martes, 20 de enero de 2015

El viaje que nos dió la oportunidad de dar el primer paso 4

Intentó buscarlo de nuevo, llegando hasta el filo de la cama. Pero no había nadie allí; Yunho se había escapado dejándole con un pequeño problema el cual trató de ignorar para seguir durmiendo... 

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-Maldito, maldito, maldito...- susurró el mayor de ambos tras entrar al baño. 

Había conseguido escapar de Changmin; agitado, excitado... y aquella excitación no se calmaba por mucho que trataba de echarse agua fría en la cara. 

Jung se miró al espejo; sus mejillas estaban muy rojas y sus ojos parecían incluso un poco brillantes. ¿Changmin-ah le había puesto así? ¿En aquel estado? Justo como aquella vez cuando apenas había cumplido 14 años... 

Sin pensarlo demasiado y sin saber que otra solución encontrar, deslizó su mano por su cuerpo, gimiendo suavemente cuando sus dedos envolvieron aquella erección que le había provocado su mejor amigo. 

Mientras tanto, en la cama, Changmin se movió inquieto hacia el centro de aquella enorme cama quedando boca arriba. Pero la sensación de excitación no desaparecía... es más, se hacía un tanto incomoda tan solo con el roce de las sabanas. 

Un suave sonido; algo parecido a leves gemiditos le hizo abrir los ojos, despertarse. Minnie se incorporó, dándose cuenta en aquel momento de su “problema” el cual solo pudo ignorar al oír claramente como alguien jadeaba... 

-¿Yunho?- susurró para sí mismo mirando directamente al baño. 

La puerta encajada y algo de luz saliendo de aquella rendija. Pero la claridad no era lo único que escapaba del baño... también lo hacia aquel sonidito que se asemejaban demasiado a suaves jadeos reprimidos en un tono de voz que resultaba ser el de Yunho. 

Se levantó de la cama, y sin más y con toda la curiosidad del mundo, Min acudió al baño. Sintió sus mejillas arder así como su cuerpo inquietarse, excitarse un poco más... ¿qué hacia Yunnie? La respuesta la obtuvo cuando a través de la puerta encajada, vio perfectamente cómo se estaba masturbando.

Aquello provocó que su corazón se acelerase… así como aquella suave presión bajo sus pantalones se hizo más notable. En tantos años de amistad, solo una vez había visto a Yunnie así de excitado... ¿hacia cuánto? ¿Casi 8 años? Si... aquella vez cuando tenían 14 y 17 años respectivamente. Y esta, era la segunda vez que lo veía en esas condiciones y no con cuerpo de adolescente precisamente... 

Ni siquiera notó que Minnie lo observaba. Jung mantenía sus ojos cerrados, los labios se los mordía de vez en cuando para no jadear; cosa que no daba del todo resultado... y cuando pensó que en cuestión de segundos alcanzaría su propio límite, hasta el último milímetro de su piel se erizó al oír a Min susurrar sobre su oído. 

-¿Necesitas ayuda?- ante su pregunta, el mayor se giró de inmediato a mirarlo dejando lo que estaba haciendo.

-Mi…Minnie que... ¿qué haces aquí?- le preguntó con la voz totalmente entrecortada; ni siquiera sabía que decir, que hacer o a donde mirar.

-Mmm... Me he despertado... al parecer mi amigo está en apuros.- sonrió suavemente, con cierta amabilidad... consiguiendo tan solo que el mayor apartara la mirada. –una vez ya te ayudé ¿recuerdas?- Changmin posó una mano sobre el vientre de Jung alzando un poco su camiseta, haciendo que este se sobresaltara y le apartase la mano bruscamente. 

-Si lo recuerdo, pero fueron “cosas de niños” ¿no?- puro sarcasmo. –así que no te preocupes, se apañármelas yo solo.- ya no pretendía seguir, tampoco que Minnie le siguiera viendo avergonzado... así que tan solo acertó a ponerse bien la ropa; estaba enfadado, fastidiado. 

-Si Yunnie, fueron cosas de Niños.- le habló calmado mirando como su amigo, de espaldas a él, se colocaba bien la ropa. -Por eso... ahora haremos cosas de adultos.- un par de paso y de nuevo pegó su cuerpo al del moreno. 

Tan solo escuchó a Min decir aquello, y se giró a mirarlo con sorpresa. Un beso. El mayor se separó rápidamente. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué Changmin le había besado? Lo miró… Chang…Changmin-ah se acercaba a él despacio, con aquella suave sonrisa en su rostro y ese brillo en los ojos que le hizo derretirse por él allí mismo. 

El menor acortó la distando entre ellos. Ese beso… había sido corto pero igualmente le había sabido demasiado dulce; diferente a aquella vez, años donde tan solo unió sus labios a los de Yunho para mantenerle callado. Quería repetirlo, pero Jung se veía demasiado a la defensiva.

Un par de pasos y ambos se vieron envueltos en un beso apasionado, necesitado... un beso donde sus labios jugaron a acariciarse. Unos segundos más, y Changmin se había llevado a Jung de vuelta a la cama; tumbándolo allí suavemente y haciéndolo quedar bajo su cuerpo. 

-Yunho... me gustas...- le confesó comenzando a jadear por el beso, mostrándose un poco avergonzado con aquella confesión. –Me gustas desde hace mucho tiempo…- le confesó mirándolo a los ojos, sincero y esta vez sin buscar molestarlo o hacer alguna broma sobre eso.

-Changminnie si es una broma está llegando demasiado lejos.- el mayor se defendió girando la cabeza a un lado, evitando así el contacto visual. 

Min solo sonrió suavemente. Así que Yunho pensaba que estaba jugando... pero conocía a su amigo demasiado bien; sabía perfectamente que en el fondo, Jung sabía que hablaba totalmente en serio. 

-Sabes que hablo en serio.- llevó sus dedos al cabello del mayor, acariciándolo. 

Lo sabía... Yunho sabía perfectamente que su amigo lo estaba diciendo en serio. Pero entonces... ¿le gustaba? ¿Él le gustaba a Changmin desde hacía tanto tiempo? Por un momento tuvo miedo y solo acertó a cubrirse el rostro con ambas manos. 

-¡Deja ya de bromear! Lo haces porque sabes que tú me gustas ¿no?- no, Changmin no era tan cruel como para eso y él lo sabía. –¡Por eso me dices que yo también te gusto!-

-Yunnie... mírame.- le pidió apartando despacio las manos del mayor de su propia cara. –¿Crees que bromearía con algo así?- ante su pregunta, Jung negó. –¿Entonces por qué dices eso?- el moreno no supo responder; solo pudo quedarse en silencio. –¿Yunnie?-

-Porque es casi imposible que dos personas se correspondan tan fácilmente.- susurró sin mirar a Changmin. 

Changminnie sonrió ampliamente. Así que también le gustaba a Yunho... eso sí le había pillado totalmente por sorpresa, y realmente le había alegrado demasiado. Suavizó su sonrisa, y cuando supo que Yunho seguiría hablando; quizás buscando alguna contra al hecho de gustarse, le calló con un nuevo beso. 

Ese beso... Jung lo estaba sintiendo demasiado diferente a aquel “primer beso” entre ambos cuando eran Niños. En aquella ocasión, Changmin simplemente había posado sus labios sobre los de él para callarlo… justo como ahora, solo que la diferencia era que esta vez se sentía un beso de verdad… podía sentir perfectamente los labios de su mejor amigo acariciando los suyos de una forma prácticamente experta. 

Changmin había tornado aquel beso atrevido; su lengua comenzaba a abrirse camino entre los labios de Jung, encontrando la suya. Mientras tanto, su mano bajó por el pecho del mayor, acariciándolo hasta llegar al vientre donde la deslizó bajo la ropa. Un suave jadeo por parte de Jung... y una sonrisa escondida en aquel beso se dibujó en los labios del castaño.

-Min…- suspiró cuando sintió los labios de su amigo rozar su cuello. –no... Lo marques...- le pidió entre aquellos jadeos que intentaba contener.

Changmin sonrió. Aquella petición estaba un poco fuera de lugar... y buscando molestar a Yunho, succionó suavemente la piel de su cuello haciendo una pequeña marca. 

-Shhh... No te quejes.- susurró en el oído del moreno cuando este refunfuñó. –Solo déjate llevar.- esta vez le besó el cuello, trazando un húmedo camino por la piel con sus labios, erizándola.

Cerró los ojos. Los besos de Minnie sobre su cuello, tras sus orejas, sobre su garganta… se sentían demasiado bien, le invitaban a suspirar una y otra vez, a rendirse ante su mejor amigo. Abrió los ojos cuando Changmin dejó de atender su cuello. Miró a su amigo; este se había erguido ante él y había comenzado a quitarse la camiseta. Por un momento bajó la mirada hasta el torso de Minnie; quería tocarlo, acariciar ese cuerpo que el castaño había comenzado a moldear a base de ejercicio... así lo hizo.

Un suave gemido escapó de los labios del menor cuando los dedos de Yunho se pasearon muy despacio sobre su pecho, como si al mayor le diera miedo tocar. No le culpaba por ello; la situación parecía un tanto irreal. Pero ahí estaban… excitados, acariciándose y besándose en aquella cama que habían compartido por varias noches.

-Jung Yunho... puedes tocarme.- le sonrió amablemente, inclinándose un poco sobre el mayor al dejar caer su peso sobre sus brazos apoyados uno a cada lado de la cabeza Yunho.

Jung asintió, y haciendo caso a su amigo, comenzó a acariciarle. Esta vez no solo las yemas de sus dedos; si no toda su mano paseó a gusto por el torso de Changminnie, tanteándolo y disfrutando con aquel tacto. 

Poco a poco se fueron desnudando mutuamente; hasta que sus cuerpos tan solo quedaron cubiertos por la ropa interior. Mientras tanto, las manos de ambos jugaban sobre el cuerpo del otro; acariciándose, conociéndose de aquella forma tan íntima... así como los besos se veían interrumpidos por los tímidos jadeos.

-Chang…Changmin...- Min lo miró, deteniendo un momento las manos de su amigo cuando este fue a quitarle la última prenda. 

Changminnie solo sonrió en respuesta, y sus manos temblaron suavemente al rozar el borde de la prenda interior.

-No te preocupes... no te haré daño.- le aseguró en un tono de voz suave. 

Jung asintió en respuesta. Cerró los ojos enseguida que el castaño comenzó a bajarse la ropa interior liberando así su miembro excitado... sintiéndose completamente desnudo ante el que desde años atrás, era su mejor amigo; desnudo, de una forma más íntima que nunca antes. 

El menor sonrió ante la reacción del moreno. Pero Yunho no era el único que estaba nervioso... si no que él también se sentía de esa forma; a punto de dar aquel paso tan importante para ambos que convertiría su amistad en algo más. 

Se miraron, y Min sonrió ante el sonrojo de Jung, dejando la ropa interior de este a un lado para hacer lo mismo con la suya. 

-Ahora estamos igual ¿no?- aquellas palabras arrancaron una risita avergonzada al mayor. 

-idiota, no estropees el momento.- Jung le miró de reojo, alzando de nuevo sus brazos hasta rodear el cuello de su amigo.

-Lo siento.- se disculpó riendo suavemente, pero los labios del mayor le silenciaron. 

Changminnie sonrió; aquello era claramente un “cállate ya”. Aun así, le encantó esa reacción por parte del moreno; quizás ya un poco más relajado, justo lo contrario de cómo se sentía él mismo en ese momento. 

Sus labios se separaron, lo suficiente como para abrir los ojos y mirarse. Eso fue lo que hizo Min; mirar a su amigo… observar el rostro sonrojado de este y el visible nerviosismo que su expresión delataba.

Le acarició la mejilla, y su otra mano, bajó desde la espalda de Min hasta el trasero de este, haciéndole sobresaltar con aquel contacto. Si, parecía que Min estaba nervioso... así que solo pudo reír suavemente. 

-¿Ahora el tímido eres tú?- preguntó mientras su mano se deslizaba hacia la cadera del menor. –Tranquilo, no te haré daño.- le repitió exactamente lo mismo que Changmin le había dicho minutos antes. 

Asintió ante las palabras de Yunho; la situación parecía haberse invertido un poco… aun así, Minnie tan solo tomó una profunda bocanada de aire, y buscando con sus labios la mano que Yunho tenía sobre su mejilla, besó sus dedos… un beso que se volvió atrevido cuando su lengua comenzó a recorrer los dedos del mayor; cuando comenzó a mojarlos con su saliva mientras su propia mano, bajó por el torso de Min hasta llegar más abajo de su vientre... 

Un gemido suave, tímido, escapó de sus labios al sentir como los dedos de Changmin rozaban su miembro. No pudo evitar que un fuerte cosquilleo recorriera su cuerpo como si se tratase de una corriente eléctrica... ahora su mejor amigo comenzaba a acariciarle de aquella forma; como hizo una vez años atrás... 

-Min...- gimió su nombre, entreabriendo los ojos para mirarle. 

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