tuvo un poco más delante de Jaejoong y el sujeto que iba encima se quitó el casco para mostrar su rostro, tenía un ojo hinchado como si hubiera recibido un golpe, y un par de heridas en la cara sobre su piel blanca.

—Por qué no te fijas por donde vas maldito imbécil —dijo el hombre amenazadoramente.

—Dios Pancho, es Don... —murmuró la señora asustada tras la rejilla llamando a su marido— maldita la hora en que apareció, por favor que el joven Jaejoong no lo busque —pero la señora no conocía el ego del rubio que era del tamaño del sol mismo.

— ¡Tu fíjate por donde conduces retardado! —contesto Jaejoong siguiendo con su camino, pensando que todo sería un simple intercambio de insultos como cuando sucedía algún altercado mínimo conduciendo por la ciudad.

— ¿Qué dijiste? —El hombre se bajó de la motocicleta dejando el casco a un lado— ¿Acaso te atreviste a abrir la boca marica?

— ¡Don! Hijo… deja en paz al chico, no es de aquí —escuchó Jaejoong a sus espaldas, la señora que le había vendido la cajetilla de cigarros estaba parada cerca de ellos, con la rejilla de la tienda abierta para dar paso a los demás que miraban expectantes.

—Con más razón señora Jung —dijo el hombre— no es posible que un rarito que ni quiera vive aquí quiera venir a joder donde no debe ¿No es cierto marica?  

— ¡Cuida tu boca! ¡Que yo también se usar la mía! —le amenazó Jaejoong apretando los puños, escucho un jadeo aterrorizado tras de sí proveniente de la señora pero no volteo, solo mantuvo su mirada fija en el sujeto frente a el.

— ¿Estás buscando pleito mamón? ¡Viniste al lugar equivocado! —Jaejoong observo asombrado como el tipo ágilmente sacaba una navaja de su bolsillo, joder ¿Cómo podía ser tan rápido para moverse?

—Virgen María Don, guarda eso por el amor de Dios.

—Será mejor que no se meta en esto doña… ¿Ya me tienes miedo puto?¿Estas arrepintiéndote de haber abierto tu boca chupa pene?

—Definitivamente no, vete a la mierda… —dijo Jaejoong pasando de él y siguiendo el camino a su auto, de repente fue atrapado por detrás y cayó de rodillas por el peso del otro chico, que agarro entre sus manos sucias un mechón de pelo rubio y puso el cuchillo a dos milímetros de la fina nariz de Jaejoong.

— ¿Crees que vas a irte así tan fácil Pinche cabrón? Será mejor que vacíes tus bolsillos y ruegues por tu culo ajustado, tu mami no está aquí para defenderte ahora ¿Qué vas a hacer?

—Por Dios Pancho llama a la policía, Don va a matar a ese pobre muchacho —dijo Rud a su marido, el hombre gordo rápidamente marco a la policía sin que Don se enterase de nada y pidió ayuda urgentemente.

— ¡Jae! —Tiffany salió del carro al ver como el otro chico lo tumbaba.

— ¡Vete de aquí! —grito Jaejoong fuerte para que después el otro chico jalara su cabello haciéndolo sisear de dolor.

—Así que viniste con tu puta… ¿Qué vas a hacer ahora niño riquito? Tú no sabes lo que es la calle, ¡Con que jodido derecho vienes aquí a comportarte como si fueras dueño de todo lo que te rodea! —el sujeto escupió con asco en el piso cerca de la zapatilla de Jaejoong— tu dinero aquí no vale nada, ni tu puta y jodida vida —Don jaló su cabeza hacia atrás exponiendo su cuello— voy a acabar de partírtelo a la mitad imbécil —dijo presionando la hoja de su cuchillo contra el cuello de Jaejoong, cerca del corte que Changmin le había hecho horas antes, el rugido de un coche se escuchó, Tiffany acelero rápidamente y Don tuvo que soltar a Jaejoong para evitar ser atropellado por el Audi que derrapo cuando la peliroja frenaba.

— ¡Maldita perra! ¡Estás loca! —gritó Don, pero Jaejoong no se quedó quieto, el aprovecho el momento de confusión del sujeto para ponerse de pie, todo su cuerpo sucumbió de dolor, su espalda dolía y sus rodillas ardían como el jodido infierno, pero aun así corrió, ni siquiera sabía a donde solo siguió corriendo como un loco y se metió a un callejón sucio y apestoso desde donde tenía vista de la plaza pero no podía ser visto debido a la oscuridad, guardo silencio aplastando su cuerpo contra la pared de uno de los viejos edificios que formaban ese callejón, escucho la moto del sujeto encenderse, Jaejoong se arrimó muy suavemente para ver que sucedía, apenas saco la cabeza de su escondite por temor a que el loco con el cuchillo lo viera, pero estaba al otro lado de la plaza esa, lejos de la moto destartalada Jaejoong pudo ver como Tiffany aceleraba el Audi nuevamente cuando el chico se acercó al coche, el sujeto llamado Don corrió hacia su motocicleta y la encendió para seguir al Audi pero en su puta y jodida vida una moto de mala muerte iba a alcanzar a su máquina de velocidad,así que Tiffany estaba bien, pero el…
Definitivamente estaba en problemas ahora.

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